Capítulo 10: batallas y finales
Hola :) esta historia la edité por completo, y al hacerlo me quedó con 11 capítulos en lugar de 10. Pero para no publicar un capítulo nuevo completamente a parte al final, decidí que dividiría este en una primera y segunda parte como si fuesen dos capítulos distintos.
Esto porque me parece exageradamente largo el capítulo (+5300 palabras) y yo entiendo lo que es tenerle pereza a los capítulos muy largos jaja. Aunque obvio cada quien lee hasta donde quiera.
Parte I
Katie POV
No esperaba que Gabriela viniera a clases hoy, no ha vuelto al colegio desde que me descubrió. Bastante prudente de su parte, porque ahora que estoy segura de que ha elegido su bando, no habría dudado en deshacerme de ella.
Ella y Alice son las únicas hechiceras que pueden llegar a igualarme con el tiempo, por eso deben ser eliminadas cuanto antes.
Estaba desprevenida cuando finalicé la primera lección de historia del día, Alice aprovechó eso para entrar corriendo y tomarme de un brazo para hacerme desaparecer.
Ella siempre ha desconocido la forma en la que me comunico con mi gente, en el segundo que tardaba en transportarme hasta el lugar que me destinó Alice no dudé en apretar el botón rojo de mi anillo para hacer un llamado.
Aparecí en un lugar cubierto de nieve, parada en una equis color roja marcada en un camino de piedritas. El frío me invadió de inmediato, esto definitivamente les iba a dar cierta ventaja.
-¡Quieta!
Los Guardianes me tenían rodeada, algunos estaban cerca, otros lejos, pero todos me apuntaban a mí, algunos con sus varitas, otros con armas. Alice retrocedió unos pasos.
Esto no me lo esperaba, creí que solo estaría esperándome Gabriela y talvez sus amigos.
Más les vale llegar rápido.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Gabriela POV
Katie estaba completamente atrapada, había funcionado.
Corrección, no duró atrapada ni si quiera cinco segundos; porque tras un gran sonido ahora éramos nosotros los que estábamos rodeados. Todos teníamos a uno o dos aliados de Katie apuntándonos con su varita.
Y en ese momento comenzó la batalla. Haces de luz blancos salían de todas partes, la niebla producida se acumulaba y casi hasta dificultaba la vista.
Quien me atacó a mí fue un chico que no parecía mucho mayor que yo, no dejaba de arrojarme hechizos los cuales yo solo desviaba con hechizos de escudo porque no estaba muy segura de cómo atacar, y él no me estaba dando tiempo para pensarlo.
Al poco rato consiguió darme en el hombro. Me recorrió un dolor inmenso, como si me hubiese dislocado, creo que así fue. Maldije por lo bajo y de alguna manera eso hizo resbalar a mi oponente, el chico no tardó en levantarse, pero cuando lo hizo yo ya estaba lista para atacar, de mi mano salió haz de luz azul que le pegó en el estómago y lo hizo caer al suelo de nieve nuevamente, esta vez quedándose ahí. Era el mismo hechizo que usé hace como cuatro días para separar a Alice y Katie cuando estaban peleando. Y al parecer me sale bastante bien.
Uno menos, excelente traba... ¡ay mi hombro!
Me esforcé por ignorar el creciente dolor en mi hombro y me concentré en mi alrededor. Kendall estaba luchando contra tres al mismo tiempo, desde donde me encontraba les lancé el mismo hechizo que le hice a mi oponente anterior y conseguí derribarlos uno por uno a los tres. Cool.
Kendall me sonrió y yo me agaché justo antes de que un haz de luz roja me rozara la cabeza.
Katie.
Le lancé hechizos a mil, haces de luz azul salían de mis manos uno tras otro, pero ella los desviaba todos con facilidad. Hasta que Alice apareció y la atacó desde atrás.
-Yo me encargo de ella, ¡tú deshazte de sus aliados! -gritó.
Asentí y corrí, pero el dolor de hombro ya me estaba ganando.
Cúrate. Pensé, y vi un poco de niebla azul en mi hombro con la que desapareció algo del dolor, seguía incomodándome, pero ya no se me hacía insoportable.
Era difícil no poder dar la espalda a nada por miedo a que me atacaran desprevenida. Mire rápido a mi alrededor en busca de alguien en apuros, a simple vista podía concluir que nos estaban pateando el trasero. Tengo que hacer algo.
