26: El Monstruo del Peor de los Temores

JAY'S POV

Dos, tres, y hasta cuatro cajones resonaron cuando los cerré de un porrazo. Había cuatro archiveros en la oficina de Zane, cada uno con cuatro cajones, y abrir uno por uno con las mil llaves diferentes y no encontrar lo que buscaba no era muy divertido.

Después de quince minutos (en el cuarto cajón, archivero tres) encontré los mendigos woki tokis. Los aparatos estaban viejos, con polvo, y noté que Zane tenía más basura del viejo Ninjago acumulada de lo que creía.

Entre los woki tokis de tecnología antigua, se encontraban algunas pequeñas piezas de refacción, como engranes y tornillos; pude ver dos destornilladores, un papel doblado con pinta de ser uno de esos pliegos donde ilustras el modelo de un nuevo proyecto, y al fondo, entre papelitos y libretillas viejas, me encontré con lo que reconocí como el Halcón de Zane.

No pude evitar sentir melancolía. El droide estaba en posición horizontal, la capa de titanio brillando tras el reflejo del foco en el techo. Era la única cosa en todo el cajón que no parecía estar descuidada.

Suspiré, tomé los woki tokis y cerré levemente el cajón del archivero.

Tenía que irme, mis amigos me estaban esperando y no había más tiempo que perder.

Un espasmo atacó mi cuerpo cuando la perilla de la puerta comenzó a hacer forcejeos para girar. Gracias al Primer Maestro estaba cerrada, pero quien sea que estuviera afuera daba todos los indicios de que derribaría la puerta para entrar.

-¡¿Quién está dentro?! -gritó un hombro, pude reconocer la voz como el General que ordenó dispararnos al intentar huir por el almacén -¡Este lugar está restringido! ¡Vamos a vaciar todo el lugar!

-Ahm, ahh....-adopté una voz femenina -Soy la...la nana, hijito.

Era la peor imitación de anciana que hubiese hecho en mi vida.

-¡¿Qué?! -El General gritó desde afuera, muerto en frustración -¡Derribaré la puerta! -anunció -¡Uno!...

Pude escuchar la arma desprenderse de su cinturón.

-¡Dos!...

Apostaría a que accionó el disparador de granadas magnéticas.

-¡Tres!

Algo metálico se pegó como imán a la puerta, cinco pitidos en un segundo y la oficina se llenó de un humo grisáceo. La explosión no había sido muy grande, pero se habían quemado unos que otros papeles.

-¡Sal con las manos en al....! -el General se giró a todos lados, apuntando el arma. La confusión atravesó su rostro -¿En dónde está?

Sí, el General gritos duros había entrado a la oficina con éxito, pero lo que no sabía, es que para cuando la puerta estalló, yo ya me había escurrido por el clásico ducto de ventilación, justo detrás del escritorio, donde sus ojos no podían ver.

Suspiré, aliviado, y me di media vuelta por el ducto. Si había aprendido algo en los últimos meses es que cualquier grito en estos conductos resonarían en cada oficina de la fortaleza en cuestión de segundos.

No pregunten cómo lo sé, sólo diré que fue una experiencia tanto mala como buena. Fue una aventura curiosa, a decir verdad, pero todo lo que iniciaba en este lugar terminaba siempre de la peor forma. Hasta ahora.

Después de la pasar por el recorrido aprendido de memoria, el ducto llegó a su fin con una rendija que daba a un pasillo común y corriente, un pasillo que daba directo hacia al almacén.

Saqué el trio de woki tokis de mis bolsillos y uno por uno los puse en la frecuencia que Jannet me había especificado. Dos los dejé junto a la rejilla, y el otro me lo llevé a la boca.

-¿Hola? -hablé por el woki toki, pero mi voz sólo se repitió en los otros dispositivos.

Tal vez Jannet y Zane aún no tomaban la sala de seguridad, lo único que podía hacer por ahora es ir a mi posición y esperar a que Zane viniera por mí y juntos bloquear la entrada principal de la fortaleza.

Ése era el plan. Ahí concluía la fase dos.

Y la fase tres...sólo esperaba que terminara bien.

Me di media vuelta, guardé el woki toki, y volví a desaparecer en la oscuridad de los ductos.

