Capítulo veinte.

»¡Más problemas!«


Ya ha pasado una semana desde que Adam y yo nos volvimos novios oficiales, la verdad estoy muy emocionada y feliz, para mí es un sueño hecho realidad. No hemos tenido problemas y espero no tenerlos, pues mi vida se está retornando en un buen camino y no quiero que nada arruine nada.

—Hija es hora de irnos. —grita mi madre desde abajo.

—Ya voyyy. —grité de vuelta.

Ya estoy lista para irme al instituto, así que solo baje y me encontré con mi mamá, subimos al auto y nos pusimos en marcha. Con mi mamá todo va súper bien, tenemos más confianza, bromeamos entre nosotras, en conclusión es una relación normal entre madre e hija. Me encantan estos momentos en donde puedo reír con ella sin que me dé una respuesta fría y cortante.

—Bebé, cualquier cosa me llamas, ¿Sí? —dice mi madre cuando estoy bajando lentamente del auto.

—Okey mamá, pero no me digas así. —reproché, porque no me gusta sus apodos raros.

—Bien niña gruñona. —bromeó y yo solo reí y terminé de bajar.

Cuando empecé a adentrarme en el instituto, a lo lejos pude ver a Eiden, Adam y Allan juntos. Siendo sincera Adam y Allan no se llevan muy bien pero saben aparentar cuando están conmigo, no sé el motivo por el cual ellos se lleven mal pero es así.

—Hola guapos. —digo cuando me acerqué a ellos y dándole un beso a Adam.

—Gracias, sé que soy hermoso. —responde Eiden con una expresión ególatra y haciendo como si se apartara el cabello de la cara.

—Si sigues hablando así, pensaré que estas del otro bando. —le dice Allan a Eiden.

—Si siguis hiblindi isi, pinsiri qui istis dil itri bindi. —se burla de manera infantil Eiden de Allan haciendo una mueca graciosa y fulminándolo con la mirada.

—Bien, creo que ya es momento de ser grandes. —interrumpe Adam la pelea del siglo.

—Yo creo. —repliqué aun riendo.

— ¿Cómo has estado? —pregunta Allan.

—Muy bien, fui esta semana a la consulta y me dijeron que dentro de poco puedo volver a apoyar el pie, pero no hacerle movimientos bruscos... —respondí y noté algo extraño—. Un momento, ¿Alguien ha visto a Alisa? —cuestioné preocupada.

—No lo sé, hablé con ella ayer y me dijo que estaba en unos "Asuntos" y luego me colgó. —respondió Eiden, me preocupe al oír eso. Alisa y yo habíamos hablado ayer y ella me colgó rápidamente sin despedirse y por lo que acaba de decir Eiden me preocupó más.

—Si alguno sabe de ella me avisa... —espeté a los tres y ellos asintieron—. Adam por favor acompáñame a mi salón. —le hice un pequeño puchero y se acercó para robarme un pequeño beso, luego empezó a caminar conmigo en dirección al salón.

Caminamos un poco lejos de Allan y Eiden, y yo volví a hablar con Adam a solas.

—Amor, no sé nada de Alisa y eso me preocupa. —digo haciendo otro puchero.

—Me encanta cuando me dices amor y más cuando haces pucheros, te ves sexy y tierna a la vez —dice sonriendo y yo me sonrojé—, pero ahora poniéndome serios, ¿Dónde estará Alisa?

—Eso me tiene preocupada, la manera en la que me colgó ayer no fue normal y ella estaba hablando conmigo rápidamente. —expliqué y Adam asintió pensativo.

—Creo que ahora es mejor que nos calmemos y que vayas a tu primera clase, ya después veremos que hacemos. —me calma entrando conmigo al salón.

—Okey trataré de calmarme.

— ¡Hey chicos! ―llama nuestra atención una profesora de cabello corto—. El profesor García no vendrá, por asuntos familiares, así que tienen esta hora libre. —informa y luego se va.

―Hermosa tengo que irme, porque yo lamentablemente no tengo hora libre. —dice y me da un beso.

—Bien adiós. —musité y le robé un beso, sacándole una enorme sonrisa.