Divisé la parte alta de la nieve y me aparecí en ella. Creé una barrera protectora y comencé a lanzar hechizos a todos los aliados de Katie que veía desde ahí, mi puntería no era excelente, pero pude hacer caer a al menos a seis de ellos antes de que destruyeran mi campo de protección y me viera obligada a regresar abajo con los demás.
Katie, que se encontraba del otro lado, hizo aparecer niebla roja que rodeó a varios de los guardianes y los hizo caer como dominós.
-¡Que inútiles! -gritó una voz familiar a unos metros de mí, Eddie
-Fue una buena idea -dijo Alice, quien acababa de aparecer a la par de Eddie. Sus ojos se volvieron de color verde como su niebla mientras que esta rodeaba a varios del ejército de Katie haciéndolos caer, tal como había hecho ella.
Ojalá yo también supiera hacer eso.
Estaba tan distraída contemplándolo que no noté cuando alguien me tiró al suelo evitando que una bala me diera en la cara.
-Wow, gracias -dije.
Me ofreció la mano para levantarme, pero la rechacé al ver que era Luke. Él rodeó los ojos y se desapareció.
Qué desconsiderada soy, acaba de salvarme la vida.
¡Concéntrate!
Mientras que me pedía a mí misma que me concentrara, apenas esquivé un haz de luz blanca. Me di vuelta para ver quien me había atacado y me topé frente a frente al hombre con el que había peleado antes junto a Katie en el callejón. Él era el criminal al que casi maté.
-¡Tú! -exclamé sorprendida-. Trabajas con ella.
-Gran descubrimiento -replicó, desviando mis hechizos.
-Nuestro ataque... Tu pelea con Katie, ¿todo fue falso?
-Pero claro que fue falso, Katie quería tu confianza.
-La paliza que te di fue bastante real -presumí-, ¿quieres repetirla?
Alguien detrás mío le dio en la espalda haciéndolo caer.
-De nada -dijo Kendall.
-Lo tenía bajo control.
*-*
Pasados varios minutos ya solo quedaban dos del lado de Katie en pie, el problema era que de nuestro lado solo quedábamos Alice y yo.
No sabía si quiénes habían caído estaban inconscientes o muertos, esperaba que cualquiera menos la última. También algunos se habían desaparecido, lo que no sabía era si regresarían o si habían huido. En lo que respectaba a mis familiares, no localizaba a ninguno y eso me tenía de los nervios.
Logré hacer caer a uno de los subordinados restantes y corrí hasta donde estaba el otro, que se encontraba ayudando a Katie a vencer a Alice.
Por la corta distancia sabía que llegaba más rápido corriendo que apareciéndome, y aprovechando el impulso me lancé a ellos, derribando tanto Katie como a su aliado, como si estuviésemos jugando fútbol americano.
-¡Ouch! -exclamé al caer, pero rápidamente me incorporé, al igual que los otros dos. Sin embargo, Alice aprovechó ese momento para deshacerse del secuaz restante de Katie, quedando ahora solo esta última.
Creé un nuevo escudo protector y Katie los destruyó inmediatamente, ¿y cómo no, si ella me había enseñado a hacerlos?
Procedí a dispararle hechizos a diestra y siniestra, constantemente moviéndome de un lado a otro para esquivar sus ataques.
Yo estaba delante de ella y Alice atrás, Katie no tenía ninguna ventaja sobre nosotras, pero aun así se las estaba arreglando para vencernos. Le lancé todos los hechizos que se me ocurrieron y ella los desvió todos.
-Esto es tan divertido -musitó la loca, sonriendo.
-No te asustes, Gabriela -habló Alice de repente-. Confía en mí -fue lo último que dijo antes de chasquear los dedos y desaparecer.
No puede ser, por favor ¡NO! ¿Se va y me deja sola con Katie? ¿Si quiera piensa regresar?
No duré nada sin Alice, Katie inmediatamente me hizo volar por los aires, caí de de medio lado y me atrapó en el suelo con rocas en mis muñecas, de nuevo, y esta vez también incluyó mis piernas.
-¡¿No te cansas de hacer eso?!
-No, resulta bastante útil -replicó, yo gruñí frustrada-. Que no te sorprenda lo de Alice, huir es lo que siempre hace, la muy cobarde.
-¡¿Qué quieres?! -estaba harta, no me quejaba de que no me haya matado todavía, pero temía que fuese porque quería hacerlo más dramático, o sea, más tortuoso.