ZANE'S POV

Estaba contra la pared, mi ojo izquierdo no dejaba de parpadear, las alertas en mi pantalla eran más grandes mientras la sobrecarga seguía y seguía a través de mis cables, y lo único en lo que podía pensar era en que si esto falla, todo el plan se vería abajo.

Tampoco era todo nuestra culpa, ¿quién diría que los trabajadores en la sala de seguridad tendrían la nueva actualización de Sobre cargadores?

Los sobre cargadores, habían sido una idea planteada por uno de mis ingenieros. Eran armas, como un tenedor de treinta centímetros con dos dientes y una goma azul para las manos. Con un simple botón, una enorme carga de energía se desprendía por el metal, con el gran propósito de freír a su oponente.

Cuando Jannet y yo entramos a tomar el lugar, estos tres tipos nos habían sorprendido con las armas.

Y uno me había clavado un sobre cargador en el hombro izquierdo, al instante mi procesador comenzó a trabarse, me iba a apagar en cualquier momento si no me lo quitaba de encima. Pero no podía moverme.

-¡¿Creyeron que esto sería tan fácil?! -rió el hombre ante mí -Para ser una computadora, eres demasiado estúpido.

Zane! ¡Estoy haciendo lo que puedo, pero la carga es demasiado grande!

Mi procesador estaba perdido, mis circuitos parecían estarse quemando al punto en que ya ni siquiera podía pensar en una solución viable para mi predicamento.

En mi pantalla, se inició una cuenta regresiva.

En cinco segundos me apagaría por completo.

JANNET'S POV

Tenía a un tipo sobre mí, me estaba clavando su tenedor eléctrico en el brazo, mientras que su compañero se mantenía de pie al lado mío intentando pedir ayuda por un comunicador.

Sentía toda aquella electricidad corriendo a través de mis huesos. Espero que nunca te hubieras electrocutado, porque de verdad que se sentía horrible.

En cuanto el metal me tocó, todo mi cuerpo se había quedado inmóvil, desde mi brazo se comenzó a originar un hormigueo tenaz, como si cientos de bolitas te recorrieran debajo de la piel. Y dolía, podías sentir tu propia carne tensa, inmóvil, y a punto de freírse.

Tenía que hacer algo, tenía que hacer algo o todo terminaría arruinado.

Necesité mucha más fuerza de voluntad de la que había utilizado en mi vida para lenta y dificultosamente deslizar la punta de mi zapato hasta el del sujeto con el comunicador.

Al instante su cuerpo se paralizó y el comunicador en su mano explotó tras la sobrecarga. El hombre con el arma del asombro se apartó, cuando pude volver a sentir mis extremidades, me sentía muy débil para actuar.

El hombre se volvió y trató de encestarme, me agaché al tiempo justo para que su compañero volviera a recibir una descarga. Me giré y le di una patada en el lado opuesto de la rodilla, el sujeto estuvo apunto de resbalarse y aproveché para sujetar su muñeca y torcerla hasta que el arma cayó al piso.

El hombre gritó, le di un rodillazo en la espalda y con el mango del arma lo golpeé en la cabeza. Uno cayó inconsciente, pero el que había recibido la descarga seguía de pie aunque aturdido.

Sabía que electrocutarlo no serviría por mucho tiempo, así que acabé con él de la misma forma que el otro y al instante se desmayó en el suelo.

Pero aún había chispazos revoloteando en el aire. Del otro lado de la habitación, Zane estaba recibiendo la peor descarga en su vida, y para un nindroide, uno de esos ataques podría freír su disco duro para siempre.

Cuando el hombre que lo atacaba me vio, dejó a Zane deslizarse hasta el suelo y apuntó con el Sobre cargador hacia mi dirección.

Levante la guardia, me obligué a recuperar toda la energía perdida y oprimí el botón del arma.

Se avalanzó hacia mí apuntando a la cabeza, retrocedí dos pasos de un salto y bloqueé su ataqué con el sobre cargador, el trataba de empujar contra mí, pero tomé impulso y dirigí un golpe contra el costado de su pecho. Las chispas volaron cuando contrarrestó mi golpe y contraatacó levantando la lanza sobre su cabeza y dejándola caer contra mi estómago. Sólo mi desliz rápido a un lado me salvó de aquella electricidad, pero al decidir que lo mío nunca habían sido las armas, aparté el sobre cargador y le di dos patadas consecutivas en el pecho.

