El poder de Satoshi

Un grito resonó por todo el ático, despertando a Atsushi y a Kyōka, quienes se habían quedado durmiendo en el suelo, abrazados uno a otro. La pelimorada miró la hora en el móvil atado a su cuello:eran sólo las seis de la mañana, al celo de Atsushi le quedaban otras seis horas para que pasase. Sin embargo, al mirar a su amigo, pudo comprobar que ya se estaba calmando.

Kyōka sonrió antes de que otro grito la sobresaltara.

—¡Satoshi-kun!—gritó Atsushi mientras se ponía en pie para dirigirse a la habitación del menor.

Ambos jóvenes entraron en el dormitorio y el corazón casi se les salió del pecho al ver la escena:Satoshi estaba levitando rodeado de un aura azul. Unas marcas del mismo color habían rasgado las mangas de su pijama y recubrían sus mejillas. Los objetos a su alrededor también flotaban rodeados de un aura azul oscuro.

El niño tenía los ojos de un blanco inmaculado, y las lágrimas que derramaba quedaban flotando por la habitación.

Kyōka se cubrió la nariz y la boca con las manos, sorprendida y preocupada. Atsushi se posicionó debajo de donde estaba Satoshi, con los ojos bien abiertos.

¿Es...?—comenzó a preguntar Atsushi.

¿...el poder de Chūya?—terminó de decir Kyōka.

Atsushi comenzó a negar con miedo. Había visto en acción el poder de Chūya, llamado "Por la Tristeza Corrupta", o "Corrupción" para abreviar. Sabía los dolores y sufrimientos por los que pasaba el mafioso por culpa de su habilidad, y temía que a Satoshi le estuviera pasando lo mismo.

¿Qué hacemos, Atsushi?—preguntó Kyōka, igual de temerosa que él.

Atsushi se llevó las manos a las sienes, incapaz de responder. Se sentía impotente, ya que Dazai era la única persona que conocía capaz de deshabilitar una habilidad.

¿Qué está pasando?—una voz a sus espaldas lo asustó.

Atsushi chilló mientras se daba la vuelta para mirar a la persona detrás de él, quien no era otro que Akutagawa. Éste tenía el ceño fruncido mientras miraba a Satoshi.

El joven mafioso tomó de los hombros al detective y lo zarandeó mientras le preguntaba:

¿Quién es ese crío?

Atsushi miró a Kyōka, quien asintió con la cabeza.

Podría ayudarnos—murmuró la chica.

Atsushi tragó saliva antes de decir:

Es el hijo de Nakahara-san y Dazai-san—dijo el detective con un nudo en la garganta—. Lo oímos chillar y...—antes de poder seguir hablando, Akutagawa lo tiró al suelo y avanzó unos pasos hacia Satoshi.

Invocó a Rashōmon, elevándose sobre las cabeza de Kyōka y Atsushi con las cuchillas de su habilidad. Se posicionó al lado de Satoshi y lo miró con curiosidad. El niño se giró hacia él, mirándolo de igual forma.

¿Tú eres hijo de Dazai-san?—preguntó el azabache.

Un escalofrío recorrió su cuerpo en el momento exacto en el que Satoshi lo abrazó.

¡Aku-kun!—chilló en voz baja el niño mientras el aura azul se extendía por toda la habitación.

Los objetos dejaron de flotar y las marcas de los brazos y mejillas de Satoshi desaparecieron. Akutagawa descendió con Satoshi en brazos. El niño se había desmayado, pero tenía una sonrisa en su rostro.

Akutagawa miró a Atsushi, quien tenía una expresión de sorpresa en su rostro. Kyōka se aproximó al mafioso y tomó en brazos a Satoshi, dispuesta a curarle los pequeños cortes que tenía en sus brazos.

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—¿Por qué estás aquí?—preguntó Atsushi mientras le extendía una taza de té a Akutagawa.

