Barbara

Seguía corriendo, la lluvia caía en mi cabeza, el aliento empezaba a faltarme, mi mirada empezaba a nublarse, "nesecito salvar a Sara" esa palabra me motiva a seguir corriendo, nose cuanto podrá ella aguantar.

Sara

Un día antes de que fuera a la casa de Laura, la madre de Bárbara: Ana, me "secuestro" por así decirlo, ya que en realidad yo decidí seguirla.

-Ahora podría decirme por qué me iso seguirla- hable al ver que ella se detenía.

-Ire al grano, quiero que  te encargues de matar a mi hija por mi, e oído por ay que tienes un animal que ase todo lo que tú le digas, y por qué no usarla para matar a mi hija - dijo muy despreocupada.

-¿ Y si no quiero?-

-facil, mueres tú, ay es tu decisión, te espero en este lugar - sin más se fue.

Solo ise caso omisión a su amenaza, el echo de saber que voy a morir por poner la vida de alguien más sobre la mia me deja un poco tranquila, si le tengo miedo a la muerte pero no el suficiente para huir de ella, no me importa nada en este momento. Pienso dejar todo ordenado para poder irme tranquila, una carta y cierta información que será necesaria después de lo que me pasará.

El día avía llegado yo estaba frente a su puerta con shaka en su jaula y una carta junto a el, ise todo lo más rápido posible y me marche de ay, en ese momento cuando las vi tan tranquilas yo quise abrazarlas y agradecerles por aver alegrado mi vida, cuando estuve unas cuantas casas lejos miré la casa de Laura y suspiré al saber que ya no las vería de nuevo -solo espero que estén bien - dije en un murmuró para seguir caminando, llegue asta donde me iba a encontrar con Ana, suspiré y la mire- y bien¿que esperas? ¿ No piensas matarme?- cuando volteo puede ver su mirada llena de ira.

-te voy a dar una sola oportunidad de correr, aslo y si te alcanzo te voy a matar - mi cuerpo se tenso por completo al escuchar su áspera voz.

-no,no voy a aserlo, no tengo por qué huir, no te tengo miedo - la mire desafiante, lo último que recuerdo es el fuerte golpe que me dio y después todo a mi alrededor se volvio oscuro.

Ahora me encuentro aquí amarrada a una silla, mirando a esa desgraciada.

-¿Ahora me tienes miedo?- tenía un cuchillo en la mano.

-no... ahora sí me vas a matar mátame que no pienso escuchar tu estúpido discurso sobre la vida y lo que te obligó a aser esto- solo escuché un "muy bien" de su parte, para después ver como ponía una mordaza en mi boca y una venda en mis ojos...pronto esto terminara.

Narradora

La joven castaña seguía corriendo bajo la feroz lluvia, con las piernas entumecidas por el repentino ejercicio, con lágrimas brotando como ríos de sus ojos, lo único que se escuchaba eran sus pasos apresurados y la lluvia retorciéndose a sus costados.

A lo lejos de ella se encontraba su amiga corriendo tras ella con la esperanza de poder salvar de alguna manera a sus dos amigas, claro está que no puede aser nada para impedir que alguien muera hoy pero no piensa rendirse, no si se trata de sus amigas, no le importaría morir en el intento de ayudar a sus amigas, un grito ensordecedor se escucho a lo lejos asiendo que ambas chicas pararán en seco y se petrificaran en su lugar al imaginarse de quién es ese grito, Laura no pudo aser nada más que arrodillarse a llorar queriendo que todo esto fuera un terrible sueño y que nada estuviera pasando. Por otro lado Barbara no podía creer lo que abia escuchado se negaba a aserlo, comenzó a correr nueva mente queriendo encontrar viva a su amiga la única que siempre no importaba lo que hiciera ella siempre la ayudaba y apoyaba como su madre nunca lo iso, eso logro aser que ella desarrollara un cariño enorme por su amiga, y ahora imaginarse un futuro sin ella le dolía mucho, asiendo que una fuerte punzada saliera de su pecho.