P7: Amor oculto.

—¿Se puede saber que te pasó?—cuestionó Erick a la mañana siguiente apenas se encontró con Richard.

El moreno le ofreció una mala mirada y negó.—Sufrí la ira de Stacy por tu maldita culpa, Colón—se quejó.

—¿Qué? ¿La ira de Stacy?—preguntó completamente confundido.

—Resulta que tu estúpido favor me salió demasiado caro. Cuando la loca de Stacy se enteró que fuiste pero no entraste y que sólo le dejaste el regalo y una felicitación me lanzó a la cara la estúpida caja que me diste para que se la entregara...—le explicó. Erick apretó los labios para no echarse a reír.—¡No te rías, estúpido! Ahora por tu culpa tengo un ojo morado...y lo peor de todo, de una forma bastante humillante—replicó.—Siempre pensé que la primera vez que tuviese un ojo morado sería por inmiscuirme en una pelea de pandillas callejeras defendiendo a los miembros de mi clan, no porque una chica aspirante a animadora que se cree que es la nieta perdida de la reina de Inglaterra iba a lanzarme una estúpida caja de regalo...¡es tan humillante!

—Lo siento, de verdad...nunca se me pasó por la cabeza que algo así podía pasar...—susurró sincero.

—Bueno, pues ve pensando en que excusa le vas a dar porque canceló su viaje por ti...es decir, cuando se enteró que no tuviste las suficientes...agallas para no pedirle que fuese tu novia frente a toda la universidad como ella profesó hizo un gran berrinche que terminó cancelando la fiesta...el pastel estalló en el suelo y tenía una cara de loca psicópata que daba pánico...—comentó Richard sin dejar de mirarlo.—Así que más vale que encuentres una buena excusa o que te vayas ahora que aún no se ha presentado porque cuando lo haga...

Erick negó.—Stacy no me puede obligar a pedirle que sea mi novia, por Dios...es lindísima y todo lo demás pero no la quiero para novia...

—¿Tú de verdad eres estúpido, no?—cuestionó Richard.—Cualquier chico en esta universidad con más de dos dedos de cerebro quisiera estar a su lado y tú que tienes la oportunidad en la palma de la mano dices que no pretendes aprovecharla...—se quejó Richard.

—Richard...en esta vida no todo es belleza física ¿sabes? Valen mucho más los valores de una persona, su forma de ser...sus pensamientos...el exterior sale sobrando...—explicó.—Y no te preocupes por Stacy, yo me hago cargo... y perdón por el hecho de que descargó su furia en ti...

—Realmente espero que seas así de filosofo cuando derrame café caliente sobre tu rostro, cuando haga que el entrenador de fútbol te haga correr quinientas vueltas alrededor de la cancha o cuando haga que tu propio padre te expulse de la universidad...porque conociéndole como es de loca no dudo en absoluto que para esta hora ya haya ideado millones de maneras diferentes para torturarte —Erick rio.

—No te preocupes...lo tengo bajo control—declaró ofreciéndole un pequeño guiño.

—Si tú lo dices...—murmuró comenzando a avanzar para marcharse.

—¿Qué le pasó a Richard?—cuestionó Christopher llegando hasta él con dos vasos de café en la mano. Le tendió uno a Erick y el pelinegro suspiró.

—Tuvo que lidiar con la furia de Stacy—respondió el ojiverde.

—¿Con la furia de Stacy?—susurró el castaño llevando el vaso hasta sus labios.

—Si...

—¿Se le rompió una uña o algo parecido?—preguntó en voz baja.

—¡Es una larga historia pero te la cuento después!—decidió Erick frunciendo los labios. Llevó sus ojos al frente y esbozó una amplia sonrisa cuando se encontró con Julieta avanzando lentamente. La chica le sonrió un poco y Erick suspiró.

—De acuerdo...eso fue extraño—comentó Christopher observándolo fijamente.

