Capítulo 4: Viejo amigo
Anteriormente en Ninjago
-Todos han comenzado a moverse- dijo un general apuntando a un mapa de Ninjago.
Lloyd estaba en un tornado verde -¿Qué fue eso?-
-Yo podría infiltrarme- hablo Harumi. Garmadon le respondió -Lloyd irá contigo-
Lloyd y Morro se ven a los ojos. -¿Quién eres?-
-Soy Floyd-
Harumi es descubierta por Nya y está se esconde entre la gente.
-Esto no es una buena señal-
Lloyd y Harumi pasaron la noche acampando, viendo el cielo nocturno. Aunque el rubio no estaba tan cómodo ya que se movía a cada rato.
-Agh, me duele mucho la espalda- dijo sobándose el hombro derecho.
-¿Quieres cambiar de bolsa?-
-No, está bien. Solo que me duele un poco el cuerpo de cargar tantas cosas- estiraba sus brazos, haciendo que tronaran.
-Por favor, es como acampar....... casi. Nunca fuiste a acampar con tu padre- Lloyd se acostó y empezó a ver al lado contrario de la peliblanca.
-La verdad es que no- Harumi se veía algo sorprendida.
-¿Por qué? Él es tu padre ¿No? Debiste pasar muchos momentos con él.-
-La verdad es que el no parecía recordar mi existencia hasta hace unos años-
-¿A qué te refieres?- Lloyd volteó a ver a Harumi y soltó un suspiro.
-La verdad es que desde pequeño estuve en la "escuela para niños malvados" para aprender a ser como mi padre. Yyyyy...... no me fue muy bien. Termibe siendo expulsado porque decían que me faltaba maldad-
Harumi estaba muy sorprendida por esa historia, ella reconocía que era algo similar a la suya, pero con varios cambios.
-Despues de eso, intente asustar unos pueblos para obtener dulces y así demostrar que se equivocaban. Terminaba cubiertos de tomates y basura como si fuera una mala actuación en un teatro. Por cosas que ni yo sé, termine liberando a los Hypnobrai y después de que me traicionaran liberé a los Fangpyre-
Cuando mencionó a las serpientes, Harumi se enojó y asustó al mismo tiempo. -¿Tu liberaste a los serpentín?-
-Ya sé, fue estúpido. Pero dime si tú no has hecho algo estúpido en tu vida- Harumi vio a otro lado. -No puedo decir que no lo hice-
-En fin, iba a liberar a los Anacondrai por ser los "más peligrosos", pero en el camino me enteré de que mi padre estaba conquistando pueblos por todo Ninjago y con el tiempo pudo hacerme tan fuerte para poder acercarme a él-
-¿Por qué no fuiste con él directamente? Es tu padre, no debería haber problema-
-¿Y que viera que era un inútil? No gracias. No se que hayas vivido tú, pero no parece que sepas lo que yo pasé-
-¿A enserio?- Harumi empezó a enojarse -¿Perdiste a tus padres por el ataque de un monstruo? Tu al menos sabías de tu padre-
Lo supe hasta mucho después. Yo toda mi vida pensé que no me querían, que nadie me quería. Saber de mi padre me dio la oportunidad de saber que era ser parte de una familia-
-¡Yo perdí todo lo que amaba!-
-¡Al menos supiste lo que es ser amada!- Harumi cambió su cara a una triste y algo asustada.
Lloyd se dió cuenta y le dio la espalda. Harumi hizo lo mismo. -Oye, lo siento. Es solo que no quiero perder está oportunidad de formar parte de una familia-
-Esta bien. Yo también dije e hice cosas terribles-
-Si pero eso no me da derecho a juzgar mi dolor con el tuyo. Somos iguales, pero también muy distintos-
A Harumi le dolió el pecho y terminó mordiéndose el labio inferior. -Lo siento, Lloyd. Por todo.- susurró para luego soltar una lágrima e irse a dormir.
La mañana siguiente
Lloyd despertó a Harumi con una ligera sacudida.
-¿Eh? ¿Qué?- dijo la ex-princesa medio dormida quitando algunos mechones de su cara.
-Despierta, hay que investigar- dijo en voz baja para luego dirigirnos a la cabaña de ayer.
No había nadie dentro, pero si habían dejado varias cosas. Un mapa de Ninjago, algo de ropa, una mochila y unas shurikens clavadas en la pared.
Harumi pudo ver qué encima de la mochila había un traje ninja muy parecido al que usaban los ninjas cuando apenas habían aparecido, pero este era verde oscuro y el símbolo de dragón era muy similar al de Lloyd, aunque con varias diferencias.
