Capítulo 23: Ajedrez
Parte 1
—¡Buenos días!
Nina se había levantado y, como de costumbre, ha bajado a la cocina como fue traída al mundo.
—Ah.
—No mires.
—Hermanita, quita tus manos de mis ojos.
—No.
—Que las quites.
—Que no.
Otras dos voces me amenazaban: Irina y Erika.
—Si miras te morderé la cabeza.
—Y yo no beberé tu sangre, ¡hmph!
Eso último no lo entendí. ¿No eres tú la que se hace daño con eso?
—¡Quita, Silvia! Además, hoy es mi día de suerte. Nada me lo va a estropear.
—¡Oooh! ¡Menudo banquete tenéis aquí! Y estás de muy buen humor hoy, Tomas.
—Gracias. Si me disculpas, voy a ignorarte y proseguir con mi desayuno.
—¿Sabes cómo puedo arruinarte el día?
—No me importa. Es mi día de la suerte, me he levantado de buen humor hoy.
Escuché a Irina murmurar con tono quejica "Solo porque te levantaste solo esta vez".
—Pan tostado con huevo frito. Mmm... ¿Sabes que es la menstruación de la gallina? Sí, la regla de la gallina. Te estás comiendo un feto de pollo, frito.
—¡...!
Se me pasaron las ganas de huevo frito, y a las demás, también.
—Me da igual.
Le di mi huevo frito a Irina, al igual que hicieron mi hermana Silvia y Erika. Ella se los comió, no le importó ese comentario, y mostraba una cara de puro aburrimiento, sin emociones, como una muñeca. Cogí la tostada y comencé a untarla con miel.
—¡Oh, miel! El vómito de abeja es una gran elección, muy nutritivo.
Cierto, la miel es el néctar regurgitado de las abejas, que dan de comer a las larvas en sus celdas y...
Asqueado por semejante imagen mental, decidí untar paté a la otra tostada que me quedaba sin contaminar.
—¿Paté de pato? ¿Sabes que eso el hígado graso del ave? Sí, sí, ese órgano que filtra todas las impurezas de la sangre y rompe las toxinas, como el alcohol. Para nada diferente de la comida de tu gata. ¿Qué se siente cuando te cobran 3 € la lata por algo que vale menos de 80 céntimos?
Se me revolvió el estomago y sentí un contenido ácido asomar por mi esófago. Me quité la tostada de la boca y la arrojé a la cama de Luna. Mi gata la olió y comenzó a comérsela por mí.
—Te odio...
—Yo también te quiero, Tomas. ¿Follamos en el sofá? Estoy muy caliente.
—Vete a enfriarte a la piscina un rato, N.º 18.
—¡Eh, soy mucho más sexy que la Androide 18, que lo sepas! ¡Eso me ha ofendido!
Erika me jaló de un brazo, Irina me jaló del otro.
—¡No, Tomas es mío!
—¡¿Perdona?! ¡¿Cómo que tuyo, Irina?! ¡Tomas es mío, yo lo conocí primero! ¡Nos conocimos cuando teníamos 7 años!
—¡Él me ama!
—Chicas, me vais a partir en dos...
—¡Tomas es mi dueño, debería pasar más tiempo conmigo!
—¡Tomas es mío, es mi hermano!
Se hizo el silencio y nuestras miradas se posaron sobre ella.
—Silvia, ¿qué coño?
—Ewww... Incesto.
Nina retrocedió dos pasos inconscientemente.
—Silvia, norteña —dijo Erika.
Luna saltó a la mesa, cosa que tiene prohibido. Caminó hasta mí, me olisqueó y se frotó, marcándome como de su propiedad. Saltó a mi regazo y se enroscó.
—Ven aquí, preciosa mía.
—¡Miaaaaaaa!
La cogí como un peluche y la abracé.
—¡Elijo a mi gata frente a vosotras!
Me miraron raro, pero esto fue lo único que se me ocurrió para salir del paso y evitar que me repartieran como un pastel de cumpleaños. Tengo miedo de qué harán cuando me confiese.
Parte 2
Mi gata no se despegaba de mí, y de camino al instituto, una emboscada.
