⚫13. El juego del gato y el ratón⚫
Zane's POV.
Sucede demasiado rápido como para poderlo analizarlo.
Ronin, Cole, Jay y Kai salen de REX. Las compuertas se han abierto por completo bajo nuestros pies. Mei y yo nos sujetamos de las paredes pero, caeremos de una u otra forma
REX está por estrellarse. A veces es muy malo saber las probabilidades exactas de cuánto tardaremos en caer.
--Zane, sal de aquí --me pide Mei, sus manos comienzan a resbalarse de la pared metálica.
--No puedo dejarte sola --admito.
--Descuida, invocaré mi dragón --noto nerviosismo y duda en su voz--, debía pasar algún día.
Miro hacia abajo y luego la miro a ella.
--Hay que hacer esto juntos.
Mei asiente. Dejo de sujetarme con mis brazos y caigo al vacío, Mei viene tras de mí. La ventaja es que, en caso de que ella no logre invocar su dragón estoy yo para atraparla.
Cierro los ojos y dejo de centrarme en que estoy cayendo con una rapidez increíble. Intento invocar a mi dragón, pero no sucede nada. Entonces, comienzo a asustarme en serio.
--Zane, no está funcionando --me informa Pixal--, tus niveles están estables pero... el elemento no sube.
--No puedo invocar mi dragón --espeto, nervioso--, no puedo invocarlo.
Algo está obstruyendo tanto mis poderes como mis pensamientos. Algo no está bien en mí. Soy un nindroide, debería poder hacerlo TODO, de verdad todo. Si no puedo hacer algo tan relevante como invocar mi dragón ¿Qué clase de ninja soy? No soy como los demás, eso es evidente, pero jamás creí que eso pondría en riesgo mi vida. Ser diferente no es bueno. No es nada bueno,
--¡AAAAAHHH! --exclamo, cubriendo mi cara cuando veo lo cerca que estoy de caer.
Las estadísticas no mienten. Pero mis parámetros de lógica no encuentran explicación a por qué no puedo invocar mi dragón. Vaya nindroide que soy.
Mei's POV.
Zane y yo caemos. Pero que tonta. Ya sabía que no podría invocar mi dragón. La verdad es que sólo salté para que Zane lo hiciera. Él tiene que vivir. Es lo único que pensé. Sí, soy impulsiva, mucho más en situaciones así.
¿Y ahora qué, Mei? Te vas a estrellar con lo que sea que hay abajo. Mar, tierra, roca, es igual. Me arriesgo a mirar debajo. ¿Zane sigue cayendo? Ya debería haber invocado a su dragón ¿Por qué no lo ha hecho? ¿¡Y si no puede!? Claro que es imposible, porque es un nindroide, algo debe asustarle mucho para no poder invocarlo, pero ¿Qué? Zane no le teme a nada. en cambio yo... Morro, estrellarme, convertirme en una versión de morro, que Zane se estrelle... todo está en mi contra. No puedo invocar mi dragón. Zane tampoco puede. ¡Vamos, Mei, por lo menos inténtalo!
Cierro los ojos y me concentro como nunca.
--Para poder dominar tus poderes del viento debes ser como una hoja, que fluye con el viento en vez de forzar un camino a través de --las palabras del Sensei Wu me llegan de repente.
No tengo miedo.
Somos como simples gotitas en el océano. La gota no puede luchar contra el océano. Sólo tiene que relajarse y hacerse una con él. Relajarse.
Noto un cosquilleo en las puntas de mis dedos. Siento que una brisa me recubre, una brisa fresca y húmeda, una brisa marina.
Mi corazón parece un tambor de batalla. Abro los ojos y veo que ya comienza a materializarse a mi alrededor; un dragón grande, en verdad grande, escamas relucientes en tonos turquesas que lanzan destellos púrpuras con el sol. Mi dragón elemental. No es una mezcla rara, es todo lo contrario, es algo maravilloso.
Por un segundo temo que el dragón sea una ilusión, pero lo ignoro y voy por Zane.
Zane's POV.
--¡AAAH! --continúo gritando, mientras veo los árboles más cerca de mí.
