CAPÍTULO 1:
NARRADO POR PEN:
Abro los ojos. Lo primero en recibirme es la lámpara del techo, al cual por cierto no le vendría nada mal una capa de pintura. Le he dicho a Derek más de mil veces que porqué no sacamos la cama y simplemente usamos la pintura que sobró del comedor, pero cree que pintarlo de verde sería horrible. No lo sé, a los niños aparentemente no les disgusta. Aunque ahora que lo pienso, a Emily parece no importarle nada, e Ignacio, bueno...Digamos que nuestro pequeño es especial.
Uff, no importa que hayan pasado años, aún disfruto tener una cama, ¿y qué mejor que compartirla con mi esposo? Pues muy fácil, compartirla con mi esposo pero sin que éste me aplaste. Es que él tiene la bella manía deponer su lindo bracito en mi cintura, y apoyar la cabeza en mi hombro...¡Ah! Y mezclar sus piernas con las mías. No hace todo al mismo tiempo. Pero hoy sí.
Ignorando el hecho de que puedo morir asfixiada en cualquier momento, lo abrazo dispuesta a dormir otra vez. Pero hay algo que me inquieta; una cosa se me escapa... No,no,no,no,no, por favor dime que no lo olvidamos. Veo directamente al despertador que descansa en la mesa de luz de Derek y... ¡Mierda!
-¡¡¡LLEGAREMOS TARDE!!! -Me revuelvo entre las sábanas (no hago referencia al término mal pensado) prácticamente caigo a un lado, aún atrapada en la tela. Mi marido se remueve como un loco y veo por el rabilo del ojo como salta del colchón con gritos de nena bien marcados.
-¡¿QUÉ, CUÁNDO,DÓNDE?! -Por unos instantes clava su mirada en mí y comprende la situación-¡Maldición! -Se levanta cual ninja y sale disparado a la puerta.
-¡Derek! -Seda vuelta con los ojos como un gato salvaje, aferrándose al marco-¿No se te pasó algo?-Alzo una ceja al tiempo que brinco al estilo oruga, sin poder salir aún.
Él me ayuda y luego sí, salimos sagazmente a despertar a los niños. No puedo creer que nos hayamos dormido así, ¡son nuestras vacaciones de invierno!, ¿porqué nunca nos organizamos a tiempo?
A ver, debo ordenar esto, ya Pen, un itinerario de emergencia:
1) Ir a despertar a Emily.
2) Obligarla a apresurarse llevándola al baño.
Revoleo las piernas por todo el pasillo, liberando suspiros y reprimendas propias por nuestra falta de seriedad hasta que al fin llego al cuarto. No lo pienso dos veces antes de sacarle las colchas de un tirón y tomarla del brazo rápidamente (lo justo y necesario para no sacarlo de su cuerpo).
-¡Em, tienes que cambiarte ya o llegaremos tarde! ¿Cómo vas con Andrés? Yo te alcanzo las tohallitas mientras tú reúnes los cepillos y eso. ¿Bien?-Abro la apertura del baño y le doy la espalda mientras rebusco en la estantería alta. Tomo una cantidad considerable de absorbentes y le doy uno. Me quedo congelada un segundo, ¿qué hace Ignacio aquí? Oh...no.
-Mamá, ¿qué hago con esto? -El pequeño mira el paquete entre sus manos y luego se rasca un ojo,viéndome con confusión y sueño.
Me golpeo la frente con la palma abierta y tomo al pequeño de la mano (otra vez) para llevarlo a la cocina.
Allí me encuentro a Derek con una adolescente muy enojada y somnolienta, que además tiene un gorro de camioncitos puesto. Ok, definitivamente no somos padres normales.
- ¿Cambio?-Pregunta él entre jadeos.
Asiento y le entrego a mi hijo, agarrando a mi otra hija y llevándola para que me ayude a guardar las cosas.
Bien, ahora:
1) Hacer el desayuno.
No, no hay tiempo,tendremos que comer en el viaje.
2)Que todos vayan al baño.
¡Tampoco hay tiempo! Pero...¡no puedo permitir que se orinen en el auto! Argh...
-¡Mamá!- Emily me quita la concentración.
-¿Qué? -Me giro para apreciarla, ella ya tiene todos los objetos del baño hermosamente guardados en la valija pequeña y está secándose las manos en su pantalón.