Vampiros... 16 vampiros.
—¡Barrera: Levantar!
El cielo se tornó rosa y un domo se extendió sobre nuestras cabezas, encerrándonos en otra dimensión. Digamos que era un mundo beta, como aquellas líneas de código de objetos innecesarias que quedan en un juego tras finalizar la programación. Esto sería el escenario beta de nuestro mundo, por así decirlo.
Kevin apareció y del interior de su chaqueta desenfundó dos pistolas cuyas balas eran de plata. Abrió fuego y antes de que pudieran reaccionar cayeron al suelo con un boquete entre ceja y ceja.
Pero no se volvieron ceniza...
—¡¿Híbridos?!
—¡Tomaaas! —me gritó Kevin.
Fueron a atacar a mi hermana, pero yo me interpuse y con una espada de energía pura corté a tres por la mitad. Sentí que la Aurora se tornó negra por unos momentos, por alguna razón.
—¡Aaaaaaah!
—Killer Slide!
Mientras se deslizaba por el suelo, Erika reforzó sus pies y los mandó a volar.
—¡Vlad The Emperor!
Luego, dividió su cola de sangre en varios tentáculos que atravesaron sus corazones como estacas, y fueron empalados. No hizo falta explicar a quién dedicaba tributo.
—¡Desapareced! ¡Morid, hijos de puta!
Nina absorbió toda la energía de los alrededores y disparó a lo loco contra esos tipos. Esferas de energía del tamaño de una sandía atravesaron sus cuerpos, dejando cadáveres, sangre y tripas atrás en mitad de la calle.
—Híbridos, ¿eh?
—Qué mal rollo...
—Joder, estos tipos... ¿Quiénes son? Llevamos varios días ya así, y gente de Agencia han muerto.
—Por "Agencia" quieres decir tu grupo de amigos. ¿Alguna idea?
—Ni puta idea. Pero todos hemos sido atacados estando en nuestras casas. Disculpadme un momento, voy a llamar a los servicios de limpieza.
Diciendo eso, Kevin nos dio la espalda y sacó su teléfono. La barrera se levantó y un grito nos puso la piel como escarpias.
Fue la hermana menor de Kevin.
—¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Y de dónde habéis salido?!
—Pues parece que esto es la escena de un asesinato. ¿De dónde sales tú, Naomi? —pregunté yo—. No había nadie en la calle.
—¡Eso debería salir yo, no había nada ni nadie en la calle!
La pobre. Me sabe mal meterme así con ella, pero es cierto que ese dispositivo que AURORA usa distorsiona el espacio. Para ella es como si hubiéramos aparecido de al nada haciendo "puff!".
—Id vosotros al instituto, yo me quedo con la policía —ordenó Kevin con tono serio.
—Mi hermano es un asesino... Mi hermano es un asesino...
—¡Yo no hice nada, Silvia! ¡Es más, te he salvado la vida!
Sus ojos estaban apagados y en shock. Nos había visto entrenar en el jardín con papá, pero claro, nunca había visto a su hermano matar tan decididamente.
—Tomas, es que das miedo cuando peleas. Matas de un golpe.
—Sí, tío. Das mucho miedo. Es como si tuvieras un gran odio dentro.
Nina decía lo mismo. ¿En serio doy miedo?
—Bueno... —Me rasqué detrás de la oreja—, no es cierto que me he enfadado bastante al ver que iban a por mi linda hermanita, pero solo hice lo que tenía que hacer. Nada más, nada menos.
—Y pensar que a este le daba miedo matar —Se burló Nina de mí.
El rostro de Kevin se tonó sombrío al ver que seguíamos ahí en el sitio, y nos marchamos al instituto.
Parte 3
—Aaah... Y pensar que cuando fue alcanzado por el ángel no sé qué de Irina el Tomás original regresó... más o menos.
Meme y Nene aparecieron de repente.
—Sí. El Tomás original odiaba a los vampiros, y todo lo sobrenatural en general. Odiaba a los vampiros con toda su alma, hasta que conoció a Erika. De hecho, yo también la conocí a ella, solo que no me acordaba.