Katie suspiró y con eso sabía que seguía uno de sus característicos discursos largos. Eso me da tiempo, así que por mí puede inspirarse hablando todo lo que quiere.
-Querida Gabriela -empezó-, en todos los meses que fuiste mi alumna de historia habías demostrado una actitud tan horrenda, que me hiciste creer que podíamos ser aliadas en el futuro. Imagínate mi decepción cuando comenzamos las clases individuales y no hacías más que demostrar tu bondad y solidaridad.
-Pues sorpresa, yo no soy malvada.
Ella rio.
-Eso vamos a comprobarlo -repuso-. Ya sé que no te unirás a mí nunca, por eso voy a eliminarte, pero no sin antes medir tu nivel de sacrificio.
La miré preocupada, con miedo a lo que tuviera preparado para mí.
Katie chasqueó los dedos y parecieron Eddie, Kendall y Billy, los tres estaban atados con cuerdas y el hechizo zíper en la boca.
No, no, no, no, no, no, no.
-Tienes dos opciones -habló Katie-, o te matas o los mato.
-¿Qué? ¡No los lastimes! -exclamé, los tres chillaban sin poder hablar por el conjuro-. ¡Elijo la segunda, mátame!
-No me escuchaste bien -rio, acto seguido hizo aparecer una espada mediana en mi mano, la habría usado para atacarla, pero claramente ella ya había pensado en esa posibilidad porque levantó un campo de fuerza para protegerse, además de que yo seguía sin poder mover la mano.
Katie liberó mi muñeca derecha de las rocas, dejándome ahora con mi brazo completamente libre. Pero seguía teniendo rocas en la otra muñeca y en las piernas, lo único que había cambiado era que ahora podía moverme lo necesario para clavarme la espada mí misma.
Calma, Gabriela, tiene que haber una manera de salir de esta.
Alice me dijo que confiara en ella... Lo mejor que puedo pensar es que está planeando regresar, y debo hacer algo para ganarle tiempo, espero poder retrasar a Katie.
-No tengo todo el día, Gabriela. Voy a contar rápido hasta diez, si sigues sin hacer nada lo mataré a él -me amenazó señalando a Kendall, rayos no podré retrasarla-. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4...
No puedo creer que deba hacer esto. No puedo... Pero no tengo opción.
Todo pasó muy rápido.
Katie detuvo la cuenta al notar niebla blanca y verde en el suelo, eso le daba la pista de que ahí aparecería Alice, así que apuntó al lugar y en cuando Alice apareció, Katie le dio en la espalda con un haz de luz roja y la hizo caer inmóvil.
-¡Alice! -grité preocupada. Mala idea, eso alertó a Katie y devolvió las rocas a mi muñeca libre.
Alice no había venido sola, la niebla blanca pertenecía a Luke, que sí había aparecido mirando en la dirección correcta, e inmediatamente realizó un hechizo escudo contra Katie, quien procedió a atacarlo. A pesar de que su escudo mostraba mayor efectividad que el mío, Luke no iba a durar mucho contra Katie, necesitaba mi ayuda pronto, pero yo sin importar cuanto forjara y cuantos hechizos murmurara, las rocas seguían atrapándome.
Observé como Katie finalmente rompía el hechizo escudo de Luke, y este caía al suelo.
No, Luke...
Katie rio: -Ahora despídete de tu enamorado, Gabriela.
Sentí que las rocas de mi muñeca derecha desaparecieron, me di cuenta que fue gracias a Alice por la niebla verde presente. Ella se encontraba en el suelo, débil y herida, pero aún así se las había arreglado para ayudarme.
Katie ya no tenía su campo de protección y no dudé; le lancé la espada con toda mi fuerza, precisión, y esperanza de no fallar.
Un poco de niebla azul rodeó la espada y se le clavó a Katie en el muslo de la pierna mientras ella gritaba de dolor. Suspiré aliviada, no había apuntado a la pierna exactamente, pero servía para salvar a Luke.
Katie cayó de rodillas, y furiosa, trató de murmurar algún hechizo, pero yo fui más rápida y la ataqué con el haz de luz azul que salió de mi mano. Alice se levantó torpemente sujetándose el estómago y le dio un buen puñetazo en la cara, dejando a Katie ahora inconsciente.
-No tienen idea de lo bien que se sintió eso -dijo Alice, y se frotó los nudillos antes de caerse-. Ayuda, por favor.
