Capítulo 8: ¿A quién le creo?

-Buenos días, Gabriela -escuché la voz de Alice.

En cuanto abrí los ojos, miré a mi alrededor, estaba sentada en una butaca color azul, en un cuarto pintado de negro con las paredes llenas de cuadros de pinturas algo tétricas.

-¿Dónde estamos? -pregunté.

-En mi casa -dijo-. Bueno, no es mía, digamos que la estoy tomando prestada por un tiempo.

De repente pasaron por mi mente imágenes de una bomba y niebla verde. Me levanté de la butaca tan rápido que me dio vueltas la cabeza y me tambaleé.

-¡La bomba...! -me recordé -. ¡Tú...!

-Nos traje aquí a tiempo.

-¿Cuánto tiempo estuve dormida?

-Como media hora -respondió-. Fue por el maldito jugo.

-¿Jugo? -miré en el suelo junto a mis pies la botellita de jugo de uva que me habían regalado mientras caminaba en el centro comercial.

-Tenía una fuerte poción, pudo matarte -me informó-. Tienes suerte de que yo me diera cuenta a tiempo para contra hechizarlo, ¿de dónde rayos lo sacaste?

-Me lo regalaron -respondí, algo impactada por descubrir que me salvó la vida dos veces.

-¿Estás loca? ¿Nunca te dijeron que no aceptaras nada de extraños? -su tono de voz me estaba llamado "estúpida" en todas las maneras posibles.

-Tenía sed, y me ofrecieron una muestra gratis -me encogí de hombros.

Se estaba alargando mucho la charla con Alice, lo mejor era aparecerme fuera de aquí cuanto antes, pero talvez pueda conseguir algunas respuestas primero...

-Gabriela -suspiró-. Nunca debes aceptar bebidas de extraños, ¡especialmente si sabes que te están tratando de matar! -gritó y luego hizo una pausa-. Espera, ¿sí lo sabes, no?

Demonios, sí sabe que también soy hechicera de la niebla.

-Por supuesto que lo sé -estaba muy consciente de eso-, pero, ¿tú cómo sabes que yo soy una de las tres...?

Talvez porque ella es la de verde, la malvada asesina maestra. Lo que no entiendo por qué me salvó. Seguro quiere algo, probablemente reclutarme, y eso no sucederá, pero por ahora debo asegurarme que crea que aún no sé sobre ella, averiguaré lo que pueda y después me desapareceré de aquí.

-No estaba segura si lo eras cuando te traje -confesó-, pero ahora lo estoy.

-¿Qué te hizo pensarlo en primer lugar?

-El hecho de que trataran de matarte -respondió con obviedad-. El jugo que te dieron, creo que planeaban envenenarte y luego encerrarte conmigo y la bomba. Pero tú misma me fuiste a buscar y se los pusiste más fácil.

-Ni tan fácil porque seguimos vivas -dije-. ¿Por qué tratarían de matarte a ti? -pregunté fingiendo confusión.

-Ya basta, sabes perfectamente que yo soy la de verde, y probablemente sepas otras cosas que te hacen tenerme miedo -se cruzó de brazos.

-No te tengo miedo -mentí-. ¿Somos amigas, no?

-No -dijo con sequedad, tragué saliva.

-¿Por qué me salvaste? -inquirí-. ¿Qué edad tienes? ¿Y qué quieres? -¿por qué matas gente? Esa última tuve que ahorrármela.

-Tengo 23, y te salvé porque te necesito, quiero que seamos un equipo.

Así que sí fue porque creyó que podría reclutarme.

-No hay forma de que te ayude -ya tenía mi mano preparada detrás de mi espalda para chasquear los dedos y aparecerme en mi habitación.

-Te conviene estar de mi lado -repuso intimidantemente.

Negué con la cabeza, si Alice cree que soy malvada como ella, está muy equivocada.

