💛 |Capitulo - 30°| ♥️
Dɪᴀ ᴜɴᴏ. [Aᴍᴇɴᴀᴢᴀ]
Pov. Narradora.
Durante su recorrido a su hospedaje, recordaba todo lo sucedido, cada palabra; cada gesto lo hacía sentirse culpable de una u otra forma.
Duro muy poco su cariño la confianza que había obtenido con esfuerzos, se había esfumado en un momento.
Con su mirada baja recorría las calles frías hasta llegar a su destino, donde tal vez, no se sienta tan culpable. Después de todo él no tiene la culpa, la tiene ella. Saldría de está, si o sí.
• ~
Ya era de mañana.
Levantándose de la cama suspiro, hoy sería el día en donde hablara con ella. Tenía que saber todo sobre esto, no dejaría ninguna piedra sin voltear.
Se dio una ducha rápida y se alistó un poco, y sin más fue a buscarla.
Recorriendo aquellos pasillos donde se veían a otras personas haciendo su trabajo: *ellos no se ven preocupados...* Pensó, había estado un largo tiempo y ellos no reflejan temor o angustia por qué podría pasar, tal vez y estén acostumbrados.
Seguía caminando y revisando cada sala, habitación y pasillo cuando pasaba por uno pero, rastros de ella no se daban.
— Me habrá dejado a mi suerte...— dio un leve suspiro cerrando sus ojos, no parecía tan descabellado pensar eso.
Siguió caminando hasta llegar a un elevador, había revisado ya tres pisos, pulso un botón y las puertas se abrieron entro y el elevador empezó a descender.
La música del elevador lo incomodaba tal vez tuvo que bajar por las escaleras, dos pisos bajo el elevador cuando sus puertas se abrieron dejando ver a alguien.
— ¡Al fin baja esta cosa!. Llevo esperando casi medio hora a qué baje, te lo puedes imaginar— pulso el botón del primer piso se cierran las puertas y empieza a bajar
La había encontrado.
Y el ambiente era incómodo.
Ahora no solo por la odiosa melodía del ascensor, sino que también por ella. Era ahora o nunca.
— Escucha, quiero que me cuentes todo— firmeza y seriedad resplandecia en su voz, daba a entender que era lo que quería, respuestas mayormente.
— Te tardaste, sabes. Pero aún así te lo contaré— lo observo, cerro sus ojos e inhaló profundamente.— Tú y yo, estamos atrapados; pero no significa que lo estemos para siempre. Bueno, tu podrías salir con mayor facilidad que yo pero eso es otro caso—
— ¿Por qué es otro caso?. ¿Qué haz hecho?— la observo, a simple vista no pareciera que hiciera mucho daño pero, puede que se esté equivocando con ella.
— Verás, yo.. como lo digo sin que suene tan maaal...— trataba de buscar las palabras correctas para decirlas, debe ser claro pero no tan claro, al menos eso pensaba ella.
— ¿Te haz-...—
— ¡No!. ¡No caigo tan bajo sabes, bueno sí, pero no!— susurra.— 𝑒𝑛 𝑐𝑒𝑟𝑖𝑜, 𝑡𝑖𝑜—
Solo se encoge de hombros, era una posibilidad muy razonable, para él.
— Bueno, como sea. Lo que realmente hice bueno.. robar, estafarlos y matar a un par... Je je je— se quería morir en estos momentos.
— ¿Qué tú qué?— y pensar que alguien menor que él hiciera todo eso era algo impresionante a la vez preocupante. Aún así debía saber más.— Bueno, si ya te juzgaba por lo de antes ahora no se que esperar—
— A mi lado, nunca sabes lo que te espera... Sea.. bueno o malooo~ je je— observaba al rubio el cual la miraba algo confuso.— Igual, tú lo que quieres es salir, bien te ayudo. No es tan complicado ya que tú no haz hecho nada malo; o al menos hasta donde yo sé—
Las puertas del elevador se abrieron saliendo ambos ahora, ¿A dónde iban?
— A dónde irás— ella paro su andar y volteo a verlo, puede ser que no quiera hablar decirle algo importante y lo este guardando por seguridad.
