⚪11. Una verdad revelada⚪
Jay's POV.
Me encuentro solo, en el comedor. Empiezo a jugar con un tenedor al tiempo que el clima empeora. Todo comienza a volverse más frío y el viento sopla con más intensidad. No quiero salir con los chicos a la cubierta, a parte de que el frío es más intenso, siento que necesito estar alejado un momento
-¿Jay?
Levanto la vista. El sensei Wu me mira con aire reflexivo al tiempo que frota su larga blanca, la cual me hace recordar la vez en la que a Kai le lanzaron veneno Venomari y dijo mientras cenábamos:
-¡Miren la barba del sensei, se mueve como serpientes!
Reprimo una sonrisa. No tengo el animo ni es el momento de reírme. Recuerdo al sensei parado frente a mí y fijo mis ojos en los de él. Quiero bromear, hacer cualquier clase de broma, lo que sea.
-Uh... hola -levanto la mano libre y pongo cara de tonto. ¡Rayos! ¿Es enserio?
-¿Qué sucede Jay? -pregunta al instante, sentándose frente a mí.
Demonios... No esperaba que se sentara, ni que quisiera hablar conmigo. Pensé que al estar aquí nadie más vendría a hablar conmigo. Claro que el sensei Wu tiene ésa extraña habilidad de los padres para saber cuando algo anda mal. Me pregunto si habrá sido por causa de Morro que tiene ésa capacidad, o sí habremos sido nosotros quiénes causamos que él se convirtiera en una especie de "papá ninja".
-¿Eh? Jejejeje... -me río, porque es la única reacción de mi cuerpo ante situaciones tensas.
-Jay... -insiste, estrujándome con la mirada. Me encojo de hombros.
-Yo... tenía hambre...
El sensei baja la mirada a la mano en la que sujeto el tenedor. Recorro la mesa con la vista, como si buscara algo. Me muerdo el interior de la mejilla. De mensote no me traje ni aunque sea un plato de gelatina del refri o cualquier tontería que me ayude con mi coartada. Ahora, a menos que el sensei se crea que estoy comiendo aire dudo que decida irse y dejarme solo. Estamos en el punto de no retorno.
-Jay...
Lanzo un bufido y me dejo caer en la mesa, consiguiendo picarme el cachete con el tenedor. Me reincorporo y lanzo un grito.
-¡Ay, tonto! -aviento el tenedor, el cual se estrella contra la pared. El sensei arquea una ceja.
-Puedes contármelo -asegura. Yo sé que sí, pero... decírselo sería asumir mi debilidad... mi falta de valentía. No quiero que todos sepan lo vulnerable que estoy en éstos momentos.
Además, ya hemos pasado por ésta clase de cosas antes. El Gran Tirano y Morro han sido de los peores y sí, tenía miedo, mucho. Uno de ellos nos quitó a Zane y el otro a Lloyd. Es obvio que perderemos a alguien en ésta batalla, la Vidente lo dijo, y no hago más que recordarlo, una y otra vez. No quiero perder a nadie, no quiero enfrentarme contra Cybermad, o Nightmare y por más excusas que puse desde que dejamos Borg Industries hasta que encontramos el Navío donde Nya lo dejó, en un terreno en la Ciudad, mis amigos no me escucharon.
-Tengo miedo, sensei -admito, cabizbajo.
Miro mis manos entrelazadas, avergonzado. No quiero que alguien me vea de éste modo, mucho menos el sensei Wu.
-¿A qué le tienes miedo?
-A todo. Cybermad parece tener control sobre todo y todos, éso me asusta. Primero fue tras de Zane, luego de Lloyd y después ¡Cole! ¿Qué pasará cuando vaya tras de mí? ¿¡Qué me hará!? Y es aún peor porque sabemos que tiene al maestro de las pesadillas como aliado, y Cole y Lloyd dicen que puede usar nuestros temores en contra nuestra... ¡Los míos nos afectan a todos, sensei! Cada vez que les digo a los demás que deberíamos alejarnos de todo esto o que digo cualquier cosa nadie me toma enserio y...
-Jay, tranquilo -me detiene el sensei. Vuelvo a bajar la mirada.
-Yo no soy tan fuerte como los demás, aunque intente serlo, tengo miedo a estropearlo todo por éso...