Luke la ayudó a incorporarse al menos hasta quedar sentada, y luego desató a Billy, Eddie y a Kendall, además les deshizo el hechizo zíper. A mí ni siquiera me miró.
De todos modos solo Alice puede eliminar las rocas que me siguen atrapando.
-¿Se encuentran todos bien? -preguntó mi tío.
========
Parte II
========
-¿Qué vamos a hacer con ella? -pregunté, observé horrorizada como la pierna de Katie no dejaba de sangrar, y aún tenía la espada clavada-. Necesita un doctor.
-Hablando de doctores -musitó Alice-, también necesito uno.
-Tenemos que curarla -insistí, mirando a mi tío-, ¿qué pasa si muere desangrada? Sería por mi culpa.
-Los hechizos de sanación son solo para doctores calificados, si intentamos algo podríamos empeorarla.
-Yo casi me curé mi hombro sola -conté, aunque todavía me dolía, pero solo cuando movía el brazo-, tal vez yo pueda...
Fui interrumpida por un haz de luz blanca salió de la nada y le dio a Katie en el pecho. Todos voltearon a ver de dónde venía, el padre de Natalia estaba de pie a unos metros de nosotros.
-Ya no te preocupes, Gabriela. No murió por tu culpa ¿ves?
Lo miré con la boca abierta.
-¡¿No podías arrestarla o algo?! -grité, ¿es que acaso la vida humana no valía nada para estos Guardianes dementes?
-Es una hechicera de la niebla, puede hacer magia sin varita, la única forma de encarcelarla sería teniéndola atada y amordazada las 24 horas -se excusó.
-¿Entonces por qué no hicieron eso?
-Para empezar moriría de hambre -apuntó mi tío.
-Si te hace sentir mejor -procedió el señor-, a sus aliados sí los arrestaremos, claro, si sobrevivieron.
-Vayamos a revisar quienes están vivos -dijo Kendall-. Debemos apurarnos antes de que los malos que estén inconscientes despierten.
Todos asintieron y lo siguieron, nadie parecía estar perturbado por lo de Katie como yo. Supongo que los demás ya sabían lo que Los Guardianes le harían si conseguíamos atraparla.
*-*-*-*
Recorrimos el lugar revisándoles el pulso a todos. La primera que atendí fue una mujer pelirroja, era parte de Los Guardianes. Estaba muerta
-Era Jane -dijo una voz a mi espalda-. Ella te puso la bomba.
-Y apuesto a que tú le ayudaste, ¿no, Luke?
-Traté de detenerla.
-Te creería -dije-, pero no tengo ni una sola razón para hacerlo.
Él solo bajó la mirada, yo caminé lejos. Estuve seriamente preocupada por él cuando se enfrentó a Katie, y me aliviaba que ya estuviese a salvo, pero eso no perdonaba todo.
En total de los de Katie murieron cuatro, el resto los arrestaron, y unos pocos se escaparon. De los guardianes tambien hubo pérdidas, nadie que yo conociera, pero me compadecía de sus posibles familias.
-Gabriela... -dijo Alice-. Me disculpo si pensaste que te había abandonado, planeé con Luke y los otros dos miembros menores de edad que se desaparecieran en media batalla para protegerse, pero que yo los iría a buscar para terminar con Katie entre todos únicamente si las cosas se salían de control.
» Cuando vi que solo quedábamos nosotras dos, fui a buscarlos lo más rápido que pude, pero solo estaba Luke, los otros dos se encontraban heridos y no quisieron regresar, por eso me tardé. Tenía la esperanza de que Katie no te asesinara antes de que llegáramos.
Nah ¡solo casi lo hago yo!
-Entiendo -dije-. Oye, te tengo una pregunta, ¿tú sabías que Luke era parte de Los Guardianes?
Su mirada de culpabilidad delató la respuesta antes de que la dijera.
-Te lo hubiera dicho, en serio, pero Luke me pidió que no lo hiciera.
Bufé, ya eso no era algo de qué sorprenderse.
Casi olvido que son pareja. ¿Se da cuenta de que Alice también es una hechicera de la niebla? ¿Se dedica a matarlas, pero sale con una? Talvez esa es la razón por la que no me mató antes, porque se enamoró de Alice.
Todo tiene sentido ahora.
-Bueno -tenía un nudo en la garganta de nuevo-. Espero que sean muy felices juntos.
Alice rio con fuerza, en serio ¿qué rayos le pasa?
