El primer día de escuela siempre inicia con un notable nerviosismo entre los alumnos, después de todo nadie conoce a nadie y todos están en constante observación tanto por los maestros como entre los mismo alumnos. Además los que son amigos desde que son chicos, gracias a sus padres, también sientes cierta presión ocasionada por el miedo de no encajar con otras personas.

Eso, sumado a de quien es hijo y nieto, es lo que hace que el pequeño niño de ojos magentas se sienta marginado y observado de la peor forma posible tanto por sus profesores como por sus compañeros. Desde que puso un pie en la academia fue señalado y se escuchaban murmuraciones en contra de él mismo, cuanto trataba de acercarse a los chicos o chicas para intentar mantener una conversación o jugar a cualquier cosa que ellos quisieran salían corriendo o lo echaban de su lado diciendo las típicas palabras que los adultos siempre le dicen.

"Asesino" "De seguro también tiene la sed de sangre"

¿Qué culpa tenia de ser neto de una persona que mato a diestra y siniestra?

El pequeño Kagura no terminaba de entender el porque a él también lo tachaban de asesino, siendo que nunca estuvo cerca de una situación así. El infante de diez años estaba resignado de poder hacer una vida en la academia normal gracias a sus antepasados y de su apellido, algunas beses se sorprende a si mismo de cuanto odio siente a su propio apellido y a su misma persona.

Profesor: ingresen de una vez, las clases comentaban ya- salió uno de los docentes encargados de los principiantes, su mirada era severa y seria, aun más cuando veía a cierto niño de pelos rubios grisáceos.

Las primeras horas de clases fueron tranquilas, más que nada dedicándose cada uno a presentarse y decir datos de cada uno de ellos como que les gustaba y lo que no les gustaba. Para cuando le toco a Kagura, siendo que fue el ultimo, solo una niña prestaba atención a lo que decía y hasta ayudo al chico silenciando a sus compañeros para que no murmuraran cada palabra dicha por este. Consiguiendo que el chic la mirara con sorpresa y felicidad por encontrar a alguien que no lo tratara, tan, mal.

Para el horario del almuerzo los chicos se dirigieron al comedor dejando atrás a unos escasos chicos que prefirieron quedarse a dormir un poco o se comían sus bentos que sus madres o padres les prepararon. El chico de ojos magentas no despegaba su mirada de su almuerzo, arroz blanco con algunas verduras, al sentir movimiento muy cerca de él levanto la mirada encontrándose con la chica que lo escucho mientras hacia su presentación hace unos minutos atrás.

???: hola, me llamo TA TN, ¿me puedo sentar contigo?- pregunto la chica con su bento en su mano y una pequeña bolsa en la otra, su sonrisa parecía ser sincera y sus ojos mostraban un brillo extraño.

Kagura: ...- se mantuvo en silencio un tiempo, mientras evaluaba sus posibilidades y si ella hablaba enserio, al ver que enserio se quería sentar con el le sonrió- buenos días, soy Karatachi Kagura, adelante- dijo señalando a su lado, quedando el sentado junto a la ventana y ella contra el pasillo.

Se mantuvieron nuevamente en silencio, uno cómodo para ellos dos, mientras que comían sus bentos. Para cuando los demás chicos y chicas entraron y los vieron a los dos sentados juntos empezaron a burlarse de TN por sentarse junto al nieto de un asesino. Ella lo ignoro olímpicamente asiendo que más de uno de ellos se enojara o la tomaran por ser altanera. Cuando ingreso el profesor todo se volvió silencio y solo el golpeteo de la tiza en el pisaron se podía escuchar junto con el murmullo de las hojas.

A la hora de la salida los dos chicos fueron los últimos de salir, al hacerlo se despidieron con un gesto de sus cabezas y una sonrisa en el rostro de la niña, quien también le saludo con la mano mientras sonreía aun más que antes. El niño no termino de entender el motivo del porque le sonrió así, por lo que se quedo estático unos segundos para después retirarse con sus mejillas sonrojadas por la vergüenza de recibir esa sonrisa tal sorpresa para él.

Al llegar a su casa se dedico a hacer la cena y la limpieza de la casa, para cuando termino de lavar los platos que utilizo para hacer la cena y de terminar de hacer su bento se fue a hacer la poca tarea que les dejaron y se dio una ducha. Para después acostarse y quedarse viendo el techo hasta que el sueño le venció quedándose dormida pensando en todo lo sucedido ese día.

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Al día siguiente llego siendo el primero, se ubico en su lugar y se puso a leer un libro que perteneció a su padre, lentamente el salón se fue llenando escuchándose las distintas conversaciones que hacían los chicos y que él era completamente ajeno. Por un segundo apareció el nombre de TN por su cabeza asiento que el chico se desconcentrara de su lectura y mirara a su lado encontrándolo vació y sin rastro de la chica a su alrededor o en el salón.

Kagura: seguramente se sentara a lado de alguna chica- dijo en susurro siendo escuchado únicamente el mismo, volvió a su lectura hasta que escucho a alguien correr por los pasillos.

TN: ...- había entrado la chica, quien estaba jadeando a una velocidad acelerada, justo cuando puso un pie dentro del salón se escucho el timbre que daba inicio a las clases- llegue a tiempo- suspiro aliviada, mientras los chicos se reían de su expresión- buenos días Karatachi-kun- saludo la chica mientras avanzaba por el salón llegando junto a él y sentarse en el mismo lugar que el día anterior.

Kagura: buenos días TA-san- le dijo levantando la mirada del libro y saludarla con una pequeña reverencia. En ese preciso segundo entro el docente a cargo cortando cualquier posibilidad de conversar con la chica o que ella lo hiciera con él.

Y así fueron pasando los días, las semanas y los meses. Su amistad fue creciendo con cada palabra que se daban, sus silencios eran tan cómodos que hasta se podían comunicar con la mirada. Después siguió el pasar tiempo uno con el otro siendo TN la que dio el primer paso invitando al chico a su cumpleaños, su padre lo trataba como a un hijo asiendo que él se sintiera cómodo cada vez que él iba a su casa e instaba al chico para que participara más en las conversaciones.

En cambio la chica conoció la casa apenas unas dos beses en ese primer año de conocerse, después de todo su casa no era muy apta para niños, siendo el único juego que poseía el chico unas cartas. Así que utilizaban esa casa solo para las tardes de estudio o como un medio de escondite del padre de TN cuando insistía en que tenían que estar más tiempo fuera de la casa.

Ese fue su primer año de conocidos, uno de los mejores años que tuvieron en sus vidas.