-Jay, tú no eres débil. Claro que hay fuerza en tu interior, es una de las razones por las que te escogí como protector.
-¿Y qué tal si se equivocó?
El sensei se ríe.
-Ya me han hecho ésa pregunta varias veces. Yo nunca me equivoco.
-¿Qué hay de Morro? -cuestiono, entrecerrando los ojos y cruzándome de brazos.
-Éso es distinto. Tú no eres Morro.
-¿Y si termino como él? ¿¡Y si tengo el mismo final!? -me pongo de pie de un salto.
-Creo que empiezas a sonar como Mei.
-Oiga... -refunfuño, encogiéndome de vuelta a mi asiento.
-Jay, le temes a lo que podría pasar. En lugar de éso tienes que centrarte en el presente. Todo comienza y termina en tu mente. A lo que le des poder, tiene poder sobre ti, si lo permites.
Zane's POV.
Paso mi mano por el tablero de control del Bounty. El tacto es frío y conocido. Extrañaba mi hogar, caminar sobre la madera antigua, escuchar el sonido del generador... extrañaba ésta sensación de seguridad. Desde que estamos viviendo en el cuartel no hago más que recordar cómo eran las cosas viviendo en el Navío. a veces me quedaba despierto recordando las cosas antes de que se salieran de control. El cómo cenábamos juntos en el comedor, cuando Jay y Lloyd se peleaban en la cubierta, lanzándose agua al limpiar, o como al entrar a la cocina Mei y Cole cantaban canciones de la radio que ninguno de nosotros conocíamos. Una vez incluso activé mi interruptor del humor, para intentar imitarlos. Claro que de éso ya hacen varios años, cuando yo no era de titanio y sólo era... Zane.
Dejo de mirar el tablero y me doy la vuelta hacia mis amigos. Cole y Lloyd se acomodan la mochila de alpinismo que el sensei Walter nos dió, Mei, sube y baja el cierre de su chamarra, con un movimiento rápido y distraído y noto que Nya mira hacia la puerta, con inquietud. Es entonces cuando noto la ausencia de Jay. Nos preocupó cuando salió corriendo, en el cuartel, y después lucía más tranquilo, más como él mismo, aunque por extraño que parezca no dejó de asaltarme con súplicas de que no saliéramos de Industrias Borg.
-Tú eres el más sensato, Zane -me insistió, antes de abordar el Bounty-. Sabes que no es seguro ir.
-Pero es nuestro deber -le dije, y es cierto.
Después de éso ya no lo ví. Pensé que había ido al baño, no me imaginé que llevaría todo el camino allí. A veces, me alegra no tener el estómago de un humano.
Después de unos segundos el sensei Wu y Jay entran en la habitación. Nya suspira, aliviada. Es curioso como a veces intenta ocultar que Jay le preocupa, aunque aún así, es evidente para todos nosotros.
Empieza la acción. Con el sensei Wu y Jay aquí está todo listo para comenzar el descenso. Sólo tenemos que afinar ciertos detalles y nos pondremos en marcha.
-¿Tienen todo lo necesario? -le pregunta Skylor a Kai.
El ninja del fuego le echa una última mirada a su mochila, cerciorándose de que todo esté en orden.
-Sip.
-No sabemos cuántos días estarán fuera así que lo mejor es prevenir -dice el sensei Walter, mientras camina de un extremo a otro de la habitación.
Él es un hombre con mucha energía, igual a Mei, supongo que es debido a que su elemento es el agua. Cole siempre tiene los pies en la tierra, Kai suele calentarse cuando algo le molesta y Jay es hiperactivo y parlanchín, cada uno de nosotros parece actuar bajo una etiqueta puesta bajo el nombre de su elemento. Me pregunto si nuestros predecesores tenían las mismas personalidades que nosotros, si el antiguo maestro del hielo era parecido a mí, o sí me salgo por completo del régimen...
-Será un viaje difícil, éso es seguro -declara el sensei Wu.
-Descuiden, sensei. Podemos contra cualquier cosa -asegura Kai, guiñándole un ojo a Skylor. La pelirroja se cruza de brazos.
-¿Estás seguro? La última vez, según me contaron, casi necesitas un rescate.
-Éso es lo que tú crees. Soy una llama eterna, nena.
-Aburridooo -resopla Rune, rodando los ojos.
