⚫2. Los prismas elementales⚫

Lloyd's POV.

nuestros pies la tierra va siendo reemplazada poco a poco por un sendero de piedra amarillenta. Conforme avanzamos, miro hacia atrás, hacia los árboles y lo que puede ocultarse en ellos. El problema con esta Isla es que no te sientes seguro en ningún lado. Ya sea en la selva o dentro de ésta zona con edificaciones.

Al entrar al templo de Chen inmediatamente sentimos ese ambiente de abandono. La gran alfombra con el emblema serpentin, que nos recibió la primera vez que pisamos ésta Isla, está cubierta de polvo y tierra. A pesar de no parecer ni la mitad de lo que era antes, al estar aquí no puedo evitar recordar el Torneo de los Elementos... No hace mucho venimos aquí a buscar a Zane y terminamos ganado a nuevos amigos.

Encuentro el trono de Chen y lo sacudo.

El polvo vuela a mí alrededor y me hace estornudar, luego desciende hasta mi cabello, pero no me preocupo mucho por quitármelo. Recorro el brazo del trono que alguna vez le perteneció al antiguo maestro de mi papá. Recuerdo cuando lo ví por última vez, en el Reino oscuro. No puedo evitar pensar en mi papá, y ése sentimiento de culpa siempre aparece. Intento convencerme de que era algo que debía pasar, y que las cosas son cómo son, pero no soy muy bueno mintiéndome a mí mismo. Pude hacer algo para salvarlo...

—Lloyd —Mei me sacude ligeramente el hombro.

Parpadeo un par de veces antes de regresar al "ahora". Dejo de ver el trono y miro a Mei a los ojos.

— ¿Estás bien?

—Sí, sólo estaba pensando.

— ¿Es... tu papá? —me pregunta Mei, lentamente.

Veo un reflejo de tristeza en sus ojos. Es de las pocas personas con quienes puedo hablar de ello sin sentir que me vengo abajo.

La verdad es que desde que ví por última vez a mi papá hay muchas cosas que me recuerdan a él, en especial aquí. Éste lugar está lleno de recuerdos... aunque ahora me pregunto... si el problema soy yo...

—Estoy bien. Debemos buscar ése diario —le digo imprimiendo una sonrisa y dándole una palmadita en el hombro.

Luego me pregunto si fue excesivo. ¿Con decirle que estoy bien basta para que crea que no le estoy mintiendo? No sé, pero he visto ése gesto de la palmadita en varias películas. Giro la cabeza para ver a Mei de reojo. Luce algo confundida, pero supongo que es mejor que una expresión de lástima.

Debo ser un buen líder.

Miro a mí alrededor. Zane está escaneando todas las paredes para encontrar la habitación de Clouse, Jay y Cole lo ayudan y Kai... bueno, no sé qué esté haciendo buscando debajo de la alfombra, tal vez busca los restos de gemas que Chen aplastó.

—De acuerdo, creo que lo mejor es dividirnos y buscar —les digo a los demás—. Éste templo es muy grande para ir juntos.

— ¿Algo más? —pregunta Jay, extrañamente ansioso por ir a buscar.

—No caigan en trampas.

Jay's POV.

Con la libertad de poder ir a donde quiera, subo las escaleras corriendo y llego a la que antes era mi habitación: la suite del rayo. Dentro huele a anciana, pero lo demás parece intacto. Me recuesto en el sillón frente a la pantalla plana y miro hacia la puerta. Espero unos segundos para asegurarme de que nadie más viene y enciendo el televisor extendiendo los dedos.

¿Qué? Que hayamos venido a uno de los sitios más espeluznantes de Ninjago no quiere decir que no me pueda divertir. Sólo veré los primeros noventa minutos de Starfarer 1: El Despertar del Samurai Espacial, y luego comenzaré a buscar.

Pongo los brazos detrás de la cabeza y subo los pies a la mesa de centro. Me doy cuenta de que hay un tazón de palomitas polvosas que nunca me acabé. Agarro una, soplo y me la meto en la boca. Está un poco rancia, pero... meh ¿Qué es una película sin palomitas?

A penas ha pasado el título cuando veo un zoom pasar cerca de la puerta. Pongo pausa chasqueando los dedos y me doy la vuelta en el sillón para ver de qué se trata.

