Capítulo once.

»¿Enserio?«


Hoy me levanté de buen humor y me es inevitable repasar en mi mente el beso con Adam, fue tan dulce, cálido y lleno de emociones, es imposible para mí no pensar en él... Hoy lo veré y de alguna forma extraña estoy nerviosa, es algo tonto, o quizás así lo veo yo, ósea es mi crush, luego pasó a ser mi amigo, un beso no debería cambiar las cosas para mal, de hecho debería sentirme dichosa de que haya pasado. Ya en este momento estoy llegando con Diego al instituto.

Al llegar mis nervios crecieron y aunque intentaba con todas mis fuerzas ignorar los nervios, no podía. A lo lejos vi a mis amigos Eiden y Alisa en los casilleros, no sé en realidad que le pasa a Hannah pero ayer no vino a clases y hoy creo que llegará tarde o simplemente no vendrá nuevamente, no lo sé pero lo descubriré.

—Hola hermosos. —saludé acercándome a mis amigos con una sonrisa.

—Gracias, sé que soy una ricura. —dice Eiden imitando voz de mujer.

—Wow veo que alguien está de buen humor. —comenta Alisa sonriendo con picardía.

—Bueno digamos que sí, ¿alguien sabe de Hannah? —pregunto.

—No la veo desde ayer que la vi en el supermercado. —comenta Eiden.

—Yo tampoco sé nada de ella. —agrega Alisa.

En eso que estábamos hablando giré mi cabeza vi que Adam se empezaba a acercar por el pasillo y no pude contener mi sonrisa, estaba tan bello como siempre, con ese caminar seguro y un semblante sereno en el rostro, lástima que la sonrisa no me duró mucho en el rostro, cuando el muy imbécil pasó junto a nosotros y nos ignoró completamente y siguió caminado por el pasillo de los casilleros. Quedé atónita y mentiría si digo que no me dolió, no puedo creer lo que acaba de pasar.

Eiden notó mi expresión y preguntó— ¿Estás bien Morgan? ¿Qué pasa con Adam? —Eiden me miraba con seriedad.

—Se veía serio y un tanto... Molesto. —comenta Alisa.

—Estoy bien, creo que ya es momento de que me vaya y ustedes también. —digo desviando el tema.

Eiden se fue a su salón y yo me fui con Alisa al nuestro, como ya saben Eiden es un año mayor que yo, entonces obviamente tiene otras clases y también tiene la mayoría de las clases con Adam.

Es horrible esto que estoy sintiendo justo ahora, estoy muy confundida, dolida y molesta. Hannah sigue extraña y Adam después de que me besó me ignora completamente, pensé que iba a venir a hablar conmigo o al menos tener la decencia y el gesto de saludarme, pero no, solo me ignoró como si simplemente no me conociera, que puto asco siento. Necesito hablar con ambos porque esto se está tornando demasiado extraño y porque no quiero que Adam juegue conmigo como si yo fuera un juguete suyo.

Después de entregar algunos trabajos y hacer algunas anotaciones de las clases que tuve, me fui a almorzar con mis amigos –como normalmente hacemos– pero en eso que vamos por el pasillo, vi que Hannah venía entrando con la mirada perdida y a paso apresurado.

Me acerqué rápidamente tomándola del brazo para detener su paso.

—Hannah, ¿Estás bien? —cuestioné preocupada totalmente.

—Si estoy bien, de hecho necesitaba verte y hablar contigo, quiero ser directa y decirte todo. —su expresión algo ida y sus palabras totalmente dichas en un tono tan frío me golpearon por completo, definitivamente algo malo debe estar pasándole.

— ¿Decirme que? —no sabía ni que cara poner de lo confundida que estaba.

—Decirte que está pasando con toda esta situación de Lindsay... —vuelve a hablar de manera fría y con mirada neutro—. Lindsay tiene un plan para separarte de su novio, y no solo eso Morgan, ella quiere dañarte. En serio toda esta maldita situación se te vendrá encima y no te das cuenta de nada —espeta de una forma tan directa que me impresiona que la tímida Hannah esté hablando así.