Nya camina hacia la pantalla, en donde se muestra un mapa holográfico de los Alpes de los lamentos. Las montañas azul brillante son una réplica en miniatura de las reales, que son descomunales monolitos blancos.
-Bien, repasemos el mapa por última vez -dice, llamando la atención de todos-. Primero iremos al Templo Colgante, en donde se enfrentaron contra Morro la última vez.
El mapa hace un acercamiento a la antigua estructura de madera. Recuerdo que cuando nos enfrentamos contra los fantasmas ahí llevábamos los trajes Mech. En verdad fue un viaje duro.
-Pero recuerden tener cuidado con las corrientes de aire -nos advierte Misako.
-Hablando de viento... ¿En dónde está ése prisma? -pregunta Jay.
Ambos sensei se miran entre sí.
-Ése será el segundo y último lugar de parada del recorrido -anuncia el sensei Wu, con cierto nerviosismo-. Lo cierto es que le confíe el prisma a Morro... así que realmente no sé en dónde esté...
-¿Y entonces? -pregunta Kai-. ¿Cómo se supone que lo sepamos nosotros?
-Pensábamos que podían... preguntárselo ustedes mismos.
Todos nos miramos unos a otros, pasmados.
-¿Eh?
Misako suspira e intenta explicar mejor.
-Existe un reino conocido como "Reino distorsión". Es un sitio extraño y se cree que no cumple con las leyes naturales. El tiempo es inestable y la gravedad es más fuerte o más débil dependiendo de dónde estés. Los que ya "no deberían" estar, lo están, y es posible acceder allí desde el reino de las nubes.
Hm... Reino Distorsión... Me gustaría poder tener más información sobre él en mi base de datos... Supongo que en cuanto lleguemos podré investigar más al respecto. Los dieciséis Reinos de Ninjago son un Misterio Encantador y atrayente.
-¿Quiere decir que si vamos allí encontraremos a Morro? -pregunta Lloyd, extrañado.
-Teóricamente.
-Para acceder a él uno de ustedes necesita pasar por el "espejo celestial".
-¿Uno de nosotros? ¿Quién lo hará? -pregunto, mirando a los demás.
-Lo mejor será decidirlo después -declara el ninja verde.
-¿Y qué hay del prisma del ámbar? -pregunta Kai.
-No existe -revela Skylor-. Clouse y mi padre lo buscaron por años. Con él planeaban sustituir a todos los demás.
-Oh, bueno, en ése caso... si obtenemos ésos dos prismas... -comienza a decir Mei.
-Sólo quedará un prisma -termina Lloyd. Todos miramos a Neuro. El pelinegro se tensa al percibir nuestra mirada. Desde lo de ayer ha estado muy callado. Sólo nos escuchaba hablar, en silencio. Pienso que quizás debe estar asustado. Después de perder a Griffin... es fácil comprender su estado.
-Entonces no lo echen a perder para que después no necesiten arreglar sus errores -dice Ronin, desde una esquina. Nya resopla.
-Los estaremos esperando aquí -Misako se acerca a Lloyd y le da un beso en la mejilla. Éste se pone rojo.
-¡Mamá!
Todos reímos.
-¿Y cuál es el armamento? ¿Un mech? ¿Un jet? ¿¡Un vehículo espía!? -pregunta Jay, ansioso.
-Nada -responde Borg, desde la pantalla comunicadora. Él no puede acompañarnos, después de todo, tiene que vigilar su compañía.
-¿Qué? ¿¡Por qué!?
-¡Porque destrozan todo lo que les doy!
-Pero... no es justo -Jay hace un puchero, como un niño pequeño-. ¡Cybermad tiene máquinas asesinas!
-Pues nosotros tenemos... -Dareth se vuelve hacia la peligris a un lado suyo y la toma de los hombros, lo que sobresalta a Rune-. ¡Una Rune!
-¡Seh, yo soy su máquina asesina!
-Bien, todos saben lo que significa -Mei sonríe y pone su mano en el centro-. ¡Ninja-go!
Todos hacemos lo mismo y ponemos nuestras manos sobre la suya.
-¡Ninja-go!
Lloyd's POV.
