Capítulo dos.

»Linda fiesta«


Me subí al auto de Diego y me llevó al estudio de baile. Al llegar entré saludando a todos como de costumbre y luego fui a cambiarme, poniéndome ropa cómoda para empezar a calentar, luego de calentar nos pidieron hacer una línea para asignar quien tendrá los solos para la siguiente competencia. Dentro de unas semanas tendremos una competencia, estoy nerviosa porque quiero un solo pero habrá más personas de lo habitual y eso me pone nerviosa.

―Morgan Grayson, usted es una de las seleccionadas para competir para los solos, me gustaría que pasara al frente y nos enseñe lo que tiene. ―dice Rut, mi profesora de baile.

Pasé al frente y colocaron Lovely de Billie Eilish & Kalid, de repente me olvidé de todo y solo estaba bailando, la danza es mi pasión y mi lugar de escape desde siempre, cada vez que me sentía mal o tenía algún problema siempre iba a mi lugar de escape, la danza. No hay mejor manera de desahogarnos que yendo a eso que tanto nos gusta hacer y que nos hace sentir libres.

Luego de terminar la coreografía esperé alguna respuesta de mi profesora o algún gesto, el cual no me dio ni dijo y dijo que ya mañana decidiría quien se quedaba con él solo. Me cambié y me fui a casa, esta vez me fui en bus porque Diego no podría ir a buscarme.

Al llegar, la casa estaba sola, no es noticia que Elenor no esté en casa, siempre está con Leonardo en alguna de sus empresas y mi hermano siempre sale a fiestas después de clases. Me acerqué a la cocina y ahí había una nota que decía "Estaré fuera unos días, cuídense". «Maravilloso» Pensé con emoción dentro de mí. Les escribí un mensaje a los chicos para que pasen por mí así que solo debo esperar.

Me dispuse a oír música, tengo que esperar que se hagan las 8:00 para alistarme e ir a la fiesta, la música era tan relajante que me quedé dormida...


(...)


Al despertarme miré el reloj en mi teléfono eran las 8:30, me había quedado dormida, me desperté rápidamente, me duché y me coloqué la primera ropa que vi que quizás era decente para el momento, unos short blancos, una camisa holgada azul y unos tenis a juego con la camisa, alistándome me llegó un mensaje de Alisa


*Alisa Colton:

―Ya estamos abajo Morgy, sal ya.


Salí al frente de mi casa, casi corriendo, vi el auto de Eiden aparcado y aceleré un poco más el paso, cuando me voy acercando veo a mi amiga Alisa sentada en el asiento de atrás con una hermosa cara de culo, abrí la puerta del copiloto –donde siempre me siento– y me adentré en el auto.

― ¿No podías tardar un poco más? ―comentó sarcástico Eiden.

―Lo siento, me quedé dormida, pero bueno ya enciende el auto y vámonos. ―dije con una sonrisa tratando de aplacar el ambiente.

Alisa me estaba fulminando con la mirada.

Mis amigos me anunciaron que iríamos a buscar a Hannah y de allí iremos a la fiesta, como siempre hacemos cada vez que vamos a una fiesta. Después de que pasamos por la casa de Hannah, el camino fueron risas y chistes por parte de Eiden y Alisa, ellos son un par de payasos, yo también tengo algunos chistes, pero como los de Eiden y Alisa no existen.

Y sus risas de caballo con neumonía solo le agregan más diversión al momento.

Ya al llegar a la casa de Ashley, Eiden estacionó el auto y dijo que lo esperáramos dentro, así que así hicimos. Mis amigas y yo ya estábamos dentro de la casa de Ashley y se escuchaba por todos lados Thumps de Sabrina Carpenter, la música era tan fuerte que para hablar con alguien tenías que gritar, había muchas personas, unas tomando, otras bailando, en los rincones podías ver a parejitas besándose y otras solo bailaban, en eso que estoy observando el lugar siento una mano en mi hombro me giro y veo a Ashley.

