CAPÍTULO 25

NINAT'T

Tuvimos que esperar un par de días para que todo se resolviera en el clan y finalmente la ceremonia se realizaría hoy y después de ello, partiríamos de regreso al bosque junto a Raltaw y Sulkan que francamente la estaban pasando de maravilla en la aldea; aunque eso no me sorprendía para nada.

Sulkan era divertido y a veces se metía en problemas sin la intención de hacerlo, así que en menos de un segundo noté que se estaba llevando muy bien con Lo'ak y Aonung lo cual era agradable, aunque problemático; por otro lado, estaba Raltaw que era todo lo contrario; él era serio, reservado e incluso tenía ese aire intimidante que te provocaba ganas de alejarte, aunque extrañamente parecía bastante cómodo en la aldea.

En este par de días tuve tiempo de contarle a Neteyam todo sobre mi pasado, sin dejarme ningún detalle; le conté como conocí a Sulkan y a Raltaw, además de lo difícil que fue llevarnos bien al inicio, ya que la situación era tensa y yo no era precisamente alguien dócil; le conté también sobre varios ataques que coordinamos y sobre el papel que desempeñaba en el clan Tipani; le conté todo y ahora las cosas estaban marchando muy bien.

En estos días Neteyam y yo nos unimos bastante, aunque por toda la situación de la ceremonia, aun no nos dejaban vivir juntos, sin embargo, eso no nos impedía hacer todas nuestras actividades al mismo tiempo y en el mismo lugar.

Podía notar como todos nos observaban diferente; en parte porque ahora tanto Neteyam como yo éramos considerados guerreros Metkayina y también porque a pesar de que la ceremonia recién se realizaría, ya éramos vistos como una pareja fuerte que estaba dispuesta a todo para proteger a su pueblo.

Al inicio pensé que la llegada de Sulkan y Raltaw provocaría recelo en los miembros del clan y que por la forma como me llamaron, además de su exagerado comportamiento, seguirían viéndome como alguien extraño, pero sucedió todo lo contrario; el pueblo antes sentía recelo porque me marché para pelear en una guerra que creían que no era nuestra, pero ahora sabían que luché por otros y me elevé hasta ocupar el puesto de la segunda al mando; ahora sabían que la guerra estaba aquí y que yo continuaría peleando hasta el final.

También me gustaba como el pueblo veía a Neteyam; ya no lo observaban como a un na'vi del bosque cuyo lugar no estaba aquí; ahora él era parte del clan y era un guerrero al cual respetaban, además algún día en un futuro ambos lideraríamos el clan y lo haríamos con valor, fuerza, dedicación y un respeto profundo hacia Eywa.

En cuanto a Tekay, ella parecía feliz con la presencia de Neteyam y él tenía gestos hacia ella que me enternecían; tal vez fue el hecho de que Neteyam cuidó por mucho tiempo a sus hermanos, pero francamente era excelente con los niños y siempre sabía que hacer para que Tekay comenzara a reír y para que yo fuera feliz.

Mi relación con los señores Sully también se estrechó en estos días; Neytiri y yo tuvimos una larga conversación sobre lo que sucedió en el bote demonio y me agradeció nuevamente por cuidar de Neteyam, además, ella parecía realmente orgullosa de que nosotros fuéramos una pareja, no solo por el amor que era obvio que existía entre Neteyam y yo, si no porque ambos éramos fuertes guerreros que se complementaban y que estaban dispuestos a luchar tanto por el bosque como por el océano y cuando me abrazó al final de nuestra conversación, no solo me sentí realmente aceptada en su familia, sino que también sentí su aprecio y eso era especial para mí.

