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Capítulo 1: El Portal de Green Hill Zone

Era un día tranquilo en Green Hill Zone, el sol brillaba y la brisa suave movía las hojas de los árboles, mientras Sonic y sus amigos disfrutaban de un merecido descanso tras sus últimas aventuras. Tails, Knuckles, Amy y Shadow se encontraban reunidos alrededor de una pequeña zona de césped cerca del agua, cuando una extraña vibración recorrió el suelo. Un destello de luz azul surgió repentinamente en el horizonte, causando que todos se pusieran alerta.

¿Qué fue eso? —preguntó Sonic, con su característico tono despreocupado, pero con una mirada intrigada.

Tails ajustó sus gafas y miró hacia el cielo.

Es un portal... —dijo, la voz temblorosa, como si estuviera reconociendo algo familiar pero inquietante. — No parece ser algo de nuestra dimensión...

Antes de que pudieran reaccionar, el portal comenzó a expandirse, engullendo la luz alrededor y deformando el espacio-tiempo a su alrededor. De repente, una figura emergió del portal, seguida por una oleada de criaturas extrañas, una invasión que parecía salida de una pesadilla.

Camarógrafo, Toilet, TV Man y Speakerman, todos zombificados, comenzaron a aparecer de la nada, arrastrándose hacia el grupo de héroes. Cada uno de ellos estaba mutado por una terrible infección, sus cuerpos deformados por el Virus-19. La malevolencia de la invasión era palpable, como si estuvieran destinados a causar caos y destrucción sin piedad.

A lo lejos, un gigantesco Titan Speakerman avanzaba con pasos resonantes, su gigantesco cuerpo mecánico y sus brazos extendidos, como si fuera una máquina de guerra imparable. A su lado, el Titan TV Man Mech, una monstruosa versión mecánica de TV Man, avanzaba con el mismo propósito, aplastando el suelo bajo su peso colosal.

¡Cuidado! —gritó Shadow, saltando al frente con su característica actitud seria. — No son enemigos comunes. Debemos detenerlos antes de que causen más daño.

De repente, una gigantesca Zombie Titan Drillman emergió del portal, su taladro afilado girando a gran velocidad mientras la maquinaria dentro de su cuerpo zumbaba como un monstruo mecánico. Los héroes podían sentir la amenaza que representaba este ser, no solo por su tamaño, sino por la poderosa fuerza que emanaba de su drill. El ambiente se volvía cada vez más tenso mientras la batalla se acercaba.

¿Qué está pasando? ¿De dónde vienen todos estos? —preguntó Knuckles, mirando a los zombis con desconfianza.

Tails se acercó a un monitor portátil que había llevado consigo, tratando de obtener algo de información. En su pantalla, un mapa interdimensional apareció, con varios puntos parpadeando. Una señal, un rastro de energía proveniente del portal, comenzó a mostrar que algo mucho más grande estaba por llegar.

¡Esto no es normal! —dijo Tails, con la preocupación reflejada en su rostro. — Este portal... no es solo un cruce de dimensiones. Este lugar está siendo invadido por una fuerza externa. Algo mucho más peligroso está detrás de esto...

Mientras tanto, Sonic y Shadow se preparaban para enfrentarse a las oleadas de enemigos que se acercaban rápidamente. Amy estaba lista con su martillo, mientras que Knuckles afilaba sus puños, anticipando la pelea que se avecinaba.

Sin embargo, antes de que pudieran dar el primer paso, una sombra oscura apareció ante ellos, y con ella, una presencia imponente. La figura se materializó, revelando un ser con una apariencia extraña y aterradora, el Doctor de la Peste.

Ah... parece que he llegado a un lugar interesante. —dijo con una voz profunda y retumbante. Sus ojos rojos brillaron con malicia, y su figura se alzó como una mezcla de organico y mecánico. Sus nueve colas, algunas metálicas y otras biológicas, se movían con agilidad mientras su brazo izquierdo, que terminaba en una garra, se levantaba hacia el cielo. — Virus 19... esta es la clave para perfeccionar todo...

Sonic, Tails, y los demás se miraron entre sí, reconociendo que este nuevo enemigo era mucho más peligroso de lo que jamás habían enfrentado. El Doctor de la Peste parecía haber traído consigo una nueva forma de invasión, algo que no solo amenazaba a su mundo, sino que podría destruir las fronteras entre dimensiones.

¡No dejes que escape! —gritó Shadow, preparando su Chaos Spear.

Sonic asintió y se lanzó al ataque, pero la figura del Doctor de la Peste no parecía tener miedo de su velocidad.

Virus 19 es mi legado. —dijo el Doctor de la Peste mientras las criaturas infectadas de su ejército se posicionaban a su alrededor, rodeando a los héroes. — Y este mundo será el primero en ser... purificado.

Mientras tanto, las criaturas mutadas seguían avanzando, y el caos se desataba en Green Hill Zone. La batalla por la supervivencia acababa de comenzar, y Sonic y sus amigos tendrían que unirse más que nunca para derrotar a la invasión de Nine Plaga (Doctor de la Peste) y detener el Virus-19 antes de que consumiera su mundo... y otros universos.

La Revelación de Nine Plaga

La batalla en Green Hill Zone estaba en su punto más tenso. Sonic, en su afán por derrotar a Nine Plaga, se lanzó con velocidad hacia él, sin perder tiempo. Con un giro rápido, Sonic le dio un golpe certero a Nine Plaga, quien aún estaba en su postura de poder, preparando su siguiente movimiento.

El impacto fue tan fuerte que Nine Plaga no pudo evitar caer de espaldas. La máscara, que había estado cubriendo su rostro hasta ese momento, se desprendió con un estruendoso sonido, cayendo al suelo con un ruido metálico.

Lo que el grupo vio los dejó en shock. El ser que tenían frente a ellos no era solo un enemigo mecánico, sino algo mucho más perturbador. Nine Plaga (Doctor de la Peste), sin su máscara, mostró su verdadero rostro: una mezcla espantosa de lo orgánico y lo mecánico. Su piel era parcialmente quemada y destrozada, con cicatrices cosidas con alambre de acero que recorrían su rostro. Su ojo izquierdo brillaba con un rojo intenso, mientras que su ojo derecho, que parecía casi normal, era de un azul cielo brillante.

En su brazo izquierdo, un brazal robótico con garras sobresalía, y sus orejas, aunque parcialmente desaliñadas, mostraban una oreja mecánica en su lado derecho. Su pelaje era de un blanco sucio con tonos amarillos, su apariencia más desordenada que nunca. Sus tres mechones frontales se alzaban hacia arriba, como si desafiaran las leyes de la gravedad.

Sonic y sus amigos, incluyendo a Miles "Tails" Prower, Amy Rose, Knuckles, Rouge, Cream, Vanilla, Silver, y Blaze, observaban sorprendidos, incapaces de comprender lo que veían. Tails dio un paso atrás, observando a la criatura frente a él con asombro y confusión.

Es... ¿Tails de otro universo? —dijo Amy, su voz llena de incredulidad.

Sonic, sin dejar de observar la figura extraña, frunció el ceño. Algo no estaba bien. Nine Plaga (Doctor de la Peste) no tenía nada que ver con Tails, aunque su apariencia pudiera confundir a cualquiera.

En ese instante, la figura se incorporó lentamente, con un brillo frío en su ojo biónico, y con voz grave, el Doctor de la Peste habló, dejando en claro su identidad.

No soy Tails... —dijo con tono sombrío. — Soy Nine Plaga (Doctor de la Peste).

El grupo no pudo evitar reaccionar, aún más confundidos. ¿Cómo era posible que alguien tan familiar, pero a la vez tan diferente, pudiera estar frente a ellos?

Sonic, que nunca perdía su actitud, frunció el ceño y se adelantó.

Entonces, ¿quién eres realmente? ¿Qué has hecho con Tails? —dijo, con su típica determinación.

Nine Plaga (Doctor de la Peste), con su ojo rojo brillando de manera perturbadora, simplemente sonrió, una sonrisa que parecía más una mueca cruel.

Lo que he hecho con él no te concierne. —respondió, su voz temblando con una amenaza palpable. — Lo que importa es que ahora soy el único con el poder suficiente para destruir todo lo que conoces. Este Virus-19 ha comenzado, y nada ni nadie puede detenerlo.

En ese momento, el grupo entendió que estaban frente a algo mucho más peligroso que solo una invasión zombi o un enemigo cualquiera. Nine Plaga no era un Tails de otro universo, sino una entidad completamente diferente, formada por una mezcla retorcida de tecnología, biología y Virus 19. Su conexión con Tails era superficial, más como una cruel burla a lo que alguna vez fue su amigo.

Tails miraba con angustia, claramente preocupado por la transformación de esta figura en algo tan monstruoso, y no podía evitar sentirse culpable por el parecido que compartían.

¿Qué has hecho... a ti mismo? —susurró Tails, sus palabras cargadas de tristeza.

Nine Plaga (Doctor de la Peste) se acercó lentamente a él, sin perder su postura arrogante.

Capítulo 3: El Fruto del Viaje del Tiempo

La batalla parecía estar en su apogeo. Sonic, junto a sus amigos, se preparaban para enfrentarse a Nine Plaga, cuya amenaza crecía con cada palabra que pronunciaba. Nine Plaga (Doctor de la Peste), aún con su rostro desfigurado y su forma alterada, comenzó a hablar, sus ojos brillando con ira y amargura.

Yo soy el fruto del viaje del tiempo de Sonic... —dijo, su voz llena de rencor y dolor. Sus palabras resonaron en el aire, llenas de una verdad devastadora que dejó a todos en shock. — El plan del Dr. Eggman comenzó mucho antes de lo que imaginas. Todo lo que conoces, todo lo que has vivido, ha sido alterado por tus decisiones.

Sonic y el resto de sus amigos, completamente sorprendidos por lo que escuchaban, intercambiaron miradas confundidas. El impacto de sus palabras era palpable, como si el tiempo mismo estuviera jugando en su contra. Nine Plaga continuó, su tono cada vez más sombrío.

Sonic the Hedgehog y sus amigos se embarcaron en un viaje para localizar el Paradox Prism, un objeto misterioso que podría alterar la realidad misma. Mientras intentaban evitar que Eggman se apoderara de él, Sonic... —hizo una pausa, su rostro retorcido por el desprecio. — Lo rompió accidentalmente en pedazos y desapareció.

Sonic dio un paso adelante, sin comprender completamente lo que estaba sucediendo.

¿El Paradox Prism? ¿Eso tiene que ver con todo lo que está pasando ahora? —preguntó, su mente tratando de conectar los puntos.

Nine Plaga dejó escapar una risa burlona, un sonido que estaba cargado de amargura.

Exactamente, Sonic. Te despiertas y te encuentras en un multiverso, sufriendo de amnesia a corto plazo, enfrentándote a doppelgängers de tus amigos, versiones distorsionadas que no son las mismas que conocías. —El odio en su voz era claro. — Y en tu búsqueda por encontrar los fragmentos perdidos, eres asistido por un doppelgänger llamado Nine, quien te otorga tecnología más allá de tu imaginación. Pero todo esto fue un engaño. Yo... yo soy Nine, y ahora todo lo que has hecho ha sido en vano.

El grupo estaba atónito. ¿Qué estaba diciendo Nine Plaga? ¿Había tenido algo que ver con lo que había sucedido en ese universo alterado? La revelación de que él mismo era el doppelgänger, el Nine al que Sonic había conocido, parecía sacudir los cimientos de la realidad misma.