— ¿De qué hablas? Y... ¿Por qué hablas así? —musité, sintiéndome irritada de algún modo. Creo que mis emociones últimamente me juegan pésimas jugdas.

—Estoy hablando de que Lindsay te quiere hacer daño Morgan, no te hagas la tonta pensando que Lindsay no te devolvería todo lo que últimamente has hecho, le quitaste a Adam y te peleaste con ella. Esto se está pasando los límites y ni siquiera sé que es lo que piensas hacer porque te veo haciendo lo mismo que ha provocado todo esto, no estás haciendo nada para evitar que esto empeore. Y te hablo así porque ya no puedo seguir ocultándote todas estas cosas y estoy a punto de explotar Morgan, además, te quiero y no quiero que nadie te haga daño. —soltó todo mirándome ahora con los ojos cristalizados.

«Maldición, no sabía que hacía todo eso, o al menos que ella lo veía así...»

—Yo también te quiero Hannah, y mucho. No sabía que pensabas todo eso, discúlpame si no te había dado el tiempo que mereces como mi mejor amiga. Pero es que en todo esto, también yo me he sentido muy mal, has estado tan distante y actuando tan raro que solo me confundías cada vez más. —digo con sinceridad y en el fondo tratando de sacarle el porqué de su actitud tan extraña.

—Ayer no vine por un problema familiar y pase todo el día en casa.

«Y yo que pensaba que íbamos bien, ¿A caso me va a mentir?»

—Bien y ¿Por qué llegaste tarde hoy? —pregunté con la intensión de saber si en verdad será capaz de mentirme sí.

—Porque... Tuve que ir a casa de una tía esta mañana y como ella vive lejos el camino se nos hizo más largo para venir aquí.

«Es una puta mentirosa»

— ¿Vamos a almorzar? —le pregunto tratando de que al menos me acepte la propuesta y se decida a ser buena chica de nuevo porque definitivamente creo que estoy perdiendo a la Hannah totalmente genuina.

—No, tengo que ir a la biblioteca, así que nos vemos más tarde ¿Si? —dice tajante y creo que ya perdí la esperanza en los seres humanos, je.

¿Por qué mentirme? ¿Qué tantas ganas de hacerlo? Hannah, una de mis mejores amigas, no me puedo creer este cambio tan repentino y del asco, de verdad no sé con qué intención esté haciendo esto pero solo me hace reconsiderar una y otra vez la teoría de Adam, cosa que quería descartar pero que ahora con sus actitudes de mierda no me da ni una esperanza de que no sea así.

Dejando atrás todos estos raros comportamientos de Hannah, fui a almorzar y luego a mis últimas clases, pero durante todas las horas no se va de mis pensamientos como Hannah quiso mentirme.

Después de mi última clase me despedí de mis amigos y me fui a esperar a Diego cerca de los casilleros, me siento un poco sola, bueno los pasillos están casi vacíos por la hora que es. Estando algo distraída jugando con un brazalete en mi muñeca, subí la mirada y vi a Adam que se acercaba a mí con paso apresurado, me obligué a no mostrar ninguna emoción y mantenerme seria, ya me ignoró una vez y seria doloroso que lo hiciera de nuevo. Todos mis pensamientos fueron interrumpidos cuando Adam me tomó de las muñecas y me arrastró –literalmente porque es más alto que yo– hasta el pasillo que da hasta el auditorio, este pasillo es muy oscuro así que solo alcanzo a ver su silueta.

— ¿Qué te pasa? ¿Por qué me traes aquí? —espeté de mala manera y zafándome de su agarre.

—Necesitamos hablar Morgan. —musitó con seriedad y algo de nerviosismo de por medio.

— ¿De qué? ¿De cómo me besas y luego me ignoras de la manera tan cínica como lo hiciste esta mañana? —un tono amargo se filtró en mi tono de voz.

