CAPÍTULO 3

NETEYAM

El Ikrán voló un par de veces y luego comenzó a descender muy lento hasta que finalmente llegó al suelo; todo el clan se había acercado impacientes por ver quien había llegado, pero la sorpresa fue evidente cuando aquella chica bajó del Ikrán seguida por una pequeña niña.

No era una na'vi del bosque quien montaba al Ikrán, ella era del arrecife y era preciosa; escuché un grito ahogado y dirigí la mirada hacia Tsireya que veía a la na'vi con sorpresa y emoción al igual que Aonung, así que no hizo falta mucho para que terminara de atar los cabos.

Ella tenía que ser su hermana... ella tenía que ser Ninat't, pero... ¿Quién era la pequeña que la acompañaba?

Ella era preciosa tanto que apartar la mirada era imposible, pero la pequeña a su lado no era una na'vi del arrecife, esa pequeña era como nosotros, ella pertenecía al bosque por lo cual era aun más extraño que estuviera aquí.

- ¿Por qué has venido aquí? – habló Tonowari sonando demasiado autoritario y noté como la pequeña se aferraba a aquella na'vi

- Busco refugio – respondió ella usando un tono similar

- ¿Refugio? – preguntó Ronal acercándose un poco

- No nos involucraremos en la guerra – sentenció Tonowari y ella suspiró

- No quiero más guerra, quiero un refugio para mi hija y para mí

Me costaba entender como podían ser tan duros, ella era su hija y estaba pidiéndoles ayuda, ¿Cómo podían tratarla de manera tan distante? Tsireya y Aonung se veían igual de confundidos que yo y no dejaban de pasar sus miradas entre su hermana y sus padres como si esperaran que en cualquier segundo algo malo fuera a ocurrir.

- El refugio será concedido – aceptó Tonowari mirando brevemente hacia Ronal que asintió para después devolver la mirada hacia su hija – Ninat't se quedará con nosotros, trátenla con respeto, esperemos no haya olvidado nuestras costumbres y no sufra la vergüenza de ser inútil – dijo con más dureza de la necesaria y noté un fuego en la mirada de aquella na'vi

- Yo nunca sería inútil – respondió manteniendo la cabeza en alto – Y no he olvidado nada – añadió con seguridad

- Tsireya y Aonung se encargarán de llevarte al lugar que ocuparás y te enseñarán los cambios que ha habido en la aldea – concluyó Tonowari para después simplemente darle la espalda a su hija y marcharse

Poco a poco todos empezaron a irse, pero en lugar de hacer lo mismo, di un par de pasos al frente y me acerqué a aquella na'vi para ayudarla mientras sus hermanos salían del shock.

- Hola – dije llegando hasta ella y me observó con curiosidad – Soy Neteyam – me presenté y entonces sonrío

- Soy Ninat't y ella es Tekay – dijo refiriéndose a la pequeña que aun se sostenía de ella

Cuando observé a la pequeña recordé que Ninat't se había referido a ella como su hija, pero era imposible que así fuera dada la edad que aparentaba la pequeña, pero no iba a juzgar y mucho menos opinar, después de todo, no conocía su historia en lo absoluto, así que simplemente sonreí y eso pareció ser suficiente porque ella me devolvió la sonrisa.

Sus ojos brillaban de una forma que me dejaba pasmado y la forma como sonreía era encantadora, pero no podía quedarme estático admirándola, así que me obligué a reaccionar y de inmediato tomé un par de sus cosas para ayudarla mientras sus hermanos finalmente se acercaban junto a los míos.

- Nina – murmuró Tsireya con algunas lágrimas en sus ojos

- Hola Reya – respondió Ninat't con dulzura y Tsireya prácticamente se tiró a sus brazos – Me hace feliz volver a verte

- Nina – murmuró entonces Aonung y al mirarlo me di cuenta que era la primera vez que lo veía temblar

- Te extrañé mucho Aonung – respondió ella acercándose para abrazarlo

El ambiente se sentía muy familiar y tal vez lo mejor sería marcharnos, pero por extraño que fuera me sentía incapaz de irme, así que simplemente me quedé parado y procedí a presentar a mis hermanos.

- Ellos son Lo'ak, Kiri y Tuk – dije presentando a mis hermanos ya que ellos también estaban pasmados

- Ella es Tekay – dijo cargando a la pequeña que se veía bastante nerviosa – Mi hija – dijo ganándose una mirada de sorpresa de sus hermanos

- ¿Te ayudamos a llevar esas cosas? – intervino Lo'ak al notar como Tsireya y Aonung se tensaban

- Se los agradecería mucho – respondió Ninat't con un tono tan dulce que me robó el aliento

- Te llevaremos a tu cabaña – dijo Aonung reaccionando y su hermana solo asintió

Kiri se alejó junto a Tuk para darles algo de espacio a Tsireya, Aonung y a Ninat't, así que junto a Lo'ak simplemente seguimos a los hermanos hasta el lugar que se supone que ocuparía Ninat't, pero en cuanto dejamos las cosas mi hermano se despidió de todos y se marchó de inmediato dejándome solo con ellos.

- También me iré – dije y Ninat't volvió a sonreír antes de agradecerme por la ayuda – Ya nos veremos por ahí – dije como tonto y me marché sin poder dejar de pensar en esa hermosa na'vi que había acelerado mi corazón.

