Capítulo treinta y dos.

Rikuras les recomiendo poner la música de acá arriba, para que se puedan adentrar un poco mas a este cap. Gracias besos.

------------------------------------------------------------

»Los recuerdos duelen«


Hoy me encuentro sin ánimos, estoy devastada, aunque ya estoy en mi hogar y también tengo la seguridad de que Derek no me volverá a molestar, estoy triste porque sé que sin Allan nada va a ser igual, aunque él hizo lo que hizo, nunca dejó de ser mi mejor amigo.

Me siento un poco mal porque Adam no está conmigo justo en este momento, pero sé que fue decisión mía; el padre de Adam organizó unas vacaciones de "Celebración familiar", al cual fui invitada pero rechacé la invitación, Adam quería quedarse conmigo pero por más mal que me sienta, no puedo ser egoísta, además esas vacaciones son para celebrar la graduación de Adam y yo no quiero ser un obstáculo para que el no celebre una gran victoria.

Me senté junto al ventanal de mi cuarto y sin poder evitarlo, empecé a recordar ese día que el rubio me habló por primera vez.


*Flashback*

— ¡Hey Morgan! —saludó con mucho entusiasmo y aun sonriendo abiertamente.

—Hola Allan. —digo de manera seca y sin ánimos.

— ¿Que sucede? ¿Dónde está la chica de sonrisa perfecta? —pregunta, logrando sacarme una sonrisa de boca cerrada.

—No estoy de humor es todo. —contesté, encogiéndome de hombros, restándole importancia.

— ¿Te gustaría hacer algo para cambiar ese humor? —cuestionó con esa sonrisa alegre que empieza a molestarme no sé por qué. «Es malo ser envidioso Morgan»

—No lo sé, en verdad que no estoy de humor. —traté de rechazar su propuesta de manera no tan brusca, medio sonriendo, cosa que salió como una mueca de desagrado.

—Que aburridaaaa... —comentó para molestarme—. Pensé que eras divertida, pero ahora veo que mi abuela Rosa de noventa y tres años es más divertida que tú, me hubieras avisado de eso y me quedo viendo en Youtube el vídeo del "viejo lesbiano". —no pude contener una carcajada y pareció satisfecho por verme reír.

—Gracias. —digo y veo que frunce el ceño en confusión.

— ¿Por haberte llamado aburrida? —preguntó y volví a reír.

—No, es que desde hace días que no tenía una sonrisa en mi cara, te doy las gracias por tu lograste sacarme una. —sus mejillas se tronaron rojas y me pareció demasiado lindo. Luego me sonrió.

*Fin de Flashback*


Odio haberlo perdido, odio el hecho de que yo sin saberlo le hacía daño, sé que no puedo echarme la culpa de todo esto, pero aún recuerdo esa sonrisa amplia y sincera cada vez que lo abrazaba o cada vez que hacíamos un chiste y reíamos, podía ver como sus ojos se iluminaban cada vez que sonreía y se me estruja el corazón de un manera tan brusca, tan dolorosa.


*Segundo Flashback*

—Hola hermosa vieja lesbiana. —miré a Allan y lo abracé inmediatamente.

—Allan te extrañe. —dije con emoción.

—Pero solo tenemos pocos días sin vernos. —dice aun abrazándome.

—Pero te extrañé... —nos separamos y lo invité a pasar—. Mañana será la competencia, ¿irás?

—Claro, tú mejor amigo tiene que estar ahí. —responde con una sonrisa.

—Si Eiden te escuchara decir eso, seguro estaría furioso. —digo y ambos reímos.

*Fin de Flashback*


Ese era mi mejor amigo, ese que sonreía y mostraba lo mejor de él, aunque estuviera roto y no fuera la mejor persona del mundo, cuándo estaba conmigo todo era diferente, éramos un pieza clave en la vida del otro, ese que me hacía reír cuando todo iba mal y yo lo levantaba cuando su mundo caía, cuando yo estaba débil el me daba fuerzas y cuando lo veía que el flaqueaba yo le daba de mis fuerzas para verlo sonreír, y principalmente aquel chico que me defendía en cualquier momento.


*Tercer Flashback*

—Lamento sino fui claro Morgan, dije que no quería verte en el instituto. —dice y trata de besar mi mejilla pero lo esquivo.

—Vete Adam. —solté con unas ganas horribles de llorar, pero no le iba a dar el gusto de verme así.

