☁️☁️|Capitulo - 33°|⛅☁️
Dɪᴀ Cᴜᴀᴛʀᴏ. [Nᴜʙᴇs ☁︎]
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Pov. Narrador.
El sol empezaba a emerger brindando su calidez y tenues rayos, pero duro muy poco, las nubes cubrieron el cielo opacando sus rayos y su calor. Hoy no sería una mañana cálida por el contrario sería fría y un poco ventosa.
En la mansión Shirosagi las cosas iban un poco lento, faltaba personal así que las tareas se terminaron juntando estresando a los empleados provocando uno que otro incidente. Todos querían que fuera una perfecta y sin contratiempos, pero está vez no. La razón de ser precisos y que cada quien cumpla con su deber era, para ellos, muy importante siempre había sido así; lo hacían por sus amós, bueno mejor dicho amó. Le gustaba el orden y la perfección casa cosa debía tener su lugar y nada de planes improvisados o de última hora, todo tenía que llevarse a cabo cumpliendo con su fecha, hora y lugar. Todo.
Pero hoy alguien no se había presentado o, mejor dicho levantado.
Su amó.
Aún se encontraba en la cama arropado, pensando en lo que había ocurrido el día de ayer. El hecho de que no pudo hablar con el rubio y que una chica le había dicho todo lo que ocurría, lo había afectado en un mal sentido.
Dejo salir un suspiro largo para calmar su mente.
Bien.
Eso tal vez no había salido como él lo había planeado aún así después de descubrir aquello decidió ir a hablar con él albino aún con lo revuelto que estuviera su mente fue a verlo y a charlar con él, el cual le contó como estaba sentimental y psicológicamente con sus amistades, el hecho de saber de su relación, de que estuvieran juntos no lo veían bien del todo pues eran rivales y de un abrir y cerrar de ojos paso lo que tenía que pasar.
Si bien no le gusto el como lo había estando ocultando, actuado y evitando. Lo hacía por un bien, pero hizo pensar que no lo quería y que lo hacía para aparentar que era mejor que el rubio.
No le gusto eso. Para nada.
Hablaron y aclararon el asunto entre ellos, al menos, dejando en claro que en esta situación el Shirosagi era más importante, su bienestar le era muy importante en estos momentos. Y eso no cambiaría.
Sonrió inconsciente al recordar el resto del día junto al albino y el como este lo hacía sentir. Muchas emociones y sensaciones en un día lo que sentía al estar junto a él, eso le gustaba, le encantaba sentir aquellas sensaciones honestas que no sentía desde que tiene uso de razón, pero sea como sea aquellos sentimientos incrementaban cada vez si bien amaba a ambos, mejor dicho; sentía lo mismo por ambos el albino parecía una opción mucho más viable. Comprendía y aceptaba lo que pasaba a su alrededor más que eso signifique que tenga que elegir entre el amor y la amistad.
— Realmente... Me amas~— dejo salir aquellas palabras en un suspiro recordando los momentos en donde estaba con el Kurenai. Bien tuvieron sus diferencias, hace un tiempo atrás, pueden llegar a un acuerdo si hablan el uno con el otro. Divagaba en aquellos recuerdos, con lo que podría ser su futura pareja, sonriendo y suspirando por amor por más que solo sean fantasías, se vale soñar, ¿No?.
Hubiera estado así durante un largo tiempo si no lo hubieran interrumpido, tocaban la puerta con desesperación, alzó la vista en dirrección a la puerta viéndola durante unos segundos no quería que sus criados entrarán y lo molestarán, pero sino lo hacía lo molestarían de igual manera, al final se digno a responder diciendo un: "Pase" de forma brusca sentándose acto seguido.
Al abrirse la puerta vio que era Enzo traía la mirada baja cosa que era normal en él por ser un poco, mucho los verdad, desconfiado seguido de que él haya entrado entro alguien más y era Eliza. Al estar dentro ambos se dirigieron hacia su amó primero dando una reverencia para hablar después.
— Disculpe amó, hace ya un rato lo estamos esperando para que baje a desayunar y... Ehmm..— trataba de explicarle a su amó el porqué fueron a buscar, pero fue interrumpida por su compañero.
— Nos tiene preocupado, amó— hablo directo pues él si estaba preocupado de que algo malo le hubiera pasado a su querido amó.