El hombre gruñó, y antes de poder clavarle el arma, éste sostuvo la suya a centímetros de su cara evitando mi golpe. Apreté mis puños, descargando todo mi peso para batir al hombre, pero él fue más listo y tras flexionar una pierna fui yo la que terminó en el suelo de una patada. El saltó hacia mí, estaba perdida, pero en vez de bloquear su ataque, estire mi brazo y el problema se resolvió sólo.

La punta del sobre cargador se clavó en el pecho del hombre, mientras su arma se mantenía suspendida en el aire a pulgadas de mi rostro. Giré mi brazo y dejé que el hombre cayera de lado, aún con la electricidad entumiendo todo su cuerpo. Decidí terminar su sufrimiento, y tras apartar el arma de su pecho lo pateé en la cara para que se quedara inconsciente.

Suspiré, dejé que el arma cayera al piso y corrí por Zane.

-¡Zane! -Cuando llegué, su cuerpo estaba completamente inmóvil, temí haber llegado demasiado tarde. -¡Zane! -lo sacudí.

Algo pareció encenderse en su interior, escuché a la máquina recobrar vida y sus ojos se abrieron al dispar.

-¿Ja-Jannet? -tartamudeó cuando me vio, lo ayudé a reincorporarse.

-Tranquilo Zane, estás a salvo ahora -guiñé el ojo y me dirigí al tablero en la pared.

Había botones, palancas, computadoras, y una pared infinitamente llena de cámaras de seguridad al rededor de toda la fortaleza. Bien se podría decir ahora éramos el ojo en el cielo.

-Espero que la laptop también haya sobrevivido -Zane abrió su compartimiento del pecho y sacó el viejo artefacto.

Puse la laptop sobre el tablero de control, y la enchufé al primer conector que encontré.

-Ésta bebé ha aguantado mucho, no se va a romper ahora -dije sonriendo al ver que la pantalla encendía.

Teclé botones, introduje códigos, y en un segundo probé el micrófono.

-¿Hola? ¿Hola? Probando, uno, dos, uno, dos, aquí Jannet. ¿Alguien puede oírme?

Se escuchó un segundo de interferencia antes de recibir la voz de Jay.

-¡Aquí estoy yo! ¡Estoy en el ducto! -anunció el pelirrojo entusiasmado.

-No deberías gritar demasiado, estando donde estás -dice Zane.

-Ou, cierto -recuerda Jay y comienza a susurrar -Hola, aquí estoy. Estoy vivo.

-Jeje, hola Jay. ¿Alguien más está en línea? -pregunté -¿Si dejaste los woki tokis en el lugar correcto, Jay?

-¡Por supuesto que...-bajó la voz -los oculte bien...

-Yo estoy aquí -una voz nueva habló por la comunicación, pude reconocerlo al instante.

-¡Kai! ¿Ya estás con Lloyd en el almacén? -pregunté.

Pero no hubo respuesta.

-¿Hola? ¿Kai?

-Jannet, amor, ¿cómo estás? -Apareció la risueña voz de Cole, no pude evitar soltar una sonrisa.

-Cole, ¿cómo están? ¿Xander y tú ya están en posición?

-Sí, ambos estamos esperando la señal de Kai y Lloyd para entrar en la sala del trono y arrebatarle el medallón al dulce Emperador.

Solté una pequeña risa.

-Cole, toma esto enserio.

-¿Qué? Sólo estoy emocionado de verte otra vez, ¿tan malo es?

-Podría ser...todo depende, ¿qué harás cuando nos veamos?

COLE'S POV

-Ya te lo dije, es una pregunta sorpresa -dije por el comunicador del casco, ya sabía yo que debía tener cara de idiota.

-Como dije antes: La espero con ansias -respondió ella, imposible no imaginar su hermosa sonrisa del otro lado de la fortaleza.

-Ejem, Romeo y Julieta, estamos en una misión, ¿saben? -Jay estropeó el momento.

-Oh, claro. Perdón Jay -dije a regañadientes.

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? -habló Lloyd.