Llega un punto en el que dejo de sentir el viento golpeándome. Abro los ojos y me encuentro en un dragón elemental majestuosos, frío y húmedo al tacto, lo cual sólo puede significar...
--Hola, Zane --la chica frente a mí luce verdaderamente feliz--, bienvenido a aerolíneas Mei, nos pondremos a salvo en un segundo.
--Mei... no pude invocar mi dragón.
--Eso noté...
--¿Qué significa?
Mei me mira por un segundo. Noto lo que acabo de decir, no supe la respuesta a algo.
--Yo... siento que no tengo respuestas --confieso--. Mis poderes son lo único que me hace sentirme... como ustedes, no tan diferente... no como yo. Sentí que... entre más tiempo los use, recordaría menos quién soy.
--¿Por qué quieres ser como los demás?
Su pregunta extiende mis parámetros de información.
--La verdad es... que no lo sé. Para no sentirme tan distinto, quiero creer que hay algo que nos conecta además de los poderes. Todos ustedes tienen cosas en común, yo no.
--No digas eso. Eres un ninja, luchas por el bien y defiendes lo correcto, eso nos conecta a todos.
Quiero creer que tiene razón, pero sus palabras no tienen el efecto que desearía. Mei se da la vuelta y mira al frente. Entonces, su dragón se desvanece y caemos.
Rune's POV.
Sería bueno que el sensei Walter nos explicara. Pero no lo hace. Y así deja bastante lugar a nuestra imaginación. Que el ninja verde es el responsable de que los cinco protectores elementales estén perdidos en el laberinto de Hiroshi. Que en realidad no lo es, y cuando el sensei dijo él se refería a alguien más.
Como sea, terminamos yendo a buscar a los ninjas en el legendario Destiny Bounty... y el sensei Walter me pone a mí como la responsable de vigilar al ninja verde...
¿Por qué tenemos que traerlo? Es una pregunta que yo misma me planteo y me sigo repitiendo mientras hago de guardia, en la cubierta. Me cruzo de brazos al verlo intentar librarse de las cadenas que lo atan al mástil. Un extremo sujeto a su brazo y el otro a la columna de madera que se alza hacia el cielo cubierto de nubes grises.
-Oye grisecita, ¿Te pusieron a cuidarme para deshacerse de ti? -se burla Lloyd, en el tono de voz que se usaría para hablarle a un niño pequeño.
-No me llames así -gruño.
Cierro mi mano en un puño. Las chispas púrpuras brotan de la piel como hebras de hilo. El ninja verde se eleva un poco del suelo, como si una fuerza extraña lo tomara de la playera. Pero no es ninguna fuerza extraña. Es la magia de hacer enfadar a Rune.
-Vuelves a hablar y te juro que-
-Hey, Rune -Dareth sale del interior del barco y avanza hasta donde estoy. Bajo a Lloyd, de inmediato. Cae de cara con un golpe seco del que no me da tiempo de burlarme, porque me pongo recta en un segundo-. ¿Cómo está Lloyd, mn nene?
-Insoportable, molesto, fastidioso y más sinónimos de tonto.
Lloyd se pone de pie y me mira con una sonrisa socarrona. Arrugo la nariz.
-Excelente.
-¿Cuánto falta para llegar? -le pregunto al castaño-. Se aproxima una tormenta.
-¿Estás de broma? -Dareth lanza una carcajada-. Estamos en pleno otoño.
La temperatura desciende. El aire sobre nuestras cabezas se revuelve y se ensombrece. En un segundo la cubierta se lleva del fuerte olor del otoño y una espesa humedad nos hace sentir que estamos dentro de una tormenta aun antes de que las primeras gotas caigan, gruesas y llenas y muy frías.
Miro a Dareth con una sonrisa en los labios.
-¿Lo ves?
Nya's POV.
-Agh.
Dejo escapar un gruñido al ver las primeras gotas caer en el cristal. Antes de poder hacer cualquier cosa estamos rodeados por nubarrones que se encienden con relámpagos en su interior. Estamos volando dentro de una tormenta.
