CAPÍTULO 9

NETEYAM

Me dolía verla llorar, me dolía como no creí que algo podría doler; no nos conocíamos hace mucho, pero sentía una conexión profunda con ella, una conexión que no sabía explicar, pero que existía en lo profundo de mi ser.

Me dolía pensar en todo lo que tuvo que pasar, me dolía pensar en lo mucho que sufrió y que continuaba sufriendo; Ninat't parecía tan fuerte y tan invencible, pero su interior era frágil y si estaba seguro de una cosa es que la protegería sin importar nada; no permitiría que nada ni nadie volviera a herirla.

- No fue tu culpa – murmuré despacio mientras acariciaba su mejilla

- A veces también imagino como serían las cosas si hubiera tomado otras decisiones – admitió en voz baja – Me pregunto si algo sería diferente o si este era el plan de Eywa; no puedo dejar de pensar y mi cabeza siempre es un desastre, excepto cuando peleo, cuando nado o cuando...

- ¿Vuelas? – cuestioné y eso le sacó una pequeña sonrisa

- Sabes, solía pensar que era muy extraño que me gustara tanto volar, pero me encanta – admitió con dulzura – Volar me hace sentir libre, como si todos mis problemas fueran solo pequeñas gotas de lluvia

- Entonces hagamos eso – dije y ella me miró confundida

- ¿Qué?

- Vamos a volar – dije poniéndome de pie y tomé su mano para ayudarla a levantarse

- ¿Te das cuenta dónde estamos? – cuestionó y asentí – Además, aunque pudiéramos llegar a los Ikráns, estás bastante herido

- Volar siempre me hace sentir mejor; siempre pudo respirar tranquilo cuando vuelo – dije y ella suspiró

- Está bien, pero hay que ir con cuidado – cedió y asentí sin soltar su mano

Mi ilu se había marchado, así que no podíamos hacer nada más que ir juntos, pero a ninguno pareció molestarle, así que Ninat't se vinculó con el ilu y yo me coloqué detrás de ella para después emprender el camino de regreso hacia la parte de la isla donde se suponía que podríamos encontrar a los Ikráns.

- Deberías descansar, estás herido – me regañó Ninat't mientras avanzábamos

- Estoy bien, vamos – dije tirando de su mano para avanzar entre las plantas

Continuamos caminando durante un rato hasta que por fin hallamos lo que estábamos buscando y observé fascinado como Ninat't se acercaba a su Ikrán con cariño y comenzaba a mimarlo con dulzura; ella se veía tan conectada a su Ikrán que no pude evitar observarla con asombro lo cual no pasó desapercibido ni para ella ni para mi propio Ikrán que empujó su cabeza contra mi para llamar mi atención.

- ¿Vamos? – preguntó subiendo a su Ikrán con una facilidad que me hizo sonreír y de inmediato se vinculó mientras yo hacía lo mismo

- Volemos – declaré y ambos subimos hacia el cielo

Ninat't volaba muy alto, así que la seguí de cerca y la empujé suavemente mientras ella me devolvía el empujón con suavidad y avanzaba un poco más jugando conmigo; continuamos empujándonos con nuestros Ikráns y comenzamos a girar en el aire mientras soltábamos una que otra risa; me sentía libre en el aire y más importante, me sentía libre con ella como nunca antes me había sentido.

Ninat't volaba a mi alrededor girando con su Ikrán mientras reía con libertad lo que me inspiraba a reír de la misma forma; nuestros Ikráns jugaban en el cielo como si siempre lo hubieran hecho y nosotros no podíamos estar más felices.

Todo el dolor y la tristeza se habían quedado allá en la tierra y el cielo era nuestro; no existía un mejor refugio que el cielo y no había nadie más con quien quisiera compartirlo; me hacía feliz escucharla reír y me encantaba ver ese brillo en sus ojos cada vez que le ganaba en una vuelta; simplemente me encantaba estar con ella y compartir este momento.

Todo era un caos en nuestras vidas y no dejaría de serlo, pero teníamos el ahora y justo en este momento todo era perfecto; aquí en el cielo nuestros problemas no podían alcanzarnos, aquí en el cielo solo estábamos ella y yo; aquí éramos libres de los problemas, aquí podíamos dejar de pensar en la guerra y en la pérdida, aquí podíamos volver a soñar.

Ya estaba atardeciendo cuando decidimos que era momento de regresar a la realidad y volvimos a tierra muy lentamente; bajamos de nuestros Ikráns y nos despedimos de ellos para regresar a la aldea donde lo más probable era que nos esperara otro gran caos, pero honestamente me sentía mejor y mucho más decidido a decir lo que pensaba.

- ¿Estarás bien? – preguntó Ninat't cuando nos estábamos acercando

- Lo estaré – afirmé con seguridad - ¿Y tú?