— ¡Enzo!— reprochó fastidiada gritándole a su compañero.— Disculpe lo, amó. Precisamente no preocupados, más bien.. uhmm...— no encontraba la palabra adecuada para describir su sentir en esos momentos.
— No me importa. Si no quiero bajar, no bajaré— los observo con seriedad dejando en claro que no le gustaban estás interrupciones absurdas.— Les pediré que no me molesten el resto del día, quedé claro ¿Verdad?— ambos asistieron con la cabeza.— Bien, ahora solo traigan me el desayuno. Retirense— ambos obedecieron las palabras de su amó retirándose del lugar dejando lo solo nuevamente.
Paso un rato hasta que trajeron el desayuno pusieron una mesita para que comiera en la cama colocaron los platos con la comida en la mesita luego dieron una reverencia y se retiraron.
Sus ojos lilas se posaron en su mochila se levantó dirigiéndose a dónde estaba saco un par de cuadernos y su estuche volviendo a la cama para comer y estudiar un también.
Había pasado ya un buen rato desde que nuestra flamita no salía de su habitación, habiendo terminado de desayunar teniendo aún los platos sobre aquella mesita también en su cama estaban sus cuadernos abiertos en páginas diferente además que uno que otro libro también. Había adelantado muchas cosas no solo las tareas pendientes que tenía sino que también adelanto los temas que tenía que estudiar para exposiciones o exámenes futuros, dejándole mucho tiempo libre que en muchas ocasiones lo usaba para entrenar o para seguir estudiando. Nada de juegos o algo por estilo, pero últimamente se había enfocado en los videos de animales, mucho, demasiado. No paraba de verlos lo entretenían mucho.
Planta baja.
Las puertas de la mansión se abrieron dando paso a un visitante cerrándose nuevamente.
Este saludo al personal y viceversa, ya lo conocían y no había razón para sospechar de él, conocía al amó de hace unos años, todos creían eran los mejores amigos por la forma en la que él actúa nisiquiera le importa o importo el carácter fuerte y persistente que poseía, no siempre concordaban, pero llegaban a acuerdos.
— ¿Se le ofrece algo?, ¿Café, agua?— menciono con calidez una criada dirigiéndose a su visita este negó con la cabeza y se adentro en la estructura buscando a alguien.
Recorrió los largos pasillos desolados por las poco personas que estaban, cada paso lo llevaba a dónde estaba su objetivo.
Divisando una puerta distintiba en aquel corredor de acercó a la puerta y dio pequeños golpes a está, pero no obtuvo respuesta lo volvió a intentar; nada. No había respuesta alguna nisiquiera un ruido de algo, acaso ¿Salió...?. Si fuera así a dónde iría. Volvió a golpear la puerta nuevamente para estar seguro de que estuviera para su suerte recibió un: “¿¡Que quieren!?” no se sorprendió mucho al escuchar aquellas palabras en aquel tono usado por su portador.
— Estás ocupado— alzó ligeramente su voz para que le reconociera y no obtuviera un sarmon por equivocación.
Escucho como alguien bajaba de la cama sonando como algo se caía además de las pisadas que también pudo escuchar, se abrió la puerta mostrando al Shirosagi con una mirada neutra vistiendo aún su pijama, se hizo a un lado para que entrará su visita. Entro y cerro la puerta detrás de él observando la habitación un poco desordenado para lo ordenado y disciplinado que era su amigo.
— No esperaba nada este día, ¿A qué se debe?— espero la respuesta dándole la espalda recogiendo sus libros los cuales se habían caído con anterioridad.
— Quería verte, se que hace tiempo no haz venido a entrenar nisiquiera un poco solo me extraña no verte en tu entrenamiento habitual— se acercó recogiendo un cuaderno y entregándose lo. Para él le era muy raro no ver a su mejor jugador entrenando arduamente hasta el cansancio, y quería verlo nuevamente por eso está aquí.
— Eso no es motivo suficiente para venir, tú crees— lo observo momentáneamente para guardar sus materiales escolares volteando se cruzándose de brazos.— Siempre mandas un mensaje para avisarme, no eh recibido ninguno por tu parte así que preguntaré, ¿A qué se debe?— ya no estaba de humor y empezaba a sospechar sobre está visita tan repentina.