-Amigo, ya te habías tardado -dije.

-Chicos, están haciendo mucho ruido, me temo que apagaré el woki toki hasta que Zane venga a buscarme. ¡Pero por favor dense prisa! -se despidió Jay y ya no lo volvimos a escuchar.

-Tomé el último woki toki, Kai ya debe estar en el almacén -dice Lloyd.

-Entonces Xander y yo podemos continuar con el plan -dije.

-Bien, proseguire con mandar el mensaje de emergencia a todos los soldados para que...

-Jannet, creo que tenemos un problema -dice Zane -Uno de los sobre cargadores frió una de las consolas. Tendremos que desconectarnos de la comunicación hasta que lo reparemos, o no podría funcionar.

-Uhm...entiendo -comienza Jannet no muy contenta, pude escucharla preocupada incluso -Prosigan con el plan, Zane y yo nos desconectaremos un tiempo, pero ustedes no paren. Los contactare cuando sea la hora de entrar a la sala del trono.

-Entendido, allá nos vemos -se despide Lloyd.

-Cuídate -le dije a Jannet, y consecuentemente me quité el casco de la cabeza, ya estaba medio harto de él.

Estábamos dentro de el almacén contrario de la fortaleza. El amplio lugar era exactamente idéntico al almacén en el que Kai y Lloyd estaban: los mismos techos altos, el pasillo y escaleras de metal que subían a otro corredor más arriba fuera del almacén y unas escaleras que llevaban hasta el fondo del lugar, donde había cajas, y una compuerta por si a alguien se le ocurría escapar un día. La diferencia es que aquí olía a comida, y estaba seguro que allá se debían encontrar las armas y el equipo del ejército.

Una de las ventanas del almacén estaba entreabierta, pero no podía localizarla, sólo sabía que estaba abierta porque el color rojizo del cielo empapaba su brillo hasta este lugar, dándole a todo el almacén un aire de ultratumba, abandono, y que si te descuidabas podría pasarte lo peor que te pudieras imaginar. Aún así, ¿a quién engañaba? Todo Ninjago se veía así ahora.

Pero no iba a durar, el plan iba sobre marcha, y tal parecía nada podía arruinarlo hasta ahora. Lloyd y Kai debían estar en el otro almacén, cuando nos avisaran por los comunicadores, Xander y yo entraríamos a la sala del trono y mientras Dylan estuviera distraído le quitaríamos juntos los amuletos para debilitarlo, una vez Zane y Jay bloquearan todas las entradas a la sala del trono (para asegurarnos que el ejército no nos reprimiera) vendrían a ayudarnos y todos juntos enfrentaríamos a Dylan para acabar con su Imperio de una vez por todas.

Iba a funcionar, debía funcionar. La última vez el equilibrio se vino abajo estando separados, pero el Emperador iba a ver lo que pasaba cuando nos enfrentaba a todos juntos. Tenía fe.

Me giré en redondo, Xander estaba recargado en el otro barandal amarillo del pasillo. Ambos nos encontrábamos al límite del almacén, en la cima de la escalera, esperando con temor el momento a que Kai y Lloyd llamaran para atravesar esa puerta que daba directo a la sala del trono.

Cuando volteé, Xander se quitó el casco, pude notar que estaba muy pálido, más de lo normal, y demasiado serio.

-¿Por qué no hablaste? -pregunté, haciéndole entender que me refería a cuando todos estábamos en la línea.

Él apenas levantó la mirada, sujetaba su casco con fuerza.

-Lloyd podría hablar en cualquier momento, hay que ponernos los cascos de vuelta -dijo con voz leve, haciendo gesto de volver a cubrir su cabeza.

-No, espera -lo detuve con voz firme. -Algo te está pasando, sabes que si no liberas tus sentimientos terminarás haciéndote más daño. Anda, puedes decirme -insistí.

Xander me vio directo a los ojos, y pareció arrepentirse -N-no. No puedo.

-Xander...sabes que puedes decirme cualquier cosa -aseguré.

El pelinegro lo reflexionó por un rato, en verdad creí que me diría algo como que estaba aterrado, en todo caso yo podría salir con el sermón de que todos lo estábamos. Pero nada de eso tenía que ver con lo que me preguntó.