Al estar más cerca, la pintoresca montaña se convierte en un gigante de terciopelo blanco. Verla desde la cubierta es como estar frente a una pantalla de cine, presenciando los borrosos recuerdos de lo que viví al estar poseído por Morro. Rodeo mi cuerpo con los brazos, para que toda la energía dorada se concentre en el mismo lugar y me caliente
-¿Es mi imaginación... o hace más frío desde la última vez que venimos? -pregunta Mei, mientras vemos por la cubierta los Alpes de los lamentos.
-De hecho está ligeramente más cálido desde que perseguimos a Morro -menciona Zane.
-¿Enserio? -exclama Jay, incrédulo-. ¿Y por qué siento que me congelo más rápido?
-Tal vez sea la altura -sugiero.
-¿Por qué los prismas no están en la playa? En ése lindo y calentito lugar, así nunca me broncearé...
Dejo escapar una tenue risa. El buen humor se nota a leguas. Creo que al fin las cosas comienzan a ponerse como antes, no tan tensas, y más como cuando sentía estar en familia. Pronto, la visión de estar atrapado por culpa de Morro comienza ser reemplazada por la de estar en compañía de mis amigos.
-Bueno, ya saben donde están los comunicadores -dice Nya, mientras se acerca con nosotros a la cubierta-. El resto vigilará nuestros movimientos desde el Bounty.
-Odio tener que preguntar, pero... ¿Cómo encontraremos el prisma de la gravedad si Gravis no está de nuestro lado? -pregunta Cole. Todos nos damos la vuelta para mirar atentamente a mi tío.
Nunca entenderé cómo hace para no congelarse sin traer un abrigo puesto. Su túnica de sensei no es tan gruesa como aparenta, lo sé porque... una vez me la probé sin que se diera cuenta. Auqneu, no sé, tal vez sea por la barba...
-No es imposible encontrar un prisma elemental sin el maestro designado... pero sí peligroso -nos dice.
-¿Peligroso? -repite Kai, con los ojos como platos-. ¿Qué tanto?
-Bueno... algunos no han sobrevivido y...
-¿¡QUIERE DECIR QUE VAMOS A MORIR!? -grita Jay-. Lo sabía... algo andaba MUY mal con la predicción de la Vidente...
-Yo no dije éso. Las personas que los han buscado no eran maestros elementales, ni sabían Spinjitzu o Airjitzu.
-Además, si Ronin sobrevivió al robar nuestros prismas estaremos bien -añade Mei, con aire optimista.
-¡Te escuché! -grita el mercenario, desde el otro extremo de la cubierta.
-Aunque, si alguien fuese a salir lastimado... apostaría a que sería el azul... -murmura el sensei Walter. A veces es muy... frío, que bueno que Jay no lo escuchó.
Me pregunto qué lo habrá vuelto de ése modo, es decir, conozco a Mei y es muchas cosas menos fría y seria, además conociendo el pasado de Midori (la madre de Mei) con la forma en que perdió a Morro... creo que ella sería la más apta para tener ésa personalidad, pero ¿Qué sé yo de éso?
Como sea, aunque muchas cosas parezcan en nuestra contra, otras no, así que me inclino a que todo estará bien.
-Oh, y por cierto -añade el sensei Wu-. Dareth irá con ustedes.
Justo cuando pensaba que todo saldría bien...
Zane's POV.
Nos está tomando más tiempo abrirnos paso entre la nieve y las rocas que la ultima vez. El viento sopla con alaridos cortantes que no dan tiempo si quiera de respirar antes de que otro más nos azote. Sin ningún mech o cualquier clase de vehículo es muy difícil moverse por la montaña. Somos como hormigas frente a un gran ventilador.
Conforme más subimos, las pendientes se hacen cada vez más inestables, el clima más frío y las rocas más frecuentes.
Una corriente de viento surge de algún lugar de la montaña, por lo que tenemos que detenernos. Nos cubrimos con los brazos. El viento helado nos golpea la cara con brutalidad. Todos nos aferramos a una roca para no salir volando. En cambio, Kai comienza a rodar por la nieve hasta que el aire cesa.
-Ésto está comenzando a fastidiarme -gruñe, con la cara hundida en la nieve. Nya se acerca a él y lo toma de las piernas. Consigue sacarlo de su prisión helada y seguimos escalando.
-Vamos, Kai, no es tan malo -sonríe Mei-. Estamos juntos y...