¿A qué te refieres? —preguntó Tails, su voz temblando de incertidumbre. — ¡Nos ayudaste! ¿Cómo pudiste hacer todo esto si en realidad querías destruirnos?

Nine Plaga levantó la cabeza, su mirada fija en Sonic con una furia indescriptible.

Tu viaje en el tiempo, Sonic... al detener lo que alguna vez sucedió, causaste que yo recordara todo de la forma equivocada. ¡Maldito Sonic, arruinaste mi vida! —su voz era ahora un rugido lleno de odio y desesperación. — Ahora, Nine Plaga es lo único que queda de esa distorsión. Soy un SCP 049, un ser que se ha reconfigurado en este nuevo universo, y ahora... ¡destruiré todo lo que has conocido!

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de todos los presentes. Nine Plaga, quien una vez parecía un aliado, se había convertido en la peor amenaza que enfrentaban. Era claro ahora: todo lo que habían hecho había llevado a este momento, donde las piezas del Paradox Prism estaban dispuestas a desencadenar algo mucho más grande y peligroso.

Sonic se acercó a él, su rostro mostrando una determinación renovada.

No dejaré que lo hagas. No dejaré que destruya todo lo que hemos construido. ¡Puedo arreglarlo! —dijo con fuerza, su voz cargada de resolución.

Nine Plaga, sin embargo, simplemente se rió. La risa resonó en el aire, como si todo ya estuviera perdido.

¿Arreglarlo? —preguntó, su tono burlón. — ¿Crees que puedes arreglar lo que ya está roto? Este es el resultado de tus decisiones, Sonic. El Paradox Prism ya no tiene control. Ahora yo, Nine Plaga, tengo el poder. Y todo lo que conoces... desaparecerá.

En ese momento, el aire se llenó de una energía peligrosa. Nine Plaga comenzó a reunir una poderosa energía oscura, su cuerpo retorciéndose con la energía que había acumulado a lo largo de su existencia. Los amigos de Sonic sabían que si no actuaban rápido, todo podría terminar de manera catastrófica.

Tails miró a Sonic, su rostro preocupado.

Sonic, ¡tenemos que detenerlo antes de que destruya todo!

Con una mirada decidida, Sonic dio un paso adelante, listo para enfrentarse a Nine Plaga y detener su plan a toda costa.

La batalla final por el destino del multiverso comenzaba, y aunque las circunstancias parecían imposibles, Sonic y sus amigos nunca se rendirían.

Capítulo 4: Refuerzos y Nuevas Amenazas

Nine Plaga (Doctor de la Peste) alzó sus brazos, liberando una energía oscura que resonó en el aire. Desde las sombras, comenzaron a emerger más zombies: camarógrafos, toilets, y hombres de televisión. Sus movimientos eran erráticos, pero su objetivo claro: obedecer a su maestro.

¡Mis leales sirvientes! El multiverso será mío, y nadie podrá detenerme.

Mientras los héroes se preparaban para enfrentarse a esta nueva oleada de enemigos, el cielo comenzó a rasgarse. Una grieta roja se formó, extendiéndose como un corte en el tejido de la realidad misma.

De la grieta emergió El Caballero, una figura imponente envuelta en una armadura roja adornada con símbolos antiguos y empuñando un colosal hacha de batalla multiversal. El aura que emanaba de su arma era tan intensa que todos, incluso los infectados de Nine Plaga, se detuvieron momentáneamente.

Nine Plaga, tu ambición ha perturbado el equilibrio del multiverso. —La voz grave y resonante de El Caballero llenó el campo de batalla. — He venido a detenerte... pero primero, ayudaré a traer más caos a esta escena.

Con un movimiento de su hacha, desgarró otra grieta en el aire, y de esta emergió una nueva figura: Plungerman.

Plungerman aterrizó con un fuerte impacto, levantando una nube de polvo. Su figura esbelta pero robusta destacaba: su cabeza de cámara CCTV negra con una linterna azul iluminaba el entorno, y su atuendo elegante y profesional no hacía más que acentuar su peculiaridad. Sus dos émbolos y la mochila propulsora en su espalda parecían listos para la acción.

Gracias, Caballero. Ahora, es hora de hacer limpieza. —dijo Plungerman con una voz mecánica pero autoritaria.

El Caballero asintió y luego se volvió hacia Nine Plaga, señalándolo con el filo de su hacha.

Nos enfrentaremos pronto, Doctor, pero primero... permitamos que nuestros aliados limpien el tablero.

Mientras tanto, Sonic y su equipo estaban en una lucha desesperada contra los zombies, pero la llegada de Plungerman trajo un giro inesperado. Con movimientos rápidos y calculados, Plungerman usó sus émbolos como armas improvisadas, golpeando y derribando a los zombies camarógrafos y toilets con precisión. Su mochila propulsora le permitió esquivar ataques y posicionarse estratégicamente en la batalla.

Tails, impresionado por la tecnología de Plungerman, gritó:

¡Oye, Plungerman! ¡Buena tecnología! ¡Necesito analizar eso algún día!

Plungerman respondió sin dejar de luchar:

Primero sobrevivamos, chico genio. Luego hablamos de ciencia.

La batalla continuó, con Sonic, Shadow, y los demás uniéndose al combate mientras intentaban evitar ser abrumados por los infectados.

Por otro lado, Nine Plaga observaba desde lejos, una sonrisa torcida en su rostro.

Caballero, Plungerman... creen que pueden detenerme. Pero este es solo el comienzo de mi verdadero poder.

Mientras tanto, El Caballero comenzó a avanzar hacia Nine Plaga, blandiendo su hacha multiversal con determinación.

Nos enfrentaremos aquí y ahora, Doctor. Tú y yo. El multiverso depende de ello.

Capítulo 5: La Batalla del Multiverso

El aire vibraba con la tensión de la batalla, y todo a su alrededor parecía resonar con la energía de los enfrentamientos. Nine Plaga (Doctor de la Peste), después de un momento de calma ominosa, se colocó su máscara característica: una máscara de pico de pájaro, tradicionalmente asociada con la peste, pero que ahora parecía emanar una fuerza oscura y peligrosa.

Al hacerlo, su presencia se intensificó, como si un velo de poder se hubiera levantado a su alrededor. De inmediato, la atmósfera se cargó con una sensación de maldad palpable, y todos los presentes, desde Sonic hasta El Caballero, pudieron sentir el cambio.

Nine Plaga, ahora completamente transformado, comenzó a levitar levemente del suelo, sus ojos brillando con intensidad.

¡Es hora de que el multiverso sienta mi verdadera fuerza! —gritó, con su voz distorsionada por la máscara.

A continuación, extendió sus manos hacia El Caballero, y con un movimiento brusco, Nine Plaga utilizó su habilidad de telequinesis para detener a su oponente en seco, el hacha de El Caballero suspendida en el aire, sin poder moverse. El Caballero intentó resistir, pero la presión era abrumadora, la fuerza invisible de Nine Plaga bloqueando cada intento de avanzar.

Nine Plaga sonrió bajo su máscara, disfrutando del control absoluto de la situación.

¿Creías que podrías enfrentarte a mí con esa herramienta, Caballero? —dijo, mientras aumentaba la presión telequinética, haciendo que la armadura de El Caballero crujiera bajo el peso de su poder.

El Caballero, sin embargo, no era alguien fácil de vencer. Con una determinación férrea, usó su habilidad con el hacha de batalla multiversal para desgarrar el aire, liberándose brevemente de la telequinesis de Nine Plaga. La grieta en el tejido de la realidad volvió a abrirse, causando que fragmentos de otras dimensiones emergieran momentáneamente.

No subestimes la capacidad de este hacha. El multiverso es mi dominio tanto como el tuyo, Plaga. —con una feroz determinación, El Caballero hizo que su hacha rasgara el aire una vez más, y en un último esfuerzo, logró liberar completamente su cuerpo del agarre telequinético.

La lucha entre ellos se intensificó, con Nine Plaga utilizando su telequinesis para enviar enormes rocas y escombros volando hacia El Caballero, mientras que este contraatacaba con su hacha, abriendo portales en el aire que transportaban proyectiles y energías de otras realidades. El choque entre estos dos combatientes provocaba temblores en el suelo, y las grietas en el espacio-tiempo se expandían.

Mientras tanto, el equipo de Sonic no podía quedarse atrás. Aunque estaban sorprendidos por la intensidad del combate, Sonic, Tails, Amy, Knuckles, y los demás comenzaron a lidiar con los zombies que Nine Plaga había invocado, desde los Camarógrafos hasta los más poderosos Zombie Titan Drillman.

Sonic, usando su velocidad, corría alrededor de los enemigos, desarmando a los zombies con su energía cinética.

¡Vamos! ¡Ayúdenme a despejar el camino! —gritó mientras esquivaba ataques y derribaba a los infectados.

Tails, por su parte, usaba su ingenio para hackear algunos de los sistemas de los zombies Rogue TV Man y los Zombie Striders, desactivando sus movimientos y paralizándolos.

Pero la verdadera batalla se libraba entre Nine Plaga y El Caballero. Nine Plaga, ahora completamente en control de la lucha, utilizaba su telequinesis para desestabilizar a su oponente, haciéndolo caer de rodillas.

Es inútil, Caballero. —dijo, sus palabras llenas de desprecio. — Tu lucha es en vano. Soy la única fuerza que importa ahora. El multiverso se doblegará ante mí.

Capítulo 6: La Caída del Doctor Nine Plaga

El aire estaba impregnado de tensión, la batalla entre Nine Plaga (Doctor de la Peste) y El Caballero alcanzaba su punto culminante. Mientras Nine Plaga, decidido a destruir a El Caballero, levantaba la mano con un gesto frío, su voz resonó entre las sombras que se cernían sobre el campo de batalla.

¡Zombies! ¡Destruyan al Caballero! —ordenó Nine Plaga con furia en sus palabras, su poder telequinético desatado sobre los restos de los infectados. Los zombies que aún quedaban, entre los cuales estaban Camarógrafos, Zombie Striders, Zombie Titan Drillman, y varios otros, comenzaron a moverse en la dirección de El Caballero, atraídos por la poderosa orden del Doctor.

El Caballero, sin embargo, no estaba dispuesto a ceder. Viendo cómo los zombies avanzaban hacia él con ferocidad, entendió que la única forma de detener a Nine Plaga era confrontar la amenaza de una vez por todas. Con un resoplido, El Caballero apretó su empuñadura alrededor de su Hacha de Batalla Multiversal, un arma capaz de rasgar no solo el tejido de la realidad, sino de alterar las leyes mismas del espacio-tiempo.

¡Ven a por mí! ¡Verás lo que te espera! —gritó El Caballero mientras la hoja de su hacha comenzó a brillar con una energía cósmica, pulsando con fuerza, como si fuera el corazón de una estrella moribunda. La energía del Hacha de Batalla Multiversal comenzó a distorsionar el aire, creando grietas que se abrieron como bocas de monstruos interdimensionales.

Antes de que los zombies pudieran llegar a él, El Caballero levantó su hacha por encima de su cabeza y lo bajó con un feroz golpe. El impacto de la hoja en el aire hizo que la realidad misma se agrietara como un cristal roto. Un enorme agujero negro se formó instantáneamente frente a él, absorbido por el poder del hacha.