-Luke no es mi novio, ni de cerca. ¿Crees que me fijaría en un niño de 16 años? Te puedo dar otra razón más importante, pero dejaré que te lo diga él, solo háblale -dicho esto chasqueó los dedos y se desapareció.
¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?
-Gabriela -la voz de Kendall me hizo sobresaltarme-, ya nos vamos, ¿vienes?
-Váyanse, ya los alcanzo -dije.
No entendía por qué aún no me quería ir de este lugar en el que acababan de pasar cosas horribles. Ya todos se habían ido, y me estaba agradando la soledad.
De la nada, mis zapatos quedaron congelados en la nieve no podía moverlos. Miré abajo y vi niebla, esto había sido un hechizo.
-Yo... -habló una voz a mis espaldas, una que reconocí de inmediato.
-¡¿TE VOLVISTE LOCO?!
-Solo quiero hablar, de verdad necesito que me escuches...
-Si quieres que te escuche deshaz esto primero -repuse señalando mis pies. Yo podría hacerlo por mi cuenta, soy más poderosa, pero su intención es lo que vale.
Luke asintió y me liberó. Era mi oportunidad para correr, desaparecer... ¿Por qué no me estoy moviendo?
Supongo que después de todo quiero respuestas, y él me las debe.
-¿Te parece si nos sentamos? Esto podría tardar un rato -hizo aparecer dos sillas.
Rodeé los ojos y me senté junto a él.
-De acuerdo, explícate. Quiero la historia completa.
Luke asintió.
-Me uní a Los Guardianes cuando tenía catorce años -contó, o sea hace dos años, ya éramos amigos-. Esa es la edad a la que comienzan a reclutar a los hechiceros que son más poderosos que los demás, y bueno, yo acepté, ¡pero no porque quería matarte! -se apresuró a aclarar cuando vio mi cara-. Además por mi edad no tenía ni tengo un rango tan alto como para estar enterado de todas las operaciones.
De repente se me ocurrió una posibilidad que hasta ahora no me había detenido a considerar.
-Entonces tú no sabías que yo era hechicera de la niebla cuando te uniste -dije esperanzada, a lo mejor esto sí había sido un mal entendido.
-Pues... la verdad sí lo sabía -confesó, decepcionándome por milésima vez en el día-. Pero no tenía idea de que iban a tratar de matarte, pensé que solo lo harían si causabas problemas, y yo estaba convencido de que no lo harías. Se supone que nos dedicamos proteger a los demás, y es por eso que me uní, porque quería ayudar.
Casi podría sonar heroico, me da nauseas.
-Temo que Alice y yo no estábamos entre las personas que protegen.
-Ellos creen que son una amenaza, y las matan porque creen que van a ser... ya sabes, como todas las hechiceras de la niebla en la historia. En realidad, en las reuniones rara vez se tocaba el tema de las hechiceras, pero eso cambió cuando Katie comenzó a asesinar a los nuestros, luego de eso decidieron declararles la guerra a ustedes.
» Yo les dije que ni tú ni Alice eran las culpables, pero mi palabra no fue suficiente para ellos. Siguieron creyendo que eran ustedes, y además en ese tiempo no teníamos idea de quien era la de rojo. Fue hasta hace poco que comenzamos a sospechar de Katie sin estar del todo seguros.
Por un momento me sentí culpable por no haberle contado a Luke que Katie era la hechicera de rojo cuando me enteré, pero francamente, creo que la culpa es de Luke, por no haber sido sincero conmigo desde el principio.
-¿Que no hay una sola hechicera de la niebla que no se haya dejado corromper por el poder? -pregunté.
-Pues... tú y Alice -respondió-, yo no había nacido cuando vivieron las anteriores a ustedes, pero Los Guardianes cuentan que han sido de las peores.
¿Solo dos en toda la historia? Me niego a creer eso. Aunque, Alice y yo estamos muy jóvenes, talvez muchas cosas puedan cambiar...
-Es un grupo secreto, no podía contarte -continuó-, ni hablar de su existencia con nadie.
Suspiré: -¿Cómo se enteraron Los Guardianes de nosotras?
-Bueno, yo sin mala intención delaté a Alice en mi primer año -comentó-, lo hice para asegurarles que ella no era mala, y supieran que nunca había causado daño.
Entonces Luke y Alice se conocen hace tiempo, vaya.
-¿Qué hay de mí? -pregunté.
-¿De ti qué?
-¿Cómo se enteraron de mí?
-Pues... -me miró incómodo y comprendí.