-Así que eliges ser débil y cobarde, en ese caso, ¡lárgate! -gritó, las iris de sus ojos comenzaron a brillar con luz verde y salía niebla del mismo color a su alrededor. Retrocedí aterrada-. Te dejaré ir, porque sólo eres una niña tonta, pero te advierto, y que quede muy claro, si vuelves a cruzarte en mi camino voy a...

Chasqueé los dedos y aparecí en mi cuarto.

Me habría gustado atacar, pero la voz de Katie sonaba en mi cabeza: necesitarías como cinco años de práctica para vencerla. No creo que sea así, pero sé que no estoy lista para vencer a Alice todavía.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Luke POV

-¿CÓMO PUDIERON? -gritó Natalia.

-Tranquila... -habló su padre tratando de consolarla, ella lo apartó de un empujón.

Todavía no podía creerlo, Alice estaba muerta. Y por mi culpa, pude haberle gritado que huyera y ella lo habría entendido, pero fui un tonto, ni si quiera se me ocurrió atacar con magia... Cualquier otra cosa habría sido más inteligente que salir corriendo tras Jane.

-¡Era mi amiga! -le gritó Natalia a su padre-. ¡Sabías que era mi amiga!

No entendía a qué se refería Natalia con que era su amiga, ni por qué lloraba, hasta donde yo sabía, Natalia nunca la conoció.

Alice...

Fue mi culpa. No solo por no haber podido salvarla, si no fuera por mí Los Guardianes ni si quiera se habrían enterado de su existencia.

Ella contaba conmigo...

-¡Prometieron que no le harían daño! -exclamé.

-Ustedes dos, ¡YA DESPIERTEN! -gritó Cory, quien se había encargado de aparecerme a mí en la casa de Natalia-. ¡Las dos eran hechiceras de la niebla, han matado y herido a nuestros compañeros! ¿Nos les importa eso? ¡ELLAS NOS ESTÁN MATANDO UNO POR UNO! Puede que no ambas tuvieran algo que ver, ¡pero no podemos darnos el lujo de dejarlas libres por ahí cuando sabíamos que tarde o temprano iban a sucumbir a su naturaleza y a causar más daños de los que ya han hecho! -exclamó, perdiendo la paciencia con nosotros-. Ahora al menos tendremos dieciséis años de paz sin niebla azul ni verde en el medio, deberían alegrarse.

No presté atención a sus palabras, me quedé confundido cuando dijo "ambas", y no lo entendí hasta el final cuando dijo "azul".

Recordé que Alice no estaba sola, recordé haber visto a una rubia... Oh Dios, era Gabriela.

Involuntariamente causé que el florero de la mesa explotara.

-¡Todos ustedes son unos...!

-¡Luke! -me interrumpió Natalia-. ¿Podemos hablar en privado?

*-*-*-*-*-*-*-*

Gabriela POV

-¿Dónde estabas? -me preguntaron mis padres, ambos estaban preocupados como Kendall.

-En el centro comercial y...

No quiero contarles sobre la bomba ni Alice, pero no sé qué excusa poner.

-¿...Y? ¿Kendall y Samanta te dejaron botada? -terminó papá.

-Yo les dije que se fueran, me quedé viendo tiendas -mentí.

-Está bien -mamá suspiró-, pero la próxima avísanos.

Asentí y regresé mi habitación. Tomé mi teléfono celular y escribí en el grupo que comparto con Luke y Natalia.

No van a creer lo que me pasó hoy

Un par de minutos después apareció el visto por parte de ambos. Supongo que no les interesa saber lo que me pasó...

Me entró una llamada de Natalia y contesté.

-¿Gabriela? -susurró, con voz bastante baja.

-¿Sí?

-¡Oh por Dios, estás viva!

-Lo estoy -dije confundida. ¿Por qué se sorprende de que esté viva? ¿Acaso sabe que casi muero hoy? No hay forma de que lo sepa... Pero entonces, ¿por qué dijo eso?

-¿Gabriela? -esta vez era la voz de Luke.

Genial, significa que está con Natalia, comienzo a pensar que se reúnen mucho sin mí.

-¿A ti también te sorprende que esté viva? -pregunté acusante.