No hay nada.

—Okay, ya entendí. Voy a apagar la tele —digo, pensando en que puede ser uno de los chicos queriendo asustarme.

Nadie responde.

Comienzo a asustarme. Kai dijo que había algo siguiéndonos. ¿¡Qué tal si hay algo siguiéndonos!?

— ¡MEI! —grito, y salgo corriendo a buscarla.

Si es un fantasma ella puede hacerlo desaparecer en un santiamén con sus poderes del agua.

— ¡MEI! ¿¡DÓNDE EST—!?

Trato de frenar cuando la veo salir de una de las habitaciones. La chica se cubre pero al final termino deteniéndome antes de chocar con ella.

— ¿Qué sucede? —pregunta, arqueando una ceja.

— ¡Hay algo aquí!

Mei mira de un lado a otro, extrañada, incluso se asoma a ver los pisos inferiores, desde el barandal del pasillo.

—No hay nada, Jay.

— ¡Juro que vi algo! Yo estaba... —no puedo decirle que me senté a ver una película—, realizando una... búsqueda profunda.

Mei resopla, sin creerse mi mentira.

— ¡Okay, estaba viendo la tele! —admito, con un bufido—. ¡Pero juro que vi algo moverse en la puerta!

—Pues los únicos en este piso somos nosotros... y yo estuve examinando ésta parte todo el tiempo —me dice, tranquila.

—Uh, es cierto —admito, con una risa nerviosa—. Por cierto... ¿Qué estabas investigando?

—Eh, nada —musita ella, nerviosa, cerrando la puerta en mi nariz.

—A ver, déjame ver —le digo, con una sonrisa maliciosa, intentando girar el picaporte.

— ¡Jay, no... espera!

Mei se interpone entre la puerta y yo. ¿Qué quiere que no vea? En éste piso sólo hay habitaciones de los maestros elementales, hasta dónde sé. Ella trata de empujarme, pero yo quiero ver qué es. Finalmente logro abrir aunque sea un poco la puerta, pero lo único que consigo ver es una pared celeste antes de que vuelva a cerrarla.

— ¡Chicos! —escuchamos la voz de Lloyd, un piso arriba—. ¡Encontré la habitación!

Wu's POV

Aquí, en la costa, la niebla se ha disipado. La Isla parece ser tal y como Garmadon me contó. Es la primera vez que veo el sitio al que Chen fue exiliado, la única forma de imaginármelo fue a través de narraciones de los ninjas y mi hermano.

<<-Una misión, es lo que necesitan>>, trato de convencerme a mí mismo, intentando ignorar que puede no ser así. <<-Es lo que todos necesitamos...>>

-¿Realmente existe un diario? -pregunta Nya, acercándose a mí y agradezco que me haya sacado de mis pensamientos antes de poder centrarme en esas dos personas que ya no están.

-Seguro, los hechizos de Clouse eran demasiado importantes como para confiarlos en un solo libro -aseguro a la pelinegra.

-Bueno... -murmura, viendo el piso-. Si es el caso... ¿Por qué no me dejó ir con ellos? Yo sé donde está la habitación.

Miro la costa despejada, siguiendo la línea de la arena hasta donde llega la vista. Sólo había tenido ésta misma visión una vez, hace una semana, en una de mis meditaciones. Algo me dijo que un peligro antiguo se acercaba, uno que deseé jamás volver a ver. Pero es imposible deshacerse por completo de él. Donde hay luz siempre habrá oscuridad.

Al menos puedo estar seguro de que éste es un lugar al que jamás regresará, no después de estar cautivo. Y la Ciudad parece ahora el sitio más peligroso para los ninjas...

-¿Sensei Wu?-pregunta Nya, con una expresión angustiada.

-Debemos estar aquí por si los ninjas llegasen a necesitarnos -le digo, serio.

-¿Y usted cree que sea así?

-Yo ya no estaría seguro de nada.

Cole's POV.

La habitación del maestro de la magia es un sitio oscuro, literalmente, y no se debe precisamente a la ausencia de ventanas, porque hay un gran ventanal justo frente a nosotros. Siento que puede ser el pesado ambiente que se cierne sobre toda la habitación, como si la presencia de Clouse aún estuviera en cada rincón. Sin embargo, tal vez el ambiente sea lo único intacto. Está claro que la ventana se encontraba abierta la última vez que Clouse pisó éste lugar, o si alguien más forzó la ventana para entrar es incierto, la única prueba son los papeles regados por el suelo y el olor a humedad que desprende el suelo de madera y la apariencia hinchada del mismo. Las cortinas púrpuras están rasgadas.