―Hola ¿estás disfrutando la fiesta? ―habla con esa sonrisa contagiosa de siempre.

― ¡Claro! hiciste un buen trabajo. ―digo devolviéndole la sonrisa.

―Gracias, espero disfrutes de la fiesta. ―dice y se fue a bailar.

Luego de un rato me encontré con mis amigos, estábamos bailando como locos, Alisa ya estaba un poco pasada de tragos, Eiden no porque tiene que conducir, de hecho Hannah que nunca toma ni un trago estaba bebiendo un poco, yo solo bailaba, si tome un poco pero no hasta el punto de estar ebria, ya al rato ellos seguían bailando –creo que no se cansan–, pero yo ya estaba algo cansada por los ensayos, así que empecé a buscar un lugar donde descansar.

Y después de tanto buscar vi un balcón en el segundo piso, me metí ahí, no se escuchaba mucho la música y estaba solo así que me relajé un poco, el aire fresco de la noche me pegaba en el rostro refrescándome y dándome algo de paz. Se podía ver el cielo estrellado y no hace falta decir que sería un sitio muy romántico si se tratara de alguna película de romance juvenil.

Estando un poco más relajada ya estaba por irme de nuevo, pero de repente sentí que alguien más entró en el balcón, el aroma de un perfume que se me hizo conocido se hizo presente en el lugar y sentí que me dieron mil infartos y en mi mente gritaba como perra loca. «Ok mantén la calma perra» Me dije mentalmente. No quise girarme, las manos me sudaban e intentaba mantener la calma.

Se adentró y se detuvo junto a mí, apoyando también las manos en la barandilla del balcón. Ahí me atreví a mirarlo de reojo. Llevaba un jeans negro, una camisa blanca que se ajusta a su cuerpo no tan definido pero atleta y unos zapatos blancos igual. Tan solo mirar su perfil me congeló, nunca habíamos estado tan cerca. Claro, ya antes lo había seguido en los pasillos o a veces pasaba frente a su salón intencionalmente, lo admito, pero jamás llegué a tenerlo tan cerca, y menos sin acosarlo.

―Hola... Linda fiesta, ¿No? ―Adam sonrió mirándome con un rostro sereno y calmado.

«Creo que necesito bragas nuevas» Dije en mi mente y tragué el pequeño nudo de nervios que se me hizo en la garganta.

―Emm...Si no está nada mal. ―medio sonreí para esconder mis nervios.

― ¿Qué haces aquí tan sola? ―dice curvando un poco sus labios en una sonrisa algo pícara.

«Ay Señor dame fuerzas»

―Necesitaba un poco de aire, estaba cansada. ―me encogí de hombros como restándole importancia, ignorando el tamborileo de mi corazón en mí pecho.

―Interesante. Las fiestas son para divertirnos hasta cansarnos, así que creo que ya pasaste la etapa de diversión. ―su sonrisa calmada y serena cada vez que terminaba una frase me hizo sentir mariposas en el estómago de nuevo.

Nos miramos fijamente por primera vez, con gran intensidad, lo que hizo que mi cara ardiera, así que ladeé mi rostro para que no notara lo roja que debo estar, y en eso vuelve a hablar.

―Mi nombre es Adam, ¿Y el tuyo? ―quería decirle que ya lo sé pero no quiero arruinar el momento.

―Morgan, mi nombre es Morgan. ―le di una sonrisa de boca cerrada.

Íbamos a seguir con la conversación pero en eso llegó Hannah y me sacó del balcón a empujones para decirme que teníamos que irnos o si no Eiden se pasaría de tragos y Alisa terminaría bailando desnuda, reí por lo que me dijo de Alisa y caminando me di cuenta de que me fui sin despedirme de Adam.

Llegamos al auto de mi amigo y ya ellos estaban ahí por lo que nos subimos al auto y nos fuimos, primero llevamos a Hannah y después me llevaron a mí.

Cuando llegué a mi casa me di cuenta que eran la 3:15 de la mañana y que hoy en clases tendría unas ojeras enormes, me duché, me puse el pijama y me acosté en mi cama recordando las palabras de Adam... Ahg pero como me encanta ese man.


