NETEYAM

Pasaron un par de días y las cosas seguían tensas; mi padre y yo intercambiamos solo unas pocas palabras estos días y aunque mi madre me hablaba con normalidad era obvio que la tensión seguía ahí; Lo'ak había procurado no meterse en ningún problema innecesario dada la situación en nuestra casa lo que francamente agradecía y Kiri intentaba en todo momento aligerar las cosas en casa lo cual era grandioso, porque el silencio y la tensión comenzaban a agobiarme.

En cuanto a Ninat't las cosas estaban cada vez mejor; cada mañana antes del alba nos encontrábamos, entrenábamos un poco y después nos quedábamos admirando como el sol comenzaba alzarse, además ahora que ninguno de los dos podía entrenar pasábamos la tarde juntos en compañía de Tekay que ya había dejado atrás su timidez y ahora era una pequeña sumamente traviesa que siempre nos hacía reír.

Anoche Ninat't y yo volvimos a volar en nuestros Ikráns, lo cual fue maravilloso; ella era sin duda maravillosa y mientras más tiempo pasábamos juntos más me convencía de que estaba loco por ella.

Estaba inmerso en mis tareas cuando un cuerno comenzó a sonar alertándome y todos salieron corriendo hacia el océano, pero antes de que pudiera preguntar que era lo que estaba ocurriendo, Ninat't se acercó corriendo emocionada y me miró con una sonrisa.

-        ¡Son los Tulkun, ellos regresaron! – exclamó sin dejar de sonreír y prácticamente me arrastró hacia el océano para después ir en nuestros ilu hacia donde todos se estaban reuniendo - ¡Vamos! ¡Quiero presentarte a alguien! – dijo avanzando muy rápido y solo la seguí

Ninat't se detuvo frente a una gran Tulkun joven que también parecía muy emocionada por verla y en cuanto se vieron Ninat't comenzó a dar vueltas mientras continuaba sonriendo y eso inevitablemente me hizo sonreír.

-        Conocí a un chico – dijo Ninat't mediante señas y me pidió que me acercara – Ella es Nyeli, es mi hermana espiritual – dijo acariciando suavemente al Tulkun – Él es Neteyam – le explicó a la Tulkun que me saludó con la misma emoción que Ninat't

-        Te fuiste mucho tiempo – la regañó Nyeli y Ninat't rodó los ojos

-        Tenía que irme, lo sabes – respondió ella mediante señas

-        Pudo haberte pasado algo malo – continuó regañándola y reí al ver como Ninat't cedía ante su hermana espiritual, pero en cuanto me reí Ninat't se giró mirándome indignada

-        Que bien que te diviertas – dijo frunciendo el ceño y sin poder detenerme, volví a reír

-        Él me agrada – comentó la Tulkun y Ninat't también la miró indignada

-        Claro que te agrada, se está riendo de mí – se quejó y eso me hizo sonreír

Nyeli continuó regañando a Ninat't durante un poco de tiempo hasta que nos vimos interrumpidos por Kiri que venía en su ilu con Tuk y con Tekay ya que habían pasado la mañana juntas y en cuanto llegó hasta nosotros tomé a Tekay y la coloqué en mi propio ilu mientras mis hermanas se acercaban a Ninat't y admiraban con emoción al gran Tulkun.

Lo'ak estaba unos metros más allá con Tsireya y su Tulkun, así que después de un rato mis hermanas se acercaron a ellos y entonces me aproximé nuevamente hacia Nyeli mientras Ninat't le explicaba quien era la pequeña que iba con nosotros.

-        Ella es Tekay – dijo mientras yo le entregaba a la pequeña para que pudiera acercarse al Tulkun – Es mi hija – dijo y Tekay con algo de nervios comenzó a acariciar la aleta de Nyeli con curiosidad - Ella es mi hermana espiritual, cariño – le explicó a Tekay que parecía maravillada por Nyeli

-        Es muy grande – dijo Tekay y eso nos hizo sonreír

Nyeli saludó a Tekay con gentileza y giró un poco, sorprendiendo aun más a la pequeña mientras que Ninat't y yo solo sonreíamos; estábamos en nuestra burbuja, tan concentrados en lo que estaba sucediendo que nada más parecía importar, pero entonces al levantar la cabeza mi mirada se cruzó con la de mis padres y no supe como interpretar la forma como me observaban.

-        Sí, Nyeli, aprendí a volar – le comentó Ninat't a su hermana espiritual – La verdad, me gusta mucho – dijo con señas y volví a centrarme en lo que estaba pasando aquí

-        Es muy buena – comenté mediante señas y Ninat't me sonrío – Aunque aun le falta mucho para ganarme – dije y ese brillo que tanto me fascinaba volvió a aparecer en sus ojos

-        Ya veremos quien gana la próxima vez – declaró retándome con la mirada y me acerqué un poco más

-        Espero no seas una mala perdedora, princesa, porque voy a vencerte

-        Ya veremos... - murmuró fijando sus ojos en los míos y mi corazón se aceleró

-        Se ven lindos juntos – comentó la Tulkun y ambos nos sonrojamos sin saber que responder

-        Si, son muy lindos – afirmó Tekay dándole la razón a Nyeli y dejándonos aún más sorprendidos

-        Sabían que Nyeli y yo compusimos una canción - comentó Ninat't intentando cambiar la conversación y al parecer el Tulkun captó la indirecta porque de inmediato comenzó a cantar en compañía de la hermosa na'vi a la que no podía dejar de mirar

Todos se veían emocionados en compañía de los Tulkun y durante toda la mañana la pasamos cantando, riendo y divirtiéndonos, además que pudimos escuchar muchas historias sobre todo lo que había pasado en el último año y una vez que empezó a caer la tarde, nos despedimos de Nyeli para volver a la aldea y cargué a Tekay en mis hombros haciéndola reír mientras Ninat't me miraba con dulzura.