Giro el timón con la rapidez digna de un Spinjitzu y el Navío se inclina ligeramente a la izquierda. No importa cuántas nubes esquive, parece un campo minado. Estamos atrapados en nuestro propio laberinto y si un relámpago intercepta el mástil del barco se incendiará por completo. En su mayoría esta hecho de madera... y metal. Vamos a atraer a todos los rayos, eso es seguro.
-¿Esto también es culpa del ninja verde? -pregunta una voz tras el sensei Walter y yo.
Me vuelvo y ahí está Rune, en el umbral, con Dareth detrás. Ambos empapados. Dejan un rastro de agua tras ellos al camino a donde estamos. Frunzo el ceño y regreso la vista al frente.
-Nunca dije que esto fuera su culpa -dice el sensei.
-Eh, sí. Dijo que era culpa de él -empieza Rune. El sensei Walter endurece la mirada-. Claro que no va a explicarnos eso, así que...
-¿Dejaron a Lloyd allá? -pregunto, molesta.
Entrecierro los ojos y veo su borrosa silueta pegada al mástil, dirigiéndonos una penetrante mirada púrpura, molesto. Bajó su mueca asoman unos dientes pequeños y casi afilados. El cabello oscuro se le pega la frente. Parece como si hubiésemos instalado una tele en el parabrisas y ahora mismo rodara una película de terror.
-Si un rayo lo alcanza... -empiezo, esperando no tener que terminar la oración.
-Cálmate -resopla Rune, rodando los ojos. Se acerca al cristal y en el reflejo noto que una sonrisa se ha dibujado en su cara-. Sólo cinco minutos maaas...
Frunzo el ceño.
-Que mal -bufa la peligris,
escurriéndose el cabello. Debajo de ella se ha formado un lago amplio y de baja profundidad-. No tienes a tu noviecito pararrayos aquí...
-¿Qué? -pongo los ojos en blanco-. ¡Jay no es mi novio! ¿Y cómo es que se te ocurrió eso?
Rune señala a un retrato sobre el tablero, en el que aparecemos Jay y yo, y le estoy dando un beso tierno en la mejilla. Pongo la foto boca abajo. Se me había olvidado quitar eso de aquí. Esa foto me recuerda a la "Nya de antes", esa Nya daba asco. Era demasiado sensible, confiaba en todos y soportaba las bobadas de su novio.
-¿Por qué no vas y haces algo con tu magia? -resoplo, mirando a Rune fijamente a los ojos, y otra tormenta me devuelve la mirada.
-¿Por qué no vas y te consigues al maestro elemental de los milagros? La magia me debilita y no puedo acabar tormentas.
-Ya basta -nos detiene el sensei Walter y un relámpago hace iluminar la sala de mando-. Ambas van a aprender a trabajar juntas y hacer las pases.
-¿Qué?
-Pero...
-Pero nada -señala a la puerta-. Vayan allá a proteger al ninja verde y al Navío de los relámpagos.
Rune y yo nos encaminamos a la puerta, sin más opción.
-¿Espera que detengamos la tormenta? -pregunto, molesta, deteniéndome antes de salir.
-Espero que entiendan la diferencia entre un "amigo" y un "enemigo".
Mei's POV.
Nunca había estado tan consciente de nada como de la mano de Morro en la empuñadura de la espada del santuario.
El tiempo se hizo más lento. Vi que los nudillos de Morro palidecían, y vi que el tramo de acero visible se extendía conforme la espada salía de su vaina. La hoja brillaba como un espejo y captaba el color azul de mis ojos. Morro aventó la espada a un lado.
-No me gustan las peleas injustas -dijo, no muy seguro de lo que haría, o no haría.
Sé desató una pelea entre ambos, tan perfecta como coreografía. Junté mis manos y quizá fue un error. Eso lo entendí más tarde. Entendí muchas cosas más tarde.
Sentí la energía desplazarse a las puntas de mis dedos. Pero no fue agua lo que salió, no. Fue aire.
Y por primera vez sentí que Morro y yo compartíamos algo. Llevábamos la misma sangre en nuestras venas.
Abro los ojos, lentamente. Una mueca de dolor se dibuja en mi rostro cuando intento ponerme de pie. El causante parece ser la herida de espada en mi rodilla. La venda se ve muy sucia y no quiero pensar en cómo se verá la herida debajo, pero aún así quito la venda.
