CAPÍTULO 13
NETEYAM
Tonowari había pedido hablar conmigo, así que muy temprano por la mañana me dirigí a su cabaña, pero cuando entré me llevé la sorpresa de que Ninat't también se encontraba ahí y se veía tan confundida como yo.
- Neteyam – dijo Tonowari y lo saludé de inmediato antes de tomar asiento al lado de Ninat't
- ¿Qué está pasando? – preguntó ella sin despegar los ojos de su padre
- Creo que ya les he dado suficiente tiempo para pensar
- ¿Esto es sobre los entrenamientos? – pregunté y Tonowari asintió
- ¿Nos dejarás volver a entrenar? – cuestionó Ninat't con un tono de voz algo agresivo, así que sin pensarlo tomé su mano y la apreté suavemente pidiéndole que se calmara, lo cual funcionó ya que respiró profundamente antes de volver a hablar - ¿Podremos volver a entrenar? – preguntó nuevamente con un tono mucho más calmado
- Sí – aceptó Tonowari – Podrán volver a entrenar, pero no quiero ningún otro conflicto, ¿Entendido? – preguntó y asentí
- Entendido, señor – respondí y apreté nuevamente la mano de Ninat't para que hablara
- Entendido – respondió con seriedad
- Pues bien, retomarán su entrenamiento desde hoy, así que deberían apresurarse – informó Tonowari y nos pusimos de pie para marcharnos
Por un momento pensé que tal vez Tonowari desearía hablar a solas con Ninat't, pero simplemente nos dejó marchar y Ninat't continuó aferrada a mi mano como si hiciera un esfuerzo enorme por no regresar a discutir con su padre.
- Iré a despedirme de Tekay, nos vemos en el entrenamiento – dijo Ninat't soltando mi mano y asentí
- Yo también iré a casa
Quería arreglar las cosas con mis padres, pero honestamente no sabía ni por donde empezar, así que todo seguía igual de tenso, en especial entre mi padre y yo, que en los últimos días no habíamos cruzado más de veinte palabras.
- Regresaré a entrenar – le informé a mis padres en cuanto entré
- Es una excelente noticia, hijo – respondió mi madre y mi padre simplemente asintió
- ¿Y Ninat't? – preguntó Kiri interviniendo
- Ambos regresaremos a entrenar – dije con una sonrisa que no pasó desapercibida por mi familia, pero aun así mi padre continuó en silencio - Será mejor que me vaya de una vez – añadí volviendo a sentir la tensión en el ambiente y sin más demora me marché rumbo al entrenamiento
Durante todo este tiempo Ninat't y yo estuvimos entrenando; ella me enseñó a escuchar, a ver y a atacar con una fluidez impresionante; me enseñó a encontrar los puntos débiles y evaluar a mi oponente con rapidez, así como a cuidar mis movimientos para no ser derribado con facilidad.
Con cada entrenamiento mi técnica de pelea mejoró y aprendí mucho de ella, tanto que ahora podía sostenerle la pelea, esquivar varios de sus golpes e incluso atacarla sin terminar directamente en el suelo.
Ninat't era muy buena enseñando y se conectaba con lo que la rodeaba de una forma que era más que sorprendente; ella sentía el aire, la arena y el agua; ella escuchaba con atención los sonidos que normalmente se pasarían por alto y esperaba pacientemente el momento preciso para atacar; era astuta, ágil, intrépida y valiente, era simplemente asombrosa.
Cuando llegué al lugar del entrenamiento las expresiones de sorpresa fueron evidentes y se intensificaron cuando Ninat't apareció, tan erguida como una princesa y siempre con la cabeza en alto.
Tonowari no tardó en llegar y de inmediato nos ordenó que comenzáramos a combatir lo que consiguió sacarle una sonrisa a Ninat't e hizo que sus ojos adquirieran ese brillo que tanto me fascinaba.
Cuando iniciaron los combates no me fue difícil derribar a mi oponente y al levantar la mirada noté claramente como Ninat't había vencido y en menos de un segundo nuestros ojos se conectaron y sonreí con orgullo haciéndola reír.
La siguiente pelea inició y tal como Ninat't me enseñó, me tomé un momento para observar a mi oponente; me centré en su respiración y en sus pasos, me concentré en sus movimientos y busqué sus puntos débiles con tal precisión que en cuanto los encontré ataqué con rapidez logrando derribarlo casi de inmediato.
Podía sentir la mirada de los demás sobre mí, podía reconocer el asombro, la curiosidad e incluso la admiración, pero también había celos y eso inevitablemente me hizo alzar aun más la cabeza, lo que consiguió sacarle otra sonrisa a Ninat't.