—Esas técnicas, aunque hayan sido olvidadas, siguen en su memoria muscular. Es hijo de un Cazador.
—Meme, Nene. Que esa información jamás llegue a sus oídos. Ya ha aceptado que no recuerda nada antes de segundo de la ESO. Que recordara su pasado con Erika estuvo bien, pero no permitamos que lo demás escape. Tomás fue entrenado como un cazador por recomendación de su abuelo materno y no quiere serlo, no le gusta matar. Solo está peleando para proteger a quienes ama, nada más. Él no lo hace por dinero.
—¿Que no evolucione? Kevin, si tal vez ese Tomás "antiguo" y el Tomás de ahora hacen las paces, sea capaz de cumplir su deseo. No puede conseguirlo porque este Tomas es pasivo y protector, necesita esa agresividad que tenía antes. La misma que ha desplegado ahora mismo con tal de proteger a su hermana menor.
—Sí, sí. Meme tiene razón. Si Tomas fue capaz de asesinar a ese vampiro que tanto problemas nos dio se debió a que el original tomó prestado el control del cuerpo por unos minutos.
—Muy bien. ¿Pero cómo os sentaría el que os dijeran que sufrís amnesia hasta ese punto, y que vuestro ser original se encuentra diluido? Y tampoco nos interesa que el antiguo Tomás regrese, no es en absoluto sencillo de manejar; desconfía de todo y de todos. Me quedo con el amigable Tomas que todos conocemos y adoramos. Ese tipo "original" me recuerda a los rumores de la Legendaria Centella Negra.
—Aaah... Entendido. Mantendremos la boca cerrada, jefe.
—Ok. Y dejaremos de hurgar en tus cosas.
—Sí, mejor que lo hagáis, si no queréis que os dé unas buenas nalgadas. A día de hoy sigo buscando a esa legendaria asesina de vampiros. De encontrarla, la forzaré a que salga de su retiro y nos ayude en nuestra lucha.
Parte 4
Llegamos al instituto a lo justo. La limusina de Lucia derrapó y entró de manera espectacular en el recinto del instituto.
—¡¿Pero qué?!
Lucia y su hermano se bajaron corriendo del vehículo.
—¡Nos vemos luego, señorita! ¡E-e-espera, la katana!
—¡Ah, es verdad!
—¡Y yo el cuchillo, joder!
Nos quedamos en silencio. ¿Esto era real? ¿Acababan de salir del coche y todo con una espada japonesa y un cuchillo de caza ensangrentados?
El impecable uniforme de la delegada estaba salpicado de sangre arterial, y su hermano menor tenía sangre en la cara. De hecho, Sonia estaba totalmente duchada en sangre.
—¡Sirvienta pervertida, ¿es que partiste un cerdo vivo en dos?!
—¡Lo siento, Tomás-sama, tengo que ducharme y asistir a una importante reunión con el señor de la casa! ¡Es muy importante para la seguridad de la ciudad!
Diciendo eso, quemó rueda y salió disparada del recinto.
—Vale...
—¡Miaaaaa!
En clase, todos los maestros preguntaban lo mismo.
—¡¿Qué os ha pasado?! ¡¿Eso es sangre?!
—Sí, maestra. Eres la sexta que pregunta lo mismo ya...
—¿Y por qué tienes una gata encima...?
—Es mi gata, Luna. ¿Quieres cogerla? Es algo arisca, ¿sabes?
—No, gracias. Déjalo...
Un comienzo anormal. Para qué dije que era mi día de suerte... Esto me pasa por bocazas.
Por la tarde, tuvimos que pelear más de nuevo.
Parte 5
Irina y yo estábamos durmiendo juntos. No sé cuándo caí dormido, pero cuando desperté, ella estaba sentada al bode de la cama con las piernas cruzadas, tomando vino de ciruela seca de nuevo y jugueteando con el poco líquido que quedaba dentro de la copa. Su cara estaba ligeramente rojiza. Mira que le ha dicho mamá veces que no coja las copas de Navidad del armario.