-¡Oh, gran idea! -Kai atraviesa la fila que formamos hasta llegar a Mei. La toma de los hombros y la conduce frente a Lloyd, quien va de guía-. Puedes usar tus poderes para cubrirnos.
-¡Oye! ¿Quien te nombró líder? -reclama Lloyd, alzando los brazos.
-¿Qué acaso no lo ves? -el ninja rojo se da la vuelta hacia nosotros-. Mei es la maestra del aire, no tenemos por qué detenernos cada vez que llega una corriente de viento. ¡Éso sólo nos retrasa!
-Bueno, técnicamente yo no soy una "maestra", aún -aclara Mei, detrás de él-. Y ya sabes lo que pasa cuando intento usar mis poderes... ¿Qué tal si hago explotar la montaña?
Éso último me recuerda a Cole. Él dijo lo mismo cuando venimos para detener a Morro.
-¿Por qué no vas tú al frente? -pregunta Cole, caminando a un lado nuestro-. Eres el ninja del fuego, nos servirás como calentador.
El pelinegro sonríe, con ironía. Kai lanza un gruñido. Incluso yo dejo escapar una carcajada.
-¡Ése no es el punto!
-Oooh, y tus gritos -Rune abre mucho los ojos, divertida-. Si gritas puedes contrarrestar el efecto del viento.
Ésta vez, todos reímos.
-¡Ya basta!
-Bien, bien. Si te sirve de consuelo puedo intentar -le dice Mei, guiñando un ojo-. La próxima vez intentaré detener al viento... -su expresión se ensombrece, como si fuese a contar una historia de terror-. Pero si el viento se desvía hacia tí y te tira, no es mi culpa...
-¡Mei! -reclama Kai, burlón, provocando que la castaña también se ría.
Recuerdo que cuando recién conocimos a Mei ella se mostraba lo más lejana posible a situaciones de familiaridad. Éso me preocupaba. Parecía que ella no quería encariñarse a nosotros, que le dolía. Se alejaba. Aunque aún me pregunto la razón, estoy feliz de que al fin se muestre como es con nosotros. El sensei Wu nos dijo que Mei ha pasado por situaciones difíciles, bastante difíciles, y ahora sabemos que una de ellas era Morro, me pregunto cuáles serían las demás...
Retomamos el paso y no pasa mucho tiempo antes de que algo a la distancia llame mi atención. Se trata de pequeñas manchas rojas.
-Pixal, haz un acercamiento -le pido.
La imagen comienza a agrandarse y puedo notar al menos una docena de vehículos que avanzan sin dificultad por la nieve, y en uno de ellos puedo detectar a Cybermad, Lar y... Gravis. Frunzo el ceño al pensar en como el maestro elemental decidió abandonar la alianza y unirse a la coalición de nuestro enemigo. Sigo sin comprender su traición. No está bien, no es lógico. Ellos sabían lo que ha estado haciéndole a los maestros elementales y aún así decidieron unirse a él. La capacidad de convencer a otros de Cybermad debe ser impresionante, porque sigo pensando en que su plan de usar los prismas para crear un portal al pasado oculta algo.
Me parece fascinante el diseño de los vehículos que llevan, los cuales tienen cuatro "patas" gigantescas similares a las de una araña. Es aterrador. Llegarán antes que nosotros a la ubicación del prisma.
-Éso no es bueno... -comento, en voz baja.
-Y falta al menos un kilómetro cuesta arriba para llegar al Templo colgante -añade Pixal, preocupada.
-¡Ya sé! -el grito de Jay llama mi atención-. Dareth será el "escudo humano", ¡Problema resuelto!
-O no, de éso nada, mn nene.
-Chicos -los llamo-. Cybermad está aquí.
-¿¡QUÉ!? -gritan todos tan alto que temo que causen un derrumbe.
-¿¡Por qué no nos dijiste nada antes!? -exclama Kai.
-Lo habría hecho, de no ser porque estabas gritando -me defiendo.
-¿Y ahora qué hacemos? -pregunta Jay, sacudiendo con desesperación los hombros de Lloyd.
-¡Shhh! Cálmate -lo aparta de un tirón y mira a su alrededor.