-        ¿Comes con nosotras? – preguntó Ninat't y asentí sin dudar

No es que no me gustara pasar tiempo con mi familia, pero últimamente era muy difícil convivir con ellos, en especial con mi padre que continuaba siendo tan estricto y duro como siempre, a pesar de que las cosas ya no eran como antes y de que yo no era el mismo.

Aun quería enorgullecerlo y deseaba convertirme en un guerrero tan fuerte como él, pero mi vida ya no giraba solo en la idea de cumplir sus expectativas y ya no estaba dispuesto a callarme solo para complacerlo o evitar un conflicto, porque en ocasiones realmente es necesario poner un alto y eso es justo lo que estaba haciendo.

Durante los últimos días pensé en muchas cosas que nunca antes me permití considerar y ahora podía afirmar que tenía la mente mucho más clara; sabía con certeza lo que quería, era consciente de que deseaba ser un guerrero y un líder noble, justo y fuerte; estaba seguro que deseaba convertirme en alguien a quien se pudiera seguir, pero también estaba seguro que debía hacerlo según mis reglas y de acuerdo a mi propio ritmo.

No podía vivir mi vida decidido a ser una copia de mi padre, porque éramos diferentes y eso estaba claro; siempre lo obedecí sin poner objeción, siempre acaté cada una de sus órdenes, a pesar de no estar de acuerdo; siempre hice exactamente lo que se esperaba y fui el soldado perfecto; siempre cargué con la responsabilidad de ser el primogénito y no me quejaba, pero ya tampoco iba a permitir que otros decidieran sin considerarme; esta también era mi vida y esa también era mi familia, así que las cosas necesitaban cambiar.

Ni yo podía cargar con la responsabilidad de ser el ejemplo perfecto, ni Lo'ak podía ser siempre la decepción, porque ninguno de los dos era perfecto y a nuestra manera cada uno era fuerte, con o sin errores y eso era algo que mis padres necesitaban ver.

Mi padre decía que los Sully somos uno y honestamente quería que así fuera, pero para ser uno, todos debíamos poder expresarnos y poder ser parte de la decisión, no solo un eslabón más en la cadena.

Mis padres necesitaban vernos por quienes éramos y no solo por quienes deseaban que fuéramos; ellos tenían que escucharnos, porque nuestras opiniones también importaban y más allá de todo eso, debían cambiar, porque la forma como nos trataban no era sana para ninguno y yo estaba harto.

-        Estás muy pensativo – comentó Ninat't llamando mi atención y me entregó algo de comer para después sentarse a mi lado

-        Solo pensaba en lo mucho que han cambiado las cosas – dije sin mirarla y ella se apoyó ligeramente contra mí intentando animarme

-        Las cosas tienen cambiar para mejorar; si las cosas permanecieran siempre iguales sería aburrido – dijo y sonreí

-        ¿Cómo van las cosas con tu padre? – pregunté y ella se tensó un poco

-        Es imposible y agotador, pero es mi padre

-        El mío casi no me habla – admití con cansancio y Ninat't colocó su mano sobre la mía

-        Todo se arreglará, ya lo verás, solo confía – dijo con dulzura y dejé la comida a un lado para enlazar nuestras manos

-        Aunque no lo diga en voz alta, sé que está decepcionado y honestamente es frustrante; no entiendo porque no puede escucharme

-        Tal vez deberías volver a intentar hablar con él, pero sin estar a la defensiva o quizá podrías hablar con tu madre, ella sin duda podría aconsejarte sobre qué hacer – sugirió con tranquilidad – Si quieres resolver las cosas, no queda más que seguir intentando

-        ¿Y tú? – pregunté y la escuché suspirar

-        Las cosas van bien con mi madre y mis hermanos, pero mi padre es difícil – dijo con pesar – Lo herí mucho cuando me marché y está decepcionado; él tampoco me escucha, finge que sí, pero no lo hace, aun así, debo seguir intentando sanar las cosas con él, es lo único que puedo hacer

-        Es difícil... - murmuré y ella me dio la razón en voz baja

-        Hay que seguir intentando – respondió Ninat't y sin poder evitarlo acaricié su mano

Las cosas con nuestras familias eran complicadas y lo que ocurría entre nosotros aun era confuso, pero me gustaba estar a su lado; me gustaba entrenar con ella y verla retarme con la mirada; me gustaba cazar por las mañanas mientras el mundo estaba en silencio; me gustaba volar a su lado mientras girábamos y jugábamos en el cielo; me gustaba cuando nadábamos juntos y ella tomaba mi mano mientras sonreía; me gustaba estar junto a ella y no deseaba apartarme jamás.