Cuando lo levantó, cayó un papel doblado que ,al verlo bien, notó que era una foto de un chico de cabello amarillo con un bastón de madera y un niño con un mechón de pelo verde.
Ambos sonreían y pudo notar que el niño era Morro, pero el otro hombre Eno podía reconocerlo incluso cuando su memoria le mostraba imágenes de haber hecho algo con él.
Un brillo dorado, una grieta , oscuridad. Harumi no entendía que estaba imaginando y volvió en sí. Guardo la foto donde estaba y revisó la mochila.
Había provisiones como para una semana o para un viaje muy largo. Ambos pudieron escuchar como la madera de afuera empezaba a crujir y ambos chicos se escondieron.
Escucharon la puerta cerrándose y dos personas discutiendo.
-Por última vez Nya, no irás- era la voz de Morro, su tono era enojado.
-Se lo que significa ir, por eso necesito acompañarte. No estaré tranquila si no voy.-
-Estar tranquila es una cosa. Pero no significa que estarás a salvo-
-¿A salvo? No soy una damisela en apuros. Puedo cuidarme sola.-
-Bien, tu sí. ¿Pero los refugiados? Si tú vienes conmigo, nadie podrá proteger a esta gente.-
-Pero yo...- Morro agarró sus hombros. -Nya, no. Te enseñe lo que pudo de spinjitzu para que no solo te protegieras, sino también a otros-
-Lloyd y Harumi oyeron eso último y como todo unos ninjas, salieron de la cabaña por una ventana.-
Morro sintió un aire en su espalda y volteó un momento. -¿Está todo bien?- preguntó Nya.
-Ehhhh..... Sí.- En eso, Misako entro con un té.
-¿Qué hacen despiertos tan temprano?- preguntó.
Nya apuntó a Morro -Él iba a irse al templo de Yang y quería acompañarlo peor no me deja ir-
Morro se golpeó la cara -¿Tienes 7 años? Esto no es un paseo por el parque- volvió a estar enojado.
-Nya, Morro tiene razón es peligroso- dijo dando la razón al pelinegro y enojando a la chica -Y por eso ella debería ir contigo- eso intercambio el humor de ambos.
-Pero, Misako, la gente-
-Yo puedo protegerla. Además, Ronin llegara al mediodía. No habrá problemas.-
Morro intentó discutir con Misako pero no tuvo oportunidad contra ella y sus argumentos, por los que terminó aceptando que Nya iría con él al templo de Yang.
Ambos ya tenían sus cosas listas y partieron por un camino "escondido" para alejarse del grupo.
Harumi pudo verlos desde el lugar en que durmieron. -Lloyd, ya deban, vamos.- Harumi lo buscaba pero no estaba ahí. Iba a ver tras una gran roca pero de golpe salió él.
-Perdon, tenía asuntos privados que atender- Harumi no quiso pensar en ello y empezaron a seguir a la pareja por el mismo espacio reducido.
El corredor era muy angosto y hubiera podido causar un ataque de pánico a alguien con claustrofobia.
Después de 15 minutos de un difícil camino y de incómodas posiciones para evitar golpearse o cortarse con las paredes rocosas, ambos lograron salir y ver un camino más grande.
El camino parecía estar escondido entre dos montañas y muy pocos rayos de luz pasaban por ahí.
Parecía que estaban perdiendo el paso, debido a que ninguno pudo ver a Morro ni a Nya cerca. Aunque hubieran tenido problemas si los vieran pasar o escucharan.
Ambos siguieron caminando, haciendo que su ruta se abriera al aire libre cada vez más y más.
El camino terminó volviéndose unas escaleras que bajaban alrededor de la montaña.
Fue bajando a mitad de las escaleras que comenzaron a escuchar a lo lejos las voz de Nya.
-¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos?- repetía la pelinegro una y otra vez.
-No, no, no y como ya he dicho muchas veces, NO. Y a este paso, no llegaremos nunca, así que deja de preguntar y cierra la boca.-
-Es que esto es muy cansado y aburrido. Al menos deberíamos hablar de algo, podríamos jugar al yo veo ¿Eso al menos está bien?-
-Silencio- Morro se detuvo de golpe.
-Oh, vamos. Al menos para pasar el rato-
-No hablo enserio, silencio- Nya se cayó y alertó al par detrás de ellos.
-¿Qué sucede?- susurró Nya.
-El bosque que rodea el templo del maestro Yang.......... Ha vuelto a la vida- todos los árboles que antes estaban muertos ahora volvían a tener hojas.
-Y trajeron algo del otro lado- Morro apunto a qué sus troncos ahora eran negros como las sombras y sus hojas eran grises con líneas rojas, como si se tratara de lava.
