CAPÍTULO 21
NETEYAM
Me costaba moverme y me era muy difícil respirar, pero entonces, alguien comenzó a jalarme hacia arriba y una vez que estuve en la superficie, dio un gran respiro antes de comenzar a toser como loco.
Mis ojos se abrieron poco a poco y me costó bastante lograr enfocarme, pero cuando finalmente pude centrarme en lo que me rodeaba, me levanté de golpe para acercarme a Ninat't que estaba tendida en el suelo, pero el movimiento brusco solo consiguió derribarme nuevamente.
- Cálmate, Neteyam – dijo Aonung acercándose
- Ninat't... ¿Cómo está? – murmuré intentando levantarme otra vez
- Neteyam, tienes que tranquilizarte – ordenó Tonowari, pero francamente mis nervios estaban a tope y me sentía al límite
- ¡¿Cómo está Ninat't?! – volví a preguntar ahora mucho más alto
- Está bien, está respirando – dijo Tsireya acercándose a mí
- Debemos llevarlos a ambos a la aldea – dijo Tonowari y al desviar la mirada un poco conseguí ver a Ronal quien estaba revisando a Ninat't
Aonung me ayudó a mantenerme en pie y me llevó hasta su ilu para regresar a la aldea, mientras que Ronal y Tonowari se encargaban de llevar a Ninat't que seguía sin despertar.
Me sentía mareado y confundido, pero aun así intenté mantenerme firme; mis pensamientos estaban acelerados y me costaba mucho enfocarme, sin embargo, lo único que me preocupaba ahora era Ninat't.
Cuando llegamos a la aldea, nos dirigimos de inmediato a la cabaña de la Tsahik y mientras que Tonowari se encargaba de llevar a Ninat't, Aonung y Tsireya me ayudaba a caminar sin terminar nuevamente contra el suelo.
- Colócate aquí – me indicó Tsireya mientras me ayudaba a recostarme
- Ninat't... - murmuré, pero cuando intenté volver a levantarme, Tsireya me lo impidió
- Necesitas mantenerte tranquilo para que puedas recuperarte
- ¿Y Ninat't...? - pregunté sintiendo el miedo volver a tomar el control
- Mi madre se está encargando, no te preocupes
- ¡Tsireya! – escuché que la llamaban y Aonung la reemplazó asegurándose de que no me moviera
Me dolía la cabeza y mi pecho se sentía pesado; quería levantarme y hacer algo, necesitaba ver a Ninat't y asegurarme de que se encontraba bien; necesitaba actuar y el no poder hacerlo me hacía sentir realmente inútil.
- Debes beber esto – dijo Tsireya regresando a mi lado y Aonung me ayudó a reincorporarme un poco para poder beber lo que Tsireya me estaba dando
Una vez que terminé de beber el contenido de ese pequeño cuenco mi cabeza comenzó a sentirse más pesada al igual que mis ojos y poco a poco empecé a perder la consciencia hasta que todo lo que me rodeaba se volvió negro.
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No supe cuánto tiempo pasó hasta que desperté, pero en cuanto mis ojos se abrieron me levanté de golpe y comencé a mirar a mi alrededor entrando poco a poco en pánico.
- ¡Neteyam! – escuché decir a mi madre que no tardó en acercarse
- ¡Hijo! – dijo mi padre colocándose a mi lado
- ¿Qué está pasando? – pregunté confundido y poco a poco los recuerdos volvieron a mi mente - ¿Y mis hermanas? ¿Cómo están todos? ¡¿Cómo está Ninat't?
Mi mente iba muy rápido y el miedo estaba muy presente; necesitaba asegurarme de que todos estuvieran bien; necesitaba saber que había ocurrido y necesitaba saber si Ninat't estaba a salvo.
- ¿Ya despertó? – escuché preguntar a Lo'ak y tuve que hacer uso de toda la fuerza que me quedaba para intentar recuperar el control
- Neteyam... - murmuró Kiri entrando a la cabaña y corrió a abrazarme al igual que Tuk
Mis padres estaban aquí, Lo'ak, Kiri y Tuk también estaban junto a mí, lo que de cierta forma me ayudó a respirar con mayor facilidad, pero aun no podía estar tranquilo, no hasta que viera a Ninat't y supiera que ella estaba bien.
- ¿Y Ninat't? – pregunté volviendo a alterarme
- Neteyam... - murmuró mi madre
- La llevé al árbol; dijeron que estaba bien... – comencé a murmurar
- Neteyam, tienes que calmarte – intervino mi padre acercándose
- Ninat't está bien – afirmó Kiri y la observé fijamente
- Quiero verla, necesito verla – dije intentando avanzar, pero mi padre me detuvo
- Ronal dijo que necesitabas descansar – dijo y solté mi brazo de su agarre
- Descansaré después; necesito verla – declaré con seriedad y no volvió a detenerme
Aun me sentía algo mareado, pero francamente lo único en lo que podía pensar era en llegar hasta Ninat't, así que a pesar de las miradas de algunos na'vi que me observaban intrigados, continué caminando hasta la cabaña de la Tsahik mientras mis padres y mis hermanos me seguían de cerca.
- ¿Cómo está Ninat't? – pregunté en cuanto entré a la cabaña
Ronal, Tonowari, Tsireya y Aonung se encontraban en la cabaña, pero cuando me vieron entrar no tardaron en aproximarse; Ronal comenzó a regañarme por no seguir sus indicaciones y Tsireya empezó a revisar como me encontraba, pero Tonowari y Aonung simplemente se hicieron a un lado dejándome ver por fin a Ninat't.
