Parte ???

¿Mmm? ¿Qué haces aquí? ¿Quién eres?

Ahh... Eres tú. Me habías asustado, hermana.

Bueno, aprovechando ya que estás aquí, te explicaré unas cosas que debes saber, hermana.

Una cosa... te digo hermana porque aún no sé tu género. Házmelo saber cuando estés seguro, por favor. Sería muy vergonzoso que te estuviera llamando "hermana" y seas un chico. Es que... verás, solamente somos Irina y yo.

¿Qué? ¿Que quién soy? A eso iba... Sí, también te explicaré qué son esas piezas que flotan por los alrededores. Sé que esto está muy oscuro, pero ya te acostumbrarás; camina hacia la luz y coge una pieza. La que quieras, no importa.

Vale, ahora alza esa pieza en dirección a la luz que parece provenir de lo que es el techo, aunque realmente es el cielo... o es creo, no sé qué es ni de dónde viene esa luz. Ya estaba así cuando yo aparecí en este lugar. Somos una forma de conciencia.

A diferencia de ti, que has nacido en este lugar, yo provengo del mundo normal. ¿Qué quiero decir con normal? El mundo de abajo, el mundo humano, el tablero de juego; yo antes era una pieza. Esto es un mundo en una escala muy superior; para ellos somos algo como dioses. Pero no merece la pena explicarlo, jamás lo entenderían.

Ya probé a explicar ese concepto allí abajo, y no lo pueden comprender. Es demasiada información, podría hacer enloquecer a quien reciba el mensaje y cometer suicidio. No es broma, no lo hagas.

Oh, ¿qué ves? Ah, recuerdo esa pieza. Es cuando en aquel mundo Tomás enloqueció y, pensando que Kevin y compañía querían matarle, de una paliza los mató a todos con un bate de béisbol. En realidad sus amigos solo querían ayudarlo. Qué triste, ¿verdad? Erika no lo culpó, y lo perdonó abriendo sus brazos, esperando a que Tomás despertara de la locura; pero no lo hizo, el bate de metal se estampó contra su cráneo.

Veo que tienes mucha facilidad para usar los Fragmentos, yo necesité mucho tiempo para saber que se podían combinar así. Ese mundo es uno anterior. Kevin aquí era de los malos y atrapó a Irina. Siendo el pervertido que es... Mejor suelta el fragmento, no quiero recordar esa escena.

¿Que qué pasó? Una chica atada a una cama, es desnudada, y el chico se desviste también. ¿Qué crees?... Espera, ¿no lo sabes? Eh... Mejor que no lo sepas, aún.

Sí, la chica de piel blanca, cabellos blancos y ojos rojos que acabó muriendo diseccionada viva y sin anestesia en los Laboratorios DRAGON. Murió viviseccionada. Sin anestesia.

Horrible destino cruel, muy cierto.

Oh, ese es el Fragmento de Tomás.

Lo he hecho yo combinando los Fragmentos de otros Tomás de otros mundos.

Sí, este es el Fragmento actual que estamos viendo.

Irina no está aquí, porque está jugando ese mundo ahora. De momento es el mundo en el que más hemos avanzado.

¿Por qué está sola?

Ahora no lo está, tiene amigos que la ayudan. Y ha aprendido una muy valiosa lección del chico que le gusta.

Yo nací de ella. Al principio de todo solo estaba ella.

Irina tiene un alma muy fuerte; en el momento que ella murió, su alma rechazó perderse en la oscuridad de este oscuro mundo y desaparecer; eso es morir.

Cuando pasamos por este laberinto más de 100 veces, yo me separé de ella, nacida de la desesperación. No había ningún Creador. Así que decidir poner fin al juego, a la partida que alguien olvidó cerrar.

No, no soy mala. Aunque se me ha designado el papel de villana en esta obra. Realmente me preocupo por ella, ¿sabes? Somos la cara de la misma moneda. No sé en qué estaba pensando el Creador cuando hizo este juego. Es absurdo, ¿verdad? Pero es divertido ver la reacción de todos ante determinados eventos y cómo interactúan entre sí.

Parte ???

Me preocupa Irina, pues aunque ahora seamos entidades diferentes, me preocupo por ella. Soy algo así como su madre.