—Buenos días, Juls...—susurró el muchacho acercándose a ella para dejar un pequeño beso sobre su frente. Las mejillas de Julieta se sonrojaron automáticamente y Christopher rio.

—Buenos días, chicos...—saludó la muchacha con media sonrisa.

—Déjame ver si es que estoy entendiendo esto...¿ustedes...están juntos?—cuestionó Christopher todavía más confundido que antes.—¿Pues de que me perdí?—añadió en voz baja y ambos rieron.

—Te dije que es una historia un poco larga—respondió el ojiverde.

—Y vaya que es larga...—susurró el chico.—Pero bueno...supongo que querrán estar solos y hacer lo que sea que hagan los cursis como ustedes—se burló el castaño. Erick rio y negó divertido mientras Christopher se alejaba de la pareja.

—¿Te dije ya que el día de hoy estás más hermosa que de costumbre?—cuestionó Erick tomando las manos de Julieta. Ella rio y luego negó.—Pues el día de hoy luces mucho más hermosa que de costumbre...—inquirió sonriéndole ampliamente.

—Tú el más guapo—anunció la chica.

—¿Estás lista para desbordar amor el día de hoy en la clase de la señora Melrouse? —musitó lentamente. Julieta rio en voz baja y asintió.

—Creo que definitivamente va a ser una clase completamente interesante ¿no lo crees?—murmuró con una risita divertida. Él se echó a reír.

—Estoy completamente seguro que si...¿vamos a clases, Julieta?—preguntó tendiéndole su mano cortésmente.

—Vamos a clases, Romeo...

(...)

Erick avanzó lentamente por el pasillo de la universidad para dirigirse a la cancha de fútbol. Definitivamente combinar las clases de teatro con las prácticas de fútbol era una tarea completamente difícil. Pestañeó un par de veces tratando de controlar las increíbles ganas que tenia de ver a Julieta. Inspiró lentamente y se detuvo un momento cuando al final del pasillo encontró a Stacy observándolo fijamente con una mirada determinada en el rostro y cruzadas de brazos pareciendo completamente furiosa.

—¿Podemos hablar?—cuestionó la pelinegra en voz baja acercándose a él.

De inmediato todas las miradas curiosas se posaron en ellos y Erick negó un poco.

—Stacy...creo que este no es el momento indicado y mucho menos el lugar para hablar de absolutamente nada...—respondió en voz baja.

—La verdad es que no sé que es lo que está pasando contigo...pensé que después de tanto tiempo finalmente íbamos a estar juntos, estaba completamente convencida de que así sería pero jamás apareciste ayer que todo el mundo se había reunido para presenciar lo mejor del año—estalló la chica—De verdad que no entiendo que es lo que tienes en la cabeza, Erick...tú eres uno de los chicos más populares de la universidad, yo soy la chica más bella de la escuela, es nuestro deber estar juntos...tenemos que estar juntos, Erick...por dios, mírame...—le pidió la muchacha desesperadamente.

—Stacy...

—Yo te gusto, te he gustado siempre...—exigió.

—Stacy, por favor...

—Pídeme que sea tu novia en este momento, Erick y te prometo que olvidaré lo de la fiesta...he esperado tanto para esto y sólo tienes que preguntármelo...este es el mes correcto para encontrar el amor, lo vi en una revista...—Erick la miró a los ojos un momento y negó un poco.

—Cállate, por favor—estalló el chico finalmente.—No voy a hacer eso, Stacy...eres completamente bella, lo eres...de eso no tengas ni a sola duda...pero no me gustas. No eres la chica que yo estaba buscando...¿entiendes eso? No es algo que se pueda controlar...no puedo controlarlo y no voy a hacerlo...así que por favor, Stacy...no hagas esto más difícil...—murmuró el pelinegro sin dejar de observarlo.

—Espero que cuando te des cuenta que estás equivocado sufras mucho porque cuando vengas a rogarme que este contigo no voy a hacerlo...—advirtió.

