P2: El lado bueno.
—De verdad que estoy convencida que alguien debería de darte el premio a la peor amiga del maldito mundo—le espetó Julieta a Mariana.
La chica se rio completamente divertida encogiéndose de hombros de manera despreocupada y soltó un largo suspiro posando sus ojos color marrones en su mejor amiga que la seguía observando de mala gana.
—Juls...cualquier chica en pleno uso de sus facultades mentales querría ser Julieta sólo para estar cerca de Erick, ensayar con Erick, rozar su brazo con Erick, hablar con Erick y lo mejor de todo...besar a Erick...—explicó la chica con una tonta sonrisa.
Julieta entornó los ojos y negó rotundamente.—A veces haces que me cuestione el por qué eres mi mejor amiga...no somos para nada parecidas...—masculló la muchacha.
—Eso es porque me amas y lo sabes, Juls—alardeó la muchacha.—Es decir, soy tu mejor amiga desde que las dos tenemos uso de razón, nos queremos como si fuésemos hermanas y somos inseparables...—comentó sonriéndole ampliamente.
Julieta inspiró profundamente y negó un poco.—Pues te odio por haberme convencido en primer lugar de participar en este disparate...por Dios, te juro que yo hubiese estado completamente feliz de ser cualquier personaje...un árbol, el pasto...una lámpara o lo que fuese...pero ser Julieta sólo porque mamá tuvo la increíble idea de hacerle un homenaje a su madre a través de mi es una completa...tontería—masculló de mala gana.
—Bueno, tal vez creyó que su utilizaba eso a favor podría ser beneficioso...total, eres Julieta y es como si ya estuvieses dentro del papel ¿no lo crees?—cuestionó ofreciéndole una amable sonrisa que Julieta odió.
—Vamos a hacer algo... si quieres seguir siendo mi mejor amiga por favor cierra el pico.—masculló. Mariana se echó a reír y negó divertida.
—Te molesta porque en el fondo sabes que tengo razón pero vamos, Juls...sólo es una obra de teatro escolar...no es como si realmente fueses a enamorarte de Erick... ¿verdad?—susurró batiendo sus pestañas.
Julieta apartó la mirada de inmediato evitando su mejor amiga presenciara el sonrojo que seguramente estaba por tener. No es que a ella le gustase Erick en realidad, pero hablar de chicos siempre la hacía sonrojarse –incluso aunque se tratase de Erick Brian Colón-. Mariana soltó una risita divertida.
—Pues claro que no—respondió Julieta.—Además no se trata de eso. Odio realmente todo lo que tenga que ver con el arte y lo sabes...—murmuró.
—Julieta...sé que desde que tu madre murió las cosas para ti realmente han sido complicadas pero...es sólo una obra de teatro...y creo que si ya estás en ello, al menos deberías tratar de disfrutarla ¿no lo crees?—inquirió la chica sin dejar de mirarla a los ojos.
—Lo podría haber disfrutado, claro...sentada desde el público mientras comía palomitas de maíz y bebía coca cola...pero no...gracias a ti acepté y ahora no puedo echarme para atrás y...esto es una locura...—murmuró afligida.
—No puede ser tan malo, Juls—comentó Mariana ofreciéndole una pequeña sonrisa para tratar de convencerla.
—¿Qué no puede ser tan malo...? ¡Es Erick Brian Colón!—masculló entornando los ojos.—¡Es malísimo!
—Por cierto, si Erick y tú no se dignan a cambiar un poco esa actitud que tienen de odiarse mutuamente van a hacer que la pobre señora Melrouse termine infartada o con canas verdes en el cabello y te juro que ella lo menos que quiere es tener el cabello verde...—le espetó señalándola con el dedo índice.
—No tengo intención alguna de llevarme bien con Erick así como él tampoco tiene intención alguna de llevarse bien conmigo ¿entiendes eso?—cuestionó lentamente tratando de hacer que su mejor amiga comprendiese el mensaje.
—Quienes realmente parecen que no lo entienden...son ustedes—susurró Mariana.—Creo que al menos podrían llevarse bien mientras el periodo de preparación para la obra de teatro termina y mientras que todo esto pasa...no digo que se conviertan en los mejores amigos porque eso está más que claro que ustedes ni viviendo a nacer serían amigos...pero al menos mientras todo esto pasa... ¿no lo crees?—inquirió mirándola con detenimiento.