El agujero negro no solo era un vórtice cósmico, sino que parecía estar conectado con algo mucho más oscuro, un lugar donde las sombras mismas parecían morir. La distorsión en el espacio-tiempo era tal que los zombies que avanzaban rápidamente hacia El Caballero fueron arrastrados de inmediato, como si fueran hojas arrastradas por un viento infernal. A medida que se acercaban al agujero negro, su existencia misma parecía ser absorbida, como si todo lo que tocara esa fuerza fuera arrasado.

¡NOOOOO! —gritó Nine Plaga mientras intentaba usar su telequinesis para detener el avance de los zombies, pero era demasiado tarde. Con un estallido de poder, todos los zombies fueron arrastrados hacia el agujero negro, incluido el mismo Nine Plaga. Su cuerpo, mitad orgánico y mitad mecánico, comenzó a desintegrarse ante el poder del agujero, sus gritos resonando mientras el vórtice lo absorbía.

El Caballero observó sin piedad mientras la última resistencia de Nine Plaga desaparecía dentro del agujero negro. La distorsión en el aire creció más y más, hasta que el agujero negro se cerró de golpe, dejando atrás solo un vacío oscuro.

Sin embargo, la victoria no era completa. El Caballero sabía que Nine Plaga no era alguien fácil de destruir, y este no sería el fin de la guerra que se libraba entre ellos. Aunque el Doctor había sido arrastrado a la oscuridad del Grim, sus planes aún podrían estar en marcha, y los ecos de su poder podrían seguir resonando en el multiverso.

Esto no ha terminado, Doctor. —murmuró El Caballero mientras miraba al vacío dejado por el agujero negro.

A lo lejos, Sonic y su equipo, aunque aliviados por la desaparición de Nine Plaga y sus zombies, sabían que el multiverso estaba lejos de estar a salvo. Mientras El Caballero regresaba a su lugar de origen, Sonic y sus amigos se preparaban para lo que vendría después.

Vamos a necesitar toda la ayuda que podamos conseguir. —dijo Sonic, mirando al horizonte, donde las grietas en el cielo parecían seguir latentes.

Capítulo 7: El Regreso al Universo Skibidi Toilet

En un lugar donde el caos y la distorsión son la norma, el portal que conectaba al Grim con el universo de Skibidi Toilet se abrió de repente. Del vórtice surgieron Nine Plaga (Doctor de la Peste) y todos los zombies que había comandado previamente: desde los Camarógrafos hasta los Zombie Titan TV Man y Zombie Jefe Científico Skibidi Toilet Mech.

Al emerger, la atmósfera del universo Skibidi Toilet les envolvió con una oscuridad familiar y retorcida. El aire estaba impregnado con el sonido constante de retorcidas bocinas y altavoces rotos, y el paisaje estaba poblado por estructuras desmoronadas de inodoros, pantallas de televisión rotas y zombies Skibidi Toilet errantes.

¡Estamos de vuelta! —rugió Nine Plaga, viendo cómo los restos de su ejército se reagruparon, moviéndose entre los destrozos y los objetos podridos que marcaban este horrible mundo. Mientras observaba el horizonte desolado, una sensación de poder comenzó a surgir dentro de él, aunque aún maldecía a Sonic por su fracaso en el Shatterverse.

Los zombies comenzaron a reformarse a su alrededor, siguiendo su comando una vez más, mientras otros Skibidi Zombies se reunían alrededor de las pantallas rotas y las instalaciones mecánicas abandonadas.

¡El mundo está bajo mi control, y esta vez, ningún héroe podrá detenerme! —dijo Nine Plaga, con su rostro sin máscara, mostrándose como una mezcla de orgánico y mecánico. Sus ojos brillaban con un rojo infernal mientras observaba la destrucción a su alrededor. Su mente, que ya había sido destrozada por la manipulación del tiempo, buscaba una forma de restablecer el orden en este universo caótico.

A medida que Nine Plaga y sus zombies recorrían el universo Skibidi Toilet, la tecnología y las máquinas en el entorno comenzaban a cobrar vida. Los Zombie Titan TV Hombre emitían ondas radiales extrañas mientras las pantallas rotas comenzaban a mostrar distorsiones, y los Zombie Drillman perforaban el suelo en busca de más recursos.

¡Activar el Plan de Reconfiguración! —ordenó Nine Plaga, y el Zombie Jefe Científico Skibidi Toilet Mech, una versión aún más monstruosa y mecánica de los científicos del Skibidi Toilet, se puso en marcha. El enorme robot comenzó a abrir brechas en el espacio-tiempo, buscando nuevas formas de aumentar el control de Nine Plaga sobre este mundo.

Mientras tanto, las sombras del universo Skibidi Toilet se oscurecían aún más, y un nuevo peligro comenzaba a formarse. Nine Plaga no solo buscaba venganza contra Sonic y sus amigos, sino que también tenía sus propios planes oscuros para dominar este mundo y convertirlo en un caos absoluto.

En un rincón lejano, lejos del alcance de Nine Plaga y sus zombies, una fuerza desconocida se despertaba. Algo más grande, más antiguo y más poderoso que Nine Plaga. El verdadero poder del universo Skibidi Toilet estaba a punto de ser revelado, y los ecos de una batalla aún más grande comenzaban a resonar en la distancia.

El universo Skibidi no tiene dueño. —se oyó una voz sombría en la distancia, mientras una figura oscura comenzaba a emerger de las sombras.

Capítulo 8: La Alianza Inesperada en Green Hill

El aire en Green Hill Zone estaba tranquilo, pero una nueva energía comenzaba a presionar el ambiente. Sonic y sus amigos, que se encontraban relajándose después de la última batalla contra Nine Plaga, sintieron una extraña vibración. Tails, Shadow, Amy, Cream, Vanilla, Blaze y Silver intercambiaron miradas, alertados por el cambio en la atmósfera.

De repente, un portal apareció ante ellos. No era como los que usualmente veían; este era grande, oscuro, con fragmentos de realidad flotando dentro de él. Del vórtice emergió una serie de figuras imponentes, como si fueran una flota preparada para la batalla. La tripulación del Caballero había llegado, una fuerza desconocida que había cruzado dimensiones.

Entre ellos, destacaron las siguientes figuras:

CamarógrafoHombre RelojAseo SkibidiLíder Inodoro G-Man SkibidiVisitantes:La tripulación del KrakenNudillos el TerrorBatten RojoRosa NegraBagreRanita Sin LugarColas de VelasLa Antigua Tripulación de Knuckles the DreadJacoboHuesos de ConejoBarba de TormentaCarroñerosPajaritoRosa EspinosaNudillos NudososRojo PrimFranchuteGato HambrientoPájaro SombríoMangey TailsPrim Rouge

La multitud de seres de múltiples dimensiones aterrizó en Green Hill, causando una pequeña sacudida en el suelo. Los ojos de Sonic y sus amigos brillaban de sorpresa ante esta extraña alianza. Nadie podía prever cómo estas fuerzas llegaban a su hogar.

Sonic se adelantó y con una sonrisa dijo:

¿Qué tenemos aquí? Una nueva tripulación en Green Hill?

Tails observó con curiosidad a las figuras que salían del portal, reconociendo algunas como seres de dimensiones desconocidas.

Esto es... raro, Sonic. Nunca he visto algo así. —comentó Tails, ajustando sus gafas, mientras sus dedos recorrían un dispositivo que había creado para analizar la energía del portal.

Shadow, quien observaba en silencio, se acercó al Caballero, reconociendo su presencia como alguien de otro universo.

Parece que este Caballero está relacionado con el multiverso. ¿Qué quiere de nosotros? —preguntó Shadow con desconfianza.

Pero antes de que pudieran preguntar más, uno de los visitantes, Nudillos el Terror, se adelantó y habló con una voz grave y resonante:

Vengo en nombre de El Caballero, el líder de nuestra alianza. Necesitamos tu ayuda para enfrentar una amenaza más grande que Nine Plaga.

La tensión en el aire aumentó cuando la Tripulación del Kraken hizo una breve aparición, mientras Rosa Negra observaba detenidamente a Amy, y Franchute y Gato Hambriento intercambiaban miradas desafiantes con Silver y Blaze.

A medida que la nueva tripulación se organizaba, Sonic y sus amigos comprendieron que algo mucho más grande estaba por venir, y que esta alianza podría ser la clave para salvar su mundo y el multiverso.

Bien, estamos listos para lo que sea. Pero antes de que empiecen a darnos órdenes, ¿quiénes son ustedes? —preguntó Sonic, manteniendo su típica actitud confiada, pero con una nueva tensión en su voz.

El Caballero, al frente de su ejército, se adelantó y desenvainó su Hacha de Batalla Multiversal.

Soy El Caballero, y lo que está por venir desafiará todo lo que conocéis.

La batalla por el multiverso estaba a punto de comenzar.

Capítulo 9: El Rostro de la Amenaza

El ambiente en Green Hill Zone se volvía cada vez más tenso con la llegada de la alianza del Caballero y el impacto de la revelación. Sonic y sus amigos, incluyendo Tails, Shadow, Amy, Blaze, Silver, y el resto de sus compañeros, se encontraban desconcertados mientras escuchaban las palabras del Caballero.

El Caballero, empuñando su Hacha de Batalla Multiversal, habló con solemnidad:

La verdadera amenaza no es solo Nine Plaga. Es una variante de Tails, uno que ha sido transformado y corrompido por las sombras de un multiverso alternativo. Ese es Nine Plaga, Doctor de la Peste, pero con un toque mucho más oscuro que cualquier variante que hayan conocido.

Sonic frunció el ceño mientras Tails se veía visiblemente preocupado, sabiendo que su contraparte alternativa podía no ser tan amigable.

¿Una variante de Tails? —preguntó Sonic, el asombro y la confusión claramente visibles en su rostro.

El Caballero asintió, mirando a los demás mientras sus palabras continuaban resonando en el aire:

Así es. Nine Plaga es una mezcla de Tails y el mal que ha infectado su alma. Aunque comparte ciertas características con Mangey Tails o Sails Tails, se ha corrompido hasta un punto donde su verdadera naturaleza es peligrosa y maliciosa.

Los ojos de Sonic brillaron de entendimiento, y un sentimiento de incomodidad se apoderó de Tails, quien se estremeció al pensar en una versión maligna de sí mismo.

¿Y qué tan fuerte es este Nine Plaga? —preguntó Shadow, manteniendo una postura defensiva. Él sabía que cualquier amenaza que viniera de una versión corrompida de Tails podría ser peligrosa.

El Caballero señaló a los zombis que aparecían tras su grupo, resaltando que ellos eran solo una faceta del poder de Nine Plaga.

Los zombis, las criaturas que han estado destruyendo todo a su paso, son solo un reflejo de la oscuridad que Nine Plaga ha abrazado. Y no olviden su rostro. —dijo el Caballero, con un tono más grave.

Sonic y sus amigos intercambiaron miradas preocupadas.

Lo vimos. —dijo Sonic, recordando el momento en que se enfrentaron a Nine Plaga en su forma sin máscara.

Tails murmuró con un tono bajo:

Es horrible... su rostro...

Sonic asintió, recordando la descripción de la espantosa apariencia de Nine Plaga:

Mitad orgánico, mitad mecánico, con un ojo biónico rojo y cicatrices cosidas con alambre de acero. —recordó Sonic, mientras Tails apretaba los puños.

Su brazo izquierdo... es robótico, con garras... y su oreja derecha también es mecánica. —agregó Amy, visiblemente horrorizada por la descripción.

¡Es como si lo hubieran despojado de su humanidad por completo! —comentó Blaze, mirando a Tails con preocupación.

