Es difícil llegar a pensar que algo que se fue va a volver. Todos esos recuerdos del pasado ahora solo son meros pedazos rotos de ese corazón dolorido, rogando que no desaparezcan.

Shion estaba ayudando a su madre, como cada día, la ciudad cibernética en la que él luchó se transformó en una pequeña ciudad de 75.000 habitantes, gran parte de los habitantes eran extranjeros. Siempre que el peli-blanco caminaba por la plaza, admiraba como esa oscura ciudad era ahora una de las ciudades mas hermosas y limpias de todo el planeta.

-¡Shion!- dijo su madre para despertarlo de aquel trance -has trabajado ya mucho ¿Por qué no vas a que te dé el aire?-

-Mamá no te preocupes por mí, puedo seguir trabajando- A Shion no le gustaba mentir a su madre, pero tampoco quería hacerla sentir mal con todas sus preocupaciones.

-Shion....- Susurro su madre pero la callo el ruido del horno, que le advirtió sobre el final del tiempo, ella saco los dulces sin quemarse y puso en una bolsa unas trenzas de crema.

-Si quieres ayudarme, llevale esto a nuestra vecina, me han dicho que su hija esta enferma y me gustaría que se recuperara pronto- su madre tendió su mano con la bolsa hacia Shion, él lo cogió y se lo llevó hacia la puerta de la entrada.

-Descuida mamá, ahora mismo se lo doy- Dijo él mientras una mentirosa sonrisa se le dibujaba en los labios.

Al salir de la tienda, Shion empezó a correr hacia la casa de sus vecinas, provenían de un pueblo muy lejano y hablaban con un acento muy refinado que junto a la voz de ambas chicas, le recordaba a uno de sus acontecimientos que jamás olvidaría.

Aquella voz tan dulce que inundaba el auditorio era como una mezcla de olores y sabores que jamás Shion había escuchado en su vida. Pero claro, todo eso desapareció en un momento. Ahora cada vez que las escuchaba sentía nostalgia hacia aquellos momentos en los que fue feliz.

Y ahí estaba Shion, de nuevo solo con su madre a la que no podía expresar lo que sentía y con el ratón que un día Nezumi, la persona que se alejó de él, le regaló.

Pero.... ¿Acaso Nezumi le dijo cuando iba a volver?