— Entiende, ambos estamos en esto y hasta donde se, no eh recibido nada de nada, y tal vez ambos salgamos más rápido de lo que tú crees— alguien se acerca a ella y le entrega un sobre el cual tiene unas manchas rojas, probablemente sangre, luego se marcha nuevamente todo esto enfrente del rubio.— ¡Gracias Jonh!, Es un chico. Electricista— abre el sobre sin tomarle atención a las manchas.
Free se acerca para poder ver a detalle aquel sobre que sostenia ella. Su expresión era neutra hasta que se relamió los labios para hablar a continuación.
— Son los gastos de la semana pasada, no me sorprende que sea tanto— sonríe incrédula mente ante el rubio.
— Solo eso, no hay algo importante, un aviso; algo que nos ponga en alerta— tomo la carta y efectivamente eran solo la cuenta.— ¿Y las manchas del sobre?—
— Salsa de tomate, ahora tengo que lavarme las manos, odio ese olor en mi ser— solo pudo dar unos pasos hasta que alguien se acercó nuevamente para ahora entregarle dos sobres distintos con un seño en particular.— Gracias, oye De La Hoya. Para ti— se acercó a él y le entrego el sobre correspondiente.
Lo analizo brevemente una escritura casi perfecta, un seño y firma únicos, sobre ese trozo de papel pero algo llamo su atención; su nombre está escrito en rojo, no era tinta, era sangre.
Ahora es momento de entrar en pánico.
En otra zona, alguien estaba dispuesto a hablar y resolver sus problemas con aquella persona.
Arreglado y con toda la confianza del mundo se dirigía con paso decidido aquel lugar. Nada ni nadie lo detendrían necesitaba arreglarlo.
Salió temprano de su residencia para llegar lo más temprano posible y no causar más problemas de los que habían; tardo casi seis horas en llegar, contando el recorrido en taxi, desde su hogar hasta la mansión. Ese viaje tuvo que valer cada centavo y gota de sudor que bajaba de su rostro, se acercó a las grandes puertas que obstruía su camino.
Ahora estaba ahí parado casi en la nada, ningún auto se veía pasar en ambas direcciones nisiquiera un alma. *Propiedad privada...* no era de extrañar que ningún taxi reconociera la ruta o locación del lugar, tal parece que fuera una casa olvidada.
— ¡¿Holaaa!?, ¡Luiiii!— con todas sus fuerzas había gritado esperando ser escuchado por alguien pasaron segundos y nada. Se dejaría su voz solo por resolver un problema; tomó todo el aire que sus pulmones pudieran contener para luego gritar.— ¡LUUIIII!—
Nada, ni un sonido.
Quedó esperando un rato más con la ilusión de que se abran, y pueda verlo una vez más al menos no habría venido de por gusto gastando tiempo y dinero.
Pero esas puertas no daban señal de que se vayan a abrir por su cuenta, decaído observo por breves momentos las puertas suspiro rendido, dio media vuelta para irse y no molestar más de lo que hacía.
Rindiéndose, ahora.
No.
Cuando ya estaba lejos del portón, no lo pensó y tan solo lo hizo. Sino le abrían las puertas él las esquivaría, sin pensarlo corrió hasta el portón y salto lo más alto que pudo para poder aferrarse a los relieves de está, apoyándose del pilar que estaba a su lado para trepar con mayor facilidad, estando ya arriba solo salto llegando por fin al otro lado de las puertas.
Las observo una pequeña curva apareció en sus labios con su respiración levemente agitada se levantó empezando a correr hasta llegar a la tan dichosa mansión.
Al llegar tocó la puerta con desesperación, no se iría hasta poder verlo y aclarar todo hasta el más mínimo detalle. No quería perder lo después de tanto esfuerzo acercarse y encariñarse, su condición le valía un comino, su medicina era él; sí él estaba a su lado no habría problemas solo amor y calor.
Un sirviente habré la puerta mostrando a un albino agitado y muy sudoroso.