—No, la verdad es que no lo creo...
(...)
—¿Puedes dejar de reírte, idiota?—masculló Erick de mal humor. Christopher negó.
—Es que en verdad no me puedo terminar de creer que tu padre te haya enviado a ser parte del club de teatro de mi tía—se burló.—Es decir, la amo como no tienes idea pero vamos...su clase es aburrida y solamente los nerds van ahí...o los antisociales que suelen tener sueños fantasiosos tratando de hacerse famosos y esas coas...
—Christopher...de verdad, creo que no debí haberte contado...—susurró Erick arrugando la nariz.
—Bueno, ya...me calmo...—inquirió el castaño tratando de controlar su risa. Erick negó un poco y llevó su atención hasta el libreto con el enorme membrete de "ROMEO", volvió a arrugar la nariz y soltó un largo suspiro.—La verdad es que...si, es algo humillante si me lo preguntan pero tampoco creo que sea tan malo...es decir, ¿nunca has visto esas películas donde siempre las nerds son todas unas diosas griegas que esconden su escultural cuerpo de hermanas perdidas de Megan Fox debajo de esas ropas holgadas y espantosas que suelen usar?—cuestionó y Erick negó de inmediato.
—¿Qué tiene eso que ver conmigo?—preguntó el ojiverde—Y no, no suelo ver película de nenitas—se quejó.
—Yo tampoco pero a Andy le gustan...así que...—se encogió de hombros.—El punto es que tal vez con un poco de buena suerte Julieta es linda...bien, en realidad no necesitas buena suerte, Julieta es lindísima...es cierto que tiene un humor de lo mil demonios pero omitiendo ese pequeño detalle es completamente hermosa...
—Y me odia—puntualizó Erick.—Es una loca demente que todo lo que hace es estar de mal humor y la verdad es que no la soporto...—confesó frunciendo las cejas. Christopher entornó los ojos y negó.
—Creo en serio que deberías al menos tratar de encontrar el lado bueno de las cosas...—murmuró Christopher acomodándose el flequillo hacia un lado.
—¿Hay un lado bueno en todo esto?—cuestionó Erick más confundido que antes.
—No lo sé pero al menos creo que deberías...tal vez lo haya pero como estás molesto con tu padre en este momento no lo ves...piénsalo, podría ser que después de todo ser parte de la obra de Romeo y Julieta este año no sea tan malo...—anunció el castaño sonriéndole ampliamente.
—La verdad es que no entiendo nada y no creo que lo haya...es decir, Julieta es...Julieta y por mi maldita mala suerte soy Romeo... ¿puedes creerlo? No soy Romeo, de Romeo no tengo y ella de Julieta...
—Ni tan Romeo ni tan Julieta—se burló Christopher.—Pues creo que no hay mucho que hacer y entre más rápido lo acepten todo va a ser un poco más llevadero...
—Eso sería un verdadero milagro...—le espetó Erick de mala gana.
Christopher frunció los labios—Dije un poco más llevadero...no que van a ser mejores amigos...
(...)
—¡Erick!—le gritó Stacy apenas lo vio atravesar la puerta de la universidad a la mañana siguiente.
—Hola—saludó Erick sonriéndole ampliamente y olvidándose del mal humor con el que había amanecido ese día.—Cada día más bella...—comentó haciendo que una sonrisa petulante se hiciera presente en los labios de la pelinegra.
—Y tú más guapo...—respondió la chica.—Escucha, esta mañana mientras estaba en la biblioteca sacando un libro para biología escuché a una de las chicas del club de teatro que hablaba sobre la obra de este año de Romeo y Julieta...—Erick pestañeó un par de veces.—También escuché que decían que este año serías Romeo...—murmuró con las mejillas rojizas.
—Si...—susurró Erick apartando la mirada.—Fue...algo así como un castigo por parte de mi padre pero bueno, eso es lo de menos...
—Sé que va a irte increíble y que eres completamente capaz de hacerlo...—masculló la muchacha. Erick le sonrió un poco.
—¿De verdad lo crees?—cuestionó mirándola a los ojos. La ojiverde asintió de inmediato y sin más se acercó a él para depositar un pequeño beso en su mejilla. El corazón de Erick se aceleró de inmediato y sintió su piel erizarse por completo.
—Estoy completamente segura...—murmuró.