-¿¡Fuiste tú, no!? -exclamé molesta-. ¡Tú les dijiste sobre mí! ¡Muchas gracias por poner un blanco en mi espalda!
-¡Juro que nunca fue mi intención! Sé que decirte eso no es un gran consuelo, pero yo era muy ingenuo y pensé que así me aseguraría de que supieran que eras buena y no una amenaza a la seguridad.
Me tomé un tiempo para analizar la situación y poder enlistarla en voz alta.
-Ya veo -dije-. Entonces, en resumen, tú sabías desde que me conociste y mucho antes de que te lo contara, que yo no podía hacer magia, y también la razón por la cual no podía. Sabías lo que yo era, y no me lo dijiste -respiré profundo porque sabía que estaba a punto de gritarle-, ¡¿tienes idea de todas las angustias que pudiste haberme ahorrado?! ¡¿Cómo crees que me sentía yo al ser la única perdedora en el mundo que no podía hacer magia?! ¡Bastante mal, déjame decirte!
Talvez podía entender que no pudiese contarme que formaba parte de una asociación secreta, porque énfasis en secreta, pero ocultarme mis poderes...
-¡Lo siento! Moría por contarte, pero según Los Guardianes eso era información confidencial y tenía prohibido...
-¡Al diablo Los Guardianes, esa información me pertenecía a mí, no a ellos!
-Tienes razón, debí habértelo dicho -declaró.
Rara vez me daba la razón. Podía ser que lo dijera solo para que lo perdonara.
-Tenía catorce años y era demasiado gallina como para desobedecerlos -continuó-. Pasó el tiempo y lo que comenzó a darme miedo era que te enojaras conmigo por no habértelo dicho desde el principio.
-¿Nunca me lo ibas a decir?
-Sabía que eventualmente lo haría, pero siempre lo pospuse, pensé que existía alguna forma de que no me odiaras después de enterarte y estaba buscándola.
-Existía, y era contándome desde el inicio.
Luke asintió, sus ojos marrones estaban cristalizados, ¿tendría alergia, frío, o de verdad estaba arrepentido? Le apostaré a la primera.
-Te creo lo de que no sabías sobre la bomba, y que trataste de detenerla -afirmé-, puede que lo hicieras solo porque querías salvar a Alice, pero ignoremos eso y supongamos por un segundo que yo entendiera que debías guardar el secreto de Los Guardianes... ¿Cómo es que a Alice sí pudiste contarle?
-Yo no le dije. Alice ha viajado mucho estudiando su poder, y llegó a enterarse de que existían Los Guardianes y que eran conformados por los hechiceros más poderosos. Eso último la hizo sospechar de mí y así se dio cuenta, nunca le revelé nada que tuviese prohibido contar, pero igual ella sabía bastante.
Cuando yo me enteré de que existían decidí no sospechar de Luke, qué ingenua.
-Pero -continuó-. Tú tienes privilegio por ser mi mejor amiga y porque estoy desesperado porque me perdones, así que cualquier cosa que quieras saber sobre Los Guardianes, te la diré.
Fue agradable escuchar eso, casi hasta pudo hacerme sonreír, casi.
-Bueno ya he tenido demasiado de Los Guardianes por hoy -dije-, pero no dudes que te preguntaré por todos los oscuros secretos más adelante.
-Me expulsarán si se enteran, pero trato hecho -rio ligeramente-. Por cierto, también puedo darte información útil sobre tu magia, de todo lo que hemos investigado.
Ni si quiera estoy segura si volveré a hablarle después de hoy.
-Entonces aprovechando que tú sabes más de mis poderes que yo, ¿tienes idea por qué mi niebla al principio era blanca? -pregunté, recordando el día que llené mi cuarto con niebla.
-Pues... -comenzó, dando indicio de que estaba a punto de enterarme de otra cosa que no me gustaría-. En realidad, era no era tu niebla, era la mía, yo lo hice.
-¿Qué?
-Fue idea de tu tío, cuando te suspendieron él no quería que te deprimieras ni nada por el estilo, ya había pasado casi una semana desde tu cumpleaños dieciséis y seguías sin hacer magia. No sabíamos cuánto ibas a durar y él pensó que talvez podría apresurar las cosas si te hacíamos pensar que ya podías. Primero yo provoqué la niebla cuando intentaste aparecerte en tu patio, pero no pude controlarla y terminé accidentalmente inundado el cuarto...