En cuanto a Jake Sully, él sí que era alguien único; por un lado estaba Toruk Makto, el guerrero que luchaba con ahínco para proteger a su familia y que podía ser bastante duro no solo con sus hijos, si no con todos los que lo rodeaban, pero también tenía otro lado, uno que empezaba a conocer; él podía ser estricto, pero ciertamente entendía de donde obtuvo Lo'ak su personalidad traviesa que constantemente se metía en problemas y era divertido ver como en ocasiones el patriarca de los Sully cedía tan fácilmente ante Neytiri.

Mi relación con los hermanos de Neteyam también se estrechó bastante; siempre me llevé bien con Kiri y Tuk, pero ahora no solo me sentía su amiga, me sentía su hermana y eso me hacía muy feliz; además, Lo'ak seguía respetándome y mantenía la compostura cuando yo estaba cerca, aunque eso no evitaba que molestara a Neteyam o que tuviera sus interminables discusiones con Aonung, en las cuales Tsireya siempre tenía que hacer el papel de intermediaria.

Podía imaginarme la difícil situación que se daría una vez que Tsireya y Lo'ak aceptaran sus emociones, porque honestamente era más que obvio que ambos teníamos sentimientos por el otro y en cuanto Aonung se diera cuenta de lo serias que iban las cosas ciertamente comenzaría una fuerte pelea que sería divertida de ver.

-        ¡¿Por qué no estás lista?! – cuestionó mi hermana entrando como loca

-        Hola Reya, ¿Cómo estás? Yo perfecta, gracias por preguntar – respondí y eso pareció empeorar las cosas

-        Deberías estar arreglándote, la ceremonia será dentro de poco

-        Falta bastante para el eclipse, Reya, tenemos tiempo, además, los chicos todavía están cargando las cosas en los Ikráns

-        No es suficiente tiempo – refutó y reí

-        Estás exagerando

-        ¡Eres imposible! – exclamó y volví a reír

Tsireya no iba a ceder, así que no me dio más opción que darme la vuelta mientras ella comenzaba a arreglar mi cabello y colocaba varios adornos que debía usar para la ceremonia.

-        ¿Y Tekay? – preguntó y me quedé pensativa por un segundo

-        Debe estar con Tuk, siempre está ahí – respondí con tranquilidad

Mi hermana continuó arreglándome en silencio, pero podía notar con facilidad que tenía más que decir, aunque no iba a presionarla a hablar.

-        Lo'ak me contó que tu Ikrán se lleva muy bien con Neteyam, pero que no deja que nadie más lo toque...

-        Meia es difícil y desde lo que pasó está muy alerta, pero supongo que por el hecho de que Neteyam ayudó a salvarme, está contenta con él

-        ¿Hablaste con tu hermana espiritual? – preguntó y asentí

-        Ayer la busqué junto a Neteyam en nuestros Ikráns y le conté sobre la ceremonia, la unión y... sobre que me iré al bosque

Nyeli y los demás Tulkun se habían alejado un poco de la aldea, pero no quería marcharme sin despedirme y menos sin decirle todas las buenas noticias, así que Neteyam me ayudó a buscar a los Tulkun desde nuestros Ikráns y cuando encontramos a Nyeli, fue un lindo momento.

-        Te voy a extrañar mucho... - murmuró mi hermana y detuve sus manos un momento para que me permitiera girarme y mirarla

-        No me iré para siempre, Reya; voy a regresar y estaré bien; además, si me necesitas por alguna razón, los Sully tienen un aparato para comunicarse con algunas personas del cielo que viven con el clan Omatikaya

-        Igual te extrañaré mucho – dijo y sonreí

-        Yo también te extrañaré mucho Reya – respondí abrazándola ligeramente – Debes ser fuerte y valiente, pero también sensata

-        Yo soy sensata - refutó y reí

-        No vayas a seguir a Lo'ak en sus locuras y mucho menos a Aonung – dije haciéndola sonreír – Y ve despacio con Lo'ak, aun le falta madurar bastante – comenté provocando que se sonrojara – Intenta que no se metan en problemas...