—Morgan solo quie...

— ¡No Adam vete! —grité sintiendo lagrimas salir.

—Morgan hablemos. —la desesperación y tristeza inundaban sus ojos.

—No escuchaste que te fueras. —intervino Allan mirando fijamente a Adam. Adam le regresó una mirada severa y volvió a mirarme con desesperación.

—Bien, pero quiero que sepas Morgan, que yo de verdad te quiero y que no me voy a dar por vencido tan fácil. —y así con esas palabras se fue.

— ¿Estás bien Morgan? —cuestionó Allan preocupado.

—Si estoy bien. —me sequé las lágrimas antes de girarme para encararlos.

*Fin de Flashback*


No sé porque terminamos en algo tan horrible cuando todo empezó con algo tan hermoso, todo era una amistad sincera, el único detalle es que a veces pensamos en que si contamos un secreto muy privado a una persona que consideramos de confianza, seremos juzgados y rechazados, pero lo cierto es que si hay confianza nunca se debería tener miedo a ser juzgados y rechazados. Él me tenía confianza igual que yo a él, pero sé que no quiso decirme nada de lo que sentía por mí por miedo a ser juzgado y rechazado, y aun así hizo lo que pudo para ayudarme y sacarme del lodo, de la maldita oscuridad que me retenía.


*Cuarto Flashback*

― ¿Qué quieres Allan? ―pregunté y empecé a llorar de nuevo, «Ya no quiero que me siga haciendo daño»

―Tranquila Morgan, no quiero hacerte daño, ya no más, sólo toma esto. ―estiró la mano con unas llaves y dudé un momento pero luego las tomé.

― ¿Qué es esto? ―cuestioné cuando vi unas cuantas llaves entre mis manos.

―Esas son las llaves de la habitación donde están las chicas, también la de la puerta trasera y la del portón que esta allá atrás ―estaba totalmente confundida―, Derek no está en casa, pasa por la habitación de las chicas y vete por la parte trasera de la casa y pide ayuda. —explicó finalmente.

― ¿Me estás dejando ir? ―solté en un hilo de voz sintiendo de repente ganas de llorar.

Vi como sacó del bolsillo de sus pantalones mi teléfono y me lo entregó― Ten, pide ayuda y vete lo más rápido que puedas.

Lo tomé aun con esa presión en mi pecho y empezaron a salir lágrimas de mis ojos― ¿Qué harás tú Allan?

―Todo estará bien Morgan, sólo vete. —no, las cosas no parecían estar bien.

Se acercó a mí con lentitud. Besó mi mejilla y antes de salir dijo con una sonrisa nostálgica― Gracias por hacerme feliz, Morgan.

*Fin de Flashback*


Sin darme cuenta, lagrimas gruesas rodaban por mis ojos. Lo extraño y a veces me hubiera gustado quedarme en ese lugar en vez de que Allan hubiera hecho esa locura, a veces, desearía estar en su lugar, él no merecía irse de éste mundo así, no de ese modo tan cruel.


*Quinto Flashback*

― ¡¿Qué hiciste Allan?! ―grité junto a él.

―Morgan vete. ―susurró llorando.

―No me iré, ¿Por qué hiciste esto? ―tomé su cara entre mis manos y lo obligué a mirarme.

―Debo dejarte ir, vete. ―seguía llorando al igual que yo.

―Ven conmigo, yo te ayudaré, lo superaremos. ―le quité la navaja de su ya débil mano y la tiré lejos.

―No linda, ya no tengo remedio, vete y sálvate, yo ya hice mucho aquí. ―cerró los ojos y sonrió sin ánimos, como si estuviera recordando algo y siguió sollozando.

―Allan por favor. ―me senté frente a él y lloré como nunca había llorado.

No puedo hacer nada, ya no.

―No llores por favor, quiero que lo último que vea sea una sonrisa tuya. ―abrió sus ojos y me miraba con tristeza.

Respiré y vi a Hannah que también estaba llorando en el marco de la puerta.

―Gracias Morgan... ―dijo y sus ojos se empezaron a cerrar.

―Allan...

―Nunca dejes de sonreír linda, tu sonrisa es lo más hermoso que he visto en toda mi jodida vida. ―sonrió pero sus ojos se cerraron y su sonrisa poco a poco se fue debilitando.