Es peor que eso... —murmuró Silver, en tono sombrío. — Este Nine Plaga tiene el poder de destruir dimensiones y alterar la realidad a su voluntad. Si no lo detenemos, no habrá nada que podamos salvar.

Sonic estaba inquieto pero decidido. Sabía que enfrentarse a una versión oscura de su amigo Tails no sería fácil, pero confiaba en la fuerza de su equipo.

No podemos dejar que Nine Plaga gane. No importa qué tan malvado o poderoso sea, vamos a detenerlo. —afirmó Sonic con firmeza.

Tails, aunque aún preocupado por lo que esa versión malvada de sí mismo podía hacer, asintió con determinación:

No voy a permitir que ese... ese monstruo se salga con la suya. Vamos a salvarlo, y a detener la amenaza.

El Caballero, observando la determinación en los ojos de todos, asintió.

Entonces prepárense. La batalla será difícil, pero si actuamos juntos, podemos ganar.

La alianza del Caballero se preparó para la batalla. El viento comenzó a soplar con fuerza en Green Hill, y la oscuridad del Nine Plaga parecía acercarse, trayendo consigo hordas de zombis y una amenaza que solo podía ser detenida por aquellos dispuestos a luchar por el bien.

El destino de los universos estaba en sus manos.

La Llegada de Nine Plaga y la Alianza Inesperada

La atmósfera en Green Hill Zone estaba cargada de tensión. El viento soplaba con fuerza, agitaba los árboles y hacía que la hierba se moviera como olas. Sonic y su equipo estaban listos para enfrentarse a lo que fuera que se les viniera encima, pero nunca imaginaron que una horda de zombis y la presencia de un ser tan oscuro como Nine Plaga serían solo el comienzo de la verdadera batalla.

De repente, un estremecedor rugido resonó por toda la zona. Los árboles comenzaron a temblar mientras las sombras se alargaban en el horizonte. Una figura oscura, reconocible pero aterradora, apareció a través del vórtice dimensional que el Caballero había creado: Nine Plaga (Doctor de la Peste).

¡Él ha llegado! —exclamó Sonic, dándose la vuelta mientras se preparaba para la confrontación.

La figura de Nine Plaga era imponente. Aunque su rostro estaba cubierto por la máscara de doctor de la peste, todos sabían que la verdadera amenaza era lo que había detrás. Sus ojos biónicos brillaban con una intensidad roja que reflejaba la pura maldad de su ser. Con su brazo izquierdo robótico y su imponente postura, se adelantó, caminando a paso firme hacia el grupo de héroes.

Tails, con el rostro pálido, observaba con preocupación. No solo era un enemigo más fuerte de lo que pensaba, sino también una versión retorcida de sí mismo.

Este no es solo un enemigo cualquiera... —dijo Tails, su voz temblando ligeramente.

Sonic asintió, sintiendo el peso de la situación. Sabían que Nine Plaga había llegado con una misión de destrucción total.

En ese momento, Nine Plaga levantó una mano y ordenó a sus tropas que avanzaran. De las sombras surgieron zombis, cameramen, speakermen, y toilets mecánicos, todos preparados para la batalla. Las criaturas comenzaron a avanzar rápidamente, marchando como una ola de horror hacia el grupo de héroes.

Pero antes de que pudieran enfrentarse directamente, una voz profunda resonó en el aire, rompiendo la tensión:

¡No están solos! —gritó un hombre desde el horizonte.

Los héroes y los enemigos se detuvieron por un momento, mirando hacia la fuente de la voz. Desde el borde de Green Hill Zone, una serie de figuras emergieron: la antigua tripulación de Knuckles the Dread, con su líder Knuckles al frente, acompañado de un grupo de aliados sorprendentes y temibles. Entre ellos estaban Nudillos el Terror, Batten Rojo, Rosa Negra, Bagre, Ranita sin Lugar, y otros miembros de la temida tripulación.

Nudillos el Terror, con su rostro cubierto por una máscara de terrorífica expresión, avanzó con paso firme, seguido por los demás. Batten Rojo empuñaba una espada brillante, mientras Rosa Negra mantenía una postura defensiva, con sus ojos observando a cada uno de los enemigos presentes.

Al fondo, los demás miembros de la tripulación se alineaban: Jacobo, el feroz guerrero con brazos de hierro, Huesos de Conejo, el astuto estratega, y Barba de Tormenta, el temido navegante que manejaba las tormentas con su magia.

Más atrás, los Carroñeros con sus miradas hambrientas y sus garras afiladas, y figuras más inusuales como Pajarito, Rosa Espinosa, Nudillos Nudosos, Rojo Prim, Franchute, Gato Hambriento y Pájaro Sombrío, que se preparaban para luchar con el mismo fervor que sus compañeros.

Pero lo que más sorprendió a todos fue la presencia de Mangey Tails y Prim Rouge, quienes habían viajado desde otros universos para unirse a la batalla. Mangey Tails tenía un aire extraño y oscuro, diferente a la versión conocida de Tails, y su mirada reflejaba una dureza que nunca antes había mostrado.

Sonic miró con sorpresa a la tripulación de Knuckles the Dread, pero sabía que no había tiempo para preguntas. El peligro estaba aquí, y tenían que luchar.

¡Vamos, chicos! ¡Esta es nuestra oportunidad! —gritó Sonic, preparándose para la batalla.

Mientras tanto, Nine Plaga observaba todo desde la distancia, con su rostro imperturbable. Sabía que esta sería una batalla difícil, pero confiaba en sus zombis y en el poder de su propia oscuridad. A pesar de la presencia de los nuevos aliados, su poder era vasto.

Nine Plaga alzó su brazo robótico y, con un gesto, envió a sus fuerzas a la carga. La batalla había comenzado.

Sonic y su equipo se prepararon, sabiendo que esta guerra no solo pondría en juego sus vidas, sino también el destino de todos los universos.

Capítulo 10: El Asalto de Zombie Rogue TV Man

La tensión en el aire se intensificaba con cada segundo que pasaba. Nine Plaga (Doctor de la Peste) observaba con una mirada fría y calculadora a los tres Tails frente a él: Tails, Mangey Tails, y Sails Tails. Había algo en ellos que no solo le interesaba, sino que lo hacía sentirse orgulloso de haber creado un ejército que pudiera desafiar a los más grandes héroes.

Con un gesto de su mano robótica, Nine Plaga dio la orden a sus tropas.

Zombie Rogue TV Man, ¡atrapa a esos tres Tails! —ordenó, su voz resonando con poder.

De inmediato, Zombie Rogue TV Man, una versión retorcida del enemigo conocido, comenzó a elevarse del suelo con un par de alas de murciélago que se desplegaron detrás de su espalda. Su televisor se había partido por la mitad, transformándose en una boca grotesca que devoraba el aire a su alrededor. De su brazo izquierdo mutado, surgió una mano con cuatro dedos, extrañamente alargados, listos para atrapar a sus víctimas.

La criatura zumbó por el aire, lanzándose hacia los tres Tails con una velocidad inesperada. Las alas batían el aire a gran velocidad, emitiendo un sonido inquietante mientras se acercaba rápidamente a su objetivo.

Tails, el original, se preparó para esquivar, pero Mangey Tails y Sails Tails, debido a sus variantes de personalidad y habilidades, fueron más lentos en su reacción.

¡Cuidado! —gritó Tails, volando hacia los demás en un intento por advertirles.

Sin embargo, Zombie Rogue TV Man no daba tregua. De su boca, una ráfaga de murciélagos se disparó hacia los tres, formando una red que rodeó a Mangey Tails y Sails Tails, atrapándolos en un torbellino de oscuridad.

Sails Tails intentó luchar, moviéndose rápidamente con sus colas, pero los murciélagos de Zombie Rogue TV Man lo atraparon por completo. Mangey Tails, por otro lado, trató de usar sus propias habilidades para contrarrestar la fuerza del ataque, pero los murciélagos lo rodearon y lo inmovilizaron, dejándolo atrapado en el aire.

Tails, viendo la situación desesperada, hizo un giro acrobático en el aire para intentar rescatar a sus versiones alternativas. Pero la boca de Zombie Rogue TV Man se abrió de par en par, y con un gruñido ensordecedor, comenzó a succionar a los dos Tails atrapados en sus alas de murciélago.

¡No dejaré que los destruyas! —gritó Tails, intentando liberar a sus amigos.

De repente, el cuerpo de Zombie Rogue TV Man se retorció, sus garras aferrándose aún más fuerte mientras continuaba su misión de capturar a los tres Tails para llevarlos ante Nine Plaga.

Sonic, Amy, y el resto del equipo observaron impotentes, sin saber cómo intervenir antes de que el enemigo se llevara a los tres Tails.

¡No podemos permitir que Nine Plaga gane! —dijo Sonic con determinación, preparándose para lanzarse a la acción.

Blaze y Silver se posicionaron rápidamente para asistir, pero sabían que tendrían que luchar contra una fuerza mucho más oscura de lo que jamás habían enfrentado antes. Nine Plaga había comenzado su plan con una precisión mortal.

Nine Plaga, desde su posición, observó el caos con una sonrisa malévola en su rostro. Sabía que, al capturar a los tres Tails, podría manipularlos a su antojo para hacerle frente a Sonic y su equipo. Ya nada lo detendría de llevar a cabo su malévolo plan de dominación.

Capítulo 11: La Amenaza de la Descomposición y la Batalla Imparable

La atmósfera en Green Hill estaba cargada de terror mientras los héroes se preparaban para enfrentar a una nueva ola de amenazas. Zombie Dark Speakerman, Zombie Drillman y Zombie Rogue TV Man se aproximaban rápidamente, cada uno de ellos con una apariencia desgarradora que desbordaba una maldad sobrenatural.

Zombie Dark Speakerman, con su altavoz transformado en un ojo humanoide, observaba a los héroes con una mirada vacía y malévola. Su cuerpo estaba cubierto de sangre y su piel había empezado a descomponerse. De su brazo cibernético, varios tentáculos afilados se extendían, listos para atacar.

"¡Nadie se escapa!" —gruñó Zombie Dark Speakerman, su voz distorsionada resonando como un eco maligno. El eco de su altavoz ya no podía hipnotizar, pero su fuerza era ahora mucho más aterradora.

Zombie Drillman no se quedaba atrás, sus piernas traseras deformadas como las de una araña, avanzaban con rapidez. Sus ojos se movían por su rostro de forma inquietante, mientras sus dientes afilados sobresalían de su boca, reflejando una monstruosidad en crecimiento. Las arañas en sus piernas se movían como si fueran extremidades adicionales, preparándose para un ataque inesperado.

"¡Estos no son los Drillman que conocíamos!" —exclamó Knuckles, observando con horror la forma mutada de su antiguo enemigo. Las arañas que formaban sus piernas parecían moverse como si fueran depredadores listos para devorar.

Zombie Rogue TV Man, que ya había atrapado a Mangey Tails y Sails Tails, miraba a Tails con su boca de Demogorgon abierta, mostrando sus dientes afilados, mientras las alas de murciélago de su espalda batían el aire.

Sonic, junto con Amy, Silver, Blaze, y el resto del equipo, estaba rodeado por estos monstruos. Aunque estaban listos para pelear, sabían que esta batalla no sería fácil.

"¡Tails, Mangey Tails, Sails Tails!" —gritó Amy, intentando rescatar a los tres Tails atrapados por Zombie Rogue TV Man.

