NICKTHAWK
Estoy cansado, quiero comer, y para colmo estoy excitado. Invité a mi novia al cine, para ver la nueva película de Rápidos & Furiosos, lástima que no entendí nada porque me la pasé besándola y metiéndole mano. Comimos helado. Fuimos al salón de juegos. En un momento dado en la tarde, subimos por las escaleras normales, escalón por escalón, y cómo estábamos resguardados del resto del mundo aproveché y la arrinconé, la besé hasta más no poder. Sus tetas y culo estaban provocativos, la hice gemir cuando levanté su pierna he hice que sintiera mi erección; sólo me detuve cuando escuché un chillido, me aparté y me voltee, vi que era una señora tapándole los ojos a una niña de más o menos 8 años, quizá un poco más. Me disculpé y tomé a mi novia de la mano, se estaba resguardando de la señora quien la miraba desagradablemente. Le propuse ir al hotel más cercano, ya que la notaba igualmente excitada y aceptó.
Cuando llegamos al hotel, estábamos desesperados, pagué la noche de forma apresurada, no habíamos llegado a la habitación cuando le quité la blusa y la cargué de forma que enrollara sus piernas al rededor de mi cintura. Tuvimos que detenernos cuando por fin llegamos y la puerta abría con llave. Entramos con tanta prisa que perdimos su blusa, ella se lanzó directo a la cama, cerré la puerta con seguro y la observé, lentamente quitaba su brazier, y sus pechos quedaban al aire, provocándome, me sonrió. Caminé lentamente hasta llegar a ella y la beso de tal modo que quedé encima, justo cuando intentaba quitarle el pantalón sonó su celular, ella buscó en el bolsillo de atrás de sus jeans y contestó, yo sólo me había volteado y me quedé mirando el techo, sin embargo escuché la alarma en su voz, cuando colgó le pregunté que había sucedido y me dijo que tenía una emergencia familiar, se vistió y se disculpó conmigo. Sugerí acompañarla pero se negó, al menos pude pagarle el taxi hasta su casa.
Ahora mi casa se oye fastidiosa, no hay nadie, Daniel salió de fiesta y Josué está con su primo. Me levanto del sofá y me dirijo a la nevera, creo que sólo hay cerveza pero revisar no hace mal a nadie... Touche, no hace mal a nadie. Hay un trozo de pastel al fondo, lo saco y me dirijo de nuevo al sofá, enciendo la tv y en realidad no veo nada. Mis pensamientos vagan en el espacio de mi mente, pero el pastel está bueno, es de chocolate.
Ahora bien. Estoy excitado. Pero no quiero... Recuerdo que Daniel me dijo que cerca había un burdel. Antes iba a muchos, pero ahora tengo novia, sin embargo sé que ella me pone los cuernos, y no me sentiría mal ponerle cuernos a ella también. Así que decidido. No me he quitado la ropa, sólo son las diez y la noche es joven. No sé donde queda pero preguntando llegó la vieja.
Camino por las calles, llevo un sweter negro, mis manos en los bolsillos y la capucha puesta. Levanto la mirada cuando el posta por el que paso, se enciende. Desvío mi mirada hacia la luna, está deslumbrante. No he cesado mis pasos, sin embargo no dejo de mirar la luna. De repente, sin previo aviso tropiezo y caigo boca abajo.
-Joder, maldita sea ¿no puedes ver por dónde caminas? Imbécil -¿eh? Me giro y observo una mujer muy... sexy.
-Disculpa, pero eres tú quien me ha tropezado y...
-me vale mierda -se quita los tacones y se levanta ágilmente, vale, ese vestido rojo abierto de lado le queda fabuloso -Levantate y limpia tu baba, nos persiguen -espera
-¿Quien nos persigue? -me levanto de prisa, ella rueda los ojos
-Mufasa, ahora corre -¿Quién? Ella va unos pasos adelante cuando se detiene y se gira obstinada -¡Corre maldita sea, ¿eres idiota o te haces?! -Empiezo a correr detrás de ella, cruzamos en la siguiente esquina y justo daba a un callejón sin salida.
La desconocida se cuela detrás de un contenedor de basura, la sigo sin saber porque coño salí de mi casa, ella abre una minipuerta de una minipatada y entra, la sigo.