Cubriendo todo el bosque, había una densa niebla que no dejaba ver el suelo. Nya tomó una foto al centro del bosque, donde se podía ver el techo del templo.
Morro bajo su cámara debido al flash que sacó. -A partir de este punto, nada de ruido. El maestro Yang no es alguien con quién se debe jugar-
Ambos empezaron a bajar, adentrándose en la densa niebla. Lloyd y Harumi llegaron al mismo punto en qué se detuvieron y Harumi se quedó sorprendida por el lugar.
-¿Qué es este lugar?- preguntó.
-Ahí es donde solía enseñar un maestro muy estricto, llamado Yang. Era conocido por sus métodos algo "agresivos" de enseñar a sus alumnos-
-¿Y qué le pasó?-
-Falleció. Nadie sabe exactamente, solo saben que cuando el se fue, también lo hicieron sus alumnos. Muchos aseguran que son fantasmas y que rondan el templo por las noches, buscando a personas a quien más convertir. Uhhhhhhh- lo último lo dijo con una voz para intentar asustarla.
Harumi bloqueó su boca con un dedo. -Por favor, como si eso fuera verdad.-
-Bueno, sea o no verdad, Morro quiere algo de ahí. Mejores nos damos prisa antes de que lo obtengan-
-Seguro- Lloyd comenzó a moverse como un ninja, mientras que Harumi bajaba las escaleras muy tranquila. -Como si esa historia fuera verdad- una vez entró, desde arriba se pudo ver qué varios brillos verdes estaban en la niebla.
Lloyd se había puesto su máscara para evitar ser visto por alguien, Harumi siguió caminando tranquila y viendo como Lloyd parecía un niño jugando a los agentes secretos.
-¿Quieres dejar de hacer eso? No hay nadie aquí.- Lloyd apareció en su cara y la calló con un -Shhh-
-Guarda silencio. Yang ya sus fantasmas podrían oírte-
-Espera, ¿Crees en fantasmas?- Harumi empezó a reír un poco, Lloyd se puso algo rojo.
-Claro que no. Es solo que....... podría haber alguien en la niebla.-
-Ay ajá.- Harumi dio un sonido de sorpresa y susto -¡Cuidado detrás de tí!-
-¡¿Qué, cómo, cuándo, dónde?!- dijo Lloyd viendo a su espalda y sacando de la vaina una de sus espadas.
Harumi río más fuerte al ver qué si estaba asustado. -Ay por el primer maestro del Spinjitzu. Debiste ver tu cara. ¡JAJAJAJAJAJAJAJA!-
Lloyd no se veía nada feliz. -Jaja, que graciosa- le entregó su segunda espada. -¿Y que si creo en fantasmas? Aunque no existan, seguro alguien habrá oído tu risa y viene para acá. Prepárate-
Harumi solo ignoró eso y movía la espada de un lado a otro, como si fuera un juguete. Ambos empezaban a separarse un poco, hasta que la niebla los escondió uno el otro.
-¿Lloyd?- dijo Harumi esperando oír su voz.
-¡RUMIIIII!- escuchó gritar al rubio, pero su voz sonaba muy lejos. No se habían separado mucho tiempo y parecía que se alejaron demasiado.
Harumi empezó a correr en dirección a su voz, desesperada. -¡LLOYD! *No otra vez. Esto es igual que antes. ¿Se va a arrepentir todo?*-
Una lágrima salió de su ojo. -¡LLOYD!- volvió a gritar para lanzar su espada y esperar darle a algo.
Pudo oír como el sonido del metal chocaba, pudo notar unas chispas adelante y se detuvo de golpe.
Muchos sonidos empezaron a hacerse presentes a su alrededor. -*¿Fantasmas?*- pensó Harumi al no poder ver qué era.
Al volver a ver en frente, se encontró en su cuello un arma, un naginata para ser exactos.
Quien la sostenía era ni más ni menos que Morro. -¿Tú? ¿Qué haces aquí?-
-Ehm, yo..... Buscaba a mi amigo Floyd. Lo seguí y lo perdí de vista en la niebla.- Nya la veía sospechosa.-¿Por qué la espada?- dijo agarrándola.
-*Rayos, olvidé lo desconfiada que es Nya*- Harumi sudó un poco antes de responder. -¿Crees que hubiera llegado hasta las montañas sin un arma?-
No hubo tiempo para más preguntas cuando escucharon un silbido viniendo de entre la niebla.
Los tres se pusieron espalda contra espalda. Nya le entregó la espada a Harumi, mientras que sacaba un arma peculiar.
-Hagan lo que hagan, no se separen- dijo Morro buscando lo que sea que estuviera ahí.