—Lo voy a tener en cuenta, Stacy...créeme...

—Espero que no seas feliz...

(...)

—¿Puedo saber a qué se debe esa sonrisa?—cuestionó Mariana observando fijamente a Julieta que parecía estar soñando despierta.—Pareciera como sí te hubieses ido de viaje a la luna...

—A nada en especial...—inquirió Julieta ofreciéndole una pequeña sonrisa.

—Pues para no ser nada en especial pareces demasiado contenta—comentó enarcando una de sus cejas.—¿Qué es lo que te pasa, Juls?—preguntó sin dejar de mirarla con fijeza.

—De acuerdo... ¿recuerdas cuantas veces me dijiste que de ser amiga de Erick podía resultar algo lindo?—cuestionó en voz baja.

—Demasiadas veces—respondió—¿Por qué?

—Creo...creo que resultó todavía mejor ¿sabes?—musitó jugueteando con sus manos.

—¿Algo mejor? ¿Ósea cómo? ¿Cómo mejores amigos?—acotó con media sonrisa.

—No, tonta—replicó de inmediato.

—¿Entonces...?

—Estamos intentado tener una relación...es decir, de novios...—susurró lentamente. Mariana soltó un grito de júbilo y luego rio en voz baja.

—¡Te lo dije!—anunció totalmente sonriente.—¿Te das cuenta que el amor de Romeo y Julieta trasciende...se hace más fuerte...de verdad que no puedo creer que tú seas la misma chica que decía que lo odiaba y ahora estén juntos...—hizo una pausa—es completamente increíble...

—No es para tanto—se quejó Julieta en medio de una risita divertida.

—¿Qué no es para tanto? ¡Es para mucho, Juls!—decidió la muchacha.—Es increíble, de verdad...me siento muy feliz por ti...—anunció en medio de un largo suspiro.

—Yo también me siento feliz...

—Aunque tienes que admitir que siempre estuviste enamorada de Erick...era algo tan obvio...nadie en la vida puede simplemente odiar a una persona porque si y ya...era puro amor oculto...—le explicó la chica de rulos.

—Amor oculto...—susurró Julieta con media sonrisa.—suena como nombre de libro...

Mariana se echó a reír.—Entonces...estoy esperando a que me lo digas...—declaró la chica. Juls la observó un momento y sus cejas de fruncieron.

—¿Qué te diga?—cuestionó—¿Qué se supone que quieres que te diga?

—Que me des las gracias...—declaró.—Deberías darme las gracias por convencerte de entrar en el club de teatro...aunque al principio me dijeras que me odiabas por haberlo hecho, sigo sin perdonártelo, por cierto...

Julieta rio.—¿Me perdonas por decirte que te odiaba?—cuestionó con diversión.

—Te falta la otra parte—comentó Mariana cruzando sus brazos por cinema de su pecho.

—Gracias por hacerme entrar en el club de teatro en primer lugar, Mariana...eres la mejor amiga de todas...—hizo una pausa—¿ahora si ya me perdonas por decirte que te odiaba?—preguntó.

—Con una condición...—pidió.

—¿Cuál?

—Que le digas a Erick que me presente a Richard...

—¿Es una broma, cierto?—cuestionó Juls.

—¿Me ves cara como de que estoy bromeando...?

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 Bienvenidisimas sean todas a la pequeña maratón en agradecimiento por el 1k de followers, la verdad es que me la sigo sin creer, de verdad...ustedes son lo más best del mundo y nunca en la vida me voy a cansar de repetir.

Espero que les gusten los capítulos que he preparado y especialmente los dos que pertenecen a Ni tan Romeo ni tan Julieta porque ¡ES EL FINAL DE LA PEQUEÑA HISTORIA!

¡Las voy a seguir leyendo durante el transcurso de mañana!

Buenas madrugadas y les envío un beso enorme.

Gloria, x.

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