— ¿Usted?..— no se fijo en ningún momento cómo él pudo pasar, parpadeo un par de veces para cerrar la puerta y llamar a los guardias.— ¡Guardias, tenemos un intruso!, ¡Atrapenlo!—
Solo corría hasta poder llegar a su destino, su niño. Paso por el comedor entrando en un laberinto de pasillos y puertas, si bien ya había estado ahí en esos momentos su mente solo daba vueltas y corría sin orientación algo. Pasando pasillo trás pasillo, puerta por puerta su mente ahora solo daba vueltas empezó a trotar cada vez menos hasta el punto de dar un paso a la vez; sentía sus piernas pesadas y temblorosas apoyándose en la pared para caminar, su cansancio incrementaba su vista se empezó a nublar hasta que sintió que su cuerpo no daría más.
Alzó la vista un poco y una silueta fue lo único que pudo ver antes de desmayarse.
— Lui. . .—
Mientras tanto con Free.
La carta recibido lo hizo estremecer, dejaba muy en clara lo que debía y lo que no hacer mientras estaba en ese lío.
La carta mencionaba puntos de subida antes y después de llegar aquí, quienes son esas personas cercanas, amigos. E incluso lo que más apreciaba actualmente, Lui~. Le pedían que vigilaran a la peli-negra para poder salir de lo contrario, él cobraría las consecuencias. No se permitirá perder lo por culpa de ella, así que él seria el que los mantendría vigilados, como un infiltrado, solo así podrá sin salir sin ningún problema a largo o corto plazo.
Incluso sabían sobre el albino y su condición otra forma de poder chantajearlo, por más que no le interese todo estará a su nombre; sea la sangre que sea, apuntará a Free.
Pensando en aquello como saldría del problema en el que lo metieron, no lo pudo decir ni siquiera pudo hablar. Suspiro cansado cerrando los ojos, tal vez mañana tenga un respiro.
Abajo, en el primer piso.
La peli-negra estaba hablando con unos hombres armados, parecían militares, pero no los eran.
Hablando sobre su problema, uno la amenazó ahí mismo con dispararle.
— Vamos, hazlo. Ya eh perdido muchas y esto solo sería un alivio a mi vida— ambos hombres rieron ante las palabras de chica, da igual no hay ninguna manera de que se salve, nisiquiera el rubio.
— Bonitas palabras, pero hazle caso al jefe. Y así tal vez salves tu trasero y el del español—
— El se podrá salvar, yo, bueno estoy aquí aún vivirá y coleando. Ustedes...— tomo el arma haciendo que está apuntará a su cabeza.— Imbéciles que no pueden apretar del gatillo, cobardes siguiendo a otro cobarde. Su jefe debería eliminarme antes de que yo lo eliminé a él— su voz había cambiado, tan serio y profunda aún siendo una niña. Ambos se miraron un poco de miedo había ahora en ellos.
El que sostenia el arma dudaba en disparar, pero ahí estaba ella con el arma apuntado a su cabeza solo un movimiento la separaba de la muerte; tan solo tenía que apretar el gatillo y adiós. Los segundos parecían eternos una escena que nadie quisiera vivir ni por más loco que estuviera, ella lo estaba viviendo y le agradaba, el hombre termino por apartar el arma y darse la vuelta para irse, confundido su colega vio a la chica con asco para salir e irse de las instalaciones.
— Fiuuu~ creí que esté sería mi verdadero fin jeje.. ahora debo... ¿Que debía hacer?— empezó hablar consigo misma antes tratando de pasar el susto y volver en si a ella.
En un hospital.
Se encontraba inconsciente después del gran esfuerzo que hizo su corazón latía con normalidad, su pecho subía y bajaba con lentitud.
El sonido de la máquina que contaba los latidos del corazón sonaba en esa habitación, era el único sonido que estaba y se oía.
Su estado puede ser que haya cambiado, bien o no, había vuelto al mismo punto del cual no quería volver pero, estaba.
Ahora bien, puede que salga con mayor facilidad ya que ahora tiene más de una razón para levantarse y luchar para poder cumplir las.
Cómo se ve?
Bien?
Mal?
Bueno como sea, hay dios mío con la Hoya no se puede andar por la vida de pana! Y Shu bueno, si no se muere en anime no se morirá nunca... Y.. bueno la flamita...
:')
Se mantiene a flote con todo lo que está pasando...
Perdón por no actualizar.. :c
Se despide Allythewolf.
Nos vemos.
Chao 🙌.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top