Día 01: "Con Tails y Amy"

Día 01.
❝Igual que tú❞

Nuevos privilegios de administrador.

Error al cargar la base de datos.

Reiniciando sistema...

Sincronizada.

—Y... ¡Listo!

La electricidad comenzó a recorrer todo su cuerpo hasta finalmente llegar a sus ojos.

Al abrirlos, esperaba encontrarse con el rostro de Nine, después de todo, Rusty estaba segura de haber escuchado su voz. Sin embargo, aquel zorro frente a ella definitivamente no era Nine.

La androide comenzó a buscar algo que le diera una idea de dónde estaba pero era inútil, no podía reconocer el lugar, el cual, por ahora, solo podía asumir que se trataba de un especie de laboratorio.

Rápidamente, trató de salir de ahí, pero fue interrumpida por unos cables que la mantenían conectada a una computadora.

—No te muevas demasiado, podrías interrumpir la recuperación de tus datos.— Advirtió el menor al ver sus intentos de librarse de los cables.

—¿Quién eres tú? Y ¿Dónde estoy?— Exigió saber la erizo.

—Soy Tails.— Se presentó —Y estás en mi laboratorio.

Por alguna razón, Rusty no podía recordar nada de lo que había pasado antes de despertar. ¿Cómo había llegado hasta ahí?

—Lo siento, debes estar algo confundida.— Dijo Tails, como si hubiese leído sus pensamientos —Después de todo, el golpe fue duro y dañó un poco tu memoria, sin embargo, estoy en eso.

Rose lo observó caminar hasta la computadora y teclear algo. De pronto, un montón de fragmentos de memorias invadieron su cabeza.

Estaba en una nave, recorriendo el Vacío, cuando inesperadamente, la nave perdió potencia y cayó en una de las dimensiones.

Sin embargo, hubo algo que llamó su atención.

Era una imagen borrosa, pero estaba segura de que era Nine quien estaba al volante, inconsciente. La nave estaba destrozada y soltando chispas por doquier. No había más después de eso, solo oscuridad.

—Nine.— Pronunció con su típica voz robótica, sin embargo, Tails pudo distinguir la preocupación en ella —¿Dónde está él?

—Está descansando. Sufrió algunas heridas, pero nada muy grave. Te llevaré con él.

Sin esperar una respuesta por parte de la robot, Tails comenzó a quitar los cables que la mantenían conectada a la computadora. En cuanto estuvo libre, el zorro salió del laboratorio.

Rusty no tuvo otra opción más que seguirlo.

Durante el recorrido, no podía dejar de pensar en Nine, no después de lo que había visto.

Finalmente, llegaron hasta lo que parecía ser el hogar del zorro, ya que este no se molestó en golpear la puerta antes de entrar siendo seguida por la androide.

Rusty observó con atención la decoración de la casa. Las paredes eran de un rosa pastel y estaba repleta de cuadros con fotos, alcanzando a distinguir en varias de ellas un grupo de amigos que se le hizo bastante familiar.

—¡Tengo que salir de aquí!— Se escuchó una voz desde el pasillo.

—¡Espera!— Le siguió otra voz junto a unos pasos apresurados —¡No seas imprudente, vas a lastimarte aún más!

Por el pasillo, apareció Nine, siendo seguido por Amy Rose, la contraparte de Green Hills de Rusty.

El zorro estaba afirmado a la pared. Sus piernas temblaban y tenía una venda alrededor de su cabeza.

—Rusty...— Jadeó con cansancio.

La androide se aproximó rápidamente hasta él.

—¿Descubriste algo?— Cuestionó Amy hacia Tails en voz baja.

—Pues... La nave sufrió muchos daños y mis conocimientos sobre la tecnología de fragmento son limitados, así que... No, realmente no.— El zorro suspiró, al mismo tiempo que su mirada se dirigía hasta Nine y Rusty.

—Deberías volver a descansar.— Sugirió la androide colocando una mano sobre la mejilla del de nueve colas.

—Estoy bien...

—Tonterías. Debes recostarte o tu herida podría abrirse y ser expuesta a una infección.

Amy sonrió divertida y se aproximó hasta el par, no esperando que Rusty reaccionara mostrando sus filosas garras y protegiendo a Nine con su cuerpo.

—Tranquila Rusty, solo queremos ayudarles.— Dijo Tails, dedicándole una sonrisa.