Como no tenía nada que hacer y los chicos estaban en clases, decidí sentarme en una de las bancas que queda en el estacionamiento, para tomar un poco de aire. Ya sentada mi vista viajaba por todo el sitio, estaba aburrida, de repente mi vista fue interrumpida cuando veo a mi mejor amiga Alisa corriendo hacia mí con una nariz rota, ensangrentada, varios moretones en la cara y brazos.

— ¿Qué te sucedió? —cuestioné asustada y poniéndome de pie.

— ¡Tenemos que irnos! —grita y me empuja un poco para que la siga.

— ¡¿Qué sucede?! —pregunté ya demasiado asustada.

—No te puedo contar aquí tenemos que irnos... —susurró de manera extraña y empezando a llorar.

—Solo dime que sucede y nos iremos. —trato de calmarla aunque yo esté asustada.

—Estás en peligro... —dijo y yo abrí los ojos con asombro—. Ya vámonos. —insiste de manera preocupante.

— ¡Más problemas! ―espeté bufando, exasperada—. Bien llamaré a mi mamá, pero cálmate y esperemos un poco. ―dije un poco más calmada, ella asintió y nos sentamos ambas en la banca donde yo estaba sentada previamente.


(...)


—Bien Ali, dime que sucede.

Luego de un rato mi madre llegó por nosotras y después de tanto insistir, llevamos a Alisa a un médico y ahora nos encontramos en casa. Alisa está sentada en mi cama y no ha dejado de llorar, no entiendo nada pero ahora que está más calmada trataré de hablar con ella.

—Okey —suspiró y continuó—. Ayer antes de llamarte me llegó un mensaje de Derek, diciendo que él me quería y quería que regresáramos, el me pidió que nos reuniéramos en una cafetería que queda cerca de mi casa y como es cerca yo acepté, no sé qué me pasó por la cabeza de verdad que no estaba segura de regresar con él, solo fue un impulso de verlo de nuevo. —soltó finalmente.

— ¿Y qué tengo que ver yo en eso? —interrumpo su relato de lo que pasó, con el entrecejo fruncido en confusión.

—Espera aún hay más —dice y presto atención—. Al llegar al lugar él estaba sentado en una de las mesas esperándome, hablamos y de un momento a otro él te menciono a ti... —tomó una pausa y continuó—. Dijo que eras una chica muy linda y encantadora, también que le gustaría conocerte más.

—No entiendo, ¿Y para qué te dijo que quería volver si iba a hablar así de mí? —cuestioné confundida.

—Resultó que todo era una trampa, el me llamó a mí solo porque te quiere a ti. —negué con la mirada baja y la mandíbula tensa.

«Esto debe ser una broma»

— ¿Y porque estoy en peligro? ¿Qué llevó a todos esos golpes que tienes? ¿Fue él? —pregunté rápidamente, sintiendo la rabia e impotencia recorrerme el cuerpo.

—Calma, los golpes no fue él solo, fueron a causa de que me enteré de algo que no debía y porque no permití que pasara algo. —explicó dejándome en duda.

—Prosigue, dime todo lo que pasó. —musité ya un poco preocupada por lo que fuera a decir.

—En lo que estábamos hablando de ti, le dije que iría al baño y así hice, al regresar él no estaba pero si su teléfono, al cual llegó un mensaje que decía "Cuanto dinero pedirás por la rubia y la castaña" —cuando dijo eso se me heló la piel—. Cuando Derek regresó, regresó con un chico moreno los cuales me sacaron de la cafetería y me querían meter en una camioneta, como yo no dejé que lo hicieran me golpearon e intentaron desmayarme pero puse todo mi esfuerzo y me zafé de ellos. —contó todo y noté como sus ojos se empezaron a aguar nuevamente.

— ¿Y de qué fue de lo que te enteraste? —cuestioné asustada.

—Derek es de una banda de trata de blancas y nos quiere a ambas...


***

Nota de la autora:  

¡OMG!

A que esa no se la esperaban. 

¿Que les pareció esta loca revelación?

¿Creen que Derek intente hacer algo horrible en contra de las chicas?

¿Que creen que pasara después?

P.D: No sean lectores fantasmas porfis. :(

Betzabeth A.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top