-Cole, ¿compartirías a Jannet conmigo?

Jamás...JAMÁS...me había quedado tan pasmado en toda mi vida. ¿Qué demonios quería decir con esa pregunta? ¿Compartir a Jannet? A mí podía pedirme cualquier cosa en el mundo, cualquiera menos esa.

-¿Compartir a Jannet? -repetí, completamente en la confusión -¿A qué te refieres?

Entonces, de la pena y tristeza, Xander explotó pasando directamente a la furia.

-¡AGH! ¡Tú siempre la tienes! -azotó el casco contra el piso.

No podía estar más perdido.

-¿Qué?

-¡A Jannet! ¡En San Francisco, en el taxi, en ése restaurante! ¡Prefirió confiar siempre en ti sobre mí! ¡Incluso te salvé a ti y a ella, los salvé a los dos! ¡¿Y ni muerto puedo ser feliz?! -exclamó a gritos -¡En el reino de las Almas ya era feliz! ¡Aunque ella no me quisiera, seguía estando a su lado! Y luego...y luego tú... -su cara se arrugó, iba a gritar, chillar, iba...a no lo sé, parecía totalmente impredecible -¡¿Crees que yo pedí esto?! ¡¿Crees que yo pedí meterme en este asunto de "Los diez Candidatos" uy, "Los ocho amuletos" uy, "Hay que tirar la fortaleza" ¡¡NO!! Durante toda mi vida...¡Lo único que quería hacer era vivir en paz! Y cuando encontré esa paz...cuando Jannet llegó, cuando el mundo se caía a pedazos y Jannet estaba ahí....tú....tú....te la llevas.

Mi mente regresó a cuando los vi a ellos dos en el reino de las Almas. Era cierto que estaban de la mano, pero también era cierto que Jannet nunca me había olvidado, nunca consideró cambiarme por Xander, aún cuando las probabilidades de volver a verme fueran prácticamente nulas. Claro que yo me quedé encantado, pero Xander...tenía todo el derecho de sentirse abandonado.

-Oye...calmate -le pedí. -Sé que debe ser duro, pero...uno no escoge de quién enamorarse, lo hace el corazón. En verdad, en verdad...lamento mucho que estés pasando por esto -le dije, casi a modo de disculpa, pero tampoco pude evitar sentirme un poco frustrado por lo que había dicho. -Jannet no es un objeto, Xander. No se puede partir a la mitad...no puedo...no puedo "compartirla". Eso...la lastimaría mucho.

El rostro de Xander era la definición perfecta de la bipolaridad. Estaba furioso, rabioso, explosivo...pero también estaba triste, solo, perdido...como si su mente le pidiera hacer una cosa y su corazón otra. Algo me decía que para el pobre, amas opciones eran malas.

Pero creo que lo que dije, sólo sirvió para enfurecerlo más.

-¡NO ES CIERTO! -gritó, sus ojos estaban llorosos -¡No es cierto que lo lamentas, no es cierto! ¡Estás haciendo esto a propósito!

No podía evitar sentir pena por él, pero que me acusara de ser esa clase de persona sí que me ponía furioso. Él había perdido un tornillo.

-¡¿Crees que alguien se puede enamorar a propósito?! -exclamé, no podía contenerme, esto era un fuerte argumento por Jannet -¡Fuiste tú el que se enamoró de una persona no correspondida!

Xander parecía estar en lo que se le podría llamar "locura" en un rango de la furia. Y tanto complot en su cabeza, lo hizo decir algo que nunca debió haber dicho.

-Debí dejar que te volaran la cabeza...

Y la pelea comenzó en el acto.

Ambos corrimos, el uno hacia el otro, con los puños en alto para darnos en la cara. Yo aún tenía mi casco sujetado, y aproveché el impulso para lanzárselo directo a la cara. No fallé.

Xander cayó al piso, y el casco rodó por el borde de la escalera. Me incline sobre él, sujete su cara con una mano y con la otra le descargue un golpe en la mejilla.

Xander no podía hacer mucho, y cuando vio la oportunidad, me rasguñó todo lo que pudo la cara. Sentí un corte en el ojo y con un gruñido intenté alejarme de su rango de destrucción hasta que me dio una bofetada en pleno rostro y me obligó a caer al piso.