-        Lo haré, Nina... - murmuró mi hermana y sonreí

-        Escucha a nuestros padres, Reya, pero no permitas que su opinión lo sea todo; tú también puedes elegir y puedes decidir; eres amable, cálida, dulce... y siempre ves lo mejor en los demás, eres increíble, hermanita y nadie puede decir lo contrario, ni siquiera nuestros padres

-        Ninat't...

-        Ellos pueden ser duros a veces y estrictos; papá puede tener altos estándares y poner esa expresión que claramente muestra su decepción, pero no permitas que eso te entristezca; nunca serás una decepción por ser tu misma, Reya; lo que eres... es lo que te hace única y no necesitas cambiar para complacer a otros.

-        Te quiero, Nina – respondió mi hermana volviendo a abrazarme con todas sus fuerzas

Después de un momento, Tsireya volvió a retomar lo que estaba haciendo y continuó arreglándome mientras iba comentándome un par de cosas sobre la ceremonia y sobre lo que nuestros padres estaban haciendo.

En la ceremonia estaría presente todo el pueblo que rodearía el árbol uniendo su energía para trasmitirla hacia nosotros mientras que Neteyam y yo nos acercábamos al árbol de los espíritus para vincularnos con Eywa y así recibir su bendición para nuestra unión.

La ceremonia era especial y de acuerdo a mi madre, fortalecía el vínculo entre una pareja, porque no solo recibiríamos la energía de todos los miembros del clan, si no que también estaríamos recibiendo la energía de nuestros ancestros y una vez que terminara, nuestro vinculo sería eterno.

-        ¡Mamá! – exclamó Tekay mientras entraba corriendo

-        Hola, pequeña, ¿Qué tal te fue? – pregunté con una sonrisa mientras la recibía en mis brazos

-        ¡Muy bien!, Kiri nos llevó a Tuk y a mí a nadar con los ilu, fue divertido – dijo emocionada

Parte de mí se sentía mal de volver a alejar a Tekay del lugar en el que estaba creciendo; primero nos marchamos del bosque y ahora que se sentía cómoda aquí en el arrecife, nuevamente volveríamos a irnos; no era justo para ella, pero no teníamos otra opción.

-        Ven pequeña, te pondré bonita – dijo Tsireya con una sonrisa dulce y automáticamente mi hija se colocó a su lado para que ella la arreglara

Mientras mi hermana estaba ocupada con Tekay me permití perderme en mis pensamientos; dentro de muy poco volveríamos al bosque y no podía ni siquiera llegar a imaginar que es lo que nos esperaría al llegar; por lo que Sulkan y Raltaw me contaron estos días, las cosas estaban realmente mal y el número de heridos, así como las pérdidas estaban aumentado drásticamente; las personas del cielo parecían estar bastante impacientes por acabar con todos los na'vi que se cruzaran en su camino, así como por extenderse sin importar cuanto destruían a su paso y frenarlos sería difícil, en especial teniendo en cuenta las poderosas armas con las que contaban.

Se venían tiempos sumamente difíciles y la guerra solo traería más caos, pero no podíamos permitir que las personas del cielo continuaran destruyendo nuestro mundo y aniquilando a nuestra gente; no podíamos permitir que siguieran cazando a los Tulkun o que continuaran arrasando con el bosque; simplemente no podíamos permitir que ellos ganaran.

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NETEYAM

Estábamos terminando de cargar las cosas en los Ikráns y no podía contener la emoción que sentía por la ceremonia, aunque tampoco podía dejar de pensar en lo que nos esperaba una vez que nos marcháramos de la isla para dirigirnos al bosque.

-        Bro, ¿Me estás escuchando? – preguntó Lo'ak y volví mi atención a él

-        ¿Qué me decías? – pregunté reaccionando

-        Pregunté si faltaba algo más

-        No, creo que es todo – dije revisando las cosas que llevábamos

-        Una pareja y una hija, si que lo hiciste en grande, Bro – comentó Lo'ak y reí – Y ahora te vas al bosque...