Hago una mueca de dolor al pasar mi dedo por la franja carmesí que recorre de un extremo a otro mi rodilla. Tendré que curar eso. Levanto la cabeza y me encuentro a Zane, de pie, escudriñando la selva con la mirada. Yo misma contemplo la basta vegetación que nos rodea, y noto que bajo nosotros hay largas raíces que se juntan unas con otras, como el tejido de una canasta.
-Zane, ¿En dónde estamos? -le pregunto, poniéndome de pie entre tambaleos. Había olvidado lo agotador que es invocar a un dragón elemental.
-Según mi base de datos debemos estar en el laberinto de Hiroshi -responde, volviéndose hacia mí.
Mis ojos van y vienen de una arboleda a otra, curiosos. Toda la vegetación luce exactamente igual y da la impresión de ser una casa de espejos, donde cada árbol y arbusto se reflejan en todos lados. Algunos árboles están muy juntos uno de otro. Me hace sentir que es un sitio engañoso. Me alegra tener a Zane a mi lado, pero igual hay que encontrar al resto y salir de aquí.
-¿Tienes alguna idea de dónde puedan estar los otros? -le pregunto al nindroide. Él se encoge de hombros.
-Si hubiera un modo de comunicarnos con ellos...
Un leve pitido irrumpe con la tranquilidad de la selva. Enarco las cejas y estudio los alrededores. No parece haber ningún animal cerca, o alguien más a parte de Zane y de mí.
-¿Qué fue eso? -pregunto, en voz alta.
-Parece venir de las copas de los árboles -inquiere Zane.
Se acerca a lo que podría ser un abeto enorme y alza la vista. Yo hago lo mismo. Entorno los ojos hacia lo alto del árbol, que se mece de un lado a otro con el viento que acaricia sus hojas. Atrapado entre una hojas encuentro un objeto blanco.
-Creo que es el sombrero de la esposa de Borg -menciono, volviéndome hacia Zane-. No puedo creerlo. Ahora, además del ratón de su computadora, le debo un sombrero elegante...
-Creo que es más que un sombrero -me dice Zane, con una expresión divertida.
Levanto una ceja. Hago el cálculo mental de cuánto me va a salir el numerito de ir tras de Ronin. Más que un sombrero...
-Quiero decir -se torna nuevamente hacia la copa del árbol-, que a juzgar por el ruido de interferencia debe ser un comunicador.
-¡Zane, eso es asombroso!... No para la esposa de Borg, qué miedo... -murmuro y le arranco una carcajada a mi amigo-. Quiero decir que podemos comunicarnos con alguien que nos saque de aquí, ¡O incluso con los chicos!
Regreso la vista al objeto color perla que cuelga de las ramas. El viento lo sacude ligeramente, pero no lo hace caer.
-Voy por él -le digo.
Levanto un poco la falda a la altura de mis rodillas. Cierro los ojos y suspiro. Doy una vuelta sobre mí lugar. Una espiral púrpura me rodea y levanta las hojas caídas del suelo. Mi Spinjitzu es breve, debido a mi herida, pero basta para que al dejar de girar aparezca mi traje ninja. Me coloco la máscara sobre la boca y me acerco al tronco del árbol.
-Mei -giro la cabeza en dirección a Zane antes de empezar a trepar-. Estás herida, puedo hacerlo yo.
Dibujo media sonrisa.
-Estaré bien, es tan sólo un rasguño.
Regreso la vista a la corteza y empiezo a trepar, aferrando mis manos en las propias aberturas o protuberancias del tronco, al menos hasta que alcanzo las ramas. Siento una punzada de dolor venir de mi "rasguño", pero no me detengo. Me muerdo el labio inferior y me esfuerzo por seguir trepando hasta que el sombrero queda a una distancia corta de mí.
Estiro el brazo para alcanzarlo. Un chasquido me sobresalta. La rama en la que me encuentro se dobla. Caigo rompiendo algunas ramas con mi espalda, hasta que de pronto mi caída se detiene. Estoy atrapada en una enramada, boca arriba. Intento moverme, pero un dolor atroz me lo impide.
-¡Mei! -grita Zane, angustiado, desde abajo.
