Era el hijo de unos herreros. Hijo del Maestro del Fuego, lo llamaban un protector, un proveedor, un luchador, un hermano mayor, y el impulsivo del equipo.

Pero esos nombres y títulos no significan nada para Kai si todavía no podía producir una sola espada bien hecha.

Al martillar sobre el yunque el metal caliente comenzaba a tomar la forma de una espada, al sumergirla en el agua el vapor se eleva por el aire, pero al sacarla la espada y el metal se encuentran de una forma torcida y mal hecha.

- Lo hiciste demasiado rápido – era lo que su hermana siempre le decía.

Kai arrojo la espada mal hecha a una de las esquinas de la herrería – Lo hare mejor la próxima vez – esa era la excusa que siempre le decía su hermana para poder al menos tranquilizarse así mismo.

Kai sabía que él siempre sería el último en todo.

Fue el último en ser reclutado para el equipo ninja. Fue el último en obtener su arma dorada. ¿Y ahora? Ahora fue el último otra vez, el único incapaz de descubrir su verdadero potencial.

El Sensei Wu le había dicho que el fuego ardía intensamente en el mismo.

- Sensei, ¿y si ya entrenamos suficiente? ¿Y si ya hemos alcanzado nuestro verdadero potencial? ¿Y si estamos listos? – fue lo que Cole le había preguntado al Ssensei Wu.

Wu los mira a todos con una mirada de estudio – Tal vez llegaron a su mejor condición física, pero aún deben alcanzar su potencial interno. En cada uno de nosotros hay un obstáculo que nos frena, solo cuando conquisten ese miedo su corazón será libre, solo entonces alcanzaran su verdadero potencial -

Pasan los meses y Zane, Jay y Cole desbloquean sus verdaderos potenciales. Ahora pueden usar sus elementos al máximo, incluso sin la ayuda de sus armas. Kai escucha gritar a los chicos en la cubierta del navío mientras entrenaban, aprovechando sus poderes al máximo, y Kai no estaba con ellos...

¿Porque Kai? Kai todavía no puede producir ni una sola llama. No importa cuánto lo intente, sus poderes no vendrán.

Entonces, ¿qué hace ahora? Lo único que sabe hacer. Dar hasta la última parte de el en cada entrenamiento.

El entrena sin parar. Se esfuerza al máximo. Olvida a veces dormir y comer mientras pelea en varias de las salas de entrenamiento. Y a altas horas de la noche, cuando no hay nadie más alrededor, hace ejercicios físicos, se para sobre extremidades demasiado cansadas y repite los mismos movimientos una y otra vez. Los demás se han preocupado por eso, incluso Nya, tratan de hacer que se relaje, pero Kai tiene la idea de que no hay tiempo para relajarse ya que tal vez los serpentine estén cercas de encontrar otra Flangblade.

Los chicos se ríen cuando lo encuentran con el gi del verde de ninja puesto. ¿Cómo puede decirles que en ese momento solo quería liberar su máximo potencial como ellos?

De todas formas no lo vuelve a usar de nuevo.

Y lo peor fue cuando el Sensei Wu regreso...junto con Lord Garmadon...

Eso puso a Kai aún más furioso. Pero ni siquiera le importo que Garmadon solo estaba (por el momento) de su lado solo para poder salvar a su hijo. Si Kai hubiera tenido sus instintos más calmados en ese momento tal vez podría comprender el lado paterno de su archienemigo.

Puede que Lloyd fuera un dolor en el trasero las primeras veces que se conocieron, sin contar que libero a los serpentine y a Pythor. Pero todo lo que el niño quería, era solo un poco de respeto y atención.

Algo que Kai había estado deseando cuando él también era un niño abandonado a su suerte por sus padres, los cuales misteriosamente desaparecieron. Y para evitar que Nya se involucrara en insistir en una inútil búsqueda se convenció a sí mismo, y convenció a Nya de que sus padres habían muerto.

El niño había tenido una vida temprana difícil, su madre sin ninguna explicación lo dejo en un internado para chicos malos, fue víctima de burlas y castigos de los alumnos y profesores, no recibió tanto afecto y nunca había tenido un amigo d verdad. La amargura anido en el interior de Lloyd, lo que lo llevo hacer lo que sea necesario para poder recibir, aun que sea, un poco de atención y afecto. Fue algo que le negaron Kai y los otros el primer día que lo conocieron, al estar haciendo bromas en Jamanakai al estar fingiendo ser como su padre. En vez de ayudarlo, hicieron que lo humillaran y lo dejaran colgado en un letrero, lo cual, (ahora que lo pensaba Kai), fue una mala idea. El niño podría haberse lastimado una vez que encontrara la forma de descolgarse del letrero.