Hacemos lo mismo que él. Tenemos que encontrar un modo de llegar antes que Cybermad, si queremos evitar que se lleve un prisma más. Mis ojos intentan ver más allá de la manta blanca que cubre todo a la vista, incluso me fijo en las grietas entre las rocas. Uno nunca sabe lo que puede encontrar. Lo único que vemos es a un bisonte lanudo en lo alto de un risco.
-¡Hey, miren! ¡La vaca! -exclama Jay, feliz.
-Que se llama wuolope, zopenco -le recuerda Cole, molesto.
-¡Uh, ya lo sé, zoquete!
-¡Hey, cálmense! -los detiene Nya.
-Oye, Dareth, ¿Practicaste tu Zoojitzu, no? -le pregunta Mei, con una sonrisa alentadora.
El ninja café sonríe, con ánimos de alardear. Se abre paso entre todos y lo vemos escalar con dificultad las rocas cubiertas de nieve para llegar hasta el mamífero. En una ocasión casi se resbala, pero consigue recuperar el equilibrio. Justo cuando está frente al animal lanudo, chasquea los dedos, como si pudiese generar algún tipo de energía ancestral.
-¿Alguien más está preocupado por ésto? -pregunta Rune, en un susurro.
-Todo saldrá bien, Rune -insiste Mei, tranquila.
Dareth truena sus dedos y se prepara, inclinando las rodillas y dando vueltas sobre su lugar, calentando tal vez, en realidad no sé qué pasé por su cabeza. La mente de Dareth es todo un enigma.
-Hola, qué tal, amiguito, ¿Listo para presenciar la grandeza de...
-¿Quieres hacerlo de una vez? -resopla Kai, impaciente.
Dareth toma aire y da un par de vueltas completas, graznando, no sé por qué grazna ¡No está delante de un ave! Con cada giro, unas franjas naranjas aparecen a su alrededor, pero no como un Spinjitzu, son franjas cortas y breves. El wualope lo mira, confundido, y luego lanza un bufido. Antes de darme cuenta estamos siendo perseguidos por un mamífero molesto.
-Entonces... "todo saldrá bien, Rune", ¿no? -pregunta la peligris, con sarcasmo. Mei sonríe y se encoge de hombros.
Un alarido se escucha desde lo alto de la montaña, alertándonos. Siento un escalofrío, a pesar de que creí que ésos e había perdido con "mi antiguo cuerpo". Una ráfaga de viento. El wualope corre a ocultarse, asustado, dejándonos a la espera de otro pequeño huracán.
-¡Bajen anclas! -ordena Lloyd.
Todos tomamos nuestras armas y las enterramos en el suelo. Dareth sujeta mis hombros, ya que él no tiene un arma y Rune enrolla su látigo de hierro en una roca. Al final, Mei la ayudó a decidirse por ésa arma, yo estaba con ellas. Después de varias bromas malas por parte de la castaña -como que usara un huarache o la secadora de pelo- termino dándole sugerencias más sensatas como que usara un kunai, bokken, tantō, jutte o un fukiya. Supongo que los Harrison no son buenos contando chistes, pero sí dando consejos.
Pasa un minuto hasta que el viento cesa.
Desentierro mis shurikens de la nieve y me dispongo a mirar mi alrededor. Al ver la forma de las rocas y el desfiladero delante se me ocurre una idea.
-Creo que ya sé cómo podemos llegar antes que Cybermad -menciono, con una sonrisa.
Rune se aparta un mechón de pelo de los ojos y mira hacia el desfiladero.
-¿Por ahí?
-Así es.
Ah... no sé si lo sepas, Zane, pero... -comienza a decir Jay-. ¡Queremos ir arriba, no abajo!
-Exacto. Observen la forma de ésas rocas: pueden crear un embudo de aire cuando llegue otra ráfaga, impulsándonos directo al templo.
Les muestro el recorrido haciendo señas. A diferencia de ellos, yo puedo ver flechas de indicación y dígitos en color turquesa que me muestran todos los datos que necesito saber.
-Am... ¿Estas seguro? -musita Kai, preocupado.
-Sí.
-¿Qué tan seguro?
-90%
-Oh, 90%, bueno... éso no es un 100%, por lo que no puedes asegurar que ésto funcione... -murmura Jay, desconfiado.
-Hemos obtenido menos -le recuerda Mei-. Además, Zane es el nindroide, así que...