-        Sí... - murmuré con lentitud - No te metas en más problemas, Lo'ak – pedí y también soltó una risa

-        Lo intentaré, aunque sabes que los problemas me siguen

-        Debes cuidar a Kiri y a Tuk – dije mirándolo fijamente – Protégelas, no las pongas en peligro...

-        Lo sé, Bro

-        Y cuida a Tsireya o Tonowari te matará – dije y eso volvió a hacerlo reír – Por favor, intenta no pelear con Aonung, recuerda que ya no estaré para pelear a tu lado, así que minimiza las discusiones 

-        Lo sé...

-        No salgas del arrecife sin decírselo a alguien e intenta obedecer a nuestros padres...

-        Sí que tienes solicitudes hoy – dijo interrumpiéndome

-        Hablo en serio, Lo'ak

-        Lo sé, tranquilo; me comportaré y cuidaré de todos

-        Pero no te olvides de ti – dije y eso lo confundió – Me refiero a que cuides a las chicas, pero no te olvides de cuidarte a ti también; no trates de demostrar algo o cambiar, Lo'ak, si algo aprendí en este tiempo es que cada uno es quien es y eso es igual de valioso – dije y mi hermano estaba sin palabras – No eres una decepción y no tienes que ser el soldado perfecto; nadie es perfecto, Bro; ni tú, ni yo, ni papá y sé que hemos tenido conflictos por muchas cosas, pero sabes que siempre estaré ahí si me necesitas y no importa que suceda, somos un equipo – dije colocando la mano en su hombro – Los Sully somos uno – declaré y él me abrazó

-        Los Sully somos uno – repitió con fuerza

Mi hermano y yo éramos diferentes, pero eso no nos volvía mejores o peores; éramos diferentes y eso estaba bien, porque cada quien tenía sus fortalezas y sus debilidades, eso nos hacía quienes éramos, así que cambiar para ser alguien más no tenía sentido, pero si debíamos esforzarnos por ser la mejor versión de nosotros mismos.

-        Eres fuerte, Lo'ak y eres un buen guerrero; tienes una conexión profunda con el océano y lamento no haberlo dicho antes; cuando querías ir con Payakan, debí escuchar e intentar comprender.

-        Eres mi hermano, Neteyam, puede que discutamos, pero siempre serás mi hermano

Lo'ak y yo hablamos durante un poco más de tiempo; conversamos como hace mucho no lo hacíamos y fuimos sinceros; él me molestó durante un rato sobre Ninat't y yo hice lo mismo al molestarlo por su situación con Tsireya; por primera vez en un tiempo sentí que nos comportábamos como hermanos, sin dramas de por medio y eso se sintió grandioso.

Cuando el eclipse comenzó a acercarse, Lo'ak se marchó para alcanzar a nuestros padres y dirigirse a la caleta de los ancestros mientras que yo me dirigía a la cabaña de Ninat't para buscarla e ir juntos, pero cuando entré y saludé a Tsireya que estaba arreglando a Tekay, noté que mi princesa estaba completamente perdida en sus pensamientos y por un segundo simplemente me quedé ahí parado, admirándola.

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NINAT'T

-        Hola, princesa – escuché en un murmuro y me sobresalté

-        Me asustaste – dije al notar su presencia

-        Estabas bastante perdida, ¿En qué pensabas? – preguntó Neteyam mientras tomaba mi mano para ayudarme a levantarme

-        En lo que nos espera... - dije con algo de cansancio y él solo acarició mi mano con dulzura

-        Enfrentaremos lo que venga, Ninat't, pero primero, la ceremonia – respondió y eso me hizo sonreír

-        ¡Ya tenemos que irnos! ¡Pronto será el eclipse! – exclamó mi hermana y por poco nos empujó para que saliéramos

-        Ya vamos, Reya, mantén la calma – pedí o más bien supliqué, porque los nervios de mi hermana estaban comenzando a afectarme

-        Me llevaré a Tekay, ustedes dense prisa, el pueblo ya debe estar reunido – dijo y efectivamente me di cuenta que la aldea estaba vacía

Mi hermana se marchó rápidamente con Tekay y me quedé a solas con Neteyam que simplemente me veía con esa mirada intensa que siempre conseguía acelerarme el corazón.