Sí, eso es porque desde que ella nació, era capaz de verme.

Para otros yo no existo, soy como un fantasma. Solo ella es capaz de verme y comunicarse conmigo. Así que junto a su padre y su madre, era parte de la familia. Puedo hacer cualquier comentario, reír o chillar, nadie puede escucharme o verme a menos que posea ciertos poderes especiales, o sea un médium de verdad; sin embargo, algunos que han perdido la cordura son capaces de verme, aunque de manera muy distorsionada, algo así como un monstruo o un demonio.

Tampoco puedo interactuar con la materia directamente. Es por eso que pido prestado el maná de Irina para poder mover objetos o hacerme visible. Puedo otorgar bendiciones a las personas que son buenas con ellas, y causarle mala suerte a los que la tratan mal... Vale, eso último era una broma. No puedo hacer eso, aunque mucho me gustaría, la verdad.

Su padre decía que yo era un amigo imaginario, pero su madre en especial negaba mi existencia con todas sus fuerzas; lo que pasaba es que ella no podía asimilar que su hija era muy especial.

Irina cada vez que muere, renace.

Vuelve a ser un bebé, y comienza su vida desde cero con todos sus recuerdos de otro mundo intactos.

Yo la acompaño y la guío.

Los mismos 15 años de su vida, una y otra vez.

Su cuerpo no envejece, pero sí lo hace su edad mental.

Actualmente lleva repetidas más de mil veces el mismo laberinto, y siempre es asesinada por el destino. Desconocemos a su asesino. Sabemos su nombre: Natasha, pero no sabemos quién es ni cómo es. Es todo lo que tenemos.

Lentamente he sido testigo de cómo sus emociones se han ido perdiendo, adoptando tendencias más siniestras, y su personalidad se va volviendo retorcida y sarcástica. Ella misma tiene miedo de perderse.

Me ha contado que, en varias ocasiones, el cerrar los ojos, siente miedo de perderse en la oscuridad, de dejar de ser ella. Se siente flácida, débil. Cómo la corriente del destino la conducirá de nuevo al mismo final. Tiene miedo de dormir; una vez cerró los ojos y, cuando despertó, notó que estuvo durmiendo 96 horas. ¡Eso son 4 días!

Con cada muerte, hemos ido perdiendo poder.

Cada vez podíamos retroceder menos en el tiempo, llegando al punto de que solo podíamos retroceder un par de meses antes de la catástrofe. Pero siempre era todo igual.

Irina se rindió, y tomó la decisión de gastar el tiempo de vida mental que le queda tomando alcohol y jugando con los demás, molestándolos con sus travesuras, y viviendo en la calle. Aislándose de todos y evitándolos, con tal de no ser atrapada, no herir a nadie querido, y sobrevivir.

¿Ese Fragmento? Es del pasado de Irina.

Puedes verlo, aunque es muy triste.

Parte ???

Ya está, otra vez esa cara. Era molesta y odiosa cara.

Tiene 7 años, pero no es en absoluto como los demás niños de su edad.

En lugar de jugar con ellos al pilla pilla, al escondite, o la pelota, se pasa el tiempo leyendo libros complicados o conversando con adultos.

Los maestros dicen estar encantados con ella.

Sé que es una niña muy inteligente, pero nunca sé qué es lo que está pensando. No sé qué es lo que pasa por su mente. Nunca sonríe, y siempre tiene esa expresión blanca, como si fuera una muñeca desprovista de emoción alguna.

Desde muy pequeña, aprendió a hablar y caminar.

No tuvimos tiempo de enseñarle a nada, al parecer ya sabía.

Siento pausar el vídeo. En cuanto a eso... Ya te conté que Irina solo es capaz de verme, ¿no? Y creo que gracias a los capítulos sabes de mi origen, ¿cierto? Siendo tan similares, algo así como hermanas, y yo cuidando de ella como una madre, puedes deducir cómo acabará esto. ¿No?

Sí, en parte es mi culpa por enseñarla. Cuando renaces, pierdes todos los recuerdos; estos no regresan todos de golpe, sino que lo hacen de manera progresiva, y hasta desordenados, sin ningún sentido y al azar.