Tails, viendo la situación desesperada, comenzó a volar con velocidad, pero se dio cuenta de que el número de enemigos era abrumador. Zombie Dark Speakerman y Zombie Drillman se acercaban rápidamente mientras él trataba de encontrar una forma de liberar a sus versiones alternativas.

"¡No podemos dejar que nos atrapen!" —gritó Tails, observando cómo las garras de Zombie Dark Speakerman se dirigían hacia él.

Blaze y Silver comenzaron a usar sus poderes para crear barreras de energía, pero incluso sus habilidades combinadas no podían detener el ataque masivo de los zombies.

Zombie Dark Speakerman, con su brazo cibernético, lanzó sus tentáculos hacia el grupo de héroes, atrapando a Amy por el tobillo. Ella gritó, pero Knuckles fue rápido para liberar a su amiga, golpeando el tentáculo con su puño.

"¡No nos rendiremos tan fácilmente!" —dijo Knuckles, enfadado, mientras se preparaba para un enfrentamiento directo.

Sin embargo, Zombie Rogue TV Man continuaba siendo la mayor amenaza. Con sus fauces abiertas, la boca del Demogorgon se cernía sobre Mangey Tails y Sails Tails, mientras sus tentáculos de murciélagos los rodeaban más y más. Tails volaba hacia ellos con rapidez, pero no podía llegar a tiempo.

"¡Sonic, ayúdanos!" —gritó Tails, viendo cómo su amigo parecía atrapado en una trampa mortal.

Sonic, decidido a salvar a sus amigos, se lanzó hacia Zombie Rogue TV Man, dando saltos acrobáticos con gran velocidad. Con un giro veloz, Sonic comenzó a atacar, lanzando espirales de energía hacia el monstruoso enemigo.

Pero el tiempo estaba en su contra, y los zombies ya estaban rodeando a todos, listos para arrastrar a los héroes hacia su perdición.

"¡¡No permitiré que los atrapen!!" —gritó Sonic, atacando ferozmente con un Sonic Boom.

El Zombie Drillman intentó bloquear el ataque, pero la velocidad de Sonic lo hizo tambalear. El estrépito de la batalla llenaba el aire, mientras Tails, con la ayuda de Blaze y Silver, trataba de liberar a sus versiones alternas de las garras de Zombie Rogue TV Man.

Zombie Dark Speakerman, viendo la situación, utilizó su brazo cibernético para lanzar más tentáculos hacia los héroes, pero esta vez Silver utilizó sus poderes telequinéticos para desviarlos.

"¡Esto no terminará bien para ti, Plaga!" —gritó Blaze, mientras lanzaba una gran llamarada hacia Zombie Rogue TV Man.

Nine Plaga, observando desde lejos, sonrió con malicia. Estaba viendo cómo sus creaciones tomaban el control, arrinconando a los héroes en su propia trampa.

Capítulo 12: La Retirada de la Oscuridad

La lucha en Green Hill había sido feroz, pero la marea comenzaba a cambiar. Nine Plaga (Doctor de la Peste), observando desde un rincón oscuro, había dirigido con maestría la ofensiva de sus terribles zombies: Zombie Dark Speakerman, Zombie Rogue TV Man, El Gran Hombre Zombi de la TV y Zombie Drillman. Sus fuerzas habían tomado ventaja, y los héroes comenzaban a ceder.

A pesar de los esfuerzos desesperados de Sonic, Tails, Blaze, Silver, y los demás, los enemigos parecían imbatibles. Zombie Rogue TV Man ya había atrapado a Mangey Tails, Sails Tails, y Tails, manteniéndolos firmemente en su poder con sus garras de murciélago y sus tentáculos mutados.

Sonic, agotado pero determinado, trató de acercarse para rescatar a sus amigos, pero sus enemigos eran demasiado poderosos. Zombie Dark Speakerman utilizó su brazo cibernético con tentáculos afilados, lanzando ataques precisos para mantener a los héroes a distancia.

Zombie Drillman, por su parte, utilizaba sus patas de araña mutadas para moverse rápidamente por el terreno, bloqueando cualquier intento de rescate.

Finalmente, Nine Plaga (Doctor de la Peste), con una risa siniestra, levantó la mano y ordenó a sus zombies que se retiraran.

"¡Es hora de regresar! El trabajo está hecho, y los prisioneros estarán en el lugar adecuado."

Con una señal, los zombies comenzaron a retroceder, llevándose a los tres Tails capturados con ellos. Zombie Rogue TV Man volaba por encima, asegurándose de que los prisioneros no pudieran escapar. Zombie Dark Speakerman cubría la retaguardia, mientras Zombie Drillman mantenía a raya a los héroes, utilizando sus patas de araña para bloquear cualquier intento de perseguir.

El Gran Hombre Zombi de la TV los acompañaba, su cuerpo malformado aún resistiendo, pero con la constante amenaza de sus fauces abiertas y dientes afilados como un Demogorgon. Los héroes intentaron seguirlos, pero la batalla había dejado a todos exhaustos y fuera de lugar.

Sonic intentó una última maniobra, lanzándose hacia Zombie Rogue TV Man con una velocidad impresionante, pero Zombie Drillman lo interceptó con una de sus patas de araña, derrapando sobre el suelo y bloqueando su paso.

"¡No lo conseguirás, Sonic!" —gritó Zombie Drillman, mientras lo empujaba hacia atrás con su fuerza monstruosa.

Sonic, jadeando, miró a sus amigos y vio la desesperación en sus rostros. Sabía que no podían ganar esa batalla hoy. Tails, Mangey Tails, y Sails Tails estaban perdidos en las garras del enemigo.

Blaze, viendo que no había más opción, asintió con pesar.

"Tenemos que retirarnos y reagruparnos. No podemos arriesgar más vidas aquí."

Y así, a regañadientes, los héroes comenzaron a retirarse, observando cómo Nine Plaga y su ejército de zombies se desvanecían en la oscuridad, llevándose a Tails, Mangey Tails y Sails Tails con ellos.

Sonic apretó los puños, su rostro lleno de furia y frustración.

"Esto no ha terminado. ¡Volveremos por ellos!" —gritó con determinación.

Pero por ahora, la batalla había terminado, y la amenaza de Nine Plaga (Doctor de la Peste) y su ejército de zombies parecía más cercana que nunca.

Capítulo 13: El Rostro de la Oscuridad

Las frías paredes de la celda resonaban con los ecos de los movimientos agitados de los prisioneros. Tails, Mangey Tails, y Sails Tails se encontraban atrapados, sus cuerpos desgastados por el estrés, pero sus mentes aún luchaban con desesperación. El ambiente era oscuro y pesado, una sensación de opresión se cernía sobre ellos mientras esperaban lo inevitable.

De repente, la puerta de la celda se abrió con un chirrido siniestro, y la figura de Nine Plaga (Doctor de la Peste) apareció ante ellos. Nine, sin la máscara de plaga que solía ocultar su rostro, reveló su verdadera forma.

Su rostro era una grotesca mezcla de carne y maquinaria, con un ojo biónico rojo brillando intensamente en la oscuridad, mientras que el otro, completamente orgánico, poseía un tono azul cielo similar al de Tails. La piel alrededor de su rostro estaba marcada por cicatrices profundas, como si las partes mecánicas y biológicas hubieran sido forzadas a fusionarse sin piedad. Su brazo izquierdo era completamente robótico, rematado con unas garras afiladas, y su oreja derecha había sido reemplazada por una pieza metálica.

El pelaje de Nine era desaliñado, su aspecto general dando una sensación de algo roto y maltratado. Tres mechones de su cabello frontal se levantaban hacia arriba, casi como si fueran una extensión de su tormento interno.

Tails y Sails Tails observaban en silencio, sorprendidos por la apariencia de Nine Plaga. La visión de la figura era perturbadora, pero aún más extraña era la camiseta larga y blanca que cubría sus bragas moradas, un contraste extraño y confuso dado su apariencia mecánica y su naturaleza ominosa.

Tails susurró a Sails Tails:

"Vaya, nunca imaginé que usaría ropa... es tan... raro."

Sails Tails, por su parte, se limitó a mirar al suelo, su mente procesando lo que estaba sucediendo mientras su compañero de celda parecía aún más atónito por la imagen de Nine.

Sin embargo, el comportamiento de Mangey Tails no era tan sereno. Aulló y mordió las barras de la celda como un animal salvaje, sus ojos brillando con furia mientras intentaba liberarse.

"¡Déjenme salir! ¡Los voy a destrozar!" —gritó Mangey Tails con una voz distorsionada, la furia en su interior completamente desbordada.

Nine Plaga (Doctor de la Peste) observó la escena con una fría sonrisa, aunque sus ojos reflejaban una inquietante mezcla de diversión y desapego.

"Vaya, Tails... y sus versiones alternativas." —dijo Nine con una voz rasposa, burlándose. — "Creí que podríamos ser amigos, pero parece que el destino tiene otros planes. Veo que el comportamiento animal de Mangey Tails no es más que un reflejo de su desesperación. Qué interesante."

Tails y Sails Tails intercambiaron miradas, mientras que Mangey Tails, con sus dientes afilados aún mordiéndose contra las barras, parecía cada vez más fuera de control. El odio y el sufrimiento de ser prisioneros lo consumían, su mente desmoronada por la presión.

Nine no se inmutó ante la ira de Mangey Tails, en cambio, se acercó lentamente a las celdas y dijo:

"No importa cuánto luchemos, no importa cuánto griten... No hay forma de escapar. No cuando yo soy el que controla este universo."

Capítulo 14: La Revelación de Nine Plaga

La atmósfera en la celda era densa, cargada de la incertidumbre y el temor que se acumulaban entre Tails, Mangey Tails, y Sails Tails. Los tres observaban a Nine Plaga (Doctor de la Peste) con creciente confusión y asombro mientras él, de pie frente a ellos, comenzaba a hablar con una calma ominosa.

Nine Plaga observó a sus prisioneros detenidamente, su mirada fría e implacable, como si estuviera disfrutando cada segundo de su revelación. Sus palabras cortaron el aire como una daga afilada.

"Ustedes tres tienen una vida normal, ¿no es cierto? Como si todo estuviera bien, como si el tiempo nunca hubiera cambiado para ustedes." —su tono estaba impregnado de desdén—. "Pero no saben lo que ocurrió en realidad. Yo fui una creación, un experimento... un SCP, el SCP-049, encerrado en una celda de una fundación secreta. Nadie sabía de mi existencia, y por mucho tiempo, la oscuridad fue mi única compañía."

Tails frunció el ceño, desconcertado por las palabras de Nine. Mangey Tails gruñó, más furioso que nunca, mientras Sails Tails permanecía en silencio, procesando la información.

"Pero lo que más me sorprendió," —continuó Nine Plaga, su voz llena de resentimiento—, "fue que todo cambió cuando un pequeño error en el tiempo ocurrió gracias a tu amigo Sonic. Él viajó en el tiempo, ¿lo recuerdas, Tails? Y en ese instante, todo lo que sabían sobre ustedes, sobre mí... cambió. Sonic alteró la realidad, y al hacerlo, hizo que ustedes nunca conocieran a Mangey Tails, ni a Sails Tails, ni a mí."

Tails se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Nine. Había escuchado rumores, historias sobre viajes en el tiempo, pero nunca imaginó que las consecuencias fueran tan profundas. Sails Tails miró a Tails, buscando respuestas en su rostro, mientras Mangey Tails, más agresivo que nunca, aún no podía creer lo que estaba oyendo.

"¿Cómo... cómo es posible?" —preguntó Tails, con una mezcla de incredulidad y temor en su voz.