- Lo estaré – respondió con una sonrisa, pero aun así continué sujetando su mano

- ¿Nos vemos antes del alba? – pregunté y eso iluminó su mirada

- Estaré en la playa – dijo y asentí sonriéndole una última vez antes de que nuestros caminos se separaran

Tenía que volver a casa y aunque no quería hacerlo, eso era lo correcto, así que me armé de valor y con la cabeza en alto crucé la entrada bajo la atenta mirada de mi familia; Lo'ak y Kiri me observaban con alivio como si hubieran tenido miedo a que no regresara, Tuk solo me miraba en silencio y mis padres, ellos me observaban de una forma que no podía describir con palabras.

- Kiri, Lo'ak, Tuk, por favor salgan un momento, necesitamos hablar con su hermano – ordenó mi padre y mis hermanos prácticamente salieron corriendo de la casa - Neteyam, toma asiento – ordenó mi padre y obedecí

- ¿Vas a continuar gritándome? – pregunté y noté una ráfaga de arrepentimiento cruzar por los ojos de mis padres

- No, hijo – intervino mi madre tomando asiento junto a mi padre – Solo deseamos hablar

- No debí gritarte de esa forma – dijo mi padre y lo miré sin poder creer lo que decía – He sido muy duro contigo y tenías razón, no fui justo

- Neteyam – murmuró mi madre – Claro que nos importa como te sientes, solo queremos lo mejor para ti

- Hablé con Tonowari; Ninat't le explicó lo que sucedió y él dijo que podrás regresar en un par de días a los entrenamientos

- ¿Así de fácil? – cuestioné y mis padres intercambiaron una mirada

- Tonowari dijo que su hija no continuaría entrenando

- ¿Por qué? – pregunté sin entender – Ella no tuvo culpa de nada, ¿Por qué la están castigando?

- No es eso, Neteyam, es solo que... - comenzó mi madre y negué

- ¿Esta es su solución? ¿Es todo lo que importa? ¿Por qué yo puedo seguir entrenando y ella no?

- Neteyam – dijo mi padre con dureza y negué

- No – respondí con el mismo tono – No estoy de acuerdo; si Ninat't no regresa a entrenar, tampoco lo haré

- Hijo...

- ¿Qué clase de guerrero esperan que sea? – pregunté mirando a mis padres – Porque el tipo de guerrero que espero ser algún día es alguien justo que pueda defender a su pueblo; así que no, si ella no regresa a entrenar, no lo haré

- Neteyam... - comenzó a decir mi madre, pero volví a negar

- Entiendo que quieran que nos adaptemos a estar aquí; entiendo que no debemos meternos en problemas y que necesitamos convivir; créame que lo entiendo y he obedecido todo lo que ustedes me han ordenado, pero no voy a ceder en este tema; no regresaré a entrenar si Ninat't no lo hace.

- Hijo, escúchanos por favor – pidió mi padre y me levanté molesto

- Ustedes son los que nunca escuchan – solté con frustración – Después de todo lo que me dijiste lo único que te importa es si entrenaré o no, ¿Te das cuenta de eso? Sé que quieres que sea un gran guerrero, pero eso no puede serlo todo – dije molesto – Siempre dices que los Sully somos uno, pero me siento como si estuviera solo

- Neteyam – me llamó mi madre, pero solo me di la vuelta y me fui

Estaba cansado de su actitud y no iba a permitir que las cosas siguieran igual; ya no podía soportar todo el peso por mi cuenta, ya no podía continuar obedeciendo sin opinar; quería ser un guerrero, pero también quería que las cosas fueran justas; necesitaba que nuestra dinámica familiar fuera diferente, en verdad necesitábamos cambiar.

- Así que... - murmuró Lo'ak tomando asiento a mi lado y suspiré – Parece que las cosas van mal, Bro – dijo y asentí sin mucho ánimo – Sabes, nunca pensé que te revelarías, eso es más lo mío; tú sueles ser el soldadito perfecto

- Lo'ak no estoy de humor

- Ya, lo siento – respondió bajando un poco la voz y suspiré sintiéndome sumamente frustrado

- Sé que piensas que me gusta obedecer ciegamente a nuestros padres y que crees que es fácil ser el soldado perfecto que quiere nuestro padre, pero no lo es – admití con cansancio – Casi siempre es sofocante y es agotador

- ¿Entonces porque lo haces? – preguntó

- Porque soy el hermano mayor, Lo'ak, es mi deber ser el ejemplo; mis responsabilidades están claras y deseo cumplirlas; nuestros padres ya tienen suficientes problemas, no me gusta cargarlos con más dificultades, pero esta vez... solo esta vez... quisiera que me escucharan

Me sentía exhausto tanto física como emocionalmente y lo único que quería era dormir, así que sin pensarlo más regresé a casa con Lo'ak y sin más ganas de pelear con nuestros padres me acosté en mi lugar e intenté con todas mis fuerzas quedarme dormido, pero cuando al fin lo conseguí, en mis sueños ella volvió a aparecer.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top