Al hablar mucho yo con Irina, ella comenzó a copiar mi manera de hablar. Eso hacía enojar a su madre bastante, dado que mi manera de hablar era muy adulta. También, suelo sacar de quicio a la gente y ser pesada y aburrida.

¿Eh? ¿Que si solo hablo con ella cómo puedo tener esa mala opinión de mí misma? Au... au... au... Porque he comenzado a ser un estorbo para ella, lo siento.

Siempre está distrayéndose mirando las nubes, nunca habla y es como si hablaras con la pared.

En el colegio, saca excelentes notas. Hace los exámenes y deberes sin esfuerzo alguno, y hasta discute con los profesores acerca de ciertos aspectos de las clases, el contenido del temario y cómo debería actuar con determinados alumnos para que presten atención a la lección.

Sin embargo, no se relaciona con nadie de su edad.

Y los ancianos de la residencia la adoran, le dicen tonterías de que ella es alguien elegida por Dios capaz de realizar milagros, que es una santa, y temo que se crea esas chorradas. También creo que le están enseñando a hacer las tareas del hogar. Que yo recuerde, no la he enseñado, no suelo estar mucho tiempo por casa. De pronto comenzó a hacer su cama, poner la lavadora y tender la ropa.

No quiero que se aprovechen de ella porque es muy ingenua.

Sigue siendo una niña pequeña.

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Últimamente ver su cara me irrita. Sin ser consciente, la golpeo en la cabeza y en cuando me doy cuenta de lo que he hecho, la abrazo y le pido perdón. Pero aun con mi abrazo y sintiendo el calor de mi cuerpo, no reacciona. Es como si no tuviera vida.

Su cuerpo es frío al tacto, como un témpano de hielo.

Y su mirada está vacía, es una carcasa.

Nunca me habla de lo que hace en el cole con sus amigos.

Es más, desconozco si tenga algún amigo.

Desconozco qué le gusta y qué le disgusta... y soy su madre.

Mi marido y yo no sabemos qué hacer ya con ella.

Para sacarle información, decido hacer lo que era su comida favorita: un plato de lasaña casera.

Para cenar coloco el plato en la mesa, y su bebida favorita, zumo de uva ecológico.

Ni una sola reacción.

Normalmente cuando a un niño le preparas su cena favorita, este salta de alegría, te abraza y te besa, y te da las gracias.

Siento que la ira me invade por dentro y alzo el puño para golpear su cabeza. Cuando me doy cuenta de lo que estoy a punto de hacer, me detengo.

Irina lentamente lleva el tenedor a su boca y prueba la lasaña.

Ni una reacción en absoluto, es como si estuviera comiendo cualquier otro plato más.

Inconscientemente la golpeo en la cabeza, y suelta una queja con efecto retrasado.

—Au.

Solo eso, es como si no lo hubiera dolido.

Ha dicho "au" con tal de decir algo. Ni pestañeó; por unos instantes dudó si decir algo o no.

Mi esposo agarra mi brazo para que no le siga pegando.

Irina termina su plato, se bebe el zumo y no toma postre, se va al salón a ver la tele. Un programa de concursos, con preguntas extremadamente complejas para su edad.

Acierta todas y cada una de ellas, hasta recita en voz alta, con su pausada y monótona voz, plana y sin emociones, las respuestas acertadas y fallidas de cada uno de los concursantes.

Comienzo a sentir miedo... de mi propia hija.

¿Puede ver el futuro? No, quizás el programa esté grabado y lo hayan emitido unas cuantas veces. Tiene que ser eso, seguro.

Solo se dedica a navegar por Internet con nuestros móviles, leer libros, y hacer puzles. El leer el periódico y ver las noticias todos los días que no falte, es lo primero que hace cuando se levanta.

Parte ???

Hace un día veraniego, demasiado calor de hecho.

Irina no ha parado de insistir que quería ir al colegio con un paraguas.

No hay una sola nube en el cielo, está despejado. El pronóstico del tiempo no ha dado lluvia para hoy. Como no hay manera de hacerla entrar en razón, la dejo ir con el dichoso paraguas.

A la hora de la salida, cuando voy a recogerla, de repente comienza a llover a cántaros.

Solo ella llevaba un paraguas. Me dijo que yo también tenía que coger uno, pero no la escuché.

Era imposible que supiera que fuera a llegar un nubarrón y lloviera así.

