Capitulo 1

ECLIPSE

Se podría decir que la paz había regresado a Knighton: nada de monstruos, nada de hechiceros desquiciados queriendo conquistar/destruir todo, ni nada relacionado con lo antes mencionado. Todo era gracias a los Nexo Knights, salvadores del reino y los mejores caballeros que habían existido en siglos.

Pero, a diferencia de todos los pobladores de Knighton, ellos no estaban disfrutando de toda esa paz y tranquilidad; no cuando aun había una bruja de piedra queriendo revivir nuevamente a su amo con ayuda de la magia de los diez Poderes Prohibidos que se habían utilizado para darle vida al Coloso de la Máxima Destrucción. El líder de los Nexo Knights, Clay Moorington, estaba más que decidido a encontrar a su madre, Ruina Stoneheart, para tratar de volverla a la normalidad con ayuda de su tío, Merlok.

Ya había pasado un año desde la destrucción del Coloso, y aun no había rastro alguno de la bruja de piedra.

Sin embargo, Clay no se daba por vencido.

Y en su cabeza siempre estaba esa frase que alguna vez Ruina le había dicho:

No estás solo.

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La espada se clavó directo en el pecho del último holo-monstruo que quedaba, haciéndolo desaparecer en instantes, dando así terminado el simulacro de un ataque de Monstruos de Piedra. Aquel caballero de armadura azul se acercó y tomó su espada, colocándola en la funda que colgaba en su espalda y luego se pasó una mano por el cabello.

Ya controlaba casi a la perfección su magia, pero su arma favorita siempre había sido la espada y siempre lo sería. La magia que había heredado de su madre era peligrosa, por eso se abstenía de usarla muy seguido, aun así aprendió a controlarla en caso de que ocurriera algo que requiriera utilizarla.

Escuchó las puertas del Holo-Gimnasio abrirse, así que dirigió su mirada hacia ahí, encontrándose con cierta pelirroja de ojos verdes que había sido su mejor amiga desde el día que había llegado a la Academia de Caballeros.

–¿En serio aun sigues entrenando, Clay?– le preguntó Macy, con cierta sonrisa burlona en su rostro.

Aquello hizo sonreír a Clay.

Cuanto le encantaba ver su sonrisa.

–Siempre hay que estar preparado para cualquier situación– contestó él –Como por ejemplo...

–Encontrar a tu madre– le interrumpió Macy, ya que sabía su respuesta desde hacía tiempo –Tienes suerte, parece que Ava y Merlok encontraron algo relacionado con ella. Creo que aun más de lo que dicen– avisó, dándose media vuelta para regresar a la Sala de Control, seguida de la atenta mirada de Clay.

Su corazón comenzó a latir con fuerza. Ya se esperaba desde hacía un año que su madre se apareciera un día así de la nada, pero aun así no podía evitar sentirse nervioso al respecto. En especial considerando la fecha que era.

"¿Qué estás tramando, Ruina Stoneheart?" se preguntó Clay.

En seguida salió del Holo-Gimnasio y se dirigió a paso veloz hacia la Sala de Control, donde ya se encontraban los demás Knights, quienes lo miraron apenas entró al lugar.

–¿Qué sucede, Ava?– preguntó él.

–Lo más posible es que todos se sorprendan bastante, pero resulta que al parecer Ruina Stoneheart no es la única con relación a los Poderes Prohibidos– contestó Ava, y tal como predijo, todos los Nexo Knights se sorprendieron –Desde hace días, la Guardia Real ha estado recibiendo reportes de cinco chicos "haciendo desastre" en las aldeas; no nos dijeron nada porque creyeron que lo podrían tener bajo control– explicó, comenzando a tipiar en la gran computadora central –Pero hace apenas unos minutos nos llegó un vídeo de estos cinco chicos utilizando unas... ¿"Habilidades extrañas"? Sí, así lo dijo.

Entonces en la pantalla comenzó a visualizarse un vídeo. Se notaba que, quien sea que lo había grabado, había sido en el bosque a las afueras del pueblo, escondido y mirando con cautela a los cinco dichosos chicos golpeando árboles y rocas al azar utilizando poderes tales como fuego o rayo. No parecía tener relación alguna con los Poderes Prohibidos hasta que alguno de ellos utilizó un poder que convirtió uno de los árboles en plomo, y otro lo pudrió en cuestión de segundos.

Sin embargo, se dieron cuenta de la presencia de quien los estaba grabando, que fue cuando la que parecía ser líder del grupo lo atacó. Ahí terminó el vídeo, justo cuando comenzó a sonar la alarma de ataque al reino.

El mago digital apareció en su pedestal, agitando su bastón a todas partes y mirando a los Nexo Knights.

–¡Ataque, alerta de ataque!– comenzó a gritar Merlok –¡Siento la presencia de los Poderes Prohibidos en la aldea de Dnullib!

Macy y Aaron le dirigieron una rápida mirada a Clay, quien no hizo ni una mueca ante el nombramiento de su aldea natal. Solamente mantuvo su semblante serio, pero con los puños apretados con bastante fuerza. Su madre les había dado las habilidades de los Poderes Prohibidos, de eso estaba seguro.

–Vamos, chicos– Clay miró a sus amigos –Hay que defender el reino.

-*-*-*-*-*-

La gente huía aterrorizada, buscando algún lugar seguro donde pudiesen esconderse. Fue cuestión de minutos para que los Nexo Knights llegaran al lugar, ya que el Fortrex no se encontraba tan lejos de ahí, y al bajar de sus vehículos y dirigirse a donde era el centro de todo el alboroto, se encontraron con los cinco chicos del vídeo, quienes, al darse cuenta de la presencia de los Knights, se voltearon a verlos, los cinco con una sonrisa despiadada en sus rostros.

–Vaya, vaya, mira nada más lo que trajo el viento– dijo la castaña.

–¡Si son los Nexo Knights!– dijo el rubio, con emoción obviamente actuada en su rostro –De verdad soy su fan. La forma en la que derrotaron a todos esos monstruos fue ¡increíble!

Clay sintió que los había visto a los cinco en algún lado, pero no recordaba bien donde. El rubio siguió diciendo cosas sin sentido por algunos momentos, hasta que el líder de los Nexo Knights lo calló.

–Será mejor que se larguen de aquí si no quieren terminar como todos esos monstruos– sentenció, empuñando su espada.

–¡Mira como tiemblo!– se burló la pelinegra, y le dedicó una mirada con una sonrisa muy malvada en su rostro –Debo suponer que tu eres el pequeño Moorington, ¿verdad?

–Digo yo que ya deberías saberlo si tienes esa magia tan peligrosa– dijo Aaron, refiriéndose a la magia de los Poderes Prohibidos.

–Buen punto, verdesito– dijo ella, de acuerdo. Luego suspiró –Oigan, ¿no les parece que estamos hablando demasiado? ¡Aprovechemos la oportunidad de deshacernos de ellos!– gritó, y sus amigos gritaron también, de acuerdo.

–¡ATAQUEN!

Y la pelea comenzó.

La pelinegra de ojos color carmesí comenzó a atacar a Clay con una espada que hizo aparecer con sus poderes; por supuesto que él se defