⚫12. El laberinto de Hiroshi⚫

Ronin's POV.

No puede ser.

¡Acabo de encerar a REX! Esos sucios Cyborg no sé nos despegan como moscas al sucio muelle de Stiix. Y digo la palabra "sucio" sólo porque prometí no decir malas palabras, pero si siguen molestando no creo durar mucho.

El radar detecta un único objeto grande tras nosotros, lanzando misiles, uno tras otro, como un enjambre de abejas. Desgraciadamente éste escáner barato que conseguí no me da más detalles sobre el modo de transporte específico.

-Dulces wafles con miel... -maldigo, inclinando a REX en un intento por deshacerme de esos Cyborg.

Apuesto solo un centavo a que quien nos persigue es ése nindroide de segunda.

-¿Qué haces? ¡La ciudad está hacia el otro lado! -exclama Jay, en mi oído y antes de notarlo tengo a todos los ninjas detrás de mí. Como si la presión no bastara ya...

-¡Ya lo sé! Estoy intentando desviarlos.

-¿Y también a nosotros? -gruñe Kai-. Debemos estar de regreso en la ciudad a más tardar diez minutos.

-Oye -me vuelvo hacia él con una expresión molesta-. Oye, oye... oye. No soy su chófer, niño. Si quieres pueden bajarse aquí.

-¡Ronin! ¡Vista al frente!

Mei gira mi cabeza nuevamente hacía el parabrisas. Un estruendo sacude a REX. Hago lo posible por estabilizarlo, pero el daño es tal que ni siquiera parece posible que pueda aterrizar en forma.

Caemos en picada con una velocidad vertiginosa. Todos los ninjas se aferran a mi asiento e incluso a mi cabello. Sería una escena divertida: una, si no fuese yo quien les sirve de apoyo y dos si no nos estuviéramos estrellando.
Miro el tablero de REX y se me ocurre una idea.

Oprimo un botón y el suelo
se abre lentamente.

--Salten y usen sus dragones --les digo.

--¿Y tú? --pregunta Kai.

Recorro el tablero de REX, es mi bebé, será difícil dejarlo ir.

--Estaré bien --digo, tomando un jet pack y poniéndomelo.

--¿También se lo robaste a Cybermad? --pregunta Jay.

--NO.

Los ninjas se quedan mirándome como un minuto. Estamos estrellándonos ¿Qué no saben?

--¿Y? --gruño, algo impaciente.
--Pues que Mei... --empieza a explicar Cole, pero no puede terminar.

Una turbulencia provoca que caigamos al vacío.

Lo único que puedo sentir es viento golpeándome en la cara. Tengo el ojo entrecerrado, porque honestamente se siente demasiado molesto. No veo a nadie a mi alrededor.

Aunque escucho los gritos de Jay. Y de repente... se detienen. Escucho varios ¡Fum! , tres en total. Eso quiere decir que dos de los ninjas no han invocado sus dragones.

Decido que es el momento de encender el jet pack, oprimo un botón en una de las manillas y el fuego sale de pequeños cohetes en la parte inferior. Siento una ligera succión hacia arriba, pero desaparece en un segundo.

El primero en reunirse conmigo, es Kai.

--¿Qué sucede? --pregunto a gritos.

--¿Qué?

--¿¡Qué sucede!?

Kai se encoge de hombros, sobre el lomo de su dragón elemental. Miro hacia arriba, y me pregunto quiénes serán esos dos que no han logrado escapar de lo inevitable.

Cole's POV.

Mi dragón elemental se desvanece al tocar tierra firme. Yo mismo casi me desplomo. Siento mis piernas temblar como gelatina, pero tal vez sólo se debe a la tensión de hace un momento.
Levanto la cabeza. Arriba, el cielo se ve despejado y nada más parece arruinar el perfecto azul que pinta el firmamento.

Junto las cejas, seguro de que lo que sea que nos perseguía debería seguir allí.
El ruido de los helechos moviéndose, detrás de mí, me hace reaccionar y darme la vuelta. Lo primero que noto es la cortina de humo extendiéndose sobre los árboles y fundirse con el cielo mismo. No me da demasiado tiempo de pensar cualquier cosa antes de que Kai, Jay y Ronin avancen a donde estoy.

Todo el lugar huele a tierra húmeda, lo que puede significar que una tormenta se aproxima, lo cual espero que no pase. Igual el cielo sigue viéndose demasiado despejado. Y además del calor que me recuerda a la isla de Chen ninguna otra cosa parece familiar.

-Zane, ¿Sabes dónde estamos? -pregunta Kai, al parecer con la misma duda que yo.

Ninguna respuesta parece venir. Al igual que los demás, miro en todas direcciones, pero ni Mei, ni el nindroide parecen estar aquí. Ay, no... Siento la preocupación invadirme y extenderse por todo mi cuerpo como un virus. Mi respiración sólo se hace más rápida cuando escucho una explosión al fondo. La selva se sacude. Los árboles se mecen de un lado a otro y vemos parvadas de aves multicolor volar sobre nuestras cabezas.

Ay, no...

Por mi mente pasan toda clase de pensamientos y el estruendo al fondo no los hace acallar. Intento correr hacia el sitio de la explosión, pero un brazo me detiene y me lo impide.

-¡Suéltame! -le exijo a Jay-. Necesito ver si...

-Cole, tal vez ellos saltaron -me dice Kai, serio-. Quizá cayeron en alguna parte de... como sea que se llame éste lugar...

Vuelvo a mirar el sitio de la explosión. Todo a su alrededor parece estar en calma. Sólo sé que ningún ninja se queda atrás, que jamás abandonaría a Mei y a Zane. ¿Y si están allí? ¿Y si nos necesitan?

Regreso mi mirada hacia Kai y Jay. Sé que no es sensato ir a un sitio que parece estar completamente destrozado, pero cuando se trata de familia ni las más grandes locuras importan.

-Vamos -les digo-. Adentrándome en la selva-. Vamos a buscarlos.

Kai's POV.

Ni Mei, ni Zane están aquí.
Está la espesa cortina de humo, el olor a salitre, polvo en el aire y luz ardiente, pero no parece haber rastro de ambos. Ni una sola señal.

Atravieso la hilera abrasadora de fuego y miro a mis amigos. Niego con la cabeza. Ellos no están aquí. Desaparecieron como sombras en una habitación oscura.

-Los buscaré desde el aire -les digo, con una expresión cansada e inclinando las rodillas.

-Ahorra la fuerza que te queda -niega Ronin, chasqueando la lengua-. Van a necesitarla para volver a la ciudad, vamos a necesitarla.

-¿Y qué hacemos entonces? -pregunta Cole. Los árboles detrás de él forman patrones irregulares en su traje nebuloso.

-Ellos van a ver la manera de encontrarnos. Son ninjas.

Reviso el suelo en busca de huellas, o cualquier cosa, pero parece como si Mei y Zane jamás hubiesen estado en REX, o en ésta selva. Jay, Cole y yo asentimos mecánicamente, porque ¿Qué otra opción nos queda? Aferrarse a la esperanza de que Mei y Zane estén bien parece lo menos doloroso en éste momento.

Nos encaminamos hacia la selva, alertas ante cualquier sonido, cualquier señal que nos indique dónde están.

«-Ellos van a ver la manera de encontrarnos. Son ninjas.»

Levanto la vista al cielo y un fantasma de lo ocurrido parece vislumbrarse, como una película antigua. Lis Cyborg persiguiéndonos, el REX cayendo, nosotros saltando. Cinco dragones cruzando el cielo como estrellas fugaces coloridas y un mercenario con un Jet pack.

Un Deja Vuh trae a mi recuerdos más antiguos. Cuando en el Torneo de los elementos debíamos saltar de un dirigible en pleno vuelo. Ésa vez ni siquiera sabíamos que podíamos crear dragones elementales, sólo teníamos paracaídas e incluso hizo falta uno. También nos dividimos y no tardamos en encontrarnos. Bueno, Chen nos encontró. Pero aquí no esta Chen para hacernos el favor, no sabemos bien en dónde estamos.

«-Estarán bien, Kai -me digo a mí mismo, cuánto más nos alejamos de REX-. Son ninjas.»

Nya's POV.

Es increíble que Rune haya accedido a unírsenos.

Ni siquiera nos habíamos planteado reclutar a maestros elementales, así que el hecho de que haya aparecido en la ciudad justo ahora es una perfecta coincidencia.

Durante todo el camino de regreso a Industrias Borg mi cerebro intenta dar con una sola respuesta. ¿Quién sería capaz de desencriptar la información del Navío? Literalmente estuve trabajando semanas en ello, noches sin dormir me llevaron a lo que considere uno de mis mejores logros. Pero resulta ser que no fue algo tan "magnífico", después de todo. Alguien fue capaz de acceder al sistema y pensar en ello hace que la rabia irradie de cada célula de mi cuerpo.

Burlaron mi sistema. Se burlaron de mí.

Le doy un golpe con mis nudillos a la puerta del ascensor, mientras descendemos al sótano.

-Eso, libera la furia con el ascensor -bromea Rune, con una risita.

Dareth me mira con los ojos bien abiertos y el sensei Walter sólo me dice:

-Atraparemos al causante.

Claro, podemos atraparlo, atraparlos, pero eso no va a cambiar el hecho de que mi sistema de encriptación sea obsoleto. Capturados o no, me han superado.

Las puertas del ascensor se abren y vamos directo a la sala de entrenamiento, o eso planeamos, antes de que Borg aparezca en el pasillo y se encamine hacia nosotros. Levanta tanto las cejas que casi podría decirse que tocan su cabello azabache peinado perfectamente hacia un lado. Creo que alguien no nos esperaba.

-¡Ah, Walter! ¡Nya! ¡Dareth! -exclama, mostrando los dientes con una gran sonrisa que me hace arquear las cejas-. ¡Y...! ¿Y...?

-Rune -la presenta el sensei H-. Ella es Rune. Es una maestra elemental y va a quedarse con nosotros -nos dirige una mirada a Dareth y a mí-... por su seguridad.

Añade eso ultimo tan bajo que a penas y alcanzo a escucharlo. Traté de convencer al sensei Walter de que le advirtiéramos al resto de los maestros elementales, pero él se negó.

-No es lo que Wu quería -respondió, con sencillez.

Y eso me hizo pensar en desde hace cuánto sabían sobre Cybermad, el cetro de materia oscura y posibles ataques a los maestros y el por qué sensei Wu nos quería al margen de todo.

-Eh, que tal, jovencita -saluda Borg.

-Es... un placer -repone ella casi ocultándose tras de Dareth.

Hay una primera impresión que tendrás sobre Rune y ésa no es "tímida". Es un completo misterio y eso se realza al fijarte en el tono gris de su cabello. Si su elemento es la magia no sé qué pensar. Sólo sé que la magia puede ser peligrosa Y que estaba en el momento en que alguien se infiltró en mi sistema. No me voy a dar el lujo de confiar en cualquiera, no ahora.

-Hm... -Borg se acomoda los anteojos y la luz del pasillo se refleja en los cristales-. Me resultas conocida, ¿Ya nos habíamos visto?

-No lo creo -responde Rune.

Borg se queda pensando un momento más.

-Tienes razón. Creo que de haber visto alguna vez a una jovencita de cabello... gris lo recordaría.

Mi mirada, al igual que la de Dareth y el sensei va directo al mono gris sobre su cabeza. Un gris brillante, como si una tormenta se formara entorno a su rostro.

Borg lanza una carcajada y Rune lo acompaña con una risa nerviosa que no dura mucho.

-¡Ja-ja! Sí -ríe la chica, no suena sarcástica pero sí incómoda-. Entonces... ¿Los ninjas... están aquí?

La boca de Borg se curva hacia abajo.

-¿Los... ninjas? -repite el pelinegro.

-Mire, si no es así no importa. Igual estoy bien trabajando yo sola -sonríe, con orgullo.

-¿En dónde están? -pregunta el sensei Walter, endureciendo la mirada.

-¿Los ninjas?

-Los ninjas.

-Seguro están entrenando -dice Dareth, con su clásica sonrisa ladeada de Elvis Presley-. Usted les dijo que no salieran.

-Y es por eso que seguramente salieron, ¿verdad? -prosigue el sensei.

Todas las miradas van a parar a Borg.
Sé acomoda el cuello del suéter y sus nerviosos ojos rasgados van de un lado a otro. Supongo que era algo de esperarse, pero que NL había pensado demasiado, en que al volver ellos no estuvieran aquí. Porque conozco a mi hermano y cuando le dices "no" parece que lo estás retando. Y a Jay, que de un modo u otro te convence para que hagas lo que quiere.

-Fueron a buscar a Ronin -suspira Borg, rindiéndose.

-Lo sabía -exclama el sensei Walter, doblando el brazo frente a él como una "v".

-Me pregunto qué habrán pensado para ir tras de Ronin -apostillo.

Llevo mi mano a uno de los bolsillos y saco las llaves del Navío, sabiendo a la perfección lo que sigue. El llavero de dragón dorado choca con las llaves y las hace tintinear.

-¿Ronin? -repite Rune, confusa-. ¿Y ése quién es?

-Uno de los ladrones más sucios de Ninjago -respondo, mirándola fijamente.

-¿Por sigues viéndome así? Ya te lo dije. Yo no robé tu preciosa información -resopla y unos mechones grises vuelan sobre sus ojos.

Mis dientes chocan.

-¿Cómo está Lloyd? -le pregunta el sensei Walter a Borg, para cambiar de tema.

-Él está bien, creo que estaba dormido hace un rato... ¿Irán a ver a los ninjas o...?

-Vamos a verlo a él primero.

Mi ira parece disminuir. Miro al sensei con las cejas enarcadas, al igual que Dareth.

-¿Por qué lo dice? -pregunta el castaño.

-Sospecho que los jóvenes deben estarse metiendo en algo mayor. Todos y cada uno de los planes de Cybermad parecen llevar a algo más grande. Una trampa más grande. Y creo que Lloyd puede saber de lo que hablo.

Jay's POV.

Cuanto más caminamos peor se vuelve. Es como si con cada paso nuestras fuerzas no sólo disminuyan, sino también nuestras esperanzas de encontrar a Mei y a Zane. Y odio admitirlo, pero Ronin tiene un punto. No podemos invocar a los dragones, no así.

Incluso el sensei Wu nos había dicho que tuviéramos cuidado. Existe una razón por la que no nos enseñó él mismo a invocar nuestro dragón elemental y es que agota nuestra energía. Si invocamos los dragones por más tiempo del que deberíamos terminaremos igual que un par de baterías viejas. Oxidadas y sin la energía suficiente para hacer siquiera funcionar un control remoto.

-¿Ya sabes en dónde estamos? -le pregunto a Ronin, que va a ka cabeza.

-Sí... -masculla, quitando algunos helechos con su aeroblade que bloquean el paso-. No estoy seguro del todo, pero creo que nos encontramos en el laberinto de Hiroshi.

Ése nombre... ¿Por qué me suena?... ¡Oh, claro! Lloyd y Garmadon vinieron aquí para ocultarse del Gran Tirano. Ése loco le quería robar la energía dorada al rubio y como había tomado control de la tecnología, obviamente lo mejor era estar alejado la mayor distancia posible. No los vimos como en una semana, creo.

Ojalá Lloyd estuviera aquí, quizá podría guiarnos.

-Eso es algo bueno, ¿no? -pregunto. Doy palmadas en el aire , intentando deshacerme de un mosquito que me sigue hace rato-. La ciudad no está lejos.

-Sí, lo está -gruñe Ronin.

-No. ¿Cuánto?

-No sé.

Un silencio incómodo se forma y es sólo interrumpido por el fastidio zumbido del mosquito. No sé ni por qué todos estamos tan callados, tal vez porque en el fondo, aún estamos muy seguros de lo que pudo pasarles a Mei y Zane. Y tal vez la mejor opción no sea dar vueltas en círculos con la esperanza de que aparezcan mágicamente, sólo que aún no decido si sentarnos en un sitio y esperar sea mejor.

-¡Agh! -exclamo, dándome una palmada en el cachete. Siento que se hincha como un globo, pero tal vez sea sólo mi imaginación.

-Ronin, ¿De verdad crees que Mei y Zane estén bien? -pregunta Cole.

-No lo sé. Sólo sé que en REX no había nadie, lo que sólo significa que deben haber saltado. Y que no se notaba la presencia de nadie cerca de donde REX cayó.

Odio que de repente estén tan callados todos. Odio no saber donde estamos y sobre todo, Odio que ni Zane ni Mei estén aquí.

Otro zumbido.

-¡No puedo creerlo! -exclamo, ésta vez, de verdad molesto-. ¡Ésos tontos mosquitos! ¡Ya no los soporto!

-No, Jay, espera -me detiene Kai-. Creo que esta vez no son mosquitos.
Los cuatro guardamos silencio, atentos a cualquier ruido.

El zumbido vuelve a aparecer después de un rato. Agudiza el oído. Damos un paso, dos... acercándonos a Kai.

-Parece venir de... -empieza Kai, abrumado, quitando los lentes de sol de su cabeza.

Sobre uno de los cristales vemos un foquito encenderse y apagarse, con una lux roja. Nos miramos entre nosotros, confundidos.

-¡Ya sé! -exclama Kai-. Cuando perseguí a Pythor y a los nindroides tenia unos lentes así.

-¿Un comunicador? -sugiere Ronin.

-Pero para que emita un zumbido debe haber otro conectado a éste -murmuro, con una mano en el cachete que sí está hinchandose-. Y debe estar encendido.

-Otro comunicador -reflexiona Cole, con una mano en la barbilla.

-Hm... ¿Qué otro objeto nos dio Borg que podría tener uno...? -empiezo, y enseguida las expresiones de todos se iluminan.

-¡El sombrero de Mei!

Walter's POV.

Ver a Lloyd de ésta forma no es un escenario frente al que a cualquiera le gustaría estar. El tono pálido de su piel contrasta únicamente con esos ojos centelleantes de color púrpura que van de uno a otro de nosotros, analizándonos.

Está de pie en una posición defensiva, como si fuese una pantera a punto de atrapar a su presa. Su cabello, ahora oscuro, cae con rebeldía sobre sus cejas y sale disparado en direcciones contrarias.

Misako ni siquiera fue capaz de verlo de ésta forma, ningún padre o madre sería capaz. Y entiendo que para ella debe ser doblemente doloroso, después de todo, experimentó el mismo dolor de ver a su esposo volverse en un ser malvado. Yo sólo recuerdo haber visto a Garmadon un par de veces sin que la maldad lo hubiese corrompido. La imagen de Lord Garmadon parece más real. Y en cambio, Lloyd... El chico no merecía algo así, ni ningún maestro elemental.

-Lloyd, escucha, hijo -le digo, acercándome a la esfera de contención con Nya, Dareth y Rune detrás de mí-. Sé que tal vez conoces el plan de Cybermad, o al menos algo de lo que tenia planeado hacer...

-Los ninjas no están, ¿O sí? -pregunta. Su voz se ha tornado seca.

-No.

Detrás de mí siento como Nya, Dareth y Rune se miran entre ellos.

-¿Por qué estás sonriendo? -pregunta Rune y es la única que se atreve a dar un paso más, al frente.

Las comisuras de los labios de Lloyd se elevan un poco más.

-Sus queridos ninjas deben estar en un lugar donde no molestan.

-¿De qué hablas? -exclama Nya, tensa.

-Escuchen, recibí una trasmisión del halcón de Zane -dice Borg, desde la puerta.

Miro a Lloyd con las cejas enarcadas, pero lo único que muestra es el atisbo de una sonrisa.

-No creerán dónde están. ¡El laberinto de Hiroshi!

-¿¡Qué!?

-Tú lo sabías -masculla Nya, volviéndose hacia Lloyd hecha una furia-. ¿Por qué?

Me fijo más en los ojos de Lloyd. Hay algo extraño con él... algo que no había antes, y cuando logro reconocerlo un temor antiguo me hace retroceder un poco.

-Porque no es causa de Cybermad que estén allá -respondo, aún aturdido. El chico ladea la cabeza y junta las cejas, sabiendo perfectamente que he caído en la cuenta de qué pasa-. Es... de él.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top