Ella miraba a la nada, para ella el cielo estrellado, la galaxia y la oscuridad era el suelo que sus pies descalzos tocaban con lentitud, cada vez que tocaba el suelo con los pies era como si pisara un charco de agua sin ninguna profundidad, haciendo que todo brillará, en un momento decidió detenerse y se sentó mirando hacia abajo, mirando un pequeño pueblo.

La chica de cabellos plateados y ojos azul oscuro miraba, pensaba.

Recordó la primera vez que abrió sus ojos, estaban ella y un chico en una sala en blanco, vacia, sin nada.

Miró a otro lado, pensando en aquella pelea que tuvo con el muchacho de cabellos rubios y ojos azules, piel blanca, muy muy blanca, cada uno de ellos en una esquina separada de la habitación, pero mientras él miraba a otra parte enfadado, ella se cogia de la cabeza, angustiada, preocupada, desesperada, llorando. El pensamiento de acabar con los bonitos momentos de juegos y trabajo que los unían  le carcomia el alma.

Una lágrima salió de su ojo derecho y suspiró seria, tenía una cara de seriedad, como la que siempre tenía, la que nunca cambiaba de su rostro des de hace ya mucho tiempo. Después de que su amigo de cabellos rubios la ignorara? O tal vez cuando se fue? Que hizo que su rostro dejará de sonreír?

Su nombre? No tenía, pero la Luna le susurraba night, y creyó que ese era su nombre, y no dijo que no a ello, al principio le hacía mucha ilusión, ahora era algo que ya no tenía ninguna importancia, no tenía vida para ella, ya no tenía sentido.

Night, fue una vez alegre, brillante, excepcional, era una persona llena de amor que dar, era la noche más brillante y pacífica que jamás podrían ver tus ojos, era una noche estrellada y bella que te llenaba de ilusión y creatividad. Ahora? Una chica sería que normalmente no sonreía, el miedo le recorría las venas y de vez en cuando tenía ataques de pánico muy extremos que la hacían llegar a límites extraños, Night ahora estaba enferma, la tortura mental era doloroso, era amenazante, era pánico.

-Soledad- susurró ella, toda la soledad, todo el odio y el dolor seguían ahí.

Después de el abandono, Night no tuvo nada, nada de nada, vacío, su alma quedó vacía y quería odiar a su amigo de ojos azules y cabellos dorados.... pero no podía, quería protegerle con todas sus fuerzas, porque al final, él era su amado hermano.

Los recuerdos ahora para ella eran borrosos y la inmortalidad un peso en su alma, el recuerdo del chico de cabellos dorados era brillante, en comparación de él, ella, no deslumbraba, la gente no se sentía a gusto a su lado, era una carga para el resto, hacia sentir a los demás cansados.

Pero.... No todos la dejaron de lado, no todos la ignoraron.

Su salvación y su perdición no lo hicieron.

Un chico de pelo rubio y brillante y ojos acaramelados de un tono naraja oscuro. Al principio fue encantador, amable, cariñoso, era cálido y tranquilo. Poco después descubrió que era manipulador, mentiroso y le encantaba jugar con las personas, abrasador y agonizante.

El chico se sentó a su lado.

-Me he quedado sin juguetes Night...

-Y? Que quieres que haga?

-Donde se fue?

-.....- Night estaba asustada- ¿quien?

-Day- la miró con seriedad

-¿!¿!¿!es que nunca te cansas?!?!? ¡¡¡¡Déjale!!!!-

Ella ya sabía que su amigo quería jugar con él, pero por jugar, quería decir destruirle, hacerle llorar, agonizar, hacerle pensar sobre si su vida era necesaria y volverme loco.

-desaparece- le susurró al oído.

Se puso a llorar, al menos sabía que su castigo no iba a hacerle daño a su "hermano"

-es por eso que él no te quiere- le susurró al oido- por lo que nadie te quiere, sólo yo te soporto, pero ni para eso vales

- lo siento....

-has pensado en morirte?

- si.....

-pues deberías hacerlo, pero eres demasiado inútil, no puedes ni morir y dejarnos a todos tranquilos.

Night siempre estaba triste
Night lloró sin consuelo antes de que su enfermedad se volviera demasiado severa para poder pensar con claridad
Night lloró antes de ser asesinada por su compañero
Night lloró en....

-.... ya no me quedan juguetes.... tendré que ir a buscarle-

Una noche de agosto.