Las peleas continuaron hasta que finalmente ella y yo volvimos a enfrentarnos, pero esta vez se podría decir que ambos teníamos oportunidades parejas de vencer lo que volvía nuestro combate mucho más interesante.
- ¿Lista princesa? – pregunté y ese brillo despertó en su mirada
- Vencerte será divertido – respondió de manera juguetona y sonreí aceptando el reto
- Espero que estés lista para perder
- Ya veremos – dijo antes de acercarse para dar el primer golpe
Estábamos inmersos en nuestra propia burbuja mientras el resto de na'vi nos rodeaban intrigados por el combate; Ninat't se movía de manera elegante y rápida, pero yo había mejorado, así que contrario a la primera vez que nos enfrentamos, esquivé sus golpes con la misma velocidad y comencé a contratacar obligándola a retroceder un poco para evaluar la situación.
- Parece que voy ganando, princesa – dije y ella bufó
- No cantes victoria tan pronto – respondió volviendo a atacar poniendo especial atención a mis pies y en esta ocasión fui yo quien retrocedió para recobrar el equilibrio - ¿Decías? – soltó con esa sonrisa tan suya que despertaba mis sentidos
Me acerqué nuevamente para atacarla y ella me esquivó sin problema, pero a medida que continuaba el combate, el ritmo de la pelea fue haciéndose más intenso tanto que podía escuchar su respiración frenética combinarse con la mía.
Nuestros movimientos iban a la par, si ella atacaba yo me movía para esquivarla y cuando yo avanzaba ella parecía entenderlo y de inmediato se apartaba; nos conectábamos de una forma que iba más allá de mi comprensión, pero nuestra conexión era profunda y nadie podía negarlo.
- ¡Es suficiente! – exclamó Tonowari e inmediatamente nos detuvimos - ¡Ya es suficiente! – repitió
Tonowari y Ronal estaba junto a mis padres; los cuatro nos observaban fijamente como si pudieran ver a través de nosotros y al mirar alrededor noté que no eran los únicos que nos observaban ya que tanto los na'vi que entrenaban con nosotros como muchos otros que se habían acercado nos observan fijamente con curiosidad y asombro.
Poco a poco todos se fueron dispersando y los na'vi que nos rodeaban volvieron a sus ejercicios, pero yo no podía dejar de ver a mis padres que me miraban de una forma totalmente diferente a la que conocía.
- Volvamos a entrenar – dijo Ninat't llamando mi atención y me giré nuevamente hacia ella – No te concentres en ellos, céntrate en mí – ordenó con una voz suave y asentí
Ella giró dándome un pequeño golpe que sin duda esquivé y esa reacción tan natural la hizo sonreír.
- Peleaste muy bien – me halagó mientras yo lanzaba otro pequeño golpe y ella lo esquivaba
- Aun nos falta decidir al vencedor – respondí y ella rodó los ojos, pero aun así sonrío
- Ya tendremos tiempo para eso – dijo con tranquilidad y continuamos practicando
Cuando el entrenamiento terminó, nuestros caminos se separaron y cada uno se marchó para realizar sus respectivas labores, pero durante todo ese tiempo mi mente regresó una y otra vez hacia Ninat't; no podía dejar de pensar en ella, no podía dejar de pensar en su sonrisa juguetona cuando peleábamos y en sus brillantes ojos que me miraban sin dudar; no podía sacarla de mi mente y eso estaba volviéndome loco.
Cuando terminé con todas mis tareas me dirigí a casa bastante perdido en mis pensamientos, tanto que cuando llegué simplemente me detuve en la entrada y decidí sentarme a un lado para mirar el océano intentando de alguna forma aclarar mi mente.
- Neteyam – escuché la voz de mi madre y me giré hacia ella
- Hola madre – respondí con tranquilidad y ella tomó asiento a mi lado
- Te has convertido en un gran guerrero – dijo con orgullo – Siempre has sido mi gran guerrero...
- Pensé que también estarías decepcionada
- Tu padre a veces es demasiado duro con ustedes, pero es porque quiere protegerlos
- Nos trata como soldados – refuté y ella asintió
- Antes de que nacieras, perdimos mucho; la guerra fue dura
- Lo sé, ambos me lo dijeron
- ¿Entiendes porque decidimos dejar el clan? – preguntó con seriedad
- Porque nos estaban cazando, debíamos ponernos a salvo; debíamos proteger a nuestra familia
- Va más allá de eso, Neteyam; nos fuimos para proteger a esta familia, pero también para proteger a nuestro pueblo; si nos hubiéramos quedado, ellos hubieran peleado para protegernos y las muertes hubieran sido demasiadas – explicó con lentitud – Con su último aliento mi padre me pidió que protegiera a nuestro clan, pero a veces retroceder un paso también es proteger a los que te importan – dijo mirándome fijamente – Tu padre los trata como soldados, es cierto, pero los ama con todas sus fuerzas y no puede imaginar perderlos, así que a veces es demasiado duro y exigente, porque tiene miedo de que si no lo es, ustedes podrían pagar el precio.
