Pesadillas

Espero que les guste~

Danny tenía pesadillas casi constantemente, una de las principales razones por las que siempre se veía cansado y tenía las ojeras tan marcadas. A estas alturas de su vida, solo seguía adelante por pura fuerza de voluntad y litros de café puro, aunque a veces también usaba el despecho como combustible en ciertas ocasiones.

Las pesadillas varían. A veces es el recuerdo de su trasformación, la sensación de electricidad corriendo por su cuerpo y deteniendo momentáneamente su corazón lo persiguen. A veces son enfrentamientos con fantasmas, peleas que terminan peor de lo que realmente fue y termina ahogado en la desesperación mientras ve al fantasma arrasar con lo que podía. Las peores pueden ser cuando ver a su familia y amigos muertos, sus fantasma siguiéndolo de cerca mientras le susurran como fue su culpa y lo critican por no haber intentado salvarlos. En ciertos momentos, las pesadillas son lo suficientemente malas para hacerlo despertar de golpe, jadeando con pánico ciego y con muchas ganas de correr para esconderse. No las recuerda, algo que agradece pero el miedo es persistente y se queda con él por unos días.

Sus poderes se activan en esos momentos, perdió la cuenta de cuantas veces se despertó en el techo de su casa o debajo de la cama, agradece que toda su familia sea consiente de su secreto porque no tenía excusas para los objetos congelados o la ligera destrucción en su cuarto.

En promedio, logras tener de 6 a 8 horas de sueño en la semana gracias a las siestas ocasionales que logra tomar cuando tiene la oportunidad y esta seguro que el hecho de estar medio muerto es lo único que lo salva de que su cuerpo colapse.

Aunque esta acostumbrado y todos a su alrededor también, esta preocupado cuando se organiza una noche de películas con sus amigos de otras dimensiones. Su intención es resistir pero después de la cuarta o quinta película, su mente se nubla y en algún momento, se duerme.

Hay el comienzo de una pesadilla, los susurros resonando y la oscuridad a su alrededor haciéndose más opresiva mientras el comienzo de cuerpos tirados en el suelo se muestran pero de repente, todo eso se rompe, y ahora estaba en un lugar tan colorido que le hacía doler los ojos, su confusión en pauso cuando siente un empujón. Puede ver los rostros sonrientes de sus amigos de otras dimensiones, todos luciendo sonrisas mientras le hacían señales para que los siguieras. No duda en alcanzarlos, risas reemplazando los susurros escalofriantes de antes.

Es su primer sueño decente en mucho tiempo, aunque cuando se despierta y esta más consiente de todo a su alrededor, no pudo evitar jadear pesadamente. Hay un peso encima suyo y hay algo sonando cerca de su oído, lo que lo hace sentir confundido y perdido.

-¿Qué...?- su cerebro tarda unos vergonzosos segundos en tener en cuenta todo a su alrededor y ver lo que sucede. Puede ver que hay alguien encima suyo, el cabello castaño y la remera rosa oscura con short verdes le da una señal de quien lo usa de colchón. Puede sentir la superficie blanda en la que esta se mueve y es esponjosa, el ronquido repentino que suena justo al lado de su oreja izquierda solo confirmando que esta recostado sobre cierto ser de esponja.

-Empezaste a flotar mientras dormías...- se sobresalta un poco y alza la vista, viendo al genio allí, con una taza que esta seguro tiene café recién hecho pero aun viste de pijama. -...y parecías estar teniendo un mal sueño, así que Timmy se tiro encima tuyo para que no fueras muy lejos pero eso pareció ayudarte a relajarte, así que ahí se quedo- tomo un largo sorbo de lo único que lo ayudaba a sobrevivir en el día y Danny lo envidio. Él también necesitaba de eso. -Bob también quería ayudar y decidió ser tu almohada-

-Oh...- se siente mejor, más descansado en compareció a lo usual. El peso de Timmy lo ayuda a mantenerse en tierra, recordarle que esta en su cuerpo y esta vivo, y el ronquido de Bob en su oído le recuerda que esta en la realidad. -Genial- esta agradecido, incluso se no cree que la forma de dormir del par sea lo más cómodo del mundo pero ambos aun roncan, así que supone que esta bien. -...necesito café...- miro al castaño, quien enarco una ceja.

-¿Me vista cara de sirviente?- Jimmy bufo, algo incómodo cuando el mayor solo lo sigue mirando. -Eres medio fantasma, podrías liberarte- sin respuesta, solo la mirada fija. -Bien, te traeré tu preciado café- rodo los ojos, sabiendo que el otro no se rendiría primero. -¿Cómo lo quieres?- decide ser amable.

-Negro, como mi alma- suspira, ilusionado por poder tomar su primera taza con cafeína del día.

-Bien- rio entre dientes, divertido por la respuesta, alejándose para buscar la bebida ajena.

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