Admito que en cierta forma es triste ver algo así, no me gusta que estos libros se estén pudriendo, aunque tampoco sé bien qué clase de libros sean... si están relacionados con la magia tal vez lo mejor sea que lo que esté escrito en sus páginas se desvanezca.

-Terminemos con esto... -digo, nervioso.

-Va a tomarnos el día entero encontrar el diario -se queja Kai, caminando frente a nosotros.

-Al menos el sensei pudo ser un poco más específico -coincide Jay, mirando hacia la puerta, hago lo mismo pero no veo más que el pasillo.

-¿Qué sucede? ¿Hay algo allá?

-Eh, nada...

-Pues si queremos volver para la cena mejor empezamos ahora -señala Mei, tomando un libro de uno de los estantes.

Miro la puerta de reojo, extrañado, pero enseguida me vuelvo hacía la chica y asiento. Cada uno se va por un lado y recoge un libro. Yo voy hacia un escritorio al centro de la habitación, iluminado por los rayos del sol que se filtran por los huecos de las viejas cortinas. Sobre éste hay varios frascos con líquidos color ámbar y esmeralda en su interior. Siento el impulso de quitar el corcho que los sella e intentar averiguar a través del olfato qué son, pero pensando en que Clouse era una especie de "hechicero" tal vez no sea una buena idea.

Mi mano recorre la vieja madera, como si siguiera el patrón de las vetas en ésta, es cuando accidentalmente mi codo mueve uno de los frascos. Éste se tambalea. Trato de dar un paso hacia atrás, temiendo ser salpicado cuando el frasco caiga y se rompa. Pero esto no pasa.

El frasco regresa a su posición, como movido por una fuerza extraña. Un compartimento oculto sale a la luz, como una especie de cajón con algo en su interior. Ésta vez no consigo ocultar la curiosidad y tomo lo que hay dentro.


Zane's POV.

Escaneo los libros en los estantes en busca de coincidencias. Hasta ahora no he obtenido buenos resultados.

-Al menos podemos estar seguros de que el diario no está en éste estante -le digo a Pixal.

-Prueba en el que está tras de ti.

Me doy la vuelta, listo para continuar mi búsqueda. Por un momento me parece ver una sombra en el espacio tras el estante. Me acerco un poco, intentando descifrar si hay alguien más detrás pero enseguida la voz de Mei me hace perder concentración.

-No sé si sea el diario de Clouse, pero igual es interesante... -murmura ella.

-¿Qué es? -le pregunta Lloyd acercándose junto con Kai y Jay.

-Aquí dice que antes de que Chen hiciera el Torneo de los Elementos, planeaba utilizar una especie de gemas llamadas "Prismas elementales".

-¿Prismas elementales? -repite Jay, asombrado, volteando a ver a Kai y a Lloyd.

-Bueno, eso sí es un descubrimiento... -murmura Lloyd.

Es curioso. Intento buscar información relacionada, pero no encuentro ningún registro ni nada parecido. Sean lo que sean esos prismas deben ser muy antiguos para no estar en mi base de datos.

Me pregunto qué tendrán que ver con Clouse y Chen...

Mei's POV.

Doy vuelta a las páginas intentando encontrar más información, pero todo se reduce a ésa simple hoja. No dice cómo los encontraron, qué son capaces de hacer... ningún otro detalle. Al menos pudieron tomarse la molestia de investigar un poco, nos dejan picados.

-¿Segura de que no hay nada más? -me pregunta Lloyd.

-Muy segura.

-Ni siquiera yo encuentro coincidencias -dice Zane, acercándose.

-Son sólo unas piedras de colores -resopla Kai, cruzando los brazos-. Quizá por eso las descartaron tan rápido.

-Pues por lo que dice aquí son más que unas piedras de colores.

-Chicos, tal vez deberían ver esto... -murmura Cole, desde el centro de la habitación.

-¿Es el diario de Clouse? -pregunta Jay.

Cole se toma un momento para responder.