-¿A qué viene esa pregunta?

-Solo decía, porque a Natalia sí le sorprendió.

-¿De qué hablas? -inquirió ella.

-Pues hace poco casi muero y tú dijiste: ¡estás viva! Como si supieras algo.

-¿Casi mueres? ¿Qué pasó?

Claramente estoy exagerando, no hay ninguna manera posible de que Natalia lo sepa.

-Olvídenlo, ¿por qué se reúnen sin mí? Tontos.

Inmediatamente me arrepentí de haberlo preguntado, no es asunto mío. Ellos tienen todo el derecho a reunirse sin mí, puede que les moleste mi presencia o que quisieran un momento solos.

-No nos reunimos, Gabriela -explicó Luke-. Fue solo casualidad que nos encontráramos en el mismo lugar.

Luke es la peor persona mintiendo que existe en el mundo, pero esta vez parecía decir la verdad.

-¿Qué lugar? -pregunté, otra vez no era de mi incumbencia.

Ambos rieron, ¿qué significa la risa?

-En un restaurante.

-¿A estas horas? -pregunté, eran casi la una de la mañana.

-Sí, ¡nos vemos! -exclamó Luke antes de colgar.

Me frustró la forma en la que me colgaron, así que decidí no contarles nada de lo que sucedió hoy, y sólo le escribí a Katie, aunque ya ella antes me ha comentado que no revisa mensajes de estudiantes los fines de semana, y temo que eso incluya los míos.

*-*-*

Al día siguiente quedé en verme con Natalia en el parque.

No era el lugar donde prefería pasar un domingo, pero ella dijo que se sentía estresada y pensaba que caminar un rato le ayudaría, pero no quería ir sola, así que aquí estoy.

-Honestamente, no te ves muy estresada -le dije.

-Lo estoy -me aseguró.

Y yo le creí, hasta que vi a Luke a unos veinte metros caminando con alguien. Vaya mentirosa, yo que vine en su ayuda como la buena amiga que soy y ella me estaba tendiendo una trampa para juntarme con Luke. 

-¿Ese es Luke? -preguntó Natalia, yo puse los ojos en blanco.

-¿Vas a fingir que no sabías que estaba aquí? ¡No puedo creer que me hicieras venir solo por esto!

Cometí un error al hablar tan alto, llamé la atención de Luke, que sonrió al vernos y caminó hacia nosotras, y en ese momento pude ver con quien se encontraba, Alice.

 Mierda, mierda, mierda. ¡Si ella me ve me mata!

No, no va a matarme en un lugar público con tantos testigos presentes.

-Hola -nos saludó Luke al alcanzarnos-. No esperaba verlas aquí, por cierto, ella es Alice -nos presentó-, Alice, estas son mis amigas Gabriela y Natalia

No pensé que se siguieran viendo, ¡Luke no tiene idea de lo peligrosa que es ella! Debo decírselo lo antes posible...

-Gabriela y yo ya nos conocíamos -comentó Alice.

-¿En serio? -preguntó él sorprendido-. ¿Cuándo se conocieron?

-Ayer.

-Luke, ¿podemos hablar un segundo? -le pedí. 

Alice debe de estar sospechando de lo que le quiero hablar, pero no me importa. Lo agarré del brazo y nos alejé unos metros de ella.

-No vuelvas a hacer eso -se quejó soltándose, parece que le gusta ser grosero conmigo cuando Alice está cerca-. ¿De qué quieres hablarme?

-Sobre Alice.

-¿En serio? -levantó una ceja.

Sabía que disponía de poco tiempo para advertirle sobre ella, pero mi boca habló por sí sola con algo que no tenía nada que ver.

-¿No es muy grande para ti? -pregunté-. Es decir, tú tienes 16 y ella 23...

Luke soltó una risita: -Para el amor no hay edad, Gabriela. Ella es feliz y yo soy feliz, no veo el problema.

Genial, al parecer Luke está enamorado de una asesina verde mucho mayor que él.

