09

Al despertar a la mañana mire hacia el sillón que se encontraba vacío, hice una pequeña mueca ya estaba acostumbrada a la presencia de Esleirin, yo lo extrañaba.
Me levante y hice mi rutina diaria, de vez en cuando miraba hacia los lugares donde Esleirin siempre se encontraba, esto estaba comenzando a molestarme, es decir nisiquiera había pasado un día y ya lo extraña como sí de varios días se trataran, mientras servía el desayuno me sorprendió el hecho de que Brayan se sentara en la mesa con nosotros.

-Debido a que Esleirin no esta, que tal si vas al trabajo con Brayan.

Yo voltee a ver a mi suegro luego a Brayan quien no parecía interesado en lo mas mínimo.

-Claro sera interesante.

Conteste algo incomoda, sentí la breve mirada de Brayan, creo que estaba molesto.
Durante todo el camino al trabajo fue tan silencioso, ninguno de los dos hablaba, era tan diferente con Esleirin él siempre tenia algo de que hablar conmigo. Al llegar a la oficina note algo interesante, la mayoría de los empleados eran hombres, no estaba repleto de mujeres jóvenes y hermosas cómo en el área de Esleirin y las pocas mujeres que habían eran algo mayores.

-Bueno días Brayan- hablo una mujer como de 65 años, tenía una enorme sonrisa.

-Raquel, ella es mi cuñada Nicole, cuídala en lo que trabajo.

Yo mire algo incredula a Brayan, había hablado cómo si fuese una niña de 5 años muy problemitas y berrinchuda. Mire a la mujer quien tenia una enorme sonrisa.

-Soy Raquel mucho gusto.

-Nicole- le dije mientras le extendía la mano.

Raquel se levanto y me extendió una silla, yo tome asiento algo incómoda.

-Puede que Brayan parezca un grosero pero es un buen chico- dijo de pronto Raquel- ayer me envío un mensaje diciéndome que te enseñara todo lo que se, realmente parecía preocupado por ti.

-¿Enserio?- pregunté sorprendida.

-Si, me dijo que Esleirin saldría un buen tiempo fuera por lo que te sentirías sola, tal vez no sea la mas joven de aquí pero espero ser una excelente compañía para ti.

-Lo eres- conteste con una sonrisa.

Raquel me extendió unos papeles.

-En la mañana solicite todo el trabajo relacionado con el área de tu esposo, sabes su secretaria de complejo de Barbie es una completa buena para nada cuando su jefe no se encuentra. Creo que tu esposo estará muy feliz de que lo ayudes.

Yo reí por el pequeño comentario, mire los papeles no entendía del todo pero trate de esforzarme en lo máximo. En todas las dudas que me surgían Raquel me respondía con gusto, el reloj casi era hora de la comida, observe a Brayan salir.

-Iré a comer- anuncio a Raquel- vuelvo dentro de treinta minutos.

-¿No iré contigo? -pregunté mientras lo miraba irse.

-Ve a comer sola- me respondió mientras subía el elevador.

Yo lo fulmine con la mirada, oí una pequeña risa por parte de Raquel.

-Creo que es algo tímido contigo.

Yo mire confundida a Raquel.

-Traje algo de comida, no se si quieras un poco.

Yo asenti con la mirada, la verdad no me sentía del todo cómoda el ir a comer sola, en especial por las constantes miradas.
Además me era mucho mas cómodo estar con Raquel, era una mujer muy amable y atenta, tenia muchas cosas que contarme sobre su juventud, sin mencionar que era excelente en su trabajo. Después de terminar de comer seguí con mi trabajo, solo vi de reojo como Brayan llego exactamente a la media hora y volvió a encerrarse en su oficina.

-Aprendes rápido- comentó Raquel.

-Supongo- conteste tímida- la verdad es que mis padres tenían una compañía, me enseñaron todo lo que pudieron pero la verdad jamás me llamo la atención.

-¿Y que es lo que te gusta hacer?.

-Estudie para chef.

-Eso suena genial, alguna vez me encantaría probar alguno de tus platillos.

-Bueno seguiré aquí hasta que Esleirin llegué, podria traer algo mañana.

-Suena fantastico- dijo sincera Raquel- yo nunca e sido buena cocinando.

-Pero lo que trajo estaba delicioso.

-Te confesare un pequeño secreto, fue mi esposo. Me case muy joven realmente era bastante pésima en la cocina, pero mi esposo no, desde que me case con él siempre a cuidado con todo su amor.

Yo mire a Raquel y le sonrei, me preguntaba si algún día Esleirin y yo seríamos así en un futuro. Me preguntaba si el me seguiría amando en un futuro como ahora.
Oí mi teléfono y observe el numero de Esleirin, me disculpe con Raquel y salí a contestar.

-Hola cariño.

-Hola.

-¿Como estas?.

-Muy bien, ¿Que hay de ti?.

-Supongo que bien, vengo saliendo del vuelo. Sabes acabo de recordar que no tuvimos nuestra luna de miel, deberia traerte a Polonia, se que te encantara.

-Apuesto que si- tome una breve pausa-... Te extraño y mucho, sabes.

-Yo también te extraño demasiado cariño. Nose como puedo estar aquí sin ti. Lo primero que haré al llegar a casa sera darte un gran abrazo y llenarte de beso.

-Lo esperare con ansias- conteste sonrojada.

-Yo igual... Te amo.

Yo me quede callada un momento, yo trate de respóndele. Pero aun era muy pronto para mí, aun no era tiempo.

-Te llamaré después- dijo Esleirin después de un largo silencio.

-Si, esperare tu llamada, adiós.

-Adiós cariño.

Al colgar regrese con Raquel me sente note como ella me miraba preocupada.

-¿Sucede algo grave? Te veías feliz cuando te fuiste a contestar.

-No es nada.

-Se cuando una mujer miente Nicole, tengo muchos años de experiencia. Esta bien si no quiere decirme nada no te presionare, pero, cuando quieras hablar de ello, cuenta conmigo.

-Lo hare.

-Es hora de ir a casa- anuncio Brayan mientras salia.

-Me parece correcto- comentó Raquel mientras se levantaba- fue un gusto trabajar contigo.

-Opino lo mismo.

Después de despedirme de Raquel me fui con Brayan.
Otra vez el camino era un completo silencio.

-Y, ¿como te fue hoy?.

Voltee a ver a Brayan, mire a mi alrededor como si otra persona podria ir en el auto donde estábamos nosotros dos.

-Bien- conteste después de un rato.

-Oh genial.

Nuevamente el silencio nos invadió. Esto era incomodo.

-¿Que hay de ti?, ¿como te fue hoy?.

-Como siempre- contesto estándole importancia.

-¿Y como te va siempre?- pregunte para continuar la conversacion.

-Ni mal ni bien, solo es algo agotador el trabajo- lo oí bufar- santo cielo hoy en la cafetería había una mujer que hablaba tan chillante, si que era irritante.

No pude evitar soltar una pequeña risa.

-¿De que te ríes?.

-Creo que no eres muy buena con las mujeres- me atreví a decir.

-Ustedes son criaturas realmente complicadas.

-Pero si hola, nosotras también tenemos problemas al tratarlos solo que somos mas listas al tratar con los problemas.

-Sonaste tan racista.

-No fue racista es la mera verdad, tu eres el misógeno aquí.

Brayan soltó una risa sarcásticamente, ambos comenzamos una platica muy amena. Creo que después de todo Raquel tenia algo de razón, mi cuñado si es un poco agradable.

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