—De echo sí Morgan —lo miré con una ceja enarcada y él sonrió de lado intentando aplacar mi ira—, tengo que decirte que no te ignoré por que quise Morgan, sino porque Lindsay me tiene amenazado. Al parecer Roxy vio cuando te bese, fue y le dijo todo a Lindsay, ahora tengo solo una condición, o me alejo de ti o te hará daño y esta vez no solo con peleas Morgan, quiere afectar todo aquello que te hace feliz. —bajó la mirada negando, y podía ver como apretaba la mandíbula con ira.

— ¿Enserio?, crees que esa niñata de mami y papi hará algo. —digo enarcando una ceja aun molesta.

—A mí no me hará nada, pero a ti sí y eso es lo que no quiero. —dice y se pasa las manos por el rostro en frustración.

—Lindsay no me hará nada, Adam, si le di una paliza una vez, creo que puedo hacerlo de nuevo. —musité despreocupada. «Sí, puedo ser muy terca si me lo propongo»

—Conozco a Lindsay, Morgan, y sé lo que es capaz de hacer, esto no lo hago por mí, lo hago por ti. —me miró con esa intensidad que siempre me derrite el alma y yo aparté la mirada para evitar que eso sucediera.

— ¿Entonces te alejarás de mí? —vuelvo a enarcar una ceja y me cruzo de brazos convenciéndome de que soy una chica fuerte y no debo mostrarle que la verdad me muero por dentro.

—Jamás linda, ni por qué me amenacen de muerte me alejaría de ti. —se acerca un poco a mí.

—Suena como una promesa y yo odio ciertas promesas —reí de manera seca, bajé la mirada y añadí—. Pensé que después de haberme besado ya no me hablarías. —dije sintiendo mis mejillas arder.

«De verdad que por no cerrar el pico quedo como estúpida.»

—Nunca sería capaz de hacer algo así y aquí mismo donde estoy, me muero por volver a besar esos lindos y suaves labios... —cabe aclarar que ese estúpido comentario me aceleró el corazón y sentía que las estructuras que empecé a formar empezaron a caerse poco a poco. Adam, en un movimiento rápido me pegó contra la pared del pasillo para unir nuestros labios en un beso feroz y necesitado, al principio quedé en un trance debatiéndome si estaba bien o mal lo que hacía pero luego le correspondí el beso con la misma intensidad con la cual él me besaba—. En serio me gustas Morgan. —dijo alejándose de mí. La pantalla de mi teléfono se encendió anunciando un mensaje, pero lo ignoré.

—Tú también me gustas Adam. —confieso sintiendo nuevamente mis mejillas arder.

—Pero. ¿Que haremos? —pregunta y yo frunzo el ceño con total desconcierto.

— ¿Cómo que "Que haremos"?

—Pues tú me gustas y yo te gusto, pero esta esto de Lindsay, y no quiero que ella te haga daño, así que no sé si existirá un nosotros en el futuro. —y ahí sentí mi corazón romperse.

« ¿Cómo mierdas viene y me ilusiona de la manera que lo hizo y ahora me dice esto? ¿Primero me promete cosas y luego desbarata todo con la misma mano que las construye? ¡Dios mío! Era mejor cuando lo acosaba desde lejos»

—Como aun te importan las amenazas de Lindsay y veo que lo pones sobre todo, además de que solo te interesa lo que ella pueda pensar... Creo que mejor será que dejes mi vida en paz y que sigas con la tuya, así ya no habrá problemas para ninguno de los dos. —la molestia me salía hasta por los poros y sentía mis ojos cristalizarse de la tristeza y la rabia pero me exigí no llorar. Como no recibí respuesta de parte suya, sino que bajó la mirada, me fui totalmente cabreada.

Cuando salí nuevamente al pasillo donde esperaba a Diego, veo que mi hermano no ha llegado y me recuerdo del mensaje que me llegó hace rato.