-Bueno, si vamos a hacerlo tenemos exactamente 125 segundos antes de que la próxima ráfaga aparezca, entonces, si nos retrasamos y no saltamos a tiempo, la dirección variará y terminaremos estrellándonos contra ésos témpanos.
Mis amigos miran con nerviosismo las púas afiladas de hielo que cuelgan del otro extremo.
-Pues yo sí quiero intentarlo -declara Rune.
La chica corre por la nieve, para tomar impulso, y sin nada más, salta.
-...¿Rune? ¿Sigues viva? -pregunta Dareth al vacío.
Una potente ráfaga emana del desfiladero, haciendo que Dareth retroceda. La maestra de la magia sale disparada hacia arriba, al tiempo que grita:
-¡Ésto es increíble!
Su figura ya ha alcanzado ,los tres metro de altura y sigue elevándose y gritando.
-¡Yo también quiero intentarlo!
-Jay esper- -Nya intenta detenerlo, pero él ya se ha lanzado-. Hm... Bueno, ¡Es mi turno!
-¡No, Nya! -Kai corre hacia ella, pero tiene que detenerse al borde del precipicio. Luego, Mei y Lloyd corren y se lanzan también.
-¡Jajaja! ¡No olviden al ninja de la tierra!
-¡Cro-cro! ¡El halcoooon! -grita Dareth, al tiempo que hace una mala imitación de un halcón.
Los dos brincan en distintas posiciones, riéndose y dejándose llevar por el viento, cuales buitres en plena cacería.
Sin más que decir, me preparo para saltar.
-Espera -Kai me detiene con su brazo-. ¿Qué pasa si no lo consigues?
Lo miro a los ojos, que son dos orbes ámbar del tamaño de la punta de un alfiler. Está asustado, angustiado.
-Soy un nindroide.
Me impulso con mis piernas y salto. El aire que choca con las paredes me empuja hacia arriba, junto con los demás. Sólo falta Kai, pero me preocupa que si no se lanza a tiempo... todo apunta a una misma dirección: los bordes afilados.
Kai's POV.
Sólo falto yo. Ya todos se han lanzado. Puedo ver sus siluetas siendo desplazadas hacia arriba, la luz de sus trajes se ve como distorsionadas franjas verticales. Me preocupo cuando los pierdo de vista, con las salientes blancas de la montaña obstruyéndome mi oportunidad de seguir viendo a mis amigos. Mi respiración es un fantasma blanco que me acompaña mientras vuelvo a acercarme al borde del precipicio. Mis botas tiran la nieve de los bordes, y en un segundo la veo re aparecer antes de surcar el cielo como mariposas de alas aperladas.
-No lo pienses, Kai -me digo, en voz baja-. Sólo salta.
Cierro los ojos con firmeza, porque aunque no quiero ser un cobarde, el miedo por lo que pueda pasar me impide ver cuando ya no hay más dónde apoyarse, cuando las suelas de mis botas dejan de tocar algo.
-¡AAH! -espero el golpe, pero no llega.Inseguro, abro los ojos.- ¡Estoy vivo! Y estoy... ¡Flotando!
La sensación es como cuando caímos del dirigible de Chen, sólo que a la inversa. No es como nadar, se siente como estar siendo expulsado hacia otro lugar, hacia algo mayor. Estoy volando, y no por mi dragón, por cuenta propia. ¿Esto sienten las aves? ¿De verdad sienten que desafían a la naturaleza? Debería estar cayendo, pero estoy haciendo lo contrario, estoy flotando, y no podría sentirse mejor.
A penas he vuelto a cerrar los ojos, para disfrutar la sensación, cuando siento que algo anda mal. Ésos hilos que me sujetaban parecen perder tensión de pronto. Ya no es como flotar en una nube, ni siquiera felicidad o calma como hace un momento. Ahora es terror. Estoy cayendo.
-¡NO! ¡NO! ¡NO!
Muevo los brazos desesperadamente, intentado llegar, pero mis esfuerzos son inútiles. Aún cuando veo mi destino frente a mí, ésa tentadora saliente a menos de un metro sé que no podré tocarla. No voy a conseguirlo.
Una mano me sujeta. Levanto la vista, alarmado.
-Te tengo -me dice Lloyd, con una sonrisa.
Miro por sobre su hombro. Los chicos han formado una escalera humana para salvarme.