—Je, je. Es gracioso. Te llaman asaltacunas, pedófilo o lolicon por salir juntos, y eso que solo nos llevamos un año de diferencia. Yo tengo 16 y tú 17 años. Lo que no saben es tengo más de mil años mentales. La cougar aquí soy yo.
Maldición. No me gusta que tome alcohol. Se pone rara y melancólica, su voz se vuelve mucho más adulta y da miedo.
Comenzó a abrazarme y oler mi pijama, sabía que estaba despierto y me estaba molestando, solo por diversión.
—¡Ah~! Pero tengo que mantener esta cara todo el tiempo, no quiero asustarlos. Cuando tenía cuatro años, si supieras la cara que se le quedó a un policía cuando le dije que su esposa caería por las escaleras y moriría, y con ella el bebé que estaban esperando, con mi verdadera personalidad... Me hizo caso, y salvó a su mujer. Fu, fu. Ni siquiera él sabía que estaba embarazada, era una sorpresa. Actualmente esa niña está viva, gracias a mí.
Hizo una solmene pausa mientras contemplaba la luna llena desde la ventana.
—En mundos anteriores siempre me enganchaba a ti porque eres gracioso. Pasar esos cortos pero divertidos momentos eran lo que me permitían olvidar mi aburrimiento y preocupaciones, la inminente sensación de mi muerte. Eres mi medicina, Tomas. Te amo. Realmente te amo. Cuando todo este juego de mierda acabe podré decirle adiós. Ya no más Bruja de la Noche. Tomas, cuando terminemos nuestros estudios y la universidad, prométeme que te casarás conmigo.
—Irina...
Me abrazó y me besó en los labios.
Qué manera de besar, tan agresiva, tan sensual... Hasta llegó a lamerme el cuello y mordisquearme la oreja.
—¡Ah~!
En respuesta, solo pude dejarme llevar y abrazarla.
—Prométeme que no te irás de mi lado, Tomas.
—Lo prometo.
La abracé, eso la tranquiliza y hace que se duerma y deje de llorar. Mamá lo descubrió cuando en esas noches que ella llora y se va sola al sofá del salón, se acostó a su lado y la abrazó. Debe faltarle mucho cariño. De hecho, cuando intentas abrazarla o besarla durante el día, se mosquea y lo rechaza.
—CODE: SISTER.
—¿Eh? ¿Sister?
Entre sueños, murmuró eso.
—Sisters... Hermanas... En el convento... intentaron recrear a Nina tras su repentina desaparición... No tenían su mapa genético... Solo yo... sobreviví...
Y se quedó completamente dormida.
Es verdad... El convento. Funcionaba también como orfanato. No me jodas que trataron de recrear a Nina entrenando a los niños huérfanos. Fue como en Death Note, cuando L desapareció y trataron de crear uno nuevo: Near.
Parte 6
Al día siguiente, nos dirigimos al bosque, en concreto a las ruinas del convento para explorar. Ese era el lugar de donde Irina escapó destruyendo el laboratorio con sus poderes, y también donde Kevin dio muerte a la gran mayoría de los agentes de STUDY. Sentía especial curiosidad por el convento. Trajimos a una reluctante Irina con nosotros por lo mismo. Pero nos dirigimos al castillo antiguo debido a la pelea.
—¡Corte Antivampiros!
Con mi Aurora azul rompía huesos de los vampiros y Nina los asesinaba. Entre Erika con su hábil cola de sangre, las balas de plata de Kevin, Lucia con su katana y Sonia con sus cuchillos, éramos imbatibles.
Erika estaba cogiéndole el gustirritín a esto de asesinar vampiros... solo que no eran vampiros en el término absoluto de la palabra.
Híbridos.
De nuevo, mitad humano, mitad vampiro. Al ser más humanos que vampiros, ella les cortaba el cuello con su cola y bebía la sangre cálida.
—Bueno, podemos dar por hecho que las granadas de aturdimiento no sirven ya para hacer un O.H.K.O.
—¡¿De dónde salen tantos híbridos, carajo?!
—Bueno, al menos esta vez tenemos cadáver. Alba, llévalos a central para examinarlos. Y ya es muy tarde, mañana tenemos instituto también.