―No Allan, ¡No me dejes! ―grité y lo abracé― ¡No te vayas!, ¡Eres mi mejor amigo Allan!

―Te quiero como a nadie Morgan...

Y eso fue lo último que salió de sus labios...

*Fin de Flashback*


El pecho me duele más que nada, no estoy cumpliendo con lo que me dijo Allan de sonreír y eso me hace sentir peor, sé que él no le gustaría verme llorando, pero lo necesito, lo extraño. Mis sollozos se escuchaban por toda mi habitación pero no me importa necesito desahogarme, necesito librarme de todo esto que siento.

―Hija, ¿Te encuentras bien? ―cuestionó mi madre entrando a mi habitación a pasos rápidos.

―No... ―seguí sollozando, y cuando mi madre me rodeó con sus brazos, mis sollozos se intensificaron.

―Calma mi niña, sé que es muy duro todo esto, pero necesito que seas fuerte y no por mi o por nadie, sino por Allan. A él no le gustaría verte así en éste momento, tienes que ser fuerte cariño. ―dijo mi madre acariciándome el cabello haciendo que los sollozos empezaran a cesar.

―Hay alguien buscándote linda. ―habló nuevamente mi madre.

― ¿Quién es?

―Ven es una sorpresa. ―sonrió de una manera dulce y me ayudo a levantarme del pequeño mueble.

Bajamos y cuando estaba a punto de llegar escuché una voz que no había escuchado antes, pero se me hacía muy familiar. Cuando bajé finalmente me encontré con una chica rubia, de tez blanca y ojos color miel, esos ojos son tan... familiares.

―Hola, soy Jane. ―saludó con una media sonrisa al ver mi aspecto.

―Hola. ―traté de dar una sonrisa pero se vio más bien como una mueca.

―Bien creo que debo ser un poco directa en éste momento ―empezó a hablar la chica―, yo soy hermana de Allan... ―abrí mis ojos como platos, ya veo porque sus ojos se me hacían tan familiares―. Quiero entregarte algo que al parecer iba destinado a ti.

Extendió su mano entregándome una pequeña caja roja, la tomé y jugueteé con ella entre mis manos.

―Allan nunca dejó que la abriera, ni menos que nadie la tocara, pero hoy me decidí a abrirla y sé que es tuyo.

Mis ojos se cristalizaron un poco pero respiré profundo apartando las lágrimas que amenazaban con salir. Abrí lentamente la pequeña caja encontrándome con una cadenita que iba acompañada con un pequeño corazón.

― ¿Te gustaría abrirlo? ―la miré un poco confundida pero asentí.

Ella alargó su mano y tomó el corazón que adornada el collar entre sus dedos, en un movimiento el corazón se abrió revelando una imagen, cuando ella me lo tendió nuevamente mi corazón se arrugó y mis ojos se llenaron de lágrimas instantáneamente.

Allí se mostraba una fotos que nos tomamos el día de la competencia, esa foto era mi favorita porque en ella yo le daba un beso en la mejilla mientras el sacaba la lengua, cuando Alisa nos tomó esa foto, la tuve de fondo de pantalla durante un mes entero, la amaba y ahora que la veía de esta manera, tenía más significado del que ya tenía.

―Ese es un pedacito de él, que dice que siempre estará a tu lado. ―dijo la hermana de Allan y de sus ojos cayeron algunas lágrimas.

―Gracias. ―dije y la abracé.

Este ha sido un día que me ha traído nuevos sentimientos, ahora sí puedo sonreír y decir que estoy cumpliendo mí promesa, ahora tengo un motivo para sonreír porque tengo un pedacito de él conmigo.


***

Nota de la autora: Rikuras nuevo cap!, este cap es en memoria de Allan jejeje... espero les guste tanto como a mi me gusto escribirlo, pero ahora tengo que decirles una noticia muy seria.

Bien, la noticia es que ya nos quedan pocos capítulos para el gran final de ¿Una vida sin ti?...

La escritora se seca las lagrimas...  ok no.

Rikuras pero no se preocupen, estoy planeando en hacer la secuela así que no se preocupen. Y algo mas, al final de la historia haré un "pregunta por respuesta", allí podrán preguntarme en mi perfil cosas como "¿en que que me inspire para escribir la historia?" y cosas así y yo las responderé por aquí. Gracias por leer hermosuras besos <3

P.D: Fati espero te guste este cap.

Betzabeth A.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top