Cap5:Tristeza
—¿P-Por que... sigues creyendo que algo como eso va a pasar...? El no es un imbesil para escoger a un perdedor como tu... menos a un traidor
Jestro se tapo la cara con ambas mano para llorar. Se retaba a si mismo por tener esas fantasias estupidas y asquerosas pero por sobre todo que fueran con Clay. Se estaba haciendo daño, pero no podia evitarlo. Tenia suerte de que Clay siquiera lo considerara su aliado despues de lo que le hizo, ademas lo habia visto de lejos en la fiesta con Macy despues de vencer al coloso, tambien como la gente susurraba cosas sobre la "nueva pareja". Ella era perfecta para el, todo lo que el no era.
—No me sorprende que todos ya esten pensando en su boda... —volvio a reir mientras se limpia sin exito sus lagrimas —... Y-Yo no tengo ninguna oportunidad a su lado... Ninguna...Ninguna...
Jestro repetia la ultima palabra mientras se abrazaba a si mismo, le dolia, le dolia mucho pero no podia evitarlo. Desde niño siempre estuvo muy enamorado de Clay y era algo que habia estado acarreando con los años le gustara o no. Lo mismo con esos tremendos celos que sentia de Macy al ver lo unida que era a Clay.
El gato se acercó preocupado al bufón, de nuevo estaba así... Y era su culpa. Todo era su culpa, porque no había notado los sentimientos de Jestro antes. Se subió a la cama y aparto su mano, insistiendo con su patita hasta que la movió, para hacer lo mismo que hizo ayer. Lamió sus mejillas hasta que dejó de llorar, ronroneando y acurrucándose con él mientras Jestro lo abrazaba en silencio. Debía pensar en algo para hacerlo ver que no lo odiaba, que lo queria y que seguía viéndolo como su mejor amigo.
Clay esperó a que Jestro se pusiera el pijama para buscar algo importante que necesitara...algo como ¡su gorro! Con su destreza de gato se la arregló para saltar y agarrar su gorro, luego salió corriendo con él. Rogaba que Jestro estuviera siguiéndolo.
Llegó hasta su propia habitación para entrar y buscar el cajón donde tenía las fotos de él con Jestro, incluso había un álbum. También se había dedicado a guardar cosas de Jestro, después de todo lo adoraba, cualquier recuerdo de él era especial. Se subió a ese cajón, dejando el gorro ahí y tratando de abrirlo. Lo logró, pero perdió el equilibrio y cayó, haciéndose daño en la patita, claro que sirvió
—Espero que lo vea... —miró preocupado el cajón, mientras se paraba. Había comprado que los gatos no caen siempre de pie.
—Claytro! —Jestro entro enojado a la pieza de Clay aunque sabia que eso era territorio prohivido sobre todo cuando su amigo no estaba. El enojo desaparecio en seguida al verlo con la patita lastimada —. No deverias salir corriendo asi... No es hora de jugar —lo reto mientras lo ponia en sus brazos para revisar su pata, esperaba que no fuera grave.
Suspiro aliviado al ver que era solo un pequeño moreton, de seguro pasaria rapido pero lo revisaria mañana en la mañana de todas formas. Tomo su gorro aunque se detubo al notar el album de fotos y algunas sueltas. Sin dejar ir a Clay se acerco a ver, las miro por un largo rato pero el resultado no era el que Clay queria....
—Solo amigos... No te hagas ilusiones... —Jestro dijo bajito cerrando el cajon y saliendo de la pieza. No es que Jestro no apreciara la amistad que tenia con Clay, todo lo contrario era lo mas importante para el... pero... en esos momentos todo eso solo fue un recordatorio de que nunca ivan a ser nada mas...
Jestro cerro con cuidado la puerta y camino con el gatito y su gorro en los brazos. No es como que vieran su pelo nonle importara, solo es que seguia deprimido al pensar en su amor no correspondido, ademas estaba cansado y queria acostarse tenprano.
Clay, po otro lado, iba completamente frustrado en los brazos de Jestro. ¿¡Era en serio!? ¡El solito se estaba mandando a la friendzone! A penas volviera a la normalidad iría donde él y lo obligaría a darse cuenta de la maravillosa persona que es, a valorarse y respetarse y no andar detrás de un caballero que sólo sirve para entrenar. Sí, estaba enojado con él mismo ¿Cómo podía ser tan jodidamente ciego? ¿Cómo no podía ver que su querido bufón estaba sufriendo por su culpa?.
Cuando llegaron a la cama y Jestro se acercó, se acurrucó a su lado, era la segunda noche que dormía con él. Y aunque el bufón tratara de echarlo de la cama, él se metía igual. Una de las cosas que extrañaría serían sus caricias, eran simplemente adictivas. Se terminó durmiendo, exigiendo aún que el chico lo acariciara. Mientras que Jestro termino quedandose dormido y abrazando suavemente al felino poco despues.
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