-¡Sí hay un problema! Sé que te será difícil de creer, pero ella es una hechicera de la niebla, y no solo eso, ¡ella es la que está asesinando a inocentes!

Él me miro ¿ofendido? ¿con odio? 

-No inventes cosas, tú no sabes absolutamente nada sobre ella, ¿crees que la conoces mejor que yo? -se volteó sin esperar mi respuesta y regresó con Alice.

 Mi odio hacia ella aumentaba cada vez más, y me dolía que Luke no me escuchara, ¡y no puedo creer que estén juntos, puede que esté planeando matarlo!

Volví con Natalia y me percaté que la había dejado sola con Alice. Vaya, eso fue muy descuidado de mi parte, suerte que no le pasó nada.

-¿Por qué se veía tan enojado? -me preguntó Natalia, observando como Luke y Alice se alejaban tomados de la mano.

-Porque es un imbécil, y no confía en mí -dije, Natalia estaba confundida-. Tú que sí confías en mí, ¿podrías hacerme un favor? -ella asintió-. Has todo lo que puedas para mantener a Luke alejado de Alice, al menos por hoy, Katie no responde mis mensajes pero ya mañana hablaré con ella en persona.

Y así fue, el lunes a la primera clase busqué a la profesora Katie y le conté todo lo que me había ocurrido, lo de la bomba y lo de Alice. Le impactó el intento despiadado de Los Guardianes de haber intentado volarme en pedazos, casi tanto como que Alice me salvara, a pesar de que solo lo hizo porque pensó que me le uniría.

-Luke está en grave peligro, Gabriela -declaró la profesora de último-. Creo que Alice lo está usando en tu contra, sabe que él es importante para ti.

Me sentí tan frustrada. Comencé a respirar lentamente para tratar de calmarme, pero no funcionó.

-¡¿Por qué está haciendo esto?! -exclamé molesta-. No me importa lo que tenga que hacer, ¡hoy mismo me voy a asegurar de que deje a Luke en paz!

Escuché una risa que venía desde la puerta, me volteé y Alice estaba ahí.

-Creo que alguien está enamorada -dijo, sin dejar de reír-, jamás le haría daño a Luke y él lo sabe.

Katie se colocó delante de mío inmediatamente.

-¡¿QUÉ QUIERES?! -grité, lo cual fue mala idea, porque el profesor del aula de al lado vino corriendo a ver qué pasaba.

-¿Por qué gritas? -preguntó asomándose.

-¡Por nada! Es... solo que tengo problemas de ira a veces -mentí, o bueno, a lo mejor sí era verdad.

Concéntrate, Gabriela, esto es serio.

El profesor se retiró gruñendo y Alice dio un par de pasos más hacia adelante. Por la forma en la que se miran con desprecio ella y Katie, esto definitivamente va a terminar feo. 

Puede que yo no esté lista, pero quiero atacar a Alice y su maligna sonrisa que tanto perturba mi poca tranquilidad.

-Kat -murmuró Alice, sus ojos negros estaban teniendo el mismo brillo verde de ayer.

-Alice, no esperaba verte por aquí. Tanto tiempo ha pasado desde...

Puse los ojos en blanco, este no era el momento para que Katie se inspirara hablando.

-Perdón por interrumpir su rencuentro de hermanas -dije- pero no es el mo...

-¿Hermanas? -Alice interrumpió mi interrupción-. ¿Le dijiste que somos hermanas?

-¡No iba a mentirle! -gritó Katie.

-¡No somos...!

Katie le cerró la boca con algún hechizo, literalmente se la cerró, pero Alice lo revirtió como si nada. Se veía muy enojada de todas formas.

-Hasta aquí llegaste, no venía a pelear, pero supongo que era inevitable -mientras Alice hablaba niebla verde la rodeaba a ella y a Katie, junto con niebla roja. Alice todavía tenía el brillo verde en los ojos, y ahora Katie también, pero rojo.

Un par de segundos después desaparecieron. El profesor del aula de al lado volvió a entrar y vio la niebla verde y roja en el suelo. Se tapó la boca con las manos sin poder creer lo que veía. Y lo mejor de todo, es que yo estaba en la escena del crimen.