—¿Qué tal si investigamos este castillo? Es antiguo y pequeñito, pero vendría bien.
—El fin de semana quedaremos para investigar qué es lo que hay en el castillo que no quieren que nos acerquemos, Erika —dijo Kevin.
Parte 7
Primero entramos al convento, al sótano. Irina se quedó fuera. La estructura estaba muy dañada por el fuego, y en cualquier momento se podría venir abajo.
Había indicios de que un laboratorio existió en algún momento. Torres de ordenador, mesas quirúrgicas, incubadoras, libros... Pero nada útil, estaba todo en ruinas. Al no haber nada, ¿qué podríamos perder con ir al castillo?
Siguiendo el espíritu de exploración de Erika, nos adentramos en el castillo. Se trataba de un pequeño castillo que alguna vez perteneció a los nobles de este pueblo durante la Edad Media, pero que fue abandonado una vez la peste diezmó el pueblo. No fue hasta que, hace unos cincuenta o sesenta años, las tres familias decidieron asentarse aquí y fundar esta ciudad. Cada una de ellas con una larga historia de caza de vampiros, y con un estilo propio. La familia Strawberry se centra en la defensa, la familia Lemon en el ataque, y la Orangelo se especializa en el contraataque. Yo provengo de una rama secundaria de la familia Strawberry.
Actualmente, y debido al paso del tiempo, las otras dos familias en teoría no existen al haberse extinguido con el paso de las generaciones; eso hace que la Strawberry, la supuestamente más débil, se haya hecho con el puesto de la "más fuerte" de las tres, y sea quien dé las órdenes dentro del gremio en el presente. Si no te adaptas a los nuevos tiempos, te extingues. Supongo que ese es el lema, ¿eh?
Y lo que encontramos en el castillo... fue aterrador.
—¿Q-qué es esto?
—A la mierda el convento, donde tenemos que investigar... es aquí.
—Qué mal rollo, me cago en la puta. Yo, yo me voy de aquí.
No me gustan estos tipos de entorno. Son demasiado lúgubres.
Había un potente generador y agua corriente, y varias habitaciones estaban limpias y ordenadas, habilitadas para vivir. El mobiliario era bonito. ¿Pasa algo si me llevo alguna silla?
Un laboratorio de alta tecnología en las profundidades del pequeño castillo, y una morgue. En el laboratorio destacaba un ordenador, junto a utensilios quirúrgicos y medicamentos de toda clase. Había varios cadáveres en la morgue, los cuales se correspondían con las personas desaparecidas en las bases de datos. Estanterías repletas de cerebros en frascos, ojos humanos y... muestras de ADN de vampiro.
—Va siendo hora de llamar a los peces gordos. Meme, Nene, Alba, comencemos la operación Redada. Todos los sospechosos que tenemos en nuestras listas, cogedlos e interrogarlos. Si se resisten, reducirlos por la fuerza; necesitamos a todos con vida. Tomad las medidas necesarias para sacarles información: amenazas a la familia, secuestro, tortura, o todo junto si queréis. Las tres familias van a entrar al juego en esta ocasión. Está claro que hay un traidor en una de las tres.
—Vale, ahora yo sí que me voy. No quiero tener nada que ver en esta movida de mafiosos. Adiós. Nina, Erika, Irina, nos vamos de aquí.
—Yo me quedo, Tomás. ¿No es interesante?
Eres rara, Nina.
—Estoy de acuerdo, no me gusta un pelo. Me trae recuerdos pasados.
Irina me abrazó con lágrimas asomando en las orillas de sus ojos.
—Qué asco, por Dios.
Erika también se aferró a mi brazo.
—¡Tomás, dame la mano!
Lucia apartó a Irina a un lado con un ligero golpe de cadera (por no decir que la empujó) y me tomó del brazo.
—¡Tengo miedo!
—¡Eh, de miedo tú nada! ¡Aparta de mi Tomas!
—¡Bleh!
Ya están peleando.
—Tomas, ¿te quedas a dormir en mi casa? —me preguntó Sonia con cara de estar en celo.
—No.
—Tomas, ¿puedo quedarme a dormir en tu casa?