» Ese mismo día cuando llegó Billy, él fue quien hizo lo del bombillo, me contó que tuvo que prenderlo y apagarlo demasiadas veces seguidas porque tú te emocionaste mucho creyendo que estabas haciendo magia.
-¡¿Nunca fui yo?! -exclamé sorprendida-. ¿Qué clase de mentira estaba viviendo? ¿Entonces cuándo hice magia?
-Ese mismo día -respondió, confundiéndome de nuevo-. Cuando pareciste en mi habitación, fue oficialmente la primera vez que conseguiste hacer magia tú misma -Luke sonrió-. Recuerdo cuando vi la niebla azul...
-Y yo recuerdo que me dijiste que no hubo niebla -lo interrumpí-. Bueno, otra mentira para agregar a la lista, si no hay nada más que decir, creo que ya me retiro.
Decidí que me iba ahorrar hacer el ridículo preguntándole por su relación con Alice.
-¿Por qué con tu tío no estás molesta? -inquirió de repente-. Él prácticamente te ocultó lo mismo que yo.
-¡Él no era mi mejor amigo! Además es un adulto, es lo que hacen, no esperaría más.
-Bueno no iba a traer a relucir esto -comenzó-, pero tú también me mentiste siendo mi mejor amiga. Nunca me dijiste que no podías hacer magia, puede que yo ya lo supiera, pero igual me mentiste.
-No me parece una comparación justa, para empezar yo lo hice por vergüenza y de todos modos no era algo que te concernie...
-Estoy enamorado de ti -soltó de repente, sin dejarme terminar lo que estaba diciendo.
Fue como si me dejaran muda en ese momento, mis mejillas ardieron y miré hacia otro lado. Miente, miente, miente, miente, me ha mentido toda mi vida.
-No digas estupideces -le espeté.
-Y Alice es mi prima.
Abrí la boca sorprendida, ¿podría ser eso a lo que Alice se refería hace un rato?
-Se estaban haciendo miraditas el día que los interrumpí -apunté.
-Ella estaba de visita y vimos la niebla azul antes de que aparecieras, así que rápidamente le pedí a Alice que me ayudara a fingir un poco para ver si te daban celos...
¡En serio es un idiota!
-Tu plan falló -me apresuré a mentir.
-Alice me confirmó que el plan fue todo un éxito.
-Este... ¡Me dijiste que eras feliz con ella! -me quejé-. ¡Me hiciste pensar que era tu novia! ¡Yo pensaba que Alice era mala y me preocupaba tu seguridad!
-¿Solo eso? -preguntó.
-No -admití, le estaba exigiendo sinceridad así que debía serlo también.
-Te quejas de mis mentiras y tú... -hizo una pausa-, espera, ¿dijiste que no?
Suspiré: -¿Dijiste que estás enamorado de mí solo porque pensaste que así olvidaría todo?
-Lo dije porque es cierto.
-Aunque fuera verdad, no cambia nada -afirmé, había roto mi confianza y de paso mi corazón-. Luke, siento que toda nuestra amistad fue falsa. Necesito personas en mi vida con las que pueda contar y confiar, tú ahora no eres de esas.
Él asintió, parecía triste, pero es tan bueno fingiendo que ya no sé qué creer.
No, sí está triste. Ya me demostró que de verdad le importo.
-Gabriela, nuestra amistad era básicamente lo único real en mi vida. Te mentí muchas veces, pero no hubo una sola vez que no me sintiera basura por hacerlo. Lo siento, de verdad -finalmente se levantó, dando a entender que ya había terminado con todo lo que tenía que decirme-. Solo dime qué quieres y lo respetaré, aún si lo que quieres es no volver a verme nunca.
No supe qué decir, me limité a solo asentir, supongo que es lo mejor para ambos. Otra vez se me formó un nudo en la garganta, esta vez más fuerte que los anteriores.
-Te voy a extrañar -murmuró mientras me ofrecía la mano para ayudar a levantarme, la tomé y me recordó al momento de hace unas horas cuando me salvó de una bala. Yo también lo voy a extrañar.
Cerré los ojos con fuerza.
-¿Y si empezamos de nuevo? -propuse, antes de que pudiera arrepentirme-. Intentar ser amigos, esta vez sin secretos, y ver qué tal resulta.
Luke asintió y me abrazó levantándome del suelo: -¡Sí! Me parece excelente.
-Pero vas a hacer todas mis tareas de matemáticas el resto del año -repuse, Luke rio-. No estoy bromeando.
-Lo sé -me sonrió y yo le sonreí de vuelta.