-Es más fácil decirlo que hacerlo- dijo Nya bloqueando el ataque de una cadena de metal.
Varias cosas se movían a gran velocidad, lanzando muchos ataques con cadenas. Los tres tenían algo de problemas para esquivar y cubrir, las cadenas eran muy duras.
Morro estiró una de sus manos y lanzó una ráfaga de viento que aclaró una parte del bosque.
En esa pequeña fracción de tiempo, pudo ver a un ser con traje ninja y un tono verdoso moviendo se entre las plantas.
-Son los estudiantes de Yang- avisó a ambas.
-*¿Los fantasmas son reales?*- Pensaron ambas.
Morro seguía lanzando ráfagas de viento, cambiando el curso de las cadenas y derribando uno que otro fantasma.
Iba a lanzar otro ataque pero una cadena apresó su brazo y el aire se desvaneció.
-¡Sus cadenas están hechas de vengestone! ¡Un solo toque y mis poderes ya no serán útiles!- Morro usó su naginata para cortar la cadena.
-¿Y qué hacemos?- preguntó Nya nerviosa.
-No lo sé- respondió el ninja del viento.
-No me gusta eso- En eso, una cadena agarró de la pierna a Harumi y la comenzó a arrastrar.
-¡No!- gritaron ambos. Nya corrió a dónde la estaban jalando, alejándose de Morro.
Otra cadena pudo atraparla del torso con los brazos juntos y la jaló a otro lado de la niebla.
-¡NYA!- Morro empezó a lanzar ráfagas en todas direcciones, esperando poder ver a ambas.
Las cadenas no lo atrapaban pero si empezaba a ser golpeado muy fuerte por el contacto.
Morro se puso serio y sus manos empezaron a juntar viento mientras parecía hacer movimientos de artes marciales.
Cerró sus ojos mientras s e movía y esquivaba las cadenas. El viento se hacia cada vez más intenso, mostrando los alrededores de Morro.
Algunos fantasmas eran empujados por los fuertes vientos, que parecían un huracán.
Las ráfagas de empezaron a juntar con Morro, que empezó a girar a gran velocidad.
-¡NINJAGO!- grito para crear un tornado gris que se movía por el bosque y derribaba varios árboles.
Los fantasmas tal vez no podían ser tocados por seres vivos, pero si podían ser tocados por objetos.
Morro se movía muy rápido y pudo derribar a todos los fantasmas. Recorrió ele bosque, despejando parte de la niebla hasta llegar al templo.
Por el constante uso del spinjitzu, Morro se detuvo cansado y vio la construcción frente a él.
Con un rostro serio, dio un paso al frente que abrió la puerta del lugar. Varios fantasmas salieron de ahí y rodearon al ninja.
-Vaya, vaya. ¿Qué tenemos aquí?- dijo una voz que se ocultaba tras dinos fantasmas.
-Supongo que eres el maestro Yang. ¿No es así?-
-Supones bien-
-¿Y qué? ¿Atrapaste a mis amigos para una especie de ritual?-
-Casi aciertas. Verás, nos volvimos fantasmas por un error. Para dejar de ser fantasmas debería hacerlo el día de los difuntos, pero descubrí otra forma-
Yang se abrió paso entre los fantasmas y rebeló su cuerpo físico, ya no era un fantasma.
-¿Qué? ¿Pero cómo?-
-Ya lo dijiste. Necesito a tus amigos para esto- de su espalda saco un extraña arma con la que pudo amarrar a Morro.
Morro cayó al suelo mientras intentaba zafarse. -No te saldrás con la tuya-
-Inténtalo. Acero afila acero, y maestro afila alumno- fue lo último que dijo para golpearlo con el mango de su arma, dejándolo inconsciente.
Tiempo después
Morro estaba despertando del golpe, revelando que ahora estaba en lo que parecía ser una habitación transformado en una celda.
-¿Dónde estoy?- se tomó la cabeza por el golpe.
-Ya despertaste- dijo Nya que estaba a su lado.
-¿Qué es este lugar?- preguntó confundido.
-Una habitación totalmente cellada en el templo de Yang.- dijo Lloyd, caminando hacia él.
-Yang, él.- Iba a gritar pero Harumi lo detuvo.
-Lo sabemos, ya nos dijeron todo- Harumi volteo a ver a otra parte de la habitación, ahí había muchas personas tristes que estaban convertidas en fantasmas.
-¿Cómo pasó esto?-
-Todo fue mi culpa- dijo una voz muy deprimida que venía de una esquina oscura de la habitación.
Morro se acercó hasta esa persona, haciendo que se volteara.
-¿Cole?-
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top