Hubo un silencio durante unos segundos que parecían eternos trataba de encontrar las palabras adecuadas para explicar su visita, dio un suspiro relajo su cuerpo y habló.
— Estoy preocupado por tu situación, desde que ambos se acercaron así de la noche a la mañana, creí que terminarías envuelto en todo esto— dió una ligera pausa, sentándose a una orilla de la cama.— Desde que empezó lo de Shu no creí que tú terminarías afectado luego apareció Free, tu mejor que nadie sabe cómo es, estando en aquellas entrevistas, luego tú terminas herido y afectado además de decaído... Me preocupe demasiado pero no me quise entrometer en algo que tú podrías solucionar, ¿No es así?—
No apartaba su mirada del castaño, lo miraba fijamente escuchando lo que decía.
— Bueno, se que somos lo suficientemente cercanos como para decirte que ellos son los que te están causando todo esto— sorprendió al menor con lo que dijo, no esperaba que dijera algo como eso retomó su postura y siguió observándolo y escuchando lo.— No quiero meterme en ese tema, pero no sería mejor te decidieras por uno o por ninguno. Presiento que ninguno de ellos te valora lo suficiente— observo a su amigo el cual no estaba contento en lo absoluto su mirada ahora estaba mucho más seria frunciendo el entrecejo mostrando sus colmillos.
— ¡Solo para eso!, ¡Llegaste hasta aquí para encargarme todo esto en la cara!. Acaso crees que no se cuidarme y darme cuenta de lo pasa, y vaya indirecta me haz dado. No tienes el derecho de ver lo mejor para mí si quiero estar con ello o no es mi decisión la que cuenta. No te necesito, Gabe Brunai. ¡Ahora!, Largo— no tardó mucho para levantarse teniendo una mirada de decepción dedicándose la, este no se inmutó ante tal acto teniendo aún su semblante serio, empezó a caminar abriendo la puerta, pero antes de salir se dio la vuelta viéndolo haciendo que se diera cuenta del error que cómete; iba a decir algo cuando su amigo le ganó la palabra.— Largo— dijo aquella palabra con asco no debió meterse en aquel asunto, por más que solo lo huera dicho. Sabía ahora cuál era su objetivo. El castaño frunció el seño y azotó la puerta dejando solo al Shirosagi.
Se podían escuchar los pasos que daban estaba molesto por lo obstinado que era, sí llegara a salir herido que mejor ni lo busque, lo que quería ahora era salir de aquella mansión empezando a resoplar por el enojo que sentía. Algunos criados se acercó para ofrecerle algo, pero esté no estaba en sus casillas y les termino por gritar alejando los de él también los empujaba para sacarlos de su camino al final llegó a aquellas grandes puertas que eran la salida de aquella cárcel, así se sentía él, tomo la perilla abriéndola y saliendo azotando con fuerza la puerta.
Los criados estaban sorprendidos por aquel cambio de humor tan repentino solo una cosa era segura y era que ese cambio de humor fue provocado por su amó sea como sea él tenía que ver en esto.
— Es la segunda vez que pasa hoy~...— dijo Enzo levantándose del suelo desanimado.
— Todos estos años tratándolo bien y así nos trata hoy— reprochó Maria sacudiendo su vestuario.— Pero, no esto toda su culpa—
— Algo paso entre ambos, probablemente un desacuerdo— hablo ahora Israel.
— Como sea~.. iré a arrecostar me un momento...— no era el mejor día de Enzo.
Los demás lo acompañaron por suerte no había nada que recoger o limpiar así que solo fueron a descansar. Mientras que Eduar, un peli-azul de ojos oscuro, miraba a la dirección en donde se encontraba la habitación de su amó.
— Que ocurrió...— teniendo la mirada fija en aquella dirección.
— ¡ Eduar,Ven !— grito uno de sus colegas sacándolo de aquel trance. Empezando a caminar a dónde se encontraban los demás.
Chan, chan, channnnn!!
He vuelto!
No me madreen okey por paja no eh querido actualizar además del calor y vapor que siento estoy literalmente pegada al ventilador!! >:V
Pinshe calor, amo el frío y por ende a Lui... Nah mentira, amo a Lui no porque lo asemeje al frío y tal, una montaña, nieve... Ese no es punto!!.
Pero igual :v subo esto hoy para no desesperar los más
Así que...
Fuí Allythewolf.
Nos vemos.
Chauuu 👋.
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