-¡Estoy bien!
Podría jurar hace un segundo que la rama sobre la que me sostenía era lo suficientemente firme... pero, en fin, supongo que las ramas no se doblan solas-si es que pueden doblarse-. Soplo para quitar un mechón caoba de mis ojos. El sombrero está como a metro y medio de distancia y yo aquí estoy más atrapada que un ratón en las garras de un halcón.
-Tz... An...Ei... ¿Ue-N o-r-nos? -escucho una voz distorsionada provenir de la copa del árbol y aunque no entiendo bien las palabras reconocería ésa voz donde fuera.
-¡Cole! -exclamo y mis ojos brillan.
-¿Sucede algo allá? -pregunta Zane.
-Creo que el comunicador está encendido, espera...
Arranco un pedazo de corteza y lo arrojó hacia el sombrero. El objeto se tambalea. No cae pero sí mejora bastante la calidad del audio.
-¿Mei? ¿Zane? ¿están ahí? -vuelve a preguntar Cole.
-¡Estamos bien! -escucho suspiros de alivio-. ¿Qué hay de ti... o ustedes?
-¡Todos estamos bien! -responde Jay, ésta vez.
-¿Tienen idea de dónde están? -pregunta Ronin.
-Yo atrapada en un árbol...
-¿Eh?
Mis cejas se alzan al ver otra vez el sombrero. Se me acaba de ocurrir una idea para bajar de aquí, con todo y sombrero.
-¡Oigan, necesito que digan algo que me haga enojar!
-¿Por qué haríamos eso? -pregunta Cole, confundido.
-Porfavor.
Escucho que el pelinegro resopla.
-Bien.
Un silencio "del otro lado de la línea" me hace fruncir el ceño. Me muevo ligeramente y una mueca de dibuja en mi rostro al sentir las astillas encajándose en mi espalda. Miro hacia abajo, Zane me devuelve la mirada.
-¡AGH! -me sobresalto al escuchar el grito de Cole y regreso la vista al sombrero, de inmediato.
-¿Qué está pasando?
-Jay golpeó a Cole -ríe Kai.
Una línea aparece entre mis cejas. Eso me hace enojar, pero no como esperaba. Igual ése pelirrojo se ha ganado una buena riña cuando nos encontremos.
-No. Eso no sirvió -menciono, ladeando la cabeza.
-Uh, que mal.
-Sí, que mal -gruñe Cole. Se toma un momento para recuperar la compostura-. ¿Por qué quieres que te hagamos enojar?
-Para que pueda usar los poderes del vient- ¡AAAH!
Sacudo los brazos al sentir que caigo del árbol. Escucho el grito de Zane, debajo. La caída cesa. Termino sobre una superficie resbalosa, una rampa de hielo que me ayuda a deslizarme hasta quedar nuevamente en el suelo.
-Gracias, Zane -sonrío, escupiendo el cabello que me ha caído en la boca.
-La familia se protege entre sí.
Las comisuras de mis labios se elevan un poco más.
Algo me cae sobre la cara y nubes mi visión. Es una sombra oscura con puntitos de luz, como una noche estrellada. Me quito el sombrero de la cara.
-Ya enserio -mascullo, frunciendo el ceño-. ¿Los árboles no están vivos aquí, o sí?
Rune's POV.
-Que absurdo y tonto... -mascullo.
La lluvia nos golpea nada más ponemos un pué fuera. El Agus helada desciende por mi cada y un viento atroz hace que más gotas queden atrapadas en mis pestañas justo después de intentar despejar mis ojos con las mangas de mi traje empapado. En ninja verde sonríe al vernos aparecer y levanta las muñecas, esperando que lo liberemos.
-Eres una ternura -resoplo, enarcando las cejas-. No venimos aquí por eso.
-Nya, trata de crear un pararrayos con ésas varillas de metal -ordena el sensei desde un altavoz pegado a la pared exterior de la sala de mando.
Levanto la vista y lo veo a él y Dareth sequecitos y bebiendo una buena taza de café o té, detrás del cristal, supervisando todo.
-Rune ayudala con éso.
Mi vista va hacia las varillas alargadas y delgadas dispersas en el casco del Navío.
