Capitulo 28

Mientras Taehyung y el gobernador Kim se sumergían en los documentos del laboratorio, creían haber encontrado una manera de neutralizar a Jungkook. Sin embargo, lo que Taehyung no sabía era que sus esfuerzos solo servirían para hacer a Jungkook aún más invencible. En un rincón olvidado de ese pequeño laboratorio, se encontraba una historia sin contar, una pieza crucial de información que no estaba en los informes oficiales.

La doctora Min, una brillante científica que había trabajado en los experimentos con Jungkook, había descubierto accidentalmente la clave para su transformación. En un intento desesperado por controlar el poder de Jungkook, había desarrollado un suero que, en teoría, debería haber debilitado sus habilidades. Sin embargo, el resultado fue completamente opuesto. El suero potenció las capacidades de Jungkook, haciendo que su camuflaje fuera casi perfecto y sus garras aún más mortales.

Días después de este descubrimiento, la doctora Min fue asesinada por Jungkook en el gran laboratorio. Sus hallazgos nunca fueron documentados oficialmente porque ella no tuvo la oportunidad de hacerlo. La información se perdió con su vida, y el único que conocía la verdad era Jungkook mismo. Taehyung no estaba al tanto de esto, pero había tenido un atisbo de la verdad cuando fue capturado por Jungkook durante unos días al principio de su búsqueda de venganza.

En aquel tiempo como rehén, Jungkook, en un raro momento de franqueza, le había contado a Taehyung sobre la doctora Min y cómo ella había intentado controlarlo. Le había hablado de su muerte y de cómo sus intentos solo lo habían hecho más fuerte. Pero en su desesperación y furia, Taehyung no había prestado suficiente atención a esos detalles. Ahora, mientras revisaba los informes, esos recuerdos comenzaron a resurgir.

-Padre, esto dice que hay un suero que podría neutralizar sus habilidades -dijo Taehyung, mostrando el documento a su padre.

El gobernador Kim asintió, mirando el informe con esperanza.

-Es nuestra mejor oportunidad, Tae. Tenemos que intentarlo.

Taehyung asintió, aunque una pequeña voz en el fondo de su mente le advertía que algo no encajaba. Recordó las palabras de Jungkook sobre la doctora Min, sobre cómo sus intentos habían fracasado. Pero su deseo de venganza era demasiado fuerte, y decidió ignorar esas dudas.

Con la ayuda de su padre, Taehyung comenzó a preparar el suero, siguiendo las instrucciones del informe. Cada paso lo acercaba más a su objetivo, y su determinación solo crecía. Finalmente, el suero estaba listo. Lo guardaron en una jeringa especial, preparada para el momento en que se enfrentarían a Jungkook.

-Estamos listos -dijo Taehyung, mirando a su padre-. Vamos a encontrarlo y terminar con esto.

El gobernador Kim asintió, su rostro serio y decidido. Juntos, salieron del laboratorio, preparados para la confrontación final.

Mientras tanto, en las sombras, Jungkook observaba. Había estado siguiendo sus movimientos, consciente de cada paso que daban. Sabía lo que estaban intentando hacer, y una sonrisa torcida se formó en sus labios. La ironía de la situación no se le escapaba. Lo que pensaban que era su arma definitiva sería su mayor error.

La confrontación se produjo en un parque abandonado, lejos de la ciudad. Jungkook apareció de entre las sombras, su figura imponente y su mirada fría.

-Así que han venido a matarme -dijo Jungkook, su voz resonando en la noche-. ¿De verdad creen que ese suero funcionará?

Taehyung levantó la jeringa, sus ojos llenos de odio y determinación.

-Esto es por mi madre -dijo, antes de lanzarse hacia Jungkook.

El enfrentamiento fue un juego para Jungkook,se movía con una velocidad y agilidad sobrehumanas, esquivando los ataques de Taehyung. Finalmente, Taehyung encontró una abertura y logró inyectar el suero en el brazo de Jungkook. Por un momento, todo se detuvo. Taehyung y su padre observaron con expectativa, esperando que las habilidades de Jungkook se debilitaran.

Pero en lugar de eso, Jungkook sonrió, sus ojos brillando con una luz peligrosa.

-Gracias, Taehyung -dijo, su voz llena de una extraña mezcla de gratitud y burla-. Esto solo me hace más fuerte.

Antes de que Taehyung pudiera reaccionar, Jungkook se lanzó sobre él, sus garras brillando en la oscuridad. El gobernador Kim intentó intervenir

El parque abandonado se llenó de gritos y el sonido de carne desgarrada cuando Jungkook se lanzó al gobernador Kim, su boca cerrándose con una fuerza brutal sobre el brazo del hombre. Con un movimiento rápido y violento, arrancó el brazo del gobernador, quien cayó al suelo, gritando de dolor y shock.

-Tu carne es asquerosa -dijo Jungkook, escupiendo el trozo de carne y mirando al gobernador con desdén.

Taehyung, paralizado por el horror, vio cómo su padre se desangraba en el suelo. Su mente estaba dividida entre la necesidad de ayudar a su padre y el terror creciente que sentía hacia Jungkook. Los recuerdos de su tiempo como rehén con Jungkook volvieron a inundar su mente. Recordó cómo, en aquellos días oscuros, había sentido una mezcla perturbadora de miedo y atracción hacia su captor. Había algo en la presencia de Jungkook que lo había hipnotizado, aunque ahora esa fascinación se mezclaba con un odio ardiente.

Jungkook se volvió hacia Taehyung, su sonrisa siniestra iluminada por la tenue luz de la luna.

-Sabes, Tae, extraño estar en tu interior -dijo, su voz cargada de una insinuación oscura que hizo que Taehyung se estremeciera.

Taehyung retrocedió, su mente luchando por procesar las palabras de Jungkook. El terror y la confusión lo envolvían, pero sabía que no podía dejar a su padre morir allí. Intentó levantarse para ayudar al gobernador Kim, pero antes de que pudiera moverse, Jungkook agarró al hombre herido con una fuerza sobrehumana.

Con una facilidad aterradora, Jungkook levantó al gobernador y lo llevó hacia el mástil de la bandera. En un movimiento rápido y brutal, hundió la cabeza del gobernador en el afilado metal del mástil, atravesándolo y dejándolo colgado allí, inmóvil. La sangre goteaba del cuerpo sin vida, creando un charco en el suelo.

Taehyung gritó, su voz llena de desesperación y dolor. Cayó de rodillas, sus fuerzas abandonándolo mientras contemplaba la escena horrenda. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y la realidad de la pérdida lo golpeó con una fuerza devastadora.

Jungkook se acercó a Taehyung, su sonrisa siniestra aún en su rostro. Se inclinó hacia él, sus ojos brillando con una mezcla de triunfo y malicia.

-Nos volveremos a ver, Taehyung -dijo en un susurro-. Y la próxima vez, no habrá escapatoria.

Con esas palabras, Jungkook se desvaneció en las sombras, dejando a Taehyung solo con su dolor y la imagen de su padre muerto colgando del mástil de la bandera. La noche se cerró a su alrededor, fría y despiadada, mientras el viento susurraba promesas de venganza y sufrimiento.


Les dejo un nuevo capítulo
Espero les guste
Nos acercamos a la recta final
🥰💕

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