*-*-*-*-*-*-*-*-*
Natalia POV
Nadie contestaba mis mensajes.
Todo el día estuve preocupada porque no tenía ninguna noticia de cómo había salido el plan para vencer a Katie. No sabía si había funcionado, si había fracaso completamente, si la habían derrotado en el primer segundo, o si todos estaban muertos.
Cuando terminaron las clases de inmediato me aparecí en mi casa, y para empeorar mi papá no estaba. Ok calma, talvez está ocupado con algo más, no tiene que significar que le pasó algo.
No puedo creer que no me permitieran asistir, sé que técnicamente no soy miembro de Los Guardianes, pero siempre me han dejado asistir a las reuniones y misiones sencillas.
Finalmente me entró una llamada de Luke y contesté ansiosa.
-¿Hola?
-Natalia -habló-. Tu padre y Gabriela están bien, vencimos a Katie, pero hubo una batalla y murieron algunos...
Procedió a contarme todo, fue un gran alivio que los tres salieran ilesos, pero no puedo evitar llorar al enterarme de algunos de los nombres de los muertos, ninguno era cercano, pero eran conocidos.
-¿Gabriela te vio? -pregunté, sollozando todavía.
-Sí, ya lo sabe todo.
Tragué en seco, aunque ya me lo esperaba: -¿Cómo se lo tomó? ¿Nos odia?
¿Cómo no iba a odiarme? Si por mi culpa Los Guardianes se enteraron sobre ella. Si sé sobre que era hechicera de la niebla desde que teníamos nueve años y nunca se lo dije.
-Hicimos las paces -dijo-, espero que me perdone algún día y...
-Tú hiciste las paces -lo interrumpí-, conmigo debe estar furiosa.
-...Y no le conté sobre ti -terminó, yo suspiré aliviada-. No me correspondía a mí contar tus secretos, además Gabriela ya estaba bastante abrumada.
-¡Gracias!
-Pero te aconsejo que le digas la verdad cuanto antes.
-No me pienso involucrar más en nada de Los Guardianes, ¿no podemos solo pretender que nunca lo estuve? No necesita saber sobre mí, solo servirá para causar daño.
-Es tu decisión, pero no voy a mentirle, así que te cubrirás tú sola.
-Ocultar una antigua verdad no es mentir -afirmé.
*-*-*-*-*-*-*-*
*_*_*_* _*_*_*_*
Gabriela POV
Dos meses habían pasado ya desde que me enteré que era una hechicera de la niebla.
-Se siente raro para mí no estar viviendo en guerra fría con Katie -comentaba Alice-, creo que nunca me había sentido tan aburrida, no puedo esperar a que lleguen nuevas amenazas.
-Mmm -murmuré-, creo tu punto de vista apesta.
-¡Tú apestas! -me exclamó Eddie, quien acababa de entrar al aula para saludar a su novia.
Todavía no me acostumbraba a verlos a ellos dos juntos, pero admito él y Alice son la pareja perfecta, ambos pueden ser siniestros e insufribles cuando se lo proponen.
-Me alegra que el colegio te haya dado permiso para ser mi profesora -admití.
Alice era genial como profesora de encantamientos. Nunca me dejaba tareas, no tenía que hacer exámenes, y solo era una hora a la semana. Lo que me dejaba con más tiempo libre que cualquier otro estudiante de este colegio.
-Bueno, como agradecimiento por el cumplido dejaremos la clase hasta aquí -anunció Alice.
-De acuerdo, adiós -me levanté y corrí hasta la puerta, antes de salir me volteé y miré a mi hermano-. Eddie, dile a nuestros padres que Kendall y yo estaremos en la feria de arte con mis amigos.
Él asintió.
-¿Cómo va todo con Luke? -preguntó Alice.
-Perfecto -sonreí, hoy estábamos cumpliendo tres semanas y cuatro días, no es que lleve la cuenta.
-Más te vale no romperle el corazón.
-Jamás haría eso -dije con firmeza-, por cierto, si tú quieres romperle el corazón a Eddie yo no tengo ningún problema, en realidad creo que le vendría bien...
-Cállate, Gaba.
-¡A la feria! -sonreí antes de desaparecer.
FIN.
_______________________________________________
Muchas gracias a todos los que leyeron/votaron y comentaron.
No descarto la posibilidad de una segunda temporada en un futuro lejano, por eso el final es cerrado pero no 100% ;D
Adios :'(
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top