Entonces su charla con Christopher el día anterior llegó hasta su cabeza en ese momento. Ese tenía que ser el lado bueno de las cosas del que su mejor amigo había hablado, por supuesto que sí. No podía ser otra cosa. Stacy era la chica que toda la población estudiantil masculina quería tener como novia y él tenía la fortuna de que fuese esa misma chica quién quería estar cerca de él. ¿No podía dejar pasar la oportunidad, verdad?
—Gracias, Stacy...—susurró Erick debatiéndose entre acercarse para obsequiarle un pequeño beso o simplemente sonreírle y después marcharse como siempre hacía.
Estar cerca de Stacy realmente era todo un desafío para él. Había deseado tanto llamar su atención que ahora que la tenía no sabía muy bien cómo manejarlo y hasta se sentía algo cohibido frente a ella.
—¿Sabes una cosa? Me he leído el libro de Romeo y Julieta millones de veces...es uno de mis favoritos...así que...estaba pensando...creo que podría hablar con la señora Melrouse para decirle que quiero ser Julieta... ¿no crees que sería completamente asombroso que tú y yo fuésemos Romeo y Julieta?—cuestionó con un brillo en los ojos que Erick de inmediato amó.
—¿Qué?—murmuró Erick y ella lo miró con una ceja enarcada.
—¿No te agrada mi idea?—preguntó la chica. Erick pestañeó un par de veces y asintió débilmente.
—Sí, es decir, realmente sería completamente asombroso pero...Julieta es Julieta...es decir, Julieta...la Julieta de nuestro salón es Julieta la...enamorada de Romeo—explicó frunciendo el entrecejo por el comentario que acababa de hacer.
—Dudo mucho que ella sepa actuar tan bien como yo, Erick...—murmuró ofreciéndole una pequeña sonrisa.—Mamá cuando era más joven era actriz, yo he tomado varios cursos de actuación así que creo que el talento corre por mis venas ¿no lo crees?—cuestionó apretando más contra su pecho el libro de biología que estaba sosteniendo.
—Supongo que si...es decir, yo...
—¡Erick!—saludó Christopher con una increíble sonrisa. Erick lo miró un segundo y luego llevó su atención hasta la chica percatándose de como su mandíbula parecía algo tensa, como si le hubiese molestado la interrupción de Christopher.
—Hola—respondió él.
—Hola, Stacy—murmuró. Ella le ofreció una pequeña sonrisa algo falsa que Christopher ignoró.—No interrumpo más, nos vemos en el salón...
—Espera, Chris...—lo llamó el pelinegro.—Necesito que me pases la tarea de economía—masculló dando un paso al frente.—Nos veremos luego, Stacy, con permiso...
Erick avanzó junto a Christopher por el pasillo sin decir una sola palabra. El chico estaba realmente agradecido con Christopher por aparecer en ese momento e inconscientemente salvarlo de aquella situación. No es que estuviese huyendo de Stacy como un cobarde pero una parte de él le gritaba que no era correcto tener aquella charla con ella, sobre todo cuando ella estaba completamente segura que podía ser la Julieta perfecta.
Tampoco es que le desagradase la idea de "actuar" junto a ella pero había algo que no comprendía que lo hacía sentirse bien por evadir el tema—¿Se puede saber qué te pasa?—cuestionó Christopher finalmente.
Erick suspiró y negó.—No tengo idea...es...algo difícil de explicar—decidió.
—¿Si?—Erick asintió—Pues más vale que encuentres una manera rápida y sencilla de explicarlo porque Erick...nosotros ni siquiera llevamos economía...
—Después te lo explico ¿sí?—Christopher bufó—No hagas que mi día se empeore, por favor...
—¡Erick!—lo llamó Alec, uno de los chicos que si mal no recordaba formaba parte del club de teatro. Los ojos verdes de Erick se posaron un segundo en el chico y frunció el ceño.
—¿Si?
—La señora Melrouse te espera en la oficina del rector...—soltó Alec.
—¿Esto empeora tu día, Erick?—se burló el castaño.
—No sabes cómo...
__ _ _ _ _
AHORA SI, BIENVENIDAS A LA MARATONNNNNNNN.
HOLILOLIIIIIIIIIII ¿Cómo andan beibis?
¿Cómo lo están pasando?
No sé yo pero creo...creo...que el día de este Erick puede empeorar mucho más todavía *inserte emoji de diablito morada sonriendo maliciosamente*
Nos leemos al ratito ;).
Gloria, x.
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