En lo que volvía a pararme, Xander me pateó nerviosamente; pero lo que daba miedo no eran sus tontas técnicas, sino la fuerza que aplicaba al hacerlas. Después de evitar la tercera patada me incorporé, y cansándome de lo absurdo, volví a darle un puñetazo en el rostro.

Xander retrocedió apenas lo suficiente, su cara adolorida volvió a llenarse de furia y corrió hacia mí tan rápido que no pude evitar dos de sus golpes, pero logré sujetarlo de las muñecas antes de que siguiera raguñándome, y por un momento lo único que hicimos fue ver quién se soltaba del agarre mutuo para encestarle un golpe al otro.

Los ojos de Xander estaban envueltos en ira.

-¡Eres horrible! ¡Yo nunca te he hecho nada! -me gritó liberando toda su furia contenida.

-¡Ya te dije que no fue mi culpa!

-¡¿Entonces de quién es?!

-¡No lo sé!

-¡No es justo!

En vez de liberar sus manos me dirigió un cabezazo a la nariz, me aparté para sujetar mi puente roto, pero Xander aprovechó y me sentó un golpe en la frente, mi espalda chocó contra el barandal amarillo, Xander sacó su arma, y cuando me quedé congelado creyendo que iba a dispararme, comenzó a golpearme con ella.

Cubrí con mis brazos la zona de mi cara tres segundos mientras trataba de golpearme, me armé de valor, y con riego de recibir un golpe con tal objeto duro que podría romper me la cara, moví mi puño de abajo hacia arriba y le di de lleno en la barbilla. Pude sentir los dientes de Xander crugir tras el golpe, pero lo único que pude hacer fue ver con pena al chico del otro lado con la pistola en una mano y sujetándose la mandíbula con la otra.

Xander estaba sangrando, hiperventilando, llorando, y con tanto rencor y resentimiento en su corazón, levantó la mirada y me dijo:

-Te odio.

No actúe lo suficientemente rápido cuando Xander saltó, sólo sentí el golpe en el pecho y comenzamos a rodar por el suelo, tirándonos golpes a diestra y siniestra. Pero ninguno vio la escalera que teníamos justo atrás, no hasta que fue demasiado tarde.

XANDER'S POV

Salimos rodando, golpeándonos con los barandales verticales que aparecían a los lados. Aún tenía la pistola en la mano, la sujetaba como si fuera mi única salida del abismo interno que me había auto generado. Sujetándola de la empuñadura, trataba de golpear a Cole con ella; él me alcanzó a dar un golpe en la mejilla, seguíamos rodando cuando le encesté al fin un rodillazo decente en el estómago.

Los golpes no cesaron hasta que llegamos al final del camino, cayendo por largas escaleras metálicas a la par que nos separábamos el uno del otro.

Cada escalón por el que caía dolía más que el anterior, me dañe la espalda, me raspé las extremidades, pude sentir cada raspón formándose a través de mi cuerpo. Con tanto miedo y romper me algo importante, agité los brazos y cerré los puños en busca de algo que detuviera mi caída, un barandal, un metal salido, lo que sea con tal de sostenerme.

El gatillo se accionó, el sonido del disparo me rebotó en los tímpanos hasta llegar abajo.

Aterricé de espaldas, un golpe severo que había sentido desde la columna vertebral hasta cada nervio en mi cerebro.

Sangraba, podía sentirlo, el dolor era insoportable, pero nunca habría podido decir cuánto me había dañado en la caída, o si alguna vez me volvería a levantar.

No era la primera vez que recibía un disparo, pero no podía recordar cómo se sentía, o si había experimentado dolor por ello.
Aquella vez, la bala había atravesado mi cabeza, ni siquiera me había percatado de mi muerte sino hasta que aterricé en el reino de las Almas, un lugar en el que no podía sentir dolor alguno, nadie trataba de lastimarme, y cada día lo había recordado como uno soleado.

Pero aquí estaba, en el mundo humano, sangrando, herido. Condenado eternamente al Vacío.

Pero no era yo quien había recibido el disparo.

