Capítulo 7

El viaje a la comisaría fue algo tenso, lo cual era comprensible luego de ver el cadáver de la mujer.

—Llegamos, no es necesario que vengan todos —se giró sobre el asiento para poder mirarlos—. Solo necesito que vengan Hyunjin y IN.

Hyunjin se mostró algo confuso, pero asintió y siguió a su líder sin preguntar. Los tres entraron a la estación de policía y fueron guiados hasta la sala donde estaba la chica, envuelta en una gruesa manta y con un vaso de alguna bebida caliente entre las manos. Levantó los ojos enrojecidos hacia ellos y Chris se sorprendió de su lamentable estado.

Hizo una seña para que Hyunjin se acercara, él puso su mejor sonrisa y se arrodillo junto a la chiquilla. Ella volteó a mirarlo y a Chris le pareció ver cierta reacción en su rostro, aunque no dijo ni hizo nada.

—Hola pequeña, mi nombre es Hyunjin, y ellos son mis amigos, Bangchan y IN. ¿Podemos hacerte algunas preguntas? —dijo con tono amable, a lo que la chica asintió—. Gracias, ¿cuál es tu nombre?

—Soy Yubin, Lee Yubin —contestó con una vocecita.

—Es un placer conocerte, Yubin. ¿Podrías contarnos qué fue lo que pasó anoche?

—Se lo dije a los otros policías, no pude ver nada porque estaba encerrada, ella me encerraba todas las noches en la jaula para que no escapara, luego de jugar conmigo... —parecía a punto de comenzar a llorar, a lo que Hyunjin le puso la mano muy suavemente en el brazo.

—Tranquila, está bien, ahora estás a salvo, y esa mujer no podrá volver a hacerte daño.

Yubin suspiró con fuerza.

—Lo siento. Yo estaba dormida, cuando la escuché quejarse, como si tuviera una pesadilla, pero pronto los gritos se volvieron más fuertes. Estaba asustada, así que comencé a llorar, aunque intenté no hacer ruido, a ella no le gusta cuando lloro.

>No sé cuánto tiempo pasó antes de que el ruido cambiara, sonaba como si se estuviera ahogando. Al final todo quedó en silencio.

>De pronto, la puerta del armario se abrió, estaba muy oscuro, pero había un chico frente a mí. Él me pidió que no hiciera ruido, y abrió la jaula. Cuando pude salir él ya no estaba, pero la puerta estaba abierta, así pude escapar.

—¿Pudiste ver cómo abrió la jaula? —preguntó Chris entonces.

Yubin levantó los ojos hacia él, solo un momento antes de volver a mirar a Hyunjin, este asintió.

—No, aunque no parecía que tuviera una llave, fue como si solo jalara el candado.

—¿Pudiste ver algo más del hombre?

Yubin negó con la cabeza.

—Y cuando estabas encerrada, ¿no escuchaste nada más?

—Estaba dormida antes de que llegara, así que no pude escuchar nada antes. Fueron sus gritos los que me despertaron, no pude escuchar nada más...

Comenzó a temblar de pronto, recordando todo lo que había pasado.

—Ya, ya, está bien, lo has hecho muy bien. Muchas gracias —la tranquilizó Hyunjin—. Dime, ¿estás herida?

Yubin se tranquilizó un poco y asintió.

—Él no me lastimó, ni siquiera me tocó. Pero Haneul solía amarrarme o encadenarme cuando no estaba —le mostró una de sus muñecas, rodeada por cortes y moretones.

Hyunjin hizo un sonido de simpatía al ver las heridas, hizo un gesto a IN para que se acercara.

—Mi amigo IN puede curar a la gente con solo tocarla, ¿le permitirías que te cure?

Yubin miró un momento al menor, pero terminó por asentir. Hyunjin se mantuvo a su lado todo el tiempo mientras IN sanaba las heridas de sus brazos y sus tobillos. Cuando él poso su mano completa por entre su hombro y su pecho, Yubin se asustó y por inercia sujetó la mano de Hyunjin.

—Lo siento —exclamó IN—, pero siento que tienes algunas heridas internas. Por favor, déjame ayudarte.

Yubin respiró profundo para tranquilizarse y se dejó hacer, pero no soltó la mano de Hyunjin hasta que todo el proceso se acabó y IN se apartó.

—Gracias, por todo —dijo la chiquilla.

—Al contrario, gracias a ti por ayudarnos. Ahora podrás ser libre y tener una vida feliz, ¿de acuerdo?

Yubin solo asintió, y con aquello como despedida, los tres salieron del lugar.

—¿Qué te parece? —le preguntó Chris a Hyunjin, una vez que estuvieron en la calle.

Hyunjin lo miró algunos momentos, pensando.

—Ella sabe más de lo que ha dicho, pero no nos lo dirá. Probablemente lo del cabello se le escapó.

Chris asintió, pero IN los miró sorprendido.

—¿En serio? ¿Pero por qué?

—Ella se siente agradecida con el asesino. Piénsalo, para ella es su salvador, hará lo posible por ayudarlo.

—¿Por qué creen eso?

—Viste la habitación, las ventanas eran bastante grandes. Aun con las luces apagadas, debería haber entrado por ellas la luz suficiente como para que pudiera distinguir algo más —explicó Chris—. Esperaba que con el talante principesco de Hyunjin se sintiera tentada a decirnos algo, o que cuanto tú la curaras el agradecimiento la hiciera ayudarnos, pero tampoco.

Llegaron a la camioneta, IN les contó todo lo que había pasado mientras Chris arrancaba hacia la agencia.

—¿Y ahora qué haremos? —preguntó Félix.

—Necesito investigar un poco más, revisar mejor los expedientes. Cuando tenga listo nuestro siguiente paso, se los avisaré.

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