—No. ¿He de repetirlo más veces?
Parte 8
Nos fuimos de allí. No tocamos nada, ya investigarían durante el día. Esto es serio, y nos acercamos cada vez más al núcleo. Hay que ir con cuidado. Solo espero que no ataquen la escuela ni nada parecido. Tal vez no debería ni pensar en esto, ni decirlo en voz alta. Suelo ser bastante bocazas ya de por sí.
—¿Pero qué?
El tiempo se había detenido. No lo entiendo, ¿por qué?
—¿Qué está pasando aquí?
Me encontraba tranquilamente preparando los planos para algunos inventos para luchar contra los vampiros y quienes nos atacan, pero que el mundo se vuelva gris y nada o nadie se mueva es demasiado hasta para mí. No entiendo nada.
—¡Nina!
Nina estaba durmiendo en la cama abrazada a Irina, pero más que durmiendo estaban totalmente detenidas. Eran como parte del decorado del escenario.
—Cálmate, no pasa nada.
Una voz familiar dijo eso, así que me di la vuelta. En el centro de mi habitación, apareció Irina... ¡¿Irina?!
—¡¿Qué demonios?! —Sorprendido, miré tanto a ella como a la Irina que estaba en mi cama—. ¿Dos Irinas? ¡¿Qué es esta locura?!
Se llevó la mano a la frente y suspiró.
—Si te calmas, podré explicártelo, Tomas. Es simple... bueno, quizás no tanto.
—¡¿Pero cómo es posible que haya dos Irinas?! —Señalé con mi dedo acusador—. ¡Ah, ya sé! ¿Eres una Irina de otro mundo?
—Eso es incorrecto.
La puerta de mi habitación se abrió de repente, y Kevin entró sudando y completamente histérico.
—¡Tomas, el tiempo se ha...!
Creo que alrededor de la palabra "detenido" es cuando se percató de la existencia de las dos Irinas. La que estaba frita en mi cama, y la otra cuya apariencia dejaba entrever que era más madura. Una Irina adolescente en toda regla. Trataré que no se me vaya la vista hacia... ejem, sus "atributos". ¡¿Y a qué viene la túnica griega?!
—¿Qué mierda es esto? —dijo Kevin mientras se llevaba su mano a la frente—. Me va a petar la cabeza, en serio. ¿No puedo vivir yo tampoco una vida normal? Agentes secretos, vampiros, viajeros del tiempo, y ahora... ¿ahora qué?
Creo que eso lo debería decir yo, señor agente secreto.
—Kevin, ¿puedes moverte?
—Sí, no sé por qué. Y parece que tú puedes moverte también.
La Irina mayor tosió falsamente para que prestáramos atención.
—¿Puedo explicaros qué está pasando?
—Sí, por favor —dijimos los dos.
Esta extraña Irina se sentó al borde de mi cama, cruzó sus piernas y acarició a la que nosotros conocíamos. La trataba con mucho cariño y su mirada estaba cargada de tristeza. Parecía más bien una madre que cuidaba de su hija.
—Soy IRINA. Podéis definirme como el conjunto de todas las Irinas que han muerto hasta ahora dentro del bucle temporal. Si bien es cierto que esta vez hemos salido del bucle, y que Irina será capaz de vivir más allá del 21 de diciembre, el juego todavía no ha acabado.
—¿Juego?
—Y tú, Kevin Smith, el que tú puedas moverte se debe a que aún eres una Pieza de la Bruja Oscura.
Kevin no tenía idea alguna de lo que estaba hablando, pero si esta chica es capaz de ponernos en contexto, tal vez podamos hacer algo respecto a los agresores que algunas noches aparecen en la ciudad causando estragos. Aquellos a los que tanto las tres familias como AURORA tratamos de combatir. Quienes se suponen que son los jefes de STUDY. O lo eran hasta que Kevin los mató a todos.
—Explica eso. Yo no soy peón de nadie, que lo sepas.
—Eres lo que se conoce como una Pieza Rebelde, Kevin —rio de forma burlona—, pero aún no te ha desechado porque puedes serle de uso. Aún tienes sobre ti la Bendición de la Bruja Oscura, es por eso que has podido entrar en mi espacio sin tiempo.