Rashōmon insistía en que lo siguiera—dijo el mafioso mientras tomaba la taza—. Yo estaba en mi casa, durmiendo con mi mujer, cuando de repente, me despertó mi habilidad. Temí que estuviera pasando algo como aquella vez con el tipo de las gemas, pero me calmé cuando vi que no había piedra preciosa de por medio.

Akutagawa miró a Satoshi, quien dormía en el regazo de Kyōka con tranquilidad. Tosió antes de seguir con su relato:

Rashōmon tiraba de mí, como para tratar de decirme algo. Dejé una nota a Higuchi antes de seguirlo por las calles, hasta llegar al edificio en el que vive Chūya-san—explicó el azabache—. Subí por el ascensor, entré en la casa y me dirigí a donde me decía mi habilidad, es decir, la habitación del crío. No sé porqué Rashōmon tiraba de mí para que viniera, y tampoco sé porqué el hijo de Dazai-san me llama "Aku-kun"—terminó de contar.

Atsushi asintió tras escuchar la historia de Akutagawa. Miró al mafioso y dijo:

Tanto Nakahara-san como Dazai-san han hablado a Satoshi-kun sobre ti y el resto de sus compañeros. Satoshi-kun se quedó sobre todo con tu nombre y es por eso que te ha tomado cariño, a pesar de no haberte conocido en persona hasta hoy.

El detective se interrumpió al escuchar un gemido de dolor por parte de Satoshi, quien abrió los ojos y miró a su alrededor.

¿Dónde está Aku-kun?—preguntó mientras se incorporaba y miraba a Kyōka de forma somnolienta. Se pasó un puño por el ojo mientras hablaba.

La pelimorada lo señaló con la barbilla, y el niño miró hacia esa dirección. Sonrió mientras bajaba del regazo de Kyōka y se acercaba al mafioso.

¡Por fin te conozco, Aku-kun!—exclamó Satoshi, emocionado.

Akutagawa parpadeó, confuso.

Soy Satoshi Dazai Nakahara—el niño inclinó la cabeza a un lado—. Y hasta ahora sólo te reconocía por tu voz.

—¿Mi...voz?—preguntó Akutagawa, confundido.

Así es. Leí en un libro que los bebés en estado de gestación pueden oír y reconocer voces, y aparte de la de papi y papá la única que reconozco y recuerdo es la tuya—explicó el niño—. Cuando escuché por primera vez tu voz, papi me dijo enseguida tu nombre y que estaba muy orgulloso de ti. Papá también lo dice bastante cuando papi le cuenta tu progreso. Así es como te cogí cariño, Aku-kun.

Kyōka chasqueó los dedos delante de la cara de Akutagawa, quien se había quedado helado. Unos segundos después, el mafioso se echó ligeramente hacia delante, ocultando así su rostro.

El hijo de Dazai-san dice que me tiene cariño—masculló—feliz—Akutagawa.

Atsushi hizo una mueca mientras Satoshi sonreía y Kyōka reía levemente. La pelimorada miró a Akutagawa y carraspeó.

Akutagawa—lo llamó Kyōka—. Ahora que sabes de la existencia de Satoshi, por favor, no lo menciones a nadie. Dazai y Chūya lo guardaron en secreto para protegerlo, y que tú lo hayas conocido por Rashōmon—en circunstancias aún desconocidas—, no significa que alguien más pueda saberlo, ¿lo entiendes?

Akutagawa se incorporó y se llevó la mano derecha al corazón.

Juro que protegeré a Satoshi-san con mi propia vida—juró el mafioso—. Haré cuanto esté en mi mano porque nadie se entere de su existencia.

Una gota de sudor frío cayó por la nuca de Atsushi y Kyōka. Satoshi los miró y rió, contento.

Dedicado a SoMoon1

¡Último capítulo de la semana! A partir del jueves de la semana que viene, que será Jueves Santo, ya tendré vacaciones 👏 

Durante el período de mis vacaciones de Semana Santa, me gustaría subir alguna historia nueva o el último capítulo del three shot "Tomioka-Sensei". Ya se verá 😁 

Bueno, eso era todo. Nos vemos el miércoles 👋 

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