-cierra la entrada
-vale -con cuidado, arrastro la puerta, que resultó ser un pedazo de madera pesada y la coloco en su lugar. Prosigo agachado siguiéndola, atravesando un túnel un poco largo, cuando de repente ella se coloca de pie, hace sonar una llave, abre una puerta y entra a la estancia.
-Cuidado al ba... -me caí, de nuevo -olvidalo. -sacude la cabeza -eres torpe. -auch. Duele. -Me llamo Bella, no es un gusto conocerte, sólo un estorbo ¿té o café? -entro a una sala de estar, pero parece un jardín, hay matas por todas partes, rosas, bonsáis, palmeras, cactus, una caja larga de césped lleno de flores. Hay una minicocina en la esquina del fondo, una mesa que contiene una cocina eléctrica rodeada de un sartén, una ollita, un plato, un vaso, y una cafetera y cubiertos. Al lado de la mesa se encuentra una nevera. En el centro de la sala hay un sofá y en ambos lados de la puerta dos estantes llenos de libros. El techo está cubierto de guirnaldas.
-Wow, sorprendente. Éste lugar es hermoso -la observo y se encuentra sonrojada -sí, lo siento. -carraspeo -Quiero café.
-es lo único que tengo, el té es solo un atractivo menor para qué eligieras el café -se voltea y procede con el café, yo sin embargo camino hacia el estante más cercano y observo los libros. Shakespeare, Paulo Coelho, Aldous Huxley, Jane Austen, Julio Verne, Emily Brontë, Fitzgerald, Haper Lee.... Increíble.
-Entonces Bella. ¿Quien es Mufasa? -me giro para verla y se encuentra sentada en el sillón. Me cruzo de brazos esperando una respuesta, a lo que ella responde con una sonrisa.
-El mafioso de la ciudad. Estoy huyendo de él. Pero sólo temporalmente, huir de él es imposible. Sólo puedes jugar un rato al gato y al ratón. -Bella se cruza de piernas, su cabello que antes estaba recogido ahora está suelto.
-¿Qué hace una mujer cómo tú con un Mafioso? -ahora, estoy asustado. ¿y si me mata? O ¿me puede violar una mujer? No beberé café, puede tener sustancias malignas.
-¿Que no es obvio? -Bella se ríe -cumplo sus fantasías sexuales, soy una dama de compañía o prostituta. Como quieras llamarlo.
-y ¿por qué huyes? Te trata mal, supongo.
-no, sólo que me quitó todo lo que tengo, quiero ver que me quita ahora, porque en realidad no tengo nada ni a nadie -Se empieza a reír a carcajadas. Esto me está asustando. -oye, tengo calor ¿tu no? -se empieza a quitar el vestido, ay no. Ahora está en sujetador y bragas. Tiene tatuajes de una calavera rodeada de rosas en todo su vientre. Busca algo debajo de los cojines, encuentra un short negro y se lo coloca. -¿Sabes qué? Me voy a desahogar. No tengo a nadie, así que sientete afortunado, igual morirás.
-¿Qué? -Bella se empieza a reír.
-fue un mal chiste hombre, estarás bien. -Bella no se ve peligrosa, pero me da miedo. Y es una mujer. Ya cálmate, sólo es una chica sexy. -tienes problemas de bipolaridad.
-lo sé -Empieza a llorar. Maldición. Voy a sentarme y la abrazo, se empieza a reir. -funcionó. Te sentaste junto a mi. -me sonríe. Esta mujer está loca.
-¿que quieres de mi? -Bella suspira.
-nada. Solo tropezaste en mi camino. -observo su brazo derecho y me doy cuenta de que tiene un moretón.
-¿que te pasó en el brazo? -ella me mira y empieza a reírse.
-¡Me violaron! Y maldita sea, lo disfruté. Confieso que acabo de ver como asesinaban a mi hermana, mientras me violaban. ¿Y sabes? No siento nada -sonríe, mostrando todos los dientes. Un escalofrío recorre mi cuerpo -no quiero morir, no quiero llorar, no siento remordimiento, no siento tristeza ni rabia... Huele a café. -se levanta y camina hasta la cocina, empieza bailar mientras tararea y sirve café, se voltea y me ve -¿quieres azúcar? -ahora me da miedo de rechazarla.