—Por favor, ve directa al grano si puedes, por favor —repetí yo.
Ella, como toda una diosa, estiró el brazo y la puerta de mi armario se abrió. Con un ligero movimiento de su mano, el viejo tablero de ajedrez salió de la bandeja más baja y flotó con elegancia hasta mi escritorio. El tablero salió de la caja, se abrió y, una a una, todas las piezas se fueron colocando en sus respectivas casillas.
El tablero de juego estaba perfecto para que dos jugadores se sentaran y, mirándose fijamente el uno al otro, un juego diera inicio. Un simple juego para ellos, pero una guerra para las piezas, donde cualquier movimiento podía significar la vida o la muerte.
—Literalmente, este mundo no es nada más que un juego para nosotros los dioses. Una partida de ajedrez es el mejor ejemplo para que comprendáis. Todo comenzó como una partida de prueba, en la que una de las piezas (Irina) terminaba muriendo. Digamos que el Game Master original se encontraba haciendo simulaciones de su juego, afinándolo para ver si funcionaba correctamente.
Las piezas se movían, una batalla estaba sucediendo. Pero... el lado de las piezas blancas era muy malo, un completo desastre y, dejando a su rey desprotegido, fue asesinado por un caballo negro.
—Sin embargo, esa simulación, al suceder una, y otra, y otra vez, terminó por generar un amplio campo de conciencia en esta ciudad, tomar forma y elevarse fuera del campo de batalla; surgió un jugador que enfrentara al que estaba jugando con el tablero solo. Al mismo tiempo, Retador y Pieza en el tablero.
—Esa eres tú —dije yo.
—Correcto.
—Vale, comprendo. Tú eres una colección de todas las Irinas que han muerto hasta ahora, que se han cristalizado y tomado forma física. ¿Y? ¿Buscabas venganza contra el Creador?
—Antes de que yo tomara forma física, otro jugador se unió a la partida. y derrotó al Anfitrión.
Esa debió ser la Bruja Oscura, seguro.
—Estáis ambos en lo correcto. La Bruja Oscura ganó el juego, pero en vez de cerrar el tablero, decidió continuarlo, a ver qué sucedía. Ella ahora es el Game Master, y yo soy la retadora. Irina es mi pieza, una emanación de mí.
—¿Entonces cuando Irina muere el mundo es inmediatamente destruido?
Negó con la cabeza.
—No funciona así, Kevin. Cuando Irina muere, la partida se acaba y como tú dices el tablero de juego es "destruido", y se pasa al siguiente juego. La vida sigue.
Una especie de holograma surgió de la palma de su mano, iluminando la habitación. Una explosión similar al Big Bang que se dice que dio origen a nuestro mundo.
—Esto es el Big Bang. ¿Veis estos trozos que parecen metralla? Son "Fragmentos". Cada uno de estos Fragmentos es un mundo independiente, todos ellos con infinitas posibilidades y capas de realidad. Y todos ellos son, aunque con pequeñas diferencias, idénticos; todos ellos son un posible tablero. En otra historia, se nos conoce como Dioses Mágicos. Personas que han dominado la magia y, que tras morir, han trascendido el espacio y el tiempo. Somos conceptos a los que la vida y la muerte no aplican.
La partida para el jugador que empleaba las piezas blancas había terminado. Todas las piezas fueron guardadas de nuevo en la caja y el tablero fue dado la vuelta. Una vez más, todas las piezas fueron colocadas en sus posiciones, y vuelta a empezar la partida. Sin embargo, los movimientos de las piezas blancas eran cada vez más pulidos y organizados, aprendían con cada derrota.
—Si habéis visto el tablero, lo habréis comprendido. Mismo tablero con las mismas reglas es el mismo juego. Pero cada partida es diferente. Es un bucle pero no lo es. Cada tablero es el mismo y, a la vez, distinto.
—Comprendo ahora lo que dices, y lo que nos contó Irina de mundos anteriores. No se trata de un bucle temporal, sino de volver a comenzar de cero en un mundo idéntico al anterior. O casi.