--¿Qué demonios? ¡Gabriela! ¿Puedes explicar qué es esto?

No tenía nada con qué explicarle, así que me quedé callada y él me arrastró hasta la oficina de la directora.

-... Y entonces Katie y la otra jovencita ya no estaban, Gabriela permanecía en el aula...

No estaba prestando atención a la explicación del profesor, seguía analizando los sucesos. Alice estaba a punto de decir algo cuando Katie le lanzó el hechizo de zíper en la boca, pero si no me equivoco, iba a decir que no eran hermanas. Y tiene sentido para mí, porque físicamente no tiene ningún parecido, pero de todos modos, ¿por qué Katie me mentiría sobre que es su hermana? Si es que no lo es.

Quiero ayudar a Katie a vencer a Alice, la última vez que traté de ayudar a Katie fui una completa inútil la mayor parte del tiempo. No quiero que se repita eso. Necesito saber a dónde fueron, debe haber una manera de encontrarlas...

-¡Gabriela! -la directora me sacó de mis pensamientos-, yo me encargo de él, tú encuéntralas, Katie necesitará tu ayuda.

-Pero... yo... este... ¿Cómo las encuentro?

-Las tres tienen una clase de conexión, solo concéntrate en su poder y aparécete -explicó, con el pobre y confundido profesor al frente.

Rápidamente realicé el hechizo para aumentar mis reflejos y luego me enfoqué en Alice y Katie y visualicé en mi mente cuando se desaparecieron. Cerré los ojos para aparecerme donde sea que estuviesen y al abrirlos me encontré en el mismo callejón de la vez pasada.

Katie debe adorar este callejón.

O talvez no, porque estaba vacío, no había nadie. Pateé un basurero frustrada, mala idea, resultó doloroso. Mientras saltaba en un pie aparecieron Katie y Alice. 

¡No me había salido mal! Al parecer están apareciéndose de un lugar a otro en varios lugares mientras pelean.

-¡ALTO! -les grité. No les importó mucho que digamos, de hecho, ni siquiera me escucharon, están muy ocupadas lanzándose y esquivándose haz de luz verdes y rojos.

Pero como dije antes, no voy a quedarme escondida y sin hacer nada esta vez. Lo que voy a intentar hacer es arriesgado, pero confío en mi poder, bueno no exactamente, pero por lo menos en este momento sí.

Corrí hasta colocarme en medio de ambas y grité "BASTA" mientras extendía ambas manos a los lados. Una hacia Katie y otra hacia Alice. Niebla azul salía de mis brazos protegiéndome de los hechizos que se estaban lanzado, y a la vez las rodeó a ambas y las hizo volar por los aires directo hacia la pared, logré frenarlas evitando que se golpearan. Justo cuando estaban contra la pared, cerré los puños y mi niebla azul se convirtió en cemento, dejándolas atrapadas a ambas en el muro.

WOW esto salió mil veces mejor de lo que podía haberlo imaginado.

-¡GABRIELA! -gritaron ambas.

-¿Sí?

-¿Qué crees que haces? -inquirió Katie. ¡Suéltame!

-No hasta que me digan la verdad.

-Gabriela, el cemento no es nada cómodo -se quejó Alice-, ¡quítalo!

Solo tienen cemento en los brazos, el brazo entero para ser exactos. Pero podrán aguantar un rato mi interrogatorio.

-¿Alice no es tu hermana, cierto? -le pregunté a Katie.

Realmente no me importa si son hermanas o no, solo me importa saber si Katie me mintió. Porque si pudo mentirme con eso, pudo haberme mentido con todo.

-Sí -afirmó.

-No lo somos -negó Alice-, escucha Gabriela, yo sabía que eras buena persona, por esto te pedí que nos uniéramos, pero tú te negaste y pensé que era porque eras malvada como Katie, pero no es el caso. Piensas que Katie es la buena, ¡no te sigas tragando sus mentiras!