Giré la cabeza, dándome cuenta de que toda la sangre derramada en el suelo no era mía, sino de Cole. Él estaba tendido en el suelo, una posición parecida a la mía, luchando por respirar o articular palabra mientras sus manos se movían torpemente por su pecho. Ahí estaba la herida, de ahí brotaba la sangre. Un punto entre el estómago y el esternón.

-No. No, no, no, no, no, no ¡¡NO!!

Me senté enseguida, me puse a su lado horrorizado por la cantidad de sangre que había emanado en tan poco tiempo.

Él estaba muriendo, él iba a morir por culpa mía, por un estúpido capricho mío. Por un torpe y patético chico que creyó que alguna vez podría tener lo que quería.

En ese momento me di cuenta de lo tonto que había sido, de lo tonto e infantil. No me lo merecía, de ninguna forma me merecía esa vida tranquila y en paz que siempre había soñado. Era un monstruo, me había convertido en un monstruo horrible. Lo que acababa de hacer...nunca-podría-perdonarme.

Era mi culpa.

-¡No! ¡No! ¡Lo siento! ¡Lo siento! -rasgué un pedazo de mi camisa y fui a presionarla contra la herida, quería que dejara de sangrar aún más.

Pero no funcionaba, estaba demasiado aturdido, era demasiado torpe, y la bala aún seguiría dentro de él.
Abundantes lágrimas gotearon por mis mejillas. Aún no podía captar la idea, la idea de que lo hubiera hecho.

Me arrepentía de tantas cosas...de tantas cosas, empezando por el momento en que decidí vivir aún después de los cinco años.

-¡No fue mi intención! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No quise hacerlo! -grité llorando, no podía....no podía con esto...

Las manos de Cole tomaron las mías, aún sobre su herida, cubiertas de sangre, mientras temblaban por su muerte amenazante.

De alguna forma, había entendido aquel gesto como una señal de que me callara. Mis ojos llorosos se posaron en los de él, que seguían divagantes hacia el techo, en busca de la futura inconsciencia.

-Tenías razón... -Dijo con la garganta seca. -Sí...era...injusto.

LLOYD'S POV

Avanzaba por el pasillo a paso apresurado, según tenía entendido, éste camino me llevaría hasta el hangar, ahí subiría las escaleras hasta una pequeña plataforma que tenía una puerta directa hacia la sala del trono. Donde proseguiríamos con el ataque.

Bien. Pan comido, todo parecía ir deacuerdo al plan.

Mi radio comenzó a tener problemas de frecuencia por lo que dejé de correr, lo tomé y llamé.

-¿Hola?

-Lloyd -era la voz de Kai.

Suspiré -Kai, ya me estaba preocupando. ¿Cómo va todo? ¿Dylan aún no sospecha nada?

Parecía que del otro lado había mucho movimiento, pero no recibía respuesta.

-¿Hola? ¿Kai? ¿Estás ahí?

Contestó tres segundos después.

-Lloyd, tienes que correr.

-¿Qué? -me preocupé, mirando por si alguien venía por el pasillo.

-No voy a poder detenerme.

-¿Kai? ¿A qué te refieres? -pregunté, confundido.

-Te encontraré. Y te mataré.








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¡¡HOLA NINJAGERS!! :D ¿mo están? ¿Aún alguien con vida? :) ¿Hola?
Lo chicos, pero yo se los advertí e.e Ni crean que yo no sufrí, porque estaba chillando mientras transcribía el Pov de Xander TnT pobre men, él no pidió ser creación mía </3

Muchas gracias a todas ustedes mis hermosuras aún vivas que han seguido la historia hasta este punto :3 Próximo capítulo también corazones rotos, para que ni se vayan jugando a la ballena azul desde ahorita UuUr

¡Los amo de aquí a Ninjago y de regreso! ¡Valen un millón trecientos cuarenta y mil de mil millones novecientos veinte siete mil quinientos veinticuatro vidas y corazones! *u* ¡Los amo babys (aunque los trate tan mal e-e), pero yo que aman sufrir!

¡Hasta el próximo capítulo hermosuras! ;) ♥

PD: Pañuelos otra vez, plox xdxdxd

PD2: No me maten OnO.

PD3: "Pededos" (PD2) Jaja, qué gracioso xD

PD4: Ya bueno, me calmo :'v

PD5: Los amo de aquí a Ninjago y de regreso x1000 Bye














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