Una vez que lo atraparon en el internado, después de que Pythor lo abandonara a su suerte, tenían planeado castigarlo por todo lo que había hecho, en cambio el Sensei Wu le ofreció una habitación libre, le dio comida y le leyó un buen cuento para dormir. Incluso al día siguiente los chicos y Kai se disculparon con él por todo lo que le hicieron en Jamanakai, y lo más impresionante fue ver que él también se disculpaba con ellos, por todos los problemas que les había ocasionado.

Los primeros días con Lloyd en el Navío fueron un poco difíciles, Lloyd aún era temeroso con ellos, excepto con Nya y con su tío Wu, pero poco a poco fueron formado una buena confianza con el niño, y descubrieron que Lloyd no era tan malo como imaginaban, ahora saben la verdadera razón por la cual en el internado no lo aceptaban.

Sin embargo, Kai fue una de las personas en las que Lloyd podía confiar aún más, el niño formo un fuerte lazo con el Ninja Rojo, lo veía como su hermano mayor y un buen modelo a seguir, al igual que los otros ninjas.

Kai, mas aparte los demás chicos y Nya, fueron los primeros amigos que Lloyd había tenido en su vida. Ya que nunca lo abandonaron, e intentaron varias formas de poder salvarlo de Pythor.

El Ninja Rojo trato de varias maneras mantener su ira bajo control, no le gustaba, ni por un minuto, tener a Garmadon cerca de todos ellos, siempre lo vigilaba de cercas, lo cual irritaba un poco a los demás ya que pensaban que estaba siendo un poco exagerado conforme a todo esto.

El Sensei Wu incluso ya había tenido suficiente con la actitud de Kai.

- Tal vez sea mejor que no alcances tú verdadero potencial, porque alguien podría salir herido – esas palabras que le había dicho el Sensei Wu, lo destrozaron más que en una batalla en la que no podía ganar.

Lo cual hizo que su ira, más su arrogancia, crecieran aún más. Como un fuego que lo destroza todo a su paso.

Pero lo que paso en el Templo del Fuego lo cambio todo, pensaron que tenían la victoria, Lloyd fue rescatado por su padre, y Kai impidió que Pythor huyera sin la Fangblade. Eso pudo haber sido una victoria asegurada. Pero no fue así. Lloyd cayó a la lava sobre una piedra que lo mantenía flotando, impidiendo que cayera directamente a la lava. Su padre y los demás trataron de alcanzarlo, pero fue imposible, y como el lugar se derrumbaba los demás chicos, el Sensei Wu y Lord Garmadon tuvieron que abandonar el lugar. Dejando solos a Kai y a Lloyd.

Kai no tenía idea que Lloyd también se había quedado atrás con él, ya que solo estaba enfocado en recuperar la FangBlade. Frustrado al no tener lo que quería, fue ahí donde todo cambio al escuchar el grito de auxilio de Lloyd a una distancia.

- ¡Kai, ayúdame! – fue ahí donde lo vio, flotando en una roca en medio de la lava ardiente, indefenso y sin nadie que lo ayude.

Y al ver esos ojos inocentes verdes llenos de terror, manchado de lágrimas y algo de suciedad, se vio a él mismo cuando también era un niño indefenso y abandonado junto con su hermana más pequeña a su lado.

Fue ahí donde algo en su interior ardía con pasión y le gritaba, suplicaba que salvara a Lloyd.

Y fue así que lo hizo, lo salvo.

Temió no poder salir del volcán una vez que tomo a Lloyd entre sus brazos y lo protegía con todas sus fuerzas de la lava y el fuego que podrían lastimarlo. A Kai no le importo quemarse, solo quería que Lloyd estuviera a salvo.

- Tu destino es proteger al Ninja Verde – esa voz, que no sabía de donde venía, se repetía una y otra vez sobre su cabeza.

Lloyd es el Ninja Verde.

Al principio no lo creía, pero lo acepto y por fin Kai siguió adelante, al igual que los demás. Llegar a la cubierta una vez que lograra descubrir por fin su verdadero potencial fue sin duda el mejor momento para todos. Lloyd corrió abrazar a su padre, mientras que los demás lo ayudaban a recuperarse de su reciente desmayo por usar tanto fuego. Pero fue aún mejor ver la sonrisa de orgullo que mostraba el Sensei Wu a Kai.

- Supongo que no me equivoque al escogerte Kai, el fuego en verdad arde brillante en ti –

Ese cumplido, fue sin duda alguna, el mejor que había escuchado Kai en toda su vida.