-¡A penas inicié mi entrenamiento! -se queja la pelinegra, ceñuda.
-¡Hazlo, no quiero quejas!
Que tirano...
Nya frunce mas el ceño. Junta ambas manos y un par de varillas tiemblan y se elevan débilmente por el aire húmedo.
-¿Qué? ¿Eres una maestra elemental? -exclamo, sorprendida, haciendo flotar el resto de las varillas con una simple palabra.
-Maestra del magnetismo -alardea. Ruedo los ojos.
-Controlar el metal no es un poder -grazno, para bajarle los humos a ésta presumida novata.
-¿Y la magia lo es?
-Te convertiré en un ganso.
-¡Hola, los rayos se acercan! -irrumpe Lloyd.
-¡Después de convertirte a ti! -exclamo, volviéndome hacia él.
Por desgracia, tiene razón.
Las nubes y los relámpagos nos tienen rodeados como una bóveda. Un estruendo en el cielo hace vibrar la cubierta. Una luz cegadora baña el barco. Alguien me empuja. Las varillas caen.
-¡Cuidado!
Escucho el grito y a penas reconozco la voz.
Me vuelvo un segundo, hacia Lloyd. Sus ojos han cambiado. Sus pupilas se dilatan sobre el verde esmeralda que ha tomado el lugar del púrpura.
Doy un giro en el suelo y levanto los brazos, haciendo lo posible por detener el rayo antes de que caiga. La franja luminosa se queda suspendida en el aire, como una nebulosa que no desaparece.
Una expresión de esfuerzo surca mi rostro, cuanto más intentó contener el rayo inminente. Nya se da prisa y coloca las varillas bajo el rayo. Sin poder contenerlo más, dejo caer los brazos a los costados, agotada.
El pararrayos surte efecto y uno a uno van quedando atrapados, dejándonos fuera de peligro. Vuelvo a mirar a Lloyd pero los orbes púrpura han regresado. Él me salvó la vida...
-¿Estas bien? -me pregunta Nya.
-Sí, gracias a él.
-Y tú salvaste a Lloyd -me dice, con los ojos entornados. Me ve con una expresión juiciosa-. Lo siento Rune, no debí etiquetarte de ése modo.
-Lo sé -sonrío, y ella frunce el ceño-. Descuida, lo olvidaré.
Regreso la vista a Lloyd. Así como olvidaré lo que acaba de pasar. Su familia lastimó mucho a la mía. Éso es algo que no pienso dejar de lado tan fácilmente.
-Bien hecho -exclama una voz.
El sensei Walter se reúne con nosotros en la cubierta, con una expresión de orgullo en su rostro. Da palmadas lentas, mientras se acerca. Las nubes se desvanecen como llegaron y un bello cuelo despejado toma lugar. Me vuelvo molesta hacia el hombre.
-¿¡Pudo acabar con la tormenta usted mismo!?
-Un don del que me siento orgulloso -sonríe.
Nya, yo y hasta Lloyd nos miramos entre nosotros con las cejas arqueadas.
-¿Y por qué no lo hizo? -pregunta Nya, enojada.
El de pelo canoso se encoge de hombros.
-Así no es divertido.
Cole's POV.
-Es un alivio que Zane y Mei estén bien -dice Kai y todos coincidimos.
Zane sugirió que nos reuniéramos en REX. Es la opción más lógica posible. El humo esta cesando, pero aún es lo suficientemente visible como para regresar a ése lugar. Además le conviene a Ronin, que se la ha pasado todo el santo camino parloteando sobre volver aquí después de ser rescatados y llevarse consigo su dirigible. Sin mencionar que más nubes de tormenta se están materealizando sobre nuestras cabezas y, como ya dije, no me puedo mojar.
-Les dije que estarían bien -refunfuña Ronin, en tono de alarde.
-Pues vaya que tenías razón -comento, gritando el brazo donde Jay me dio un puñetazo.
Duele tanto que estoy casi seguro de que sí levanto la manga habrá un moretón fantasmal del tamaño de una ciruela debajo.
-¿Cómo es que pudiste golpearme? -le pregunto, furioso.
Jay se mira las manos.