La androide escondió las garras, pero no porque el zorro se lo pidiera, sino porque Nine estuvo a punto de caerse.

—Nine, vuelve a la cama, debes descansar.— Amy trató de persuadir al menor.

—Estoy bien...— Insistió el vulpino, tratando de zafarse del agarre de la rosada.

—Por primera vez, estoy de acuerdo con ella.— Interrumpió la androide. El menor se limitó a hacer un puchero.

—Ugh, está bien...

Luego de que Nine y Amy se retiraran de la sala, Tails se aproximó hasta la androide.

—Rusty, quiero pedirte un favor.

Nine, quien ahora se encontraba en cama, parecía pensativo. Amy no pudo evitar sonreír al ver como el menor acariciaba su propia mejilla mientras una sonrisa surcaba sus labios.

Ella conocía bien esa sonrisa.

—¿En qué piensas?— Preguntó mientras servía algo de té.

—Nada en especial.

Hubo un momento de silencio. Nine recibió la taza de té que la rosada le entregaba y bebió un poco, tratando de despejar su mente.

—Ella realmente se preocupa por ti.— Mencionó la oji-jade —Son lindos juntos.

—¿De qué hablas?

—Tú y Rusty Rose, ¿así se llama, no? ¿Desde cuándo salen?

Nine se ahogó con el té tras lo dicho por la rosada. Tosió ruidosamente, casi expulsando el líquido por la nariz en el proceso.

—¿Yo? ¿Con Rusty? Pfft. No, no. Claro que no...— Su rostro se ponía cada vez más rojo y el que arrastrara las palabras lo hacía sonar aún menos convincente.

Amy rió un poco ante su actitud y se dirigió hasta la puerta de la habitación, dispuesta a irse.

—Sí, eso mismo decía Tails.

Y entonces, se retiró de la habitación.

Los días pasaron. Una semana, para ser exactos. Siete días en los que Nine se dedicó a reflexionar sobre su relación con Rusty Rose luego de su conversación con Amy.

¿Por qué ella creyó que estaban saliendo? ¿Qué significaba aquella frase de "eso mismo decía Tails"? ¿Acaso sus versiones originales estaban saliendo y asumió que ellos también lo hacían?

Pero, por sobre todas las cosas... ¿Por qué le gustaba la idea de salir con Rusty Rose?

—La nave está lista para partir.

Nine sacudió su cabeza, regresando a la realidad al escuchar la típica voz robótica de Rose quien, junto a Tails, habían terminado de hacer los últimos ajustes a la nave de fragmento.

—Uh... Genial.— Pronunció el de nueve colas en voz baja y evitando ver a Rusty a los ojos.

—¿Sucede algo?— Cuestionó ella.

Nine no respondió en seguida. Le tomó unos segundos reunir todo el valor que pudo para entregarle a Rusty una flor que Nine había "tomado prestada" del jardín de Amy. Tras dársela, corrió dentro de la nave sin dirigirle la mirada.

Rusty se quedó observando la flor durante un largo rato sin pronunciar palabra alguna.

—Hey.— Llamó el vulpino desde la nave —Vámonos.

La androide asintió y se apresuró a entrar en la nave. Una vez dentro, Nine activó los propulsores y abrió un portal en el cielo que los llevaría de regreso a New Yoke City.

—¡Adiós, amigos!— Se despidió Tails con un ademán.

—¡Suerte en su viaje!— Deseó Amy.

La nave atravesó el portal y pronto se encontraron en el Vacío. Había un silencio abrumador, o al menos, así era para Nine.

Rusty, desde el asiento trasero, seguía observando la flor.

—¿Te gusta?— El zorro preguntó, rompiendo el silencio y la tensión.

—Es... Hermosa.

Rusty sonreía y acariciaba sus pétalos con cuidado, como si tuviera miedo de romperla.

"Igual que tú" Pensó Nine, pero no se atrevió a decir aquello en voz alta.

Apenas se dió cuenta de lo que pensó, enrojeció hasta las orejas, volviendo al silencio de antes.

Sin duda sería un largo camino a casa.

¡Hola, hola! ✌️

Primer día de la Niusty Week publicado. Díganme, ¿qué opinan?

Espero que les haya gustado. 💕

No intenten buscarle mucho sentido a esto porque no lo tiene, lo mismo aplica para los otros días—

En fin, nos vemos en la próxima actualización. ✨

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