Tengo miedo.

Y no la única cosa extraña que ha predicho. También algunos sucesos, como la muerte del alcalde, asesinado a manos de su secretaria por una infidelidad, o un accidente de moto en la calle principal del pueblo durante la madrugada, en el que un repartidor de pizza quedó gravemente herido, entre otros.

Cuando pregunté a los mayores si ellos le enseñaron a hacer las tareas, dijeron que no, fue Irina quien se prestó a limpiar sus habitaciones y hacer las tareas del hogar por ellos, a cambio de escuchar sus historias y anécdotas de cuando eran jóvenes, y alguna que otra chuchería a cambio. Según ella, al hacer las tareas por ellos les "estaba salvando la vida".

No comprendo qué quisieron decir con eso, pero los ancianos estaban dispuestos a ver a nuestra hija pronto por la residencia. El personal de la residencia de ancianos también está bastante contenta con ella; se ha vuelto famosa, y ellos la veneran. Esperan con ansias que pase por la zona.

Parte ???

Un día Irina no regresaba del colegio. Dijo que le gustaba regresar sola a casa, a pesar de tener 7 años y que vivimos a un kilómetro de distancia.

La encontré en el comedor. Estaba haciendo arroz con curry y pechuga de pavo. Una de las cocineras se hizo daño y tuvo que ir al ambulatorio. Irina se quedó para ayudar a cocinar.

—Ah, usted debe ser su madre. Su hija tiene muy buena mano para la cocina. Es toda una experta, incluso nos supera. Tiene que probarlo, es asombroso. ¿Le ha enseñado usted?

Me quedé helada. Yo no la he enseñado a cocinar.

Jamás lo he hecho.

Es una niña.

Y los mayores tampoco.

Es más, en casa nunca la he visto acercarse a la vitrocerámica o coger una sola olla.

¿Qué demonios es esto?

Si ella entra a la cocina, es para coger un trozo de pan o los restos de comida que sobró de la cena, para subirse en la banqueta y recalentarlos en el microondas.

Cuando cojo una cuchara y pruebo el curry que mi hija está haciendo, compruebo que es de una calidad desmesurada para haber sido cocinada por las manos de una niña. Tal y como ha dicho la cocinera del comedor, es como si una experta lo hubiera hecho. El sabor, color y textura del curry no tienen comparación con el que yo preparo. La cantidad de picante está en su punto, de manera que no es demasiado picante ni demasiado dulce. Es, sencillamente, delicioso.

Su manera de manejar el cuchillo no tiene comparación, es como si llevara años y años de práctica. Yo, que soy cocinera, me deja en ridículo. Estoy a años luz de ella.

—¿Pasa algo? Te noto pálida.

—N-no, no. No pasa nada, hija.

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Mis temores se confirman. No creo en la superstición ni en la magia, pero los mayores están empeñados en que los albinos tienen poderes especiales.

Eso no es verdad, es solo una falta de melanina en la piel por causas genéticas.

Pero lo estoy viendo con mis propios ojos, lo estoy viviendo: tengo miedo de mi hija.

Y cuando el terror se adueñó de nosotros fue aquel día en el que fuimos al campo a visitar a los abuelos.

Ella predijo que algo terrible iba a ocurrirles a los vecinos de enfrente. Textualmente dijo "La vecina se dejará el estofado en el fuego mientras va a comprar, y la casa se incendiará. Morirán sus dos hijos y su marido por intoxicación de humo".

Algo demasiado perturbador. Como con la muerte de alcalde, pensamos que se trataba de una broma de mal gusto o de algo si mucho sentido. Además, mucha gente comentó que la secretaria siempre hablaba de que algún día lo mataría. Ella misma pudo haber oído los rumores y que, tras la muerte del alcalde, se confirmaran sus sospechas.

Cuando regresamos dos días después, nos encontramos a los bomberos apagando el fuego.

Su predicción se cumplió a la perfección.

El marido de la vecina de enfrente, y sus dos hijos, habían fallecido.

La causa del incendio: se dejó el estofado en el fuego.

—¿Qué pasa, mamá?

Trago saliva, porque no sé qué hacer.

Predijo que la próxima vez moriríamos de camino a casa de los abuelos en un accidente de tráfico.