-claro, con azúcar -me sonríe ¿que clase de loca me encontré? Ya no me parece sexy. Se devuelve con dos tazas en la mano, se sienta y me ofrece una.
-¿en que quedé? Disculpa. -toma un sorbo, yo ni he mirado mi taza.
-en que no sientes tristeza ni rabia.
-a sí. Nou, no siento nada. ¿es raro? Porqué se que debería sentir algo -lágrimas caen de su ojos.
-si sientes -me da lastima. No puedo creer que de verdad haya pasado por eso. No sé si es verdad. Pero le deseo lo peor a ese tal Mufasa.
-Mufasa es mi esposo..
-espera... Es tu esposo... ¿Y por qué coño mató a su cuñada?
-por que le dio la gana, era hora de matar a alguien y mi hermana estaba disponible. Por cierto, a las doce tenemos que irnos -me guiña un ojo.
-vale, pero no entiendo nada.
-A un año luz de cercanía. Que hermoso. -sostiene la taza con ambas manos y sopla el café. Yo sigo sujetando el mío.
- sólo explica la mierda de tu vida -suspira, y lágrimas caen de nuevo, la taza de café resbala de sus manos y se estrella contra el suelo con un ruido molesto, sostiene sus piernas, esconde su rostro entre las rodillas. Sus hombros se sacuden. Sin más, se levanta de un brinco, estira sus brazos y empieza a reír, luego suspira y respira.
-Bien, sé que tengo problemas de personalidad, ahora escucha. Eso es lo que más le atrae a Mufasa. Mi personalidad. Conocí a Mufasa cuando tenía 12 años, en la prepa. Nos hicimos mejores amigos. Luego a los 17 fuimos novios, no sin antes haber pasado por etapas de confusión entre nosotros, besos a escondidas, travesuras prohibidas... Nuestro circulo de amistad se basaba en tres chicos y dos chicas, incluyéndonos. Un día fuimos al cine, todos juntos. La otra chica estaba con los dos chicos, adelante en el camino, y yo estaba con Mufasa detrás de ellos, tomados de la mano. De repente, un auto azul rey se detuvo a nuestro lado y nos agarró a Mufasa y a mi. Era el antiguo Jefe se la ciudad. Adivina. Nos adoptó. Nos introdujo en la vida de lujuria, egoísmo, deseos, asesinatos, dinero...
-si, si si. Ya. Los volvió mafiosos a ustedes también. No entiendo cómo eso explica la mierda que sucedió hoy. -me quería ir. Pero si salgo por dónde llegué el puto ese puede estar rodeando el lugar y matarme.
-¿que sucedió hoy? -me observa confusa. -pensé que querías saber mi vida -se lame los labios, lleva sus manos hacia sus pechos, deja caer las tiras del brazier por ambos lados de sus brazos, me desespero. Es una puta loca.
-stop. -me levanto del sofá -Dijiste que te violaron, y mataron a tu hermana mientras te violaban. Acaso... ¿mentiste? - quiero beber café, pero no. Me da la impresión de que tiene una sustancia que hará que me duerma.
-ha, eso -se levanta y suspira. -Si, es cierto. Son las doce. Tenemos que irnos. -me mira, y el lápiz de sus ojos está chorreado. Se ajusta el brazier y se recoje el cabello con el mismo. -vamos chico. Por el frente.
Dejo el café en la cocina. Suspiro cansado de tantos giros inesperados. Yo sólo quería coger. Bella mueve la nevera, y justo detrás hay una salida a un estacionamiento. Estamos cubiertos por un matorral, pero Bella camina con pasos firmes al primer auto, saca unas llaves de sus tetas y un Wolsvagen rojo suena.
-sube, te llevo a tu casa. -quisiera decir 'no gracias' pero no tengo puta idea de donde estoy. -ay no, corre. ¡Maldita sea!
-¡¿que sucede?! -pregunto alarmado.
-sólo hazte el muerto. -susurra, empieza a llorar -lo siento. -escucho un disparo, y me paralizo. Caigo de nuevo.
-te encontré -escucho, sólo cierro mis ojos. Sigo sin entender su vida de mierda.
-me encontraste.
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