-No.

-Entonces, ¿Qué importa?

Estamos en la habitación del maestro de la magia, es claro que hay cosas que no dejan de sorprendernos, como los prismas elementales que, a pesar de que Kai insiste en que son sólo cacharros, algo me dice que son más poderosos de lo que parecen.

-Créanme esto es...mejor.

Lloyd y yo nos miramos entre nosotros.
Los cinco nos acercamos a donde está y le echamos un vistazo a lo que descubrió Cole; una especia de compartimiento oculto en un escritorio, y dentro hay un gran estuche. Lloyd lo toma entre sus manos y lo abre con mucha precaución.

Dentro hay seis gemas cuyas superficies son de distintos colores: azul marino y cielo, gris, morado, verde y rojo, salvo por las nervaduras blancas que las recorren como telarañas. Al tocar una noto que la gema está fría y que es completamente lisa, igual que la seda.
Cada una tiene forma piramidal de unos quince centímetros.

Me parecen unas gemas tan bellas como aterradoras. ¿De dónde vienen? ¿Sirven para algo?. En este momento se me ocurre una idea más aterradora ¿Para que las quería Clouse?

-Se parecen a los prismas elementales de la bitácora de Clouse -comenta Zane.

-Que bien, Cole -exclamo.

-Bueno, tú encontraste el diario de Clouse -me dice, con una sonrisa.

-Sí, pero no es tan genial como...

-¡Muy bien los dos son geniales! -exclama Lloyd algo receloso.

-Así que estos son los prismas -dice Cole para alivianar un poco el ambiente y mientras toma el de color morado.

Jay toma el de color azul cielo y comienza a jugar con él.

-Je, je son genia-... -comienza a decir, pero en ese instante un rayo blanco sale del prisma y le congela la cara.

-¡Jajajaja! -me rio en voz alta, sin poder evitarlo. Jay me mira con las cejas fruncidas-. Perdón... -me disculpo, cubriendo mi boca con las manos.

Un pensamiento me cruza por la mente. Si Clouse los quería es porque deben ser poderosos, y aún más que eso, si los ocultó quiere decir que son algo que no debíamos encontrar.

Jay's POV.

Auch. Me duele la cabeza, justo como cuando tomas un batido helado muy rápido. Llevo mis manos a la cabeza pero en su lugar encuentro un enorme bloque de hielo. Eso explica porque veo todo tan raro...

-Yo te ayudo, Jay -me dice Kai, pero en lugar de usar su propio poder de fuego utiliza el prisma rojo para derretir el hielo.

Las llamas están tan calientes que el bobo de Kai termina quemándome la cara por no poner atención...

-Jeje, perdón -musita, más divertido que arrepentido.

-Al menos ya estamos a mano... -gruño, cruzándome de brazos.

Entonces, escucho algo. No sé decir bien lo que es, pero estoy seguro de que algo ha cambiado en el ambiente de la habitación. Como un leve zumbido, un movimiento a penas perceptible...

-Hay algo aquí... -murmuro, serio.

Recorro la habitación en busca de cualquier cosa que parezca sospechosa, pero nada parece haber cambiado. Nada a parte de ésa sensación que sigue sin esfumarse.

No sé si sea el hecho de que soy un ninja y estoy acostumbrado a tensarme ante cualquier señal de peligro, o los prismas elementales me dieron súper poderes preceptivos, pero estoy seguro de que hay algo más aquí.

-¡Jay, cuidado! -exclama Mei y veo su hacha girar frente a mí hasta dar contra la pared. Noto que hay algo más clavado, una especie de saco pequeño.

-¡Vamos Walker, reacciona! -Cole me empuja con su cuerpo y gira su guadaña para dispersar lo que sea que nos estén lanzando.

-¡Rápido, posición de defensa! -ordena Lloyd, haciendo uso de sus dotes de líder.

Y mientras tanto... yo sigo aquí tirado en el suelo perdiéndome la acción...

Debo admitir que estar aquí como tapete sirve de algo, en lo que sea que se haya clavado el hacha de Mei y me tenia a mí como objetivo parecía estar relleno de un polvo azul que ahora está en el suelo.

-¿¡Cómo se supone que nos formemos!? -escucho a Kai gritar y levanto la cabeza solo para ver a mis amigos dispersos por la habitación sin un orden-. Ni siquiera sabemos qué nos ataca ni dónde está.