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NINAT'T

Esto era incómodo y extraño, pero eso no era ninguna sorpresa; cuando decidí volver era consciente de lo complicado que sería volver a intrigarme, en especial por la forma en que me marché, ya que no solo me fui en medio de la noche mientras todos dormían, si no que me fui sin decir adiós y fui contra todas las ordenes de mis padres.

- Cariño – dije mirando a Tekay que me observa aun algo nerviosa - ¿Podrías ayudarme a sacar las cosas por favor – pedí y ella asintió dándonos algo de espacio

- ¿Cómo es que...? – comenzó a preguntar Aonung y simplemente negué

- Eso podemos hablarlo después

- Nina – dijo Tsireya igual de nerviosa que Tekay lo que me hizo sonreír

- Los extrañé mucho, chicos – dije abrazándolos de improvisto

- No debiste irte así, Nina – dijo Aonung frunciendo un poco el ceño

- Tenía que irme, ambos lo saben; necesitaba ir a ayudar y nuestros padres nunca lo hubieran permitido

- Lo sé, pero te fuiste sin decir adiós, Nina – intervino Reya - ¿Y si te hubiera ocurrido algo? No te despediste y no supimos nada de ti en un año

Este año fue todo un reto y desde el primer momento en que me marché mi vida dio un giro por completo, pero no me arrepentía de haberme ido, porque no solo ayudé a muchos na'vi y salvé muchas vidas, sino que también encontré a Tekay que justo ahora era mi razón para existir y encontré a Ali'kay quien cambió mi forma de ver el mundo.

- Tengo mucho que contarles – dije con cansancio – Y tengo mucho que hablar con nuestros padres – añadí sintiendo un dolor en el pecho al recordar la forma como mi padre me había hablado

Era consciente que conseguir su perdón sería difícil, pero no estaba preparada para ver la expresión en sus rostros cuando me vieron y mucho menos estaba preparada para escuchar la dureza con la que me hablaban, como si no fuera más que una extraña.

- Ellos siguen muy molestos ¿no? – pregunté y mis hermanos intercambiaron una mirada

- Están dolidos, Nina – respondió mi hermano – Te fuiste en medio de la noche sin importarte lo que dijeron, claro que están molestos, pero también están dolidos y preocupados

- Ibas a ser la siguiente Tsahik del clan, Ninat't – añadió Tsireya – Eras su mayor orgullo y luego solo te fuiste para pelear en una guerra que no era nuestra; están molestos, pero también los heriste

Mis hermanos tenían razón pese a que me costaba admitirlo y aunque no me arrepentía de haberme ido, si me arrepentía de la forma como me fui, porque Reya tenía razón, yo los herí con mis acciones y ellos no lo merecían.

- Debo hablar con ellos – dije sintiendo un nudo en el estómago

- Deberías hacerlo cuanto antes – soltó mi hermano y asentí

- Podría ir ahora, pero... - murmuré mirando a Tekay que estaba bastante distraída

- Nosotros podemos cuidarla, no te preocupes – propuso Tsireya y Aonung simplemente asintió – Después de todo es nuestra sobrina ¿verdad? – dijo y eso me hizo sonreír

- Cariño – dije acercándome a Tekay – Tengo que ir a hablar con mis padres, ellos son Tsireya y Aonung, son mis hermanos, ellos te cuidarán mientras regreso, ¿Está bien? – pregunté y mi hija me sonrío

- Está bien – aceptó y la abracé ligeramente antes de mirar a mis hermanos otra vez

- ¿Algún consejo? – pregunté y ellos sonrieron

- Intenta no enojarlos más – dijo Aonung y Reya soltó una pequeña risa

- Que excelente consejo – respondí y ellos volvieron a reír

Dejé a Tekay con mis hermanos y me dirigí hacia el hogar de mis padres mientras recibía muchas miradas curiosas, pero, aunque eso hasta cierto punto podía llegar a molestarme, justo ahora era el menor de mis problemas.

Mis padres estaban molestos y francamente su temperamento era tan difícil como el mío, así que era muy probable que volviéramos a discutir lo cual era lo último que quería porque llevaba mucho tiempo sin verlos y mi mayor deseo era arreglar las cosas, aunque no tenía muy claro como hacerlo.

- Hola mamá – dije entrando a su hogar mientras ellos me miraban con seriedad – Hola papá – continué hasta quedar justo frente a ellos

- Siéntate – ordenó mi padre y de inmediato obedecí

- Solo les pido que me escuchen antes de gritarme o enojarse; solo les pido un momento – rogué y ellos asintieron

Tenía mucho que contarles y les debía muchas explicaciones, pero, aunque planeaba ser honesta en cuanto a donde estuve, lo que hice y el porque buscaba refugio, había algunos temas que iba a guardar para mí porque no estaba preparada para hablar sobre ellos y mucho menos para afrontarlos.

Tenía miedo y negarlo sería inútil, pero no podía dejarme vencer por el miedo, nunca lo hice y esta vez no sería la excepción, así que regulé mi respiración y calmé mis latidos antes de mirar nuevamente a mis padres y armándome de valor empecé a hablar.

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