*Diego Grayson:

—No podre pasar por ti, pero necesito que vengas urgente a casa.


Se me puso la piel de gallina por algún extraño motivo; así que me acomodé mi bolso y fui a la parada del bus, no esperé mucho pero el bus me deja en una esquina así que tengo que caminar un poco. No sé qué este pasando, Diego nunca me deja de ese modo, algo debe haber pasado y me siento del asco justo ahora.

Cuando me voy acercando a mi casa oigo gritos dentro, pero no son gritos de esos que mantienen de algún modo la calma, no, estos son gritos violentos y desenfrenados. Troté hacia la entrada y abrí la puerta rápidamente, pero cuando entré lo primero que capta mi vista es a Diego rojo como tomate –cuando está molesto se pone así– y caminando de un lado a otro.

— ¿Qué pasa Diego? ¿Te encuentras bien? ¿Qué está pasando? —pregunté desesperada al ver la situación que pasaba justo ahora.

—Pasa Morgan, ¡Que me voy de esta mierda! —gritó Diego casi desgarrándose la garganta.

— ¿Qué? —dije en un susurro sintiendo mi mundo romperse en mil pedazos.

— ¡Estoy cansado de fingir ser una familia perfecta!, cuando en realidad vivimos en una mierda constantemente. —dice aun con más enojo, apretando su mandíbula y sus puños a sus costados.

Mi madre bajó con rapidez del segundo piso con un bolso en la mano, se lo tiró a Diego a los pies y con una mirada totalmente fría y roja de la ira le dijo:

—Entonces vete de una vez Diego. —su expresión neutra solo me hirió mucho más las pocas esperanzas que me quedaban de que le insistiera a mi hermano que no se fuera.

Aún solo con esas palabras sentí como mi corazón daba un vuelco y el sentimiento de que perdía algo muy valioso empezó a recorrerme todo el cuerpo. Ese vacío, ese vació que año a año he intentado sobrellevar me invadió por completo, sentía que me desprendía de algo, en este caso, de alguien.

—Claro que me iré Elenor, no te preocupes por eso. —dijo Diego creo que con más frialdad que mi madre.

Suspiró, luego se acercó a mí y me tomó de las mejillas— Te llamé porque no quería irme sin despedirme... Quiero que sepas hermanita, que aunque me vaya de aquí, siempre estaré allí cuando me necesites, no dudes en llamarme cuando necesites de mi ayuda y recuerda siempre las palabras de mi padre, "Que nada te afecte, pero si te afecta... —me susurra.

—Diego... Por favor no... No me dejes sola. —mis sollozos retumbaban en toda la sala y poco a poco empezaba a sentirme con menos fuerzas.

—...Procura que nadie se dé cuenta" —terminó la frase—. Siempre estaré contigo Morgan. —besó mi frente y me abrazó fuertemente, luego salió de la casa con una última maleta.

No tenía, ni quería verle el rostro a la mujer que me trajo al mundo, así que con mucha ira me fui a mi habitación y me encerré allí, sintiendo una vacío y un dolor recorrerme el cuerpo. Este día ha sido uno de los peores, ya no sé qué hacer sin Diego, él era esa persona de la que uno nunca se puede alejar. Él es mi pilar y si no está no sé como sostenerme.

¿Quién me dará las buenas noches?

¿Quién me regañara por comerme sus dulces en la madrugada?

Y principalmente.

¿Quién me apoyara cuando más lo necesito?

Elenor no lo hará y mi único apoyo era él, ahora estoy sola, todo se está saliendo de control, me está afectando mucho, y ya no sé ni que hacer en estos momentos.


***

¡FELIZ AÑOOOO!, le regalo este capitulo espero les guste y que hayan pasado un feliz año nuevo.

¿Qué les pareció?

¿Qué opinan de la partida de Diego?

¿Que creen que pasará con Adam y Morgan ahora?

Betzabeth A.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top