-S-solo intenten descifrar de dónde vienen ésas cosas -dice Lloyd.

-¿Cómo? -pregunta Mei mientras se cubre de otro ataque con un libro, ya que su hacha es ahora un lindo adorno de pared-. Parecen venir de todos lados.

-Ya estoy trabajando en ello -dice Zane, antes de que Lloyd pueda preguntar cualquier cosa-. Pixal y yo buscamos un patrón. Quién sea que nos ataca debe estar cubriéndose tras los libreros.

-Que buena información pero sigue pareciendo imposible descifrar dónde está -protesta Cole-. Parece moverse al azar.

-¡Jay! -me sobresalto al escuchar a Kai gritarme-. ¡Ponte de pie y ayúdanos!

-¡Okay!

Los sacos del extraño polvo azul siguen lloviendo de todos lados. No sé si hay más de una persona, o si solo se trata de una... y si es así, es increíblemente rápido.

-¡Vino por los prismas! -exclamo-. Sabía que ésas cosas no nos traerían nada bueno...

-Lloyd, en serio necesitamos que nos digas cómo formarnos -pide Cole, quien seguramente también piensa que somos un desastre y que quien nos ataca debe estar burlándose mientras juega a las "guerritas de globos".

-Eh... Mei, a las tres... Kai, a las cinco... Jay, tú a las doce... Cole, a las diez y Zane a la una -dice el niño, lanzando órdenes, sin estar muy seguro.

Al final todos nos miramos con expresiones confusas en el rostro y terminamos dando vueltas a lo loco sin saber qué posición nos corresponde.

De pronto, un fugaz rayo pasa entre nosotros. Es tan rápido que a penas alcanzo a percibir cómo le arrebata el estuche con los prismas elementales a Lloyd y sale disparado a la ventana.

-¿Qué era eso? -pregunta Mei, abrumada, viendo hacia la ventana como todos.

-Más bien, quién era -la corrige Zane.

-No lo sé, pero se llevó los prismas elementales. Hay que ir tras él -dice Kai, sin vernos. Corre al marco de la ventana y desaparece tras ella.

-Oh, no. No hay que ir -niego, cruzando los brazos-. ¿No sería mejor salir de aquí casualmente y fingir que nada de esto pasó?

-¡Kai, regresa aquí! -grita Lloyd, hacía la ventana, pero a juzgar por su expresión, el ninja de fuego ya se ha adentrado en la selva.

-¿Pero qué le sucede? -dice Mei, cruzando los brazos con una mueca dibujada en el rostro-. Típico de él irse y pelear sin nosotros. En cuanto vea ése sujeto voy a...

-Hey, Mei -intenta tranquilizarla Cole-. Aunque es cierto, mejor averiguamos qué pasa. Algo aquí me huele a peligro...

-Y seguro correremos allá -mascullo, antes de que Lloyd, Cole y Zane nos obliguen a la ninja morada y a mí a salir por la ventana también.

Después de caer del otro lado, buscamos las huellas de Kai y el extraño en la tierra blanda y las seguimos a través de la selva.

-¿Y qué pasa con el diario? -pregunta Mei, viendo hacia atrás mientras corremos.

-Supongo que tendremos que dejarlo... -musita Lloyd, con un nudo en la garganta. Asumo que le debe ser muy frustrante, su primera misión como líder no está saliendo muy bien.

Admito que a mí tampoco me hace gracia haber venido en balde hasta aquí. Ésta isla siempre me ha aparecido aterradora. Yo sólo espero que el sensei no nos corra a bastonazos del Navío, diciéndonos:

-"¡Y no vuelvan hasta traer con ustedes el diario!"

Vuelvo a mirar a Mei y me encojo de hombros.

-Oigan, me gusta una persecución tanto como a cualquiera, pero... -dice la castaña, ésta vez hacia Cole y Zane también- no sé si es buena idea todo esto.

-Lo sé, los prismas son algo aterradores -sonríe Cole.

-Pero tal vez Kai necesite nuestra ayuda -añade Zane, si quitar la vista del frente, comí si leyera el camino de la selva.

-De acuerdo, en ése caso... ¡Démonos prisa! -exclama Mei, apretando el paso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top