- Eso lo entiendo, mamá, pero... a veces siento que no me escucha; solo me da órdenes y espera que obedezca, pero también tengo el derecho a opinar y a decidir; sé que al ser el hijo mayor tengo la responsabilidad de ser un ejemplo, sé que al ser su primogénito espera mucho de mí, pero... ¿Alguna vez me han preguntado que es lo que yo espero?
- No lo hicimos – admitió mi madre sorprendiéndome – Tienes razón en eso; pusimos toda la carga sobre tus hombros y te hicimos responsable incluso cuando no lo eras; no fuimos justos contigo, Neteyam, lo sé bien
- Tal vez tú si, pero papá...
- Tu padre es obstinado y orgulloso; sabe que se equivocó, pero no sabe como remediarlo, en eso se parecen mucho él y Lo'ak – dijo y sonreí
- En eso tienes razón – acepté y ella sonrío
- Sabes, hoy nos sorprendiste a ambos; tu combate con Ninat't fue impresionante
- ¿En verdad? – pregunté con algo de nervios
- Nunca te había visto luchar así
- Ninat't me estuvo enseñando un par de cosas; ella aprendió mucho en el tiempo que pasó con los Tipani
- Es una guerrera muy fuerte
- Es asombrosa – dije sin poder evitar sonreír – Sabes... me mostró que no podía solo lanzar golpes y ya; me enseñó a escuchar, a ver más allá de lo evidente – expliqué con emoción – Antes combatía solo centrándome en la fuerza bruta, pero ella me enseñó a deslizarme y a atacar con rapidez, observando todo a mi alrededor...
- Suena a que ha sido una gran maestra
- Lo es – admití con una sonrisa – Le gusta cazar antes del alba cuando todo está en silencio y no sé como lo hace, pero casi podrías olvidar que está ahí; es como si desapareciera y ni siquiera notaras que va a atacar, es grandiosa
- Parece que tus sentimientos por ella son profundos – dijo mi madre y entonces reaccioné
- Nosotros... bueno... no lo sé – comencé a murmurar y ella rio
- ¿Quieres saber que fue lo que noté mientras peleaban? – preguntó y asentí – Ambos fluían de la misma forma, conectados, como si fueran uno solo; ni siquiera parecían notar a los demás, estaban tan centrados en el otro que todo pareció desaparecer para ustedes – me paralicé ante sus palabras y mi madre pareció notarlo – Cuando la miras, algo despierta en ti y es más que evidente; cuando hablas de ella todo tu rostro se ilumina, pero cuando pelearon, vi una conexión tan fuerte que estoy segura que Eywa los puso en el camino del otro, porque así es justo como debía ser
- ¿Cómo fue que papá consiguió que lo aceptaras? – pregunté de pronto
- Fue su valor y su fuerza – respondió mi madre – Cuando lo conocí no creía en Eywa, en los espíritus o en los ancestros; él era ruidoso y no sabía nada, pero era valiente; tu padre se esforzó por aprender no solo las cosas físicas, si no que se esforzó por aprender sobre la conexión que tenemos con Eywa y aunque le costó, al final entendió lo que yo le decía; tu padre se convirtió en Toruk Makto para proteger a nuestro pueblo y lo ha dado todo para proteger a esta familia; es su valor y su fuerza lo que siempre me sorprenden.
- Siempre quise ser un líder como él; quería ser un gran guerrero y hacerlo sentir orgulloso
- No necesitas ser como él, Neteyam; tú eres un gran guerrero porque te has esforzado para serlo; debes forjar tu propio camino, no solo seguir el de tu padre y puedo asegurarte que está orgulloso, así como yo lo estoy
- Quiero arreglar las cosas con él – admití y ella colocó su mano en mi hombro
- Habla con él, así como lo haces conmigo – me aconsejó y asentí – Alguno de los dos tiene que ser sensato y creo que tú lo eres
- Lo haré, mamá – aseguré y ambos comenzamos a levantarnos
- Neteyam – me llamó antes de que entrara a la casa – Si Ninat't es a quien quieres, no la dejes ir; sé sincero con ella... sé valiente
Me quedé pensando en las palabras de mi madre y finalmente decidí que tenía razón; tenía que ser valiente y confesarle mis sentimientos a Ninat't, solo tenía que encontrar el momento perfecto para hacerlo.
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Un capítulo más por hoy
La conexión entre Neteyam y Ninat't es cada vez más fuerte, pero podrán enfrentar lo que viene?
Las complicaciones llegarán muy pronto y ambos serán puestos a prueba
Díganme que opinan
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