Nine Plaga rió suavemente, una risa perturbadora que resonó en las paredes de la celda.

"Es posible porque el tiempo es más frágil de lo que imaginas. Y ahora que lo sé, puedo destruirlo todo. Puedo destruir a Sonic... y todo lo que alguna vez estuvo conectado a él. Todos esos héroes, sus amigos... nada podrá detenerme."

Las palabras de Nine se impregnaron en la mente de Tails, Mangey Tails, y Sails Tails. La revelación de que Sonic, el héroe que siempre había sido su amigo, había alterado el curso del tiempo de una manera que los afectaba a todos, los dejó sin palabras. El concepto de una vida normal que nunca existió, la idea de que sus destinos estaban marcados por un error de tiempo... todo eso parecía más que una simple conspiración.

Mangey Tails lanzó un gruñido, su mente en guerra con la realidad.

"¡Esto es una locura! No puede ser cierto. ¡No vamos a dejar que destruyas a Sonic!"

Sails Tails finalmente habló, su tono grave y serio.

"No importa lo que hayas vivido o lo que hayas hecho, no puedes cambiar el destino tan fácilmente. Sonic siempre encontrará una forma de detenerte."

Nine Plaga los miró a los tres, su expresión dura e indiferente.

"¿De verdad lo creen?" —dijo, su tono burlón. — "Verán, la diferencia entre ustedes y yo es que yo ya no estoy atado a esa ridícula noción de destino. Puedo hacer lo que quiera. Y destruiré todo lo que ustedes alguna vez conocieron."

Con un gesto lento, Nine Plaga dio un paso atrás, sus ojos brillando con malicia.

"Ustedes, los tres, serán mis prisioneros mientras me encargaré de terminar lo que empezaron esos errores del pasado."

Tails, aún en shock, miró a Mangey Tails y Sails Tails, dándose cuenta de que ahora no solo estaban luchando por sus propias vidas, sino por el futuro de todos los que conocían.

"No podemos dejar que esto ocurra," —murmuró Tails con determinación.

"Tenemos que detenerlo, juntos." —agregó Sails Tails, su voz llena de resolución.

Pero Nine Plaga solo sonrió, sus ojos brillando con un resplandor siniestro.

"Lo intentarán, claro... pero el tiempo no está de su lado."

Y con eso, Nine Plaga (Doctor de la Peste) desapareció en la oscuridad, dejando a los tres prisioneros con la pesadilla de lo que estaba por venir.

Capítulo 15: La Plaga Desatada

La celda donde Tails, Mangey Tails, y Sails Tails se encontraban se iluminaba tenuemente por la luz que se filtraba desde la entrada. Pero de repente, esa calma fue interrumpida por la presencia de Nine Plaga (Doctor de la Peste), quien apareció ante ellos con una aura de peligro inminente.

Nine Plaga adoptó la clásica apariencia de un médico de la peste del siglo XIII, pero con una distorsión macabra. En lugar de llevar la típica túnica negra y encintada, su atuendo era aún más ominoso, envuelto en una capa negra y larga que se extendía hasta el suelo. Su icónica máscara de pájaro, que de alguna manera representaba la peste, cubría su rostro, aunque la sutileza de su expresión era reconocible por los detalles mecánicos y orgánicos que la conformaban. Bajo su capa, un arnés marrón se ajustaba a su torso, como si estuviera preparado para llevar equipo pesado y mantener su vestimenta en su lugar.

La atmósfera en la celda se cargó de tensión. Tails, Mangey Tails, y Sails Tails miraron aterrados mientras Nine Plaga comenzó a sacar un extraño frasco oscuro de su capa, conteniendo un líquido verde viscoso que parecía brillar con maldad.

"Lo que ahora presenciarán es el siguiente paso en mi evolución," —dijo Nine Plaga, con una voz grave, pero aún fría y calculadora. — "El virus mosquito. Esta plaga... cambiará todo a su paso."

Con una precisión quirúrgica, Nine Plaga acercó el frasco a su extraño asistente, Zombie Isaac Kleiner, quien parecía estar bajo su control. La figura de Zombie Isaac Kleiner, un hombre ya distorsionado por la plaga, emitió un débil gemido mientras Nine Plaga inyectaba el líquido en su cuerpo.

Un instante después, el cambio fue inmediato.

Las venas de Zombie Isaac Kleiner comenzaron a hincharse, tornándose de un verde putrefacto, y un fuerte grito de agonía resonó por toda la celda. La transformación era dolorosa, y las venas en su piel se enrojecieron antes de volverse negras, como si el virus estuviera tomando control de cada célula de su cuerpo.

Tails miró con horror cómo el cuerpo de Zombie Isaac Kleiner sufría, su cuerpo ahora deformado por el virus, como si estuviera siendo consumido desde adentro por la infección.

"¡Eso es... es horrible!" —exclamó Mangey Tails, apretando los puños con frustración.

Sails Tails no podía apartar la vista del espectáculo, sintiendo un nudo en su estómago.

Nine Plaga observaba con calma y satisfacción, disfrutando de la agonía de su experimento.

"Este es solo el comienzo," —dijo con una sonrisa macabra, su tono lleno de desprecio—. "El virus mosquito está diseñado para infectar y modificar los cuerpos. Los convierte en algo más, algo que ya no es humano. Y eso es solo lo que quiero hacer con todos ustedes."

Con su última palabra, el cuerpo de Zombie Isaac Kleiner comenzó a temblar y retorcerse, como si estuviera a punto de explotar en una nube de pestilencia. Sus ojos brillaban con una locura indescriptible, el virus que corría por sus venas había completado su trabajo.

Tails apretó los dientes, observando la desesperación que se apoderaba de ellos.

"¡Tenemos que hacer algo!" —gritó Tails, con la esperanza de que, a pesar de la situación, aún pudieran escapar.

Sails Tails miró a Mangey Tails, que aún mordía las barras de la celda, visiblemente perturbado por lo que veía.

"¡No podemos dejar que este virus se propague! ¡Si lo hace, todos estarán perdidos!"

Pero Nine Plaga, con una calma perturbadora, comenzó a dar la espalda, satisfecho por lo que había logrado con su primer experimento.

"Demasiado tarde. El ciclo ha comenzado. Pronto, todo el mundo sentirá la picadura de la plaga. Sonic y todos sus amigos... ustedes mismos lo verán."

Con una última mirada a los prisioneros, Nine Plaga se alejó, dejando a Tails, Mangey Tails, y Sails Tails atrapados en la celda, con la sombra de la plaga que se cernía sobre ellos.

Capítulo 16: La Corrupción del Científico Zombi

La atmósfera en la celda se había vuelto aún más tensa. Tails, Mangey Tails, y Sails Tails observaban en silencio, incapaces de apartar la vista de lo que estaba sucediendo ante ellos. Nine Plaga (Doctor de la Peste), siempre calmado y sin emociones, se preparaba para llevar a cabo otro macabro experimento.

Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet, quien había estado al servicio de Nine Plaga, ya estaba en un estado lamentable, pero ahora, con la reciente derrota contra los Titanes y su robot zombie, el Doctor de la Peste tenía en mente algo aún más horrible. No solo quería que Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet se volviera más fuerte, sino que deseaba corromperlo por completo.

Con una fría sonrisa, Nine Plaga comenzó a manipular los controles que tenía frente a él, las pantallas parpadeaban y emitían extraños zumbidos. El frasco con el nuevo virus, el Virus Escorpio, brillaba con una luz siniestra. Tails y los demás prisioneros sintieron un escalofrío recorrer sus espinas dorsales.

"Este nuevo virus," —dijo Nine Plaga, su voz goteando de maldad—. "Será la clave para llevar a mis subordinados más allá de sus limitaciones. El Virus Escorpio no solo muta el cuerpo... también controla la mente."

Las venas moradas comenzaron a formarse bajo la piel de Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet, expandiéndose rápidamente como si fueran raíces de una planta carnívora. Cada pulso de venas moradas representaba un dolor aún más profundo, pero Nine Plaga no mostró piedad. Observaba con satisfacción mientras su creación comenzaba a transformarse, su cuerpo se deformaba aún más. El virus estaba tomando control.

Tails, Mangey Tails, y Sails Tails miraban aterrados, impotentes ante la escena. Ellos conocían el verdadero horror detrás de este experimento, el control psicológico que Nine Plaga ejercía sobre sus víctimas. La mente de Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet sería moldeada por completo para seguir las órdenes del doctor, sin espacio para pensamientos propios, sin piedad ni voluntad.

El Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet dejó escapar un gruñido, un sonido angustiante que dejó claro que estaba sufriendo, pero al mismo tiempo, comenzó a parecer más fuerte. La capa de suciedad y restos de su forma anterior comenzaban a desaparecer, reemplazada por una piel más gruesa y endurecida por la infección. Las venas moradas se entrelazaban sobre su piel, casi como si fueran una red que lo mantenía unido a la voluntad de Nine Plaga.

"Estás evolucionando, pero a un costo... tu alma ya no será la misma," —susurró Nine Plaga mientras observaba cómo la transformación culminaba.

Finalmente, el cuerpo de Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet dejó de retorcerse. Sus ojos, ahora vacíos de conciencia, reflejaban la completa corrupción que había sufrido. Su cuerpo se mantenía erguido, pero la esencia que alguna vez lo había hecho humano había desaparecido, reemplazada por un reflejo de puro control y obediencia. Nine Plaga había logrado lo que quería: una máquina más en su ejército de muertos vivientes, completamente dominada por el virus.

Tails, Mangey Tails, y Sails Tails no podían creer lo que acababan de presenciar. El Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet ya no era el ser con conciencia que alguna vez había sido. Ahora, era solo una extensión del mal que Nine Plaga había creado.

"Lo que acabo de hacer, es solo el principio," —murmuró Nine Plaga, mirando con una expresión triunfante al nuevo Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet. — "Pronto, todos los que se interpongan en mi camino sufrirán la misma transformación. Sonic... y todos sus amigos, no serán la excepción."

Los tres Tails intercambiaron miradas llenas de temor. Si Nine Plaga lograba expandir su influencia, el mundo entero sería suya. Pero por ahora, solo podían ver cómo Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet se alineaba con su nuevo amo, como una marioneta de las sombras, lista para hacer su voluntad.

Capítulo 17: La Evolución de los Siervos Oscuros

La oscuridad que envolvía el laboratorio de Nine Plaga (Doctor de la Peste) se espesó aún más cuando el doctor comenzó a realizar nuevas modificaciones en sus sirvientes zombificados. Esta vez, el Virus La Mamba Negra sería la clave para llevar a sus creaciones a un nivel aún más terrible.

Con una mirada fría y calculadora, Nine Plaga observó cómo sus fuerzas, Zombie Dark Speakerman, Zombie Rogue TV Man, El Gran Hombre Zombi de la TV, y Zombie Drillman, eran sometidos a su última modificación. Las máquinas que una vez fueron sus aliados de confianza ahora serían transformadas en monstruos aún más aterradores.

El Virus La Mamba Negra, un virus mutante desarrollado por Nine Plaga, fluía por las venas de sus subordinados. Este virus no solo les otorgaba mayor fuerza, sino que también alteraba profundamente su anatomía, dejándolos con venas negras y moradas que se retorcían por todo su cuerpo como serpientes envenenadas. A medida que el virus se propagaba, sus cuerpos sufrían el proceso de mutación, convirtiéndolos en criaturas aún más aterradoras y letales.