—Así es. Pero para nosotras el tiempo es irrelevante, como que no tenemos reloj en la pared, no nos sirve. Desde nuestro punto de vista, el pasado, presente y futuro son todo lo mismo, solo que visto desde perspectivas diferentes. En este mundo tengo posibilidades de ganar a mi archienemiga. En este mundo aposté por volver a Tomas mi "Reina", y le devolví a Kevin sus recuerdos de un juego anterior donde Irina murió.
—Así que fuiste tú. Maldita... ¡¿Sabes la de pesadillas que he tenido?!
—¡Eso, eso! ¡¿Tienes idea de lo malo que me puse cuando vi morir a Irina por mi culpa?!
—Tranquilos. En este mundo, al vivir Irina, se han unido nuevas Piezas al juego. A quien tenéis que derrotar es al avatar de la Bruja de la Noche, aquella organización que está tras los ataques de vampiros a humanos: DEM (Deus Ex Machina). Su líder se llama Natasha. Con todo esto dicho, ganemos esta partida y podremos vivir todos una vida normal; así yo podré desaparecer y descansar en paz. Represento las esperanzas de todas las Irina alrededor de todo el multiverso.
—¿Qué dices, Tomas?
—No queda de otra. Si queremos vivir y que ninguna otra versión nuestra del multiverso pase por otra cosa igual, hay que ganar sí o sí. Por el bien de Irina, el nuestro, y de todos.
—Así se habla, compañero.
Los dos chocamos puños. ¿Realmente queda otra opción? Estamos metido en un juego en el que no nos han preguntado si queríamos participar o no, fuimos arrastrados contra nuestra voluntad. Si queremos salir, entonces hay que luchar y ganar. Hay que sobrevivir.
Ella se acercó a Kevin y le tendió la mano.
—¿Quieres ser mi Pieza? Me especializo en reciclar Piezas descartadas por sus amos y que "no sirven para nada", y yo les encuentro un uso. ¿Gustas de este placer?
—Si ya no le sirvo de nada a esa puta, y encima puedo unirme a otro bando y joderla, adelante. Está hecho. Pero me parece muy surrealista que aquello que dije de que estábamos en un juego... pues eso, sea real. Es de locos, tío.
Del pecho de esta Irina surgió un orbe de luz blanca que se introdujo en el pecho de Kevin. Por más que él se registró en busca de un símbolo, tatuaje o algo, no encontró nada. Se encogió de hombros y pensaría: "No me siento nada diferente".
—Cool, I guess. ¿Salvarás a mi madre?
—Lo siento, pero tu madre no es una Pieza del tablero de juego. Si ella vive o muere, eso depende de ella y muchos otros factores externos inherentes al tablero. Nosotros los dioses solo jugamos con el destino de unos pocos, si no los juegos se volverían demasiado complicados.
—Sí, lo tiene. Si no sería demasiado engorroso, hasta el Game Master se liaría jugando su propio juego, creado por él.
—Eso tiene sentido. ¿Pero no podrías hacer algo con la condición mental de mi madre? No soporto verla así.
—No... La mente humana es el arma más poderosa de toda la creación. Ella, por sí sola, ha de superar su trauma. No puedo interferir. Obviamente, puedo arreglarla, soy una diosa a vuestros ojos. Pero... no hay garantía de que no se vuelva a romper. Piensa en ella como un jarrón que se ha caído y hecho pedazos contra el suelo. Si pones las piezas juntas de nuevo, ¿no se volverían a caer?
—Necesitamos pegamento.
—Vosotros dos sois su pegamento.
Es cierto... La madre de Kevin está muy enferma en el hospital, en lista de espera para un nuevo riñón. Pero no aparece ningún donante. Encima su condición actual se ha complicado. Eso es por la parte física, pero por la mental... le tiene un miedo atroz a su hija menor Naomi. De hecho, en su depresión intentó matarla varias veces y las autoridades tuvieron que intervenir.
Una vez casi la mata. Pero los sentimientos de Naomi no han cambiado hacia su madre. Ella la quiere, pese a todo lo que ha hecho.
Es muy triste...
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