-No la escuches, quiere manipularte -saltó Katie-. Trata de confundirte.

-¿Cómo sé que no eres tú la que tratas de confundirme? -le reprendí.

-Gabriela, yo no he hecho nada más que ayudarte desde que te conocí. Alice no ha hecho más que perjudicarte. Te conté mis secretos, confié en ti, no te atrevas a pagarme haciéndome pasar lo que sufrí cuando mi hermana se volvió loca otra vez.

Justo ahora comienzo a sentirme mal por casi confiar en Alice.

-¡Yo no soy su hermana! ¡Nada es lo que piensas, yo no soy la mala aquí, yo no he matado a nadie! -exclamó Alice-. Es Katie -continuó-, todo lo ha hecho Katie.

-¡Deja de mentirle!

No sé qué pensar, no sé qué creer, mi instinto me dice que no confíe en Alice, pero también me dice que confíe en ella. ¿Qué rayos?

Katie me dice que es Alice, Alice me dice que es Katie. ¿A quién le creo?

Llevo talvez casi un mes de conocer a Katie, a Alice la acabo de conocer. Pero no me siento segura, puede que Katie me haya estado mintiendo, o puede que Alice me esté tendiendo una trampa.

Las dos... ¿Y si las dos son malas? ¿Y si ellas dos son un equipo?,

No confiaré en ninguna.

Pero sigo necesitando a Katie para aprender...

Creo que Alice es la que miente, si comparo sus personalidades Alice es mucho más grosera... Pero puede que eso no tenga que ver.

¿Y si todo es parte del plan de alguna de las dos, o de las dos?

Mi cabeza está a punto de explotar. Algo me dice que Alice dice la verdad, y que Katie me miente. Pero no confío en mis pensamientos, no voy a confiar en ninguna de las dos hasta saber algo.

-¿Y bien? -dijo Alice, interrumpiendo mis debates mentales.

-Katie me ha ayudado...

-¿Y yo no? Por si no lo recuerdas, te salvé de una bomba.

-Dijiste que fue solo porque me necesitabas.

-Gabriela, no te voy a rogar.

-Bien -le dije-, entonces disfruten su estadía en la pared.

-No te atreverías a dejarnos aquí -replicó Katie, tenía los ojos llorosos.

-Claro que sí -mentí-, no confío en ninguna de las dos.

-Gabriela, ella te está usando, como está usando a Luke -me recordó Katie.

Suspiré, no puedo dejarlas aquí ni tampoco dejarlas ir, tengo que elegir en quien confiar justo ahora.

Respiré hondo, y sin pensarlo tomé una decisión. Chasqueé los dedos liberando a Katie.

-Hiciste bien, Gabriela -me dijo.

-¡Cometes un gran error! -mientras que Alice hablaba salía polvo y niebla verde que destrozaba el cemento.

¿Qué? ¿Significa que todo este tiempo ella pudo haberse liberado? Y no lo hizo...

-Y con gran error, me refiero al peor error de tu vi... -antes de que Alice pudiera terminar, Katie le lanzó un haz de luz roja con su varita, dejándola ¿inconsciente? ¿Muerta? No estoy segura de cuál de las dos, ni de cuál preferiría.

Miré hacia Katie con vergüenza.

-Perdón por haber desconfia... -fui interrumpida por un haz de luz roja que me hizo saltar por los aires golpeándome contra la pared y dejándome atrapada con, ¿rocas? Alrededor de mis brazos, haciendo justo lo mismo que yo le hice a ella, pero con pequeñas rocas enteras en lugar de cemento.

-¿Katie? ¡¿Qué haces?! ¡Confié en ti maldita traidora!

Ella chasqueó los dedos haciendo que se me cerrara la boca y no pudiera hablar más.

-Tengo un asunto en el colegio que atender, ya volveré para deshacerme de ustedes -dijo y desapareció.

No puedo gritar, hablar, moverme, ni saber si Alice está viva o no. Y en cualquier momento Katie regresará para decidir nuestro destino.

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