Zombie Dark Speakerman fue el primero en experimentar los efectos del virus. Su cuerpo se convulsionó mientras las venas negras y moradas comenzaban a surcar su piel deteriorada. Pero lo más inquietante fue la transformación de su brazo izquierdo, que ahora se convirtió en un cyber-brazo. Una estructura metálica cubría su brazo, con un brazo cibernético robusto y reforzado que se extendía más allá de su tamaño original, con afiladas garras mecánicas capaces de cortar cualquier cosa. Las pantallas de su torso también comenzaron a parpadear con una luz roja, como si estuvieran a punto de desintegrarse. La transformación era imparable.

Zombie Rogue TV Man no fue menos afectado. Sus ojos, una vez opacos y vacíos, ahora brillaban con una intensidad roja venenosa. Las venas negras y moradas se arrastraban por su cuerpo, y la mitad inferior de su cuerpo comenzó a mutar, adoptando una forma más musculosa y agresiva. Su brazo izquierdo, también afectado, se transformó en un cyber-brazo, con múltiples cables y tubos que emergían de él. En su muñeca cibernética, una serie de extrañas protuberancias metálicas se desplegaban, listas para atacar a cualquiera que se acercara. A través de su ahora deformado rostro, una extraña sonrisa apareció, mostrando una fila de dientes afilados.

El Gran Hombre Zombi de la TV se retorció bajo la influencia del virus. Su piel, una vez gris, comenzó a teñirse de un negro enfermizo. Las venas moradas crearon patrones de terror en su cuerpo, y su torso comenzó a expandirse de manera antinatural. Sus pantallas de televisión ahora parpadeaban con una luz roja intermitente, distorsionando su visión de forma caótica. Pero lo más perturbador fue su brazo izquierdo, que se convirtió en un cyber-brazo de forma industrial. En lugar de una mano humana, el brazo cibernético terminó en una garra de metal afilada que podría perforar cualquier cosa a su paso. Las pantallas en su pecho ahora mostraban imágenes de caos y destrucción, una representación visual de su propia corrupción.

Zombie Drillman, por su parte, fue transformado en una versión aún más monstruosa. Su cuerpo se estiró y se retorció, tomando una forma más pesada y espinosa. Las venas negras y moradas cubrían su piel gris, y sus ojos, ya mutados, se volvieron completamente inhumanos. Pero la mayor transformación fue en sus piernas, que ahora adquirían un aspecto grotesco, con múltiples patas de araña que sobresalían de sus costados. Su brazo izquierdo, al igual que los demás, también se modificó con un cyber-brazo, equipado con una garra que brillaba con un destello de energía maligna.

Mientras el proceso de transformación avanzaba, Nine Plaga observaba complacido, sabiendo que sus criaturas modificadas con el Virus La Mamba Negra serían más fuertes, más rápidas y más peligrosas que nunca.

Con un gesto de su mano, las criaturas se levantaron, ahora completamente controladas por él, listas para seguir sus órdenes. Las venas negras y moradas que recorrían sus cuerpos se iluminaban con una energía letal, simbolizando el poder absoluto de Nine Plaga sobre ellos.

"Ahora," —dijo Nine Plaga, con una sonrisa macabra— "serán mis armas más poderosas. Sonic, Tails, Mangey Tails y Sails Tails, nada los salvará de mí."

Tails, Mangey Tails, y Sails Tails, observando desde su celda, comprendieron que la situación había empeorado drásticamente. No solo se enfrentaban a Nine Plaga (Doctor de la Peste), sino a sus monstruosos sirvientes, que ahora eran más formidables que nunca.

Capítulo 18: La Salvación del Consejo del Caos

La oscuridad de la celda era palpable. Tails, Mangey Tails, y Sails Tails estaban atrapados, sus cuerpos tensos por la tensión del inminente peligro. Los Cameraman Zombies los habían rodeado, preparados para llevar a cabo el siniestro plan de Nine Plaga (Doctor de la Peste): inyectarles su virus y corromper sus cuerpos. Las gruesas puertas de la celda se cerraron con un retumbar de metal, dejando a los tres amigos inmovilizados, sabiendo que el tiempo se les agotaba rápidamente.

Los Cameraman Zombies se acercaron con sus cámaras rotas y sus rostros distorsionados, las lentes de sus cámaras reflejaban una luz escalofriante. A medida que se acercaban, sus cuerpos parpadeaban y emitían extraños ruidos mecánicos, como si estuvieran más allá de la vida, controlados por la oscuridad misma.

"No... no podemos dejar que nos inyecten este virus," dijo Tails con desesperación, mirando a sus amigos.

"Lo sé," respondió Sails Tails, con los ojos llenos de miedo, pero también de determinación. "Debemos resistir hasta que algo suceda."

"Nos sacarán de aquí," murmuró Mangey Tails, mordiendo las rejas con desesperación, como una bestia atrapada, su rostro reflejando su lucha interna.

Justo cuando los Cameraman Zombies estaban a punto de ejecutar su aterrador plan, el sonido de un estallido resonó en la distancia. La puerta de la celda explotó en pedazos, dejando entrar una ráfaga de luz y un estruendoso impacto que dejó a los zombies tambaleándose.

Era el Consejo del Caos.

Con un destello de energía caótica, Doctor Eggman y sus aliados irrumpieron en la prisión. Doctor Balbuceo, Doctor Profundo, Doctor No Lo Hagas, y El Dr. Done-It, todos parte del Consejo del Caos, se unieron en un esfuerzo para liberar a Tails, Mangey Tails, y Sails Tails de la amenaza inminente.

"¡Rápido, sáquenlos de aquí!" ordenó Eggman, con su característico tono autoritario. "No hay tiempo que perder."

Doctor Balbuceo, con su extraña habilidad para manipular sonidos y frecuencias, emitió una onda de choque sónico que desintegró a los Cameraman Zombies cercanos, enviándolos volando contra las paredes de la celda. Sus cuerpos inertes cayeron al suelo, desmoronándose como si fueran muñecos rotos.

Doctor Profundo, el experto en las artes psíquicas, utilizó su poder mental para desactivar las bombas de virus que los Cameraman Zombies habían preparado, asegurándose de que no pudiera inyectarse el virus en sus amigos.

"Los tendremos a salvo, chicos," dijo Doctor No Lo Hagas mientras extendía su brazo hacia Tails y los demás, creando una barrera de energía protectora que los mantenía a salvo mientras se transportaban rápidamente fuera de la celda.

El Dr. Done-It fue el siguiente en actuar. Con un giro de su mano, reparó las cerraduras de las puertas de la celda, haciendo que las puertas se abrieran de golpe, permitiendo que el grupo avanzara rápidamente.

"¡Vamos, apresúrense!" gritó Eggman mientras tomaba a Tails, Mangey Tails, y Sails Tails bajo su ala, ayudándolos a escapar de la celda antes de que pudieran ser atrapados nuevamente.

Los tres amigos miraron sorprendidos mientras el Consejo del Caos los rescataba de la situación peligrosa. Nunca imaginaron que serían rescatados por este grupo de científicos, quienes usualmente tenían intenciones de conquistar el mundo, pero que en este momento parecían estar trabajando juntos para salvarlos.

"No creímos que alguien vendría a ayudarnos," dijo Tails, respirando aliviado. "¿Por qué lo hicieron?"

"Esto no se trata solo de salvarlos a ustedes," explicó Eggman, mientras se aseguraba de que el grupo estuviera a salvo. "Hay algo mucho más grande en juego. Nine Plaga (Doctor de la Peste) está jugando con algo más allá de nuestra comprensión. Si no detenemos su plan, todos en el mundo estarán en peligro."

"¿Cómo podemos ayudar?" preguntó Sails Tails, decidido a retribuir el favor.

"Venid conmigo," dijo Eggman con seriedad. "Tenemos que unirnos con Sonic y el resto de la resistencia. Los Cameraman Zombies y las fuerzas de Nine Plaga son solo la punta del iceberg. Necesitamos detenerlo antes de que sea demasiado tarde."

El grupo, ahora liderado por Eggman y el Consejo del Caos, avanzó hacia la base de los Cameraman Toilets, donde se reunirían con Sonic y su equipo. El peligro aún acechaba en cada esquina, pero ahora tenían una nueva oportunidad para detener a Nine Plaga (Doctor de la Peste) antes de que su oscura influencia corrompiera todo.

Capítulo 19: La Ira de Nine Plaga (Doctor de la Peste)

El aire en la base de Nine Plaga (Doctor de la Peste) estaba cargado de una tensión mortal. El Doctor, que había estado observando en silencio desde las sombras, no pudo evitar sonreír mientras veía cómo Tails, Mangey Tails, y Sails Tails eran rescatados por el Consejo del Caos. Sus ojos brillaban con un fulgor oscuro, mezclado con la ira y el desdén.

"Así que ellos creen que pueden salvarlos, ¿eh?" murmuró Nine Plaga, la voz rasposa y cargada de veneno. Sus manos, aún cubiertas con los guantes de su capa negra, temblaban ligeramente, pero no por miedo. Era furia lo que sentía. "Los tres Tails han visto lo que soy capaz de hacer... pero ni siquiera han comenzado a comprender el verdadero poder que poseo."

Con un gesto rápido, el Doctor de la Peste comenzó a modificar las pantallas cercanas, sus ojos destellando de rabia mientras activaba las conexiones que había estado cultivando desde hacía mucho tiempo. Sabía que este enfrentamiento no sería el final. Sabía que la batalla estaba solo comenzando.

"Ellos creen que pueden escapar de mí," dijo el Doctor con una risa baja y distorsionada. "Pero ya han sido marcados. Los tres Tails... no tienen idea de lo que les espera."

A medida que hablaba, su figura comenzó a retorcerse. Se despojó de su máscara, revelando su rostro monstruoso: mitad orgánico, mitad mecánico, con su ojo biónico rojo brillando como una luz aterradora. Su brazo izquierdo, metálico y cubierto de garras, se alzó al cielo como si invocara una tormenta de caos. Las cicatrices cosidas con alambre de acero parecían arder, como si el propio Doctor de la Peste estuviera recibiendo energía de su creciente rabia.

"Este no es el fin," gruñó. "Este es solo el principio."

De repente, una enorme esfera de energía se formó en su mano, pulsando con fuerza. "A ellos les gustará ver cómo sus amigos caen uno a uno."

El Doctor de la Peste miró hacia el horizonte, donde sus monstruos y sus criaturas corruptas esperaban órdenes. Había fallado en su intento de captura, pero eso solo lo hacía más decidido. "Voy a destruir a Sonic... y luego, el resto de este mundo será mío," susurró con determinación.

Con un último gesto, Nine Plaga activó un dispositivo en su muñeca, enviando una señal a sus aliados y desatando su caos. Sabía que Tails, Mangey Tails, y Sails Tails pensarían que se habían salvado, pero su pesadilla solo había comenzado. La guerra estaba lejos de terminar.

"Nos veremos pronto," dijo Nine Plaga, mirando fijamente a las sombras. "Y cuando lo haga, no habrá nada que los salve."

El suelo comenzó a temblar mientras el Doctor se desvanecía en la oscuridad, dejando atrás solo el eco de su amenaza.

Capítulo 20: El Relato de los Tres Tails

En la base secreta de los aliados, Tails, Mangey Tails, y Sails Tails estaban reunidos con los demás héroes, cada uno de ellos afectado por el terror que acababan de experimentar. Las huellas de los experimentos de Nine Plaga (Doctor de la Peste) aún rondaban en sus mentes. El aire estaba pesado, y la conversación era tensa mientras los tres Tails comenzaban a contar lo sucedido.