- ¿Cómo está? – pregunté acercándome lo más rápido posible a Ninat't y me arrodillé a su lado
- Está respirando y su herida ha sanado – me informó Ronal
- ¿Por qué no despierta? – pregunté nervioso y Tsireya se sentó a mi lado
- Sigue atrapada en su mente – explicó Tsireya mirando a su hermana
- Nosotros nos conectamos con Eywa... pero si yo salí... ¿Ella no debió haber salido también? – pregunté mirando a Ronal
- Eywa sanó sus heridas, la salvó – respondió Ronal sentándose al otro lado de Ninat't – Tú también la salvaste y la ayudaste, pero despertar depende solamente de ella
Giré mi cabeza un momento y me di cuenta que todos estaban aquí; mi padre hablaba con Tonowari fuera de la cabaña; Lo'ak estaba al lado de Aonung, junto a Kiri y mi madre estaba a un lado con Tuk.
- Deberías ir a descansar – dijo Ronal mirándome con detenimiento y antes de que cualquier otro interviniera, negué rotundamente
- Me quedaré a su lado hasta que despierte
No iba a marcharme; no me iría de su lado hasta que ella abriera los ojos, porque estaba seguro que lo haría; ella volvería a mí...
Ella regresaría.
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NINAT'T
Lo escuché y todo se volvió claro; lo escuché y el fuego desapareció dejándome en un completo vacío hasta que todo se volvió oscuro.
- Vuelve a mí, princesa; regresa a nosotros
En cuanto escuché esas palabras, su voz se hizo clara y su imagen se hizo presente, al igual que todos los recuerdos que compartíamos; Neteyam vino hasta aquí por mí, él vino a buscarme y no se rindió hasta encontrarme.
Quería regresar con él, pero parte de mí continuaba aferrándose a todo lo que sucedió y ahora al mirar a mi alrededor, lo único que podía percibir era el olor de la ceniza y una oscuridad profunda de la cual no podía escapar.
- Hola, pececita – escuché a mis espaldas y me giré de golpe
- Ali'kay... - murmuré antes de correr hacia él para abrazarlo – Te echo mucho de menos
- Lo sé... - murmuró en mi oído – Yo también te eché de menos
- Ese día... yo... debí escucharte... debimos esperar... debí...
- Eso ya pasó, Ninat't
- Fue mi culpa
- No lo fue – declaró separándome un poco para mirarme a los ojos
- Tú querías esperar, cuando tuvimos a los niños, querías que nos fuéramos, pero yo...
- Escuchaste ese llanto y fuiste a ayudar, porque así eres tú, Ninat't; quieres ayudar a todos los que puedas...
- Y por eso te perdí...
- No me has perdido, pececita; yo siempre estaré contigo, aunque no puedas verme
- Ali'kay... - murmuré con lágrimas en los ojos
- Siempre estaré a tu lado, Ninat't, pero no puedes permanecer aquí
- Lo sé...
- Él parece un buen chico – dijo interrumpiéndome
- Lo es – respondí con una pequeña sonrisa – Él me hace feliz
- Eso es lo que siempre quise, Ninat't; siempre deseé que fueras feliz – al escucharlo, inevitablemente volví a llorar y Ali'kay me envolvió en sus brazos para consolarme – Debes dejar de aferrarte, Ninat't, debes avanzar porque una vida te espera; tal vez ya no esté ahí, pero los sueños que teníamos, todos esos planes para salvar a nuestra gente de la guerra, todo eso sigue ahí y no puedes darte por vencida
- Ali'kay... - murmuré entre lágrimas
- Cuando te conocí, supe de inmediato que serías una guerrera imparable; sabía que serías capaz de lograr lo que te propusieras y me enamoré de tu valor; de tus ansias por mejorar para ayudar a otros; eres mi guerrera fuerte, Ninat't, eres mi pececita impulsiva que siempre saltaba para salvar a otros; así que tienes que ser valiente una vez más, pero ahora debes serlo por ti; no puedes estancarte en el pasado, no cuando hay un presente que te necesita y un futuro brillante que te espera
- No quiero dejarte...
- Debes vivir Ninat't; por ti, por Tekay, por nuestros pueblos y por ese chico que te espera – levanté la mirada encontrándome con sus ojos e intenté sonreír – Él te ama tanto como tú a él; lo he visto y sé que, si están juntos, podrán salir adelante; podrán vencer donde nosotros fracasamos
- Ali'kay...
- Siempre voy a estar ahí, aunque no puedas verme, pero este no es tu lugar ni tu momento; debes volver... pececita... - dijo acariciando mi mejilla - Debes volver a vivir
- Cumpliré las promesas que hicimos; ganaremos esta guerra, te lo juro, Ali'kay y viviré, como te lo prometí ese día
- Siempre te estaré cuidando... - murmuró y lo sentí un poco más lejano
- Te quiero – respondí y entonces toda la oscuridad desapareció para darle paso a una intensa luz
Me sentía mareada y confundida, pero entonces cuando mis ojos empezaron a abrirse, sentí como alguien me abrazaba con mucha fuerza y supe que había vuelto, que ya no estaba en ese vacío; supe de inmediato que estaba en casa y al abrir los ojos, solo pude sonreír.
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