Adam Petty. (Momento antes de entrar en el balcón)

—Es algo estúpido que decidas venir a una fiesta así en vez de ir con Linds a la fiesta que está pasando justo ahora con gente universitaria. —Roxy la amiga de Lindsay rodó los ojos, y Daniel me veía con burla.

—Lo mismo diré, ¿Qué haces aquí si tu amiga está en una fiesta súper emocionante? —Daniel rió a sonoras carcajadas y Roxy me fulminó con la mirada. Siguieron hablando pero yo dejé de prestarles atención ya que cierta persona se quedó con toda mi atención.

Miré como ella entró al balcón con calma, tenía las mejillas un poco rojas debido al calor del lugar. Sonreí con picardía y me fui detrás de ella, parezco un loco acosador, pero no me importa, quiero saber si es ella de la que todos me hablan.

Quizás la moleste un poco hasta que me confiese que si me acosa, o quizás me haga el desentendido un rato y luego la moleste un poco. Sea como sea planeo conocerla y bromear con ella un rato.

Entré, ella posiblemente notó mi presencia pero se negó a girar, me percaté de cómo jugaba con una pulsera que adornaba su muñeca con manos temblorosas. ¿Nervios? ¿A caso la pongo nerviosa? No lo sé, ya lo averiguaré. Esa era la reacción que me esperaba la verdad, que se pusiera toda nerviosa, pero una parte de mi esperaba algo más, que fuera indiferente o no sé, esta reacción de nervios la he recibido muchas veces. La miré completamente, nunca me había acercado a ella.

Tiene el cabello castaño y su piel es tan blanca como una hoja de papel, la cual se ve muy linda bajo la luz de la luna. «Vaya, esto ya parece sacado de una película» Su cuerpo también acompaña un poco su belleza, tiene unas lindas piernas, creo que debe practicar algún deporte o es bailarina, tiene algunas curvas y puedo decir que me gusta mucho el largo de su cabello –le llega a la parte baja de la espalda–, quizás no tenga los grandes atributos que la mayoría de los chicos con estúpidos estereotipos desea, pero he de decir que a mi si me gusta esta chica.

Caminé y me posicioné junto a ella en el estrecho balcón. Pude notar como su respiración se puso algo irregular.

―Hola... Linda fiesta, ¿No? ―le sonreí con calma, tratando de parecer amigable.

―Emm...Si no está nada mal. ―medio sonrió de vuelta, sí, está nerviosa.

― ¿Qué haces aquí tan sola? ―volví a sonreírle, pero ahora con picardía.

―Necesitaba un poco de aire, estaba cansada. ―se encogió de hombros restándole importancia.

―Interesante. Las fiestas son para divertirnos hasta cansarnos, así que creo que ya pasaste la etapa de diversión. ―mi sonrisa seguía serena, no quería mostrar ningún sentimiento más allá de solo querer saludarla para ser amigos.

Por un momento nuestros ojos de entrelazaron con profundidad y sentí un revoloteo extraño en el pecho, y pude ver como su cara empezaba a colocarse de un tono carmesí.

―Mi nombre es Adam, ¿Y el tuyo? ―cuestioné, quería saber si era ella, tengo que saberlo.

―Morgan, mi nombre es Morgan. ―me dio una sonrisa de boca cerrada y antes de que pudiera decirle algo, una pelinegra la jaló fuerte del brazo y se la llevó.

Lo sabía, sabía que ella era mi supuesta "acosadora", todo el mundo la describe como si ella fuera una especie de fan número uno, pero yo la vi como una chica norma, claro está que ella no va a venir y decirme "¡Oye estoy obsesionada contigo!", eso sería algo tonto, aunque me intriga mucho ella, pero no puedo dejarme llevar por ningún sentimiento, no puedo.


***

¡Holiii!

¿Que les pareció?

¿Que creen que pasará luego?

Nos leemos luego ;)

Betzabeth A

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