"No puedo creer que lo haya hecho," comenzó Tails, su voz temblando. "Nine Plaga... no es solo un enemigo común. Es una criatura completamente diferente. Lo que hizo con esos... esos zombis... fue horrible."

"Él no solo creó a esas criaturas, las transformó," dijo Mangey Tails, su mirada fija en el suelo mientras rememoraba las imágenes de los experimentos. "Usó un virus... un virus mosquito. Zombie Isaac Kleiner, el científico de los Toilets, se volvió una sombra de lo que era. Su cuerpo se retorció bajo la infección, se le inyectó una sustancia terrible que hizo que sus venas se volvieran verdes, y su cuerpo comenzó a sufrir de una forma que... no puedo describir con palabras."

"Es incluso peor de lo que creen," interrumpió Sails Tails. "Lo que hizo con Zombie Chief Scientist Skibidi Toilet fue aún más retorcido. Usó un virus escorpión, y lo que sucedió después fue aterrador. Se corrompió por completo, y sus venas se tornaron moradas, su cuerpo se desintegró poco a poco mientras su mente quedaba atrapada en la infección." Sails Tails apretó los puños, con la rabia reflejada en su rostro. "Nada de esto tenía sentido... no éramos solo prisioneros, éramos sus sujetos de experimentación."

El grupo de héroes escuchaba atentamente, la gravedad de lo que habían oído dejando a todos en un estado de asombro y miedo. Pero la historia no terminó allí.

"No solo eso," continuó Tails. "Nine Plaga no se detuvo ahí. Él... él modificó a los Zombie Dark Speakerman, Zombie Rogue TV Man, el Gran Hombre Zombi de la TV, y Zombie Drillman. Les inyectó algo aún más peligroso, un virus llamado La Mamba Negra. Sus cuerpos se deformaron, sus venas se oscurecieron con tonos negros y morados, y sus ojos perdieron toda humanidad. Eran monstruos completamente fuera de control, como algo salido de una pesadilla."

El grupo de héroes se quedó en silencio, aterrados por la magnitud de las transformaciones y los horrores que Nine Plaga había causado. Tails cerró los ojos por un momento, recordando lo que había visto.

"Lo peor de todo," dijo Mangey Tails, con un tono sombrío. "Es que lo que hizo no es solo una amenaza para nosotros. Lo que hizo con esos virus y experimentos podría afectar a todos los mundos, todos los universos. Su poder está creciendo, y lo que más me asusta es que parece disfrutar con cada minuto de su creación."

El Consejo del Caos, el Doctor Eggman, y el resto de los aliados se miraban entre sí, conscientes de que esta nueva amenaza era mucho más compleja de lo que pensaban. Nine Plaga (Doctor de la Peste) no solo era un enemigo físico, sino también una mente retorcida y un científico obsesionado con el control absoluto.

"Tenemos que detenerlo," dijo Sonic, rompiendo el silencio. "No podemos dejar que siga creando estos horrores. Si Nine Plaga tiene el control de esos virus y esa tecnología, no solo Sonic y sus amigos estarán en peligro... todos lo estaremos."

"Lo que hagamos a continuación debe ser cuidadoso," añadió Doctor Eggman, con su voz llena de determinación. "Sabemos que Nine Plaga es peligroso, pero no podemos enfrentar a sus monstruos sin un plan. Si nos lanzamos sin pensar, nos arriesgamos a perder."

Mientras tanto, Tails, Mangey Tails, y Sails Tails intercambiaron miradas, sabiendo que la batalla aún no había terminado. Nine Plaga los había capturado y transformado en sujetos de sus experimentos, pero ahora eran ellos quienes debían luchar para detenerlo. Los tres se habían convertido en un símbolo de la resistencia, y su lucha contra el Doctor de la Peste había comenzado.

"Lo que hicimos hoy," dijo Sails Tails mirando al resto de los héroes, "es solo el comienzo. Este monstruo no sabe lo que le espera."

El Consejo del Caos se encontraba reunido en una sala secreta dentro de su base, sus miembros aún procesando la terrible revelación de los experimentos de Nine Plaga (Doctor de la Peste) y la amenaza que representaba. Aunque habían escuchado relatos aterradores de los tres Tails, la magnitud de lo que el Doctor de la Peste había hecho y estaba dispuesto a hacer todavía les dejaba una sensación de incertidumbre.

"Esto es mucho más grande de lo que pensábamos," dijo Doctor Balbuceo, un miembro del Consejo, mientras sus ojos biónicos destellaban con una intensidad extraña. "Si Nine Plaga ha tenido acceso a todos estos virus y experimentos... debemos estar preparados para lo peor."

"¡No solo se trata de los virus!" interrumpió Doctor Profundo, un científico con un conocimiento sobre tecnología avanzada, mientras sus tentáculos mecánicos se movían agitados. "Ese maldito doctor está creando armas vivientes con los cuerpos de nuestros enemigos, haciéndolos más poderosos con cada mejora. No podemos permitir que esto continúe."

Pero justo cuando la tensión alcanzaba su punto máximo, los Cameramans, Speakermen y Toilets, que previamente habían sido simples versiones zombies, comenzaron a recibir mejoras gracias a la intervención de los Científicos Cameramans y el propio Consejo del Caos.

"¡Este es el momento!" exclamó Tails, mirando los monitores de la base mientras analizaba los avances en las mejoras. "Nosotros, los Tails, y los demás, debemos estar listos. Si esas criaturas evolucionan aún más, estaremos en serios problemas."

"Nosotros también hemos hecho nuestras mejoras," dijo Sails Tails, con una sonrisa confiada. "No podemos dejar que Nine Plaga tenga la última palabra."

De repente, las puertas de la sala se abrieron, revelando a los Cameramans, Speakermen, y Toilets ahora completamente modificados. Estos no eran los simples soldados que habían sido antes, sino versiones mucho más fuertes y mejoradas, con nuevas armaduras, piezas cibernéticas y habilidades mejoradas. Los Cameramans, que habían sido simples transmisores, ahora portaban cañones de energía incorporados en sus brazos. Los Speakermen habían sido reforzados con altavoces más poderosos, capaces de emitir ondas sónicas devastadoras. Los Toilets, que antes eran criaturas incompletas, ahora contaban con tuberías conectadas a dispositivos que permitían liberarse de poderosos chorros de agua a alta presión.

"¿A qué hemos llegado, doctores?" dijo Cameraman 1, quien parecía ser el líder de los recién mejorados. "Estamos listos para hacerle frente a Nine Plaga y su ejército. Este será nuestro momento de vengarnos."

"Con estas mejoras, tendremos una oportunidad real," añadió Speakerman, quien ahora podía proyectar sus ondas sonoras de forma mucho más precisa y destructiva. "Nada nos detendrá. ¡Vamos a darle un buen susto a Nine Plaga!"

"¡Ahora lo que importa es lo que hagamos con esta ventaja!" dijo Tails, mirando las mejoras de los enemigos que acababan de enfrentarse. "No podemos subestimarlos, pero tampoco podemos dejar que se salgan con la suya. Debemos enfrentarlos con todo lo que tenemos."

"Y nosotros," añadió Mangey Tails, con una mirada determinada. "Lo haremos. Nos aseguraremos de que sus experimentos no sigan. De una vez por todas, pondremos fin a su pesadilla."

El ambiente se llenó de tensión, mientras los miembros del Consejo del Caos, ahora con la ayuda de Cameramans, Speakermen, y Toilets mejorados, se preparaban para lo que sería la batalla final contra Nine Plaga.

Con los avances y mejoras, tanto del equipo aliado como de los enemigos transformados, todos sabían que la batalla que se avecinaba sería feroz y llena de incertidumbre. Sin embargo, no había vuelta atrás. La confrontación con Nine Plaga y sus experimentos monstruosos ya no podía ser evitada.

"Esto es solo el comienzo," dijo Tails, mirando a sus amigos. "Vamos a asegurarnos de que todo esto termine de una vez."

Capítulo 22: La Inyección Final

El ambiente en la base del Consejo del Caos era tenso. Las mejoras de los Cameramans, Speakermen, y Toilets daban a todos una sensación de que las fuerzas estaban equilibradas, pero algo más oscuro se cernía sobre ellos.

Nine Plaga (Doctor de la Peste) observaba a sus criaturas mejoradas, satisfecho con el caos que estaba por desatarse. Su mano extendida sobre el vials de un líquido viscoso y amarillo brillante indicaba que aún tenía cartas bajo la manga. Sin embargo, algo dentro de él sentía la necesidad de llevar sus experimentos aún más lejos. De repente, con una fría determinación, Nine Plaga inyectó el Virus Camaleón en uno de sus sujetos: MJ Toilet, una versión mejorada pero todavía reconocible del original.

Las venas de MJ Toilet comenzaron a inflarse, surgiendo como líneas amarillas que recorrían su cuerpo de manera errática. Las alteraciones eran claras: el cuerpo del MJ Toilet mutaba en tiempo real, como si su propia estructura estuviera siendo modificada a nivel molecular. El cambio más evidente fue su rostro, donde su nariz había desaparecido por completo. En su lugar, había un trozo de piel beige, sin definición, donde antes estaba su nariz, como si la naturaleza misma hubiera decidido borrar ese rasgo.

Los ojos del MJ Toilet cambiaron a un tono amarillento-naranja, casi ámbar, mientras su rostro mostraba una mezcla de descomposición y deformación. Aunque sus demás características, como su cuerpo y su postura, seguían pareciendo las mismas que en su forma no zombificada, su apariencia ahora transmitía una amenaza aún mayor. La mutación lo había transformado en una versión aún más letal de lo que había sido antes.

Tails, Mangey Tails y Sails Tails, observaban desde sus celdas, incapaces de moverse mientras sus ojos se llenaban de terror. "¿Qué le hizo...?" murmuró Sails Tails, incapaz de apartar la vista del monstruoso espectáculo ante ellos.

"Este maldito doctor está creando cosas mucho peores que simples zombis," dijo Tails, su voz temblorosa. "Está mejorando a todos, llevándolos más allá de cualquier límite. Pero... ¿por qué un camaleón?"

"El Virus Camaleón..." murmuró Mangey Tails, frunciendo el ceño mientras observaba cómo la mutación seguía su curso. "Eso significa que se adaptará... y aprenderá de cada ataque. Va a ser mucho más difícil de derrotar."

Nine Plaga sonrió bajo su máscara de pájaro, como si todo estuviera en marcha según su plan. El Virus Camaleón no solo había mejorado las habilidades físicas de MJ Toilet, sino que también le había otorgado una capacidad única para adaptarse rápidamente a las amenazas, incluso aquellas que no podían preverse.

"Este es solo el comienzo," murmuró Nine Plaga con voz baja y resonante. "Con este virus, nada podrá detenerme. No hay fuerza en este mundo que pueda derrotar a mis experimentos."

Mientras MJ Toilet comenzaba a adaptarse a su entorno, sus venas amarillas brillando con un resplandor maligno, los otros miembros del Consejo del Caos se preparaban para su siguiente movimiento. Aunque Nine Plaga había demostrado ser un enemigo formidable, ellos sabían que no podían rendirse. Tails, Mangey Tails, y Sails Tails tenían información crucial que necesitaban compartir, pero ahora todo dependía de si podían escapar a tiempo o si Nine Plaga lograría destruir todo lo que quedaba de su resistencia.


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