Narradora.

Habían pasado unos días, y Lui, bueno...
Se encontraba entrenando, pero ya no con la misma intensidad de antes, su chispa se había apagado. Pero no todo es malo verdad?, Bueno para la vida de Lui tal vez no.

Pues ya hace unos dos días atrás se encontró con Shu y no fue para nada lindo.

|Flash back|

Un día cualquiera se encontraba Shu haciendo sus entrenamientos matutinos. Estaba trotando cerca del bey-park y en ese trayecto se topo con Lui. Extrañado trata de retroceder e irse, para así no provocar nada. Pero su suerte se oponía.

— ¡Shu Kurenai!—

Al oír su nombre un escalofrío recorrió todo su ser, en estos momentos no quería verlo.

— ¡Acaso no me escuchaste!—

comenzaba a ayudar frío, pero tenía que verse calmado y serio. ¿No..?

— ¿Qué quieres Lui?—

Volteo a verlo y vio su mirada llena de odio y ¿tristeza?.

— Sabes, eh esperado un tiempo para verte—

— ¿En serio?—

— Si— se comenzó a acercar— ¿Y tú?—

— No se cómo responder a eso— por cada paso que daba el Shirosagi, él retrocedía.

— No me temas~, no soy capaz de herirte— una sonrisa burlesca apareció en sus labios.

— ¿¡Qué es lo quieres!?—

Lui quedó un poco sorprendido por el gritó que dio Shu.

— Se que estás enojado, furioso, yo no quería que pasará todo lo que pasó. Lastimé a muchos bleyder's, lastimé a mis amigos, y a Valt. Yo no quería que pasará todo eso!— lágrimas de impotencia salían de sus ojos carmesí.

— Yo...—

— Si quieres venganza, bien, me merezco que todos me odien y... Ya no me digan bleyder...—

Shu espero un insulto, un golpe, algo; pero nada. Levantó su vista y el Shirosagi ya no estaba. Suspiro cansado y secó sus lágrimas, para volver a su hogar.

|Fin del flash back|

Lui después de lo sucedido se quedó muy pensativo, no tenía ni la más remota idea de lo que sentía el Kurenai.

Ahora, ¿Cómo debería sentirse?. No había hora para pensar en lo que dijo, todo lo que dijo era cierto. Red Eyes había provocado muchas cosas, muchos lo odiaban, otros le temían y lo respetaban.

Narra Lui.

Tal parece que Kurenai se arrepiente de todo. Pero eso no significa nada.

— O sí...— dije en un susurro.

Todo lo que me hizo pasar psicológicamente, me cansaba y no podía hacer o pensar bien, todo lo que yo hacía, lo hacía con duda y temor.

— Ahora que haré..— fijé mi vista en el escritorio.

Me levanté y fui al escritorio ahí vi a Longuinus.. dos pedazos perfectos, mis ojos se sentían húmedos y volví a sentir ese nudo en mi garganta, no agradaba esa sensación. Con temor tome ambas partes de bey y...

— Perdoname, no pude protegerte... Yo.. yo... *snif*—

Comencé a derramar lágrimas no hice nada para que dejarán de caer de mis ojos, al igual que Longuinus estaba roto. No había reparación para mí.

|Tres días después|

Estaba en la escuela, hora del receso a Gabe se le había hecho costumbre preguntarme cómo estaba, si iría a entrenar o solo estar a mi lado haciéndome compañía. En todo este tiempo él se ah preocupado por mí, aún si no le voy a contar nada.

Al terminar el receso ambos nos levantamos y fuimos a nuestras aulas, para seguir con el horario escolar.

Narradora.

Lo que Lui no sabía era que alguien lo estaba esperando afuera, con un regalo.

El último toque de la campana se hacía sonar, alegrando a muchos estudiantes. Hora de salida.
Muchos se veían con sus amigos para salir e irse juntos, otros se iban solos o con sus respectivas parejas.
Para Lui eso era tonto e innecesario, enamorarse, ¿amor?. ¿Quién lo necesita?.

Ya había salido de la academia y solo hacia falta su transporte. En eso pudo divisar a una sirvienta, le extraño verla pues lo general era que fuera el chófer quien lo espera.

— ¿A qué se debe esto?— pregunto algo tosco.

— Bueno, es para esperarlo y entregarle esto— extendió sus manos las cuales sostenían un regalo.

— ¿Para mí?— tomó el regalo.

— Si, bueno es momento de volver a casa amó— abrió la puerta del coche para que su amo entre.

Lui entro y agradeció, luego subió la sirvienta y el coche empezó su camino.

Al llegar a la mansión Lui fue al comedor a cenar. Mientras cenaba de vez en cuando veía el regalo y la curiosidad le terminó ganando, iba a tomar el regalo cuando una sirvienta se acercó.

— Señorito Lui— dijo con autoridad.

— ¿Ehh..? ¿Qué pasa?—

— Termine de cenar— y le arrebatado el regalo.

— ¡Oiga!—

La mujer lo vio con cara de enojo, haciéndolo callar de inmediato para volver a comer.

Luego de cenar fue a su habitación a hacer su tarea, al terminarla fue al baño y tomo una ducha rápida para ponerse su pijama. En la cama se encontraba él y el regalo misterioso. Ya no podía con la duda y sin más lo abrió. Se sorprendió mucho al ver lo que era.

— Esto es para mí...—

Al abrir el regalo vio un ramo de lavandas, no dudo ni un segundo para tomarlas y olerlas. Dejo las delicadas flores aun lado de la cama para sacar una carta.

— ¿Y esto?—

Para: Lui Shirosagi
De: tu fan

Se que tal vez esto te extrañé un poco, pero créeme es algo bueno.
Te mando está carta, las flores, chocolates y un regalito más, se que en estos momentos tu no estés bien. Después del torneo, te vi muy mal, no podías creer lo que había pasado. Estabas enojado, frustrado, furioso con quién te lastimó a ti y a Longuinus, yo también estoy enojado con esa persona.
Solo espero que con todo lo que te mando sonrías y te alegres.
Pronto sabrás quien soy.

Con amor, tu fan.

— Que lindo, mmh hay algo más atrás de la carta—

Posdata.
El otro regalito es para que juegues tu solito.
Si sabes a lo que me refiero. Ábrelo cuando estés solo y en un lugar muy privado.

—

... ¿Qué..?—

Lui se acercó al regalo para verificar lo que decía la carta, y si. Había un regalo un poco más pequeño, junto con los chocolates. Guardo las flores en la caja con cuidado y coloco la caja en su escritorio, volvió a su cama y se acomodó para dormir.

No paraba de pensar en quien le había mandado ese regaló, el cual ya lo había alegrado.

Holi :3

Que les pareció el capítulo de hoy? 😃

Quien, quien podrá ser?

Shu siente culpable por todo lo que hizo, ¿Hará algo para Lui?

Lui ya no odia a Shu?

Y eso.
Chao 👋.
Se despide.
Allythewolf.