-¿Puedo ir a cambiarme ya?-Se cruza de brazos y rueda los ojos. Siempre con ese carácter tan....hermoso. No sé a quién salió.
-Sí, ve y después ayudas a papá con lo demás -.Ignoro su mini ataque hormonal y corro de aquí para allá arrasando con todo lo que encuentre a mi paso.
Nos chocamos un par de veces con Derek, él llevando un pantalón en el aire como si se tratara de un Súperman retrasado con su iguana bajo el brazo y yo, bueno, tengo las manos llenas de rollos de papel higuiénico. (Nunca jamás estaré sin él...¡JAMÁS!).
Luego de un par de golpes y caídas que pudieron haber terminado fatal,todos están en el auto, incluyendo una maleta semi abierta, cuerdas cruzando la montaña de cosas que tenemos sobre él, y una olla con peligro de caerse en medio de la carretera. Pero bueeno, al menos creo que llegaremos a tiempo.
-Mami, papi...¿dónde está Jerónimo?-Ignacio asoma la cabeza por la ventanilla, asustado.
Diablos...¡el gato!
Nos miramos entre sí:
-¿Tú lo buscas y yo enciendo el auto? -Él señala la puerta del conductor.
Asiento y antes de que termine de hablar entro en la casa rápidamente en busca de ese maldito animal. A ver, no es que me caiga mal, soy veterinaria después de todo, lo que pasa es que tuvimos la mala suerte de tener un gato con la horrible manía de desaparecer.
Después de interpretar "Búsqueda implacable" lo hallo en el cesto de ropa sucia, donde no entra por gordo. Entre los grandes le decimos bola de grasa, porque eso parece con su pelaje blanco de pelo corto.
Lo meto al coche y al fin estamos listos.
Derek frena repentinamente haciendo que el coche lance un chirrido horrendo que casi nos explota los tímpanos. Hace casi quince...¡quince años que mi hermana vive en esta calle! Ah...pero siempre lo olvida.
Le prometimos a Laura que le traeríamos nuestras mascotas para que las cuidara, pero eso fue ayer... Nah, supongo que no le molestará que se los traiga alas cuatro de la mañana.
Corro por el sendero de cemento y toco timbre recostando el gato a la pared (tengo un animal en cada brazo, es difícil realizar maniobras así).
Me atiende su compañero Javier. El pobre tiene la marca de la almohada y lucha por mantener una sonrisa atenta mientras pestañea para no cerrar los ojos. Él es un pan de Dios con mantequita, no puedo creer que este ser tan dulce haya caído en las garras de...lo que llamo hermana.
-¡Hola cuñadito!, ¿todo bien? Lamento haber venido a esta hora-. Lo saludo con una gran sonrisa de disculpas.
Tarda unos segundos en responder:
-No es problema Pen, déjamelos tranquila.
Voy a dárselos con total seguridad cuando escucho un grito desde dentro. Ambos nos encogemos de hombros y escondemos la cabeza al oírlo. Sí,ella viene...
Y,efectivamente, aparece mi hermana vistiendo una bata y pantuflas,cargando con su impresionante barriga de embarazada. Ah, y está enojada, olvidé aclararlo.
-Penélope, ¿cómo se te ocurre aparecer así a esta hora?, ¿no sabes que la gente duerme? Y...
Ruedo los ojos, no tengo tiempo para discusiones, además sé que me querrá de todas formas, ¡viva el poder de hermana mayor!
-¿Cómo está mi cosita linda? -Le interrumpo- Te advierto que tu mamá es una gruñona de cuarta, pero tía Penélope y tío Derek van a ayudarte con caramelos. -Le beso la barriga, luego a ella y por último a mi cuñado, quien se ríe de la situación mientras rodea a Laura con un brazo.
Básicamente les arrojo los animales a la cara y salgo corriendo.
-¡Penélope!¡Espera!¡No van a cariarle los dientes a mi hija!-Grita en reprimenda,pero acaba riéndose y despidiéndonos con la mano, ella toma a la iguana y él al gato.
Oh si bebé...¡¡NOS VAMOS DE VACACIONES!!
¡Hola! El lindo de Jerónimo :3 aquí nos acompaña. ¡Estoy emocionada! Por fin, ¡por fin! Les juro que luché con todas mis fuerzas...pero como ya voy trece capítulos escritos, decidí que era hora de subir aunque sea el primero. ¿Qué les parece?
¡Saludos desde mi rincón! :D (Extrañaba el saludo).
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