Siento los ojos entumecidos. Mi corazón late tan fuerte que todos los sonidos de alrededor se escuchan como si yo estuviera bajo el agua. Un tirón nos empuja a Lloyd y a mí de regreso a la hermosa nieve, mi salvadora.
Me desplomo en el suelo, de rodillas. Estoy vivo, ¡Estoy vivo! ¡Lo logré! Las manos me sudan y el corazón me retumba en los oídos, ¡Pero estoy vivo!
-Hermano afila a hermano -me recuerda Lloyd, mientas me extiende su brazo para ayudarme a ponerme de pie. La acepto y me levanto.
Wu's POV.
Sostengo con cautela la taza de cerámica en mis manos. Misako propuso preparar té, ya que posiblemente tendremos que pasar la noche aquí. No importa el tiempo, esperaremos el regreso de los ninjas.
-Los... eh... ¿informantes?... de los ninjas dicen que Cybermad esperará a que pase la tormenta para continuar con su búsqueda -me dice Walter, al tiempo que se acerca con una manta. La acepto, gustoso.
Ha pasado tanto tiempo que a penas y reconozco a mi antiguo alumno. Todo el tiempo, todos aquellos desafíos, lo han endurecido. Ya no es el mismo chico tímido y bromista que alguna vez intentó robarse las armas doradas junto con... con Dracko. Pensar en él me trae cierta nostalgia. Ambos fueron como mis hijos y perderlo... No podría volver a soportar algo así, de nuevo.
-¿Has hablado con Midori? -pregunto, tras darle un sorbo a mi té. Necesito dejar de centrarme en quienes he perdido para preocuparme por los que aún me quedan.
-Sí. Fue a la torre de Borg en cuanto antes. Nos estará esperando cuando volvamos.
Walter se acerca al barandal y mira la montaña conmigo. A penas y es visible. Unas enormes nubes de tormenta la cubren casi por completo.
-¿Crees que estén bien?...
-Son fuertes, Walter. Han enfrentado cosas peores.
-No significa que sea más fácil. Y ahora que sabemos que Nightmare ha vuelto... Nosotros no lo conseguimos...
-Ellos lo harán -miro a mi antiguo alumno con seriedad-. No hay nadie mejor que ellos.
-No puedo creer que nos hayan ocultado su encuentro con Nightmare.
-Olvidas que nosotros también les ocultamos cosas.
-Lo sé, Wu, pero es por su bien.
Es lo mismo que me repito de vez en cuando, que lo hago por "su bien". Como cuando les oculté la verdad sobre los prismas elementales, o incluso el mismo Nightmare. Entiendo que a veces es bueno guardar secretos, más sin embargo, la verdad siempre termina por salir a la luz.
-Ésto... No puedo otra vez con algo así -volteo hacía Walter. Se pasa varias veces las manos por el cabello-. No puedo volver a perder a mi familia... Dracko, y...
-Walter, no va a repetirse.
-M-mis hijos. Ya perdí a uno, no quiero perder también a Mei.
-Él no se ha ido.
-Lo hizo, porque no fui el padre que merecía.
Tomo los hombros de Walter y lo obligo a mirarme. Sus pupilas han disminuido de tamaño y noto su respiración acelerada. Por un momento veo al mismo chico solitario que llegó una vez a mi monasterio, vuelvo a sumergirme en el pasado, en ése sentimiento de que quien considero como mi familia me necesita. Fue lo mismo que cuando acogí a Midori y Morro, que mi alumno se fué y dejó a su confundida hermana. Es igual que lo que atraviesa Walter. Tal vez por éso me veo a mí mismo reflejado en él, joven e inseguro, sin saber bien el "qué sigue después". Uno de mis hijos se va y la otra se queda a merced de mi cuidado. Un alma solitaria y confundida que necesita a alguien para tomar el camino correcto, aunque ése alguien esté igual de confundido y solo.
-Nadie te enseña cómo un padre debería de ser, hiciste lo que pudiste. Mei es más fuerte de lo que crees, y... en cuanto a Lar... Estoy seguro de que tú hijo te perdonará.
Hola! Les prometí pronto el siguiente capítulo e.e
Bueno, ahora las cosas tienen más sentido (?
Los quiero!
NO pierdan la máscara!
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