-Energía dorada -sonríe, de oreja a oreja, mostrando la palma de sus manos.
Ladeó la cabeza para ver las mangas de mi propio traje. Al igual que yo, Jay y Jay también hicieron Spinjitzu para cambiar ésa ropa inconvencionalmente elegante por los gi ninja nuevos. Puede ser energía dorada, pero el color no se asemeja nada al oro. Las vetas de mi traje que se concentran en diferentes puntos, salpicando mi ropa con la que parecen pequeños peñascos de roca son de un color caoba, avellana y hasta caramelo. Las líneas semejantes a rayos en el de Jay son azul cobalto y la energía parecida a lava que surca el traje de Kai es, bueno, roja y anaranjada.
Debo admitirlo, me encantan los nuevos trajes.
Cybermad y su ejército pueden tener una reserva de materia oscura, pero da igual, nosotros tenemos nuestra propia fuente de poder. Una energía pura. En cierta forma esto parece una parodia, todo esto. Cybermad y los Cyborg bien podrían representar al ejército del Gran Tirano y nosotros al del primer maestro del Spinjitzu. La historia no deja de repetirse, parece un círculo infinito y me hace preguntarme si existirá una manera de acabar con ésta "maldición".
-Ronin, ¿Sabes algo de Cybermad? -le pregunto, para acortar un poco el camino.
El cielo ruge sobre nuestras cabezas y un par de nubes se iluminan.
-Creo que sólo conozco algo que puede serles útil -responde. Se quita el sombrero y se pasa la mano enguantada sobre la frente-. Parece ser alguien extremadamente astuto. Alguien que yo no tomaría a la ligera.
Jay, Kai y yo nos miramos entre nosotros.
-Alguien que, por lo visto, ni siquiera tiene intenciones de pelear contra nosotros -menciona Kai, arrugando su cara.
-No lo subestimen -el mercenario se vuelve hacia nosotros, con una expresión glacial y seria-. Tiene odio de sobra hacia ustedes.
-¿Por qué? -pregunto, molesto. No hacia Ronin, ni Cybermad. Mi ira deriva de la confusión, o frustración, sería un término más adecuado-. ¿Qué le hicimos a ése hombre para querer hacernos esto?
Mi voz se ha elevado. Tengo ambas manos cerradas en puños. No es divertido jugar a esto del gato y el ratón, donde Cybermad parece tener cientos de cartas sobre la mesa, cuando siento que nosotros no tenemos ni una. Ronin tiene razón en algo. Es un genio para haber tornado nuestras cartas a su favor.
-Los maestros elementales no son tan queridos como ustedes piensan -responde Ronin, retomando el paso-. Para unos no son los "salvadores" sino lo contrario. Aunque ustedes no quieran verlo así, son los malos en más de una historia.
Mis cejas se juntan. ¿Qué de malo hemos hecho? ¿Qué podría afectar negativamente a otros? Ronin silba una melodía que el principio me recorre como el aire helado que comienza a rodearnos. Noto un semblante serio surcar el rostro de Ronin.
-Uno es el gato, otro el ratón -murmura-. No sé cuál sea cuál, pero algo es seguro. Uno cayó en la trampa del otro.
Levanto la vista al cielo nublado, y por primera vez desde que llegamos aquí siento que algo nos vigila de cerca.
⚫❇⚫❇⚫❇⚫❇⚫❇⚫
Añadí una parte "extra" que no estaba convencida de si añadirla o no... Supongo que quedó bien porque Nya es tan cabezota como su hermano y ambos son algo desconfiados, aunque antes por alguna extraña razón Nya era súper diferente 🤔
Si se dan cuenta su personalidad cambió muchísimo a partir de la tercera temporada. No me había fijado hasta que encontré una imagen en Pinterest sobre eso 😅
Ahora es como muy ruda y no sé, algo groserita a veces. Supongo que era de esperarse que su personalidad chocara con la de Rune.
¿Quieren Colei -ColexMei-? Porque añadí una pequeña escena en la siguiente edición 😏
Chic@s! Díganme si les gusta más esta versión o la anterior -los que leyeron ambas- esta quedó un poco dark.
¡No pierdan la máscara!
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