-        ¿Qué? – pregunté y su sonrisa se hizo más grande

-        Te ves preciosa...

Su mirada era tan intensa que sentía que era capaz de ver a través de mí y eso me encantaba; con Neteyam podía ser sincera, él me conocía en cada pequeño aspecto y me amaba por todo lo que era, sin excepción; él me sonreía de manera genuina y en sus ojos podía ver reflejado nuestro amor, tan puro que se sentía en cada centímetro de nuestros cuerpos y en cada latido de nuestro corazón.

-        Si llegamos tarde, van a matarnos - dije mientras él me envolvía en sus brazos

-        Eres mi vida, princesa – respondió besando con suavidad mis labios

-        Y tú eres la mía – respondí devolviéndole el beso que finalmente terminó en un par de sonrisas

Ya casi era el eclipse, así que nos montamos en nuestros Tsurak y nos dirigimos a la caleta de los ancestros donde todo el clan ya estaba reunido y en cuanto nos acercamos, un espacio se abrió para nosotros permitiéndonos llegar hasta el árbol de los espíritus.

Todo el clan cantaba mientras estaban tomados de las manos y podía sentir su energía fluyendo a nuestro alrededor; nuestros Tsurak permanecieron apartados y Neteyam tomó mi mano para acercarnos lo suficiente al árbol para después descender y vincularnos.

Nuestras familias estaban ahí, delante de todos, compartiendo este momento con nosotros y bajo la mirada de todo el clan nos sumergimos hasta la parte más profunda y finalmente nos vinculamos con el árbol para conectar con Eywa.

Podía sentirlo... como ambos nos uníamos de una forma indescriptible; todos nuestros recuerdos se vinculaban y mientras permanecíamos conectados al árbol de los espíritus, un escenario diferente apareció ante nosotros.

Estábamos en el bosque, tomados de la mano mientras caminábamos riendo de algo que no llegaba a escuchar; podía vernos sonriendo y cuando me giré levemente hacia un lado, noté que Neteyam estaba junto a mí, observando lo mismo que yo.

No nos veíamos muy diferentes, tal vez un poco más adultos, pero no demasiado, así que este futuro parecía ser mucho más cercano; ahí estábamos los dos, en medio del bosque, mirándonos con la misma intensidad y aunque estaba segura que seguíamos peleando, éramos felices.

Este era un regalo de Eywa para calmar mis miedos; era su promesa de que estaríamos a salvo y de que, aunque nuestra lucha continuaría, teníamos su bendición y su protección.

Neteyam y yo tendríamos un futuro; no importaba que nos atacara, lucharíamos juntos en cada paso, manteniéndonos a salvo y protegiendo a todos los demás; viviríamos un día a la vez, porque estábamos juntos más allá de lo que se podía expresar con palabras y nada podría separarnos.

Neteyam era mi presente y mi futuro; así que cada batalla la libraríamos con fuerza, apoyándonos uno en el otro y lucharíamos sin detenernos hasta el final, porque ahora éramos uno y esta guerra estaba a punto de comenzar.

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Chicas, espero que les haya gustado la historia; tanto como a mi me gustó escribirla ❤️
Gracias por acompañarme en este camino y por su apoyo, sus votos y sus comentarios ❤️
Pero la historia no acaba aquí; todavía falta ver como enfrentaran Neteyam y Ninat't la guerra; cómo lucharan en el bosque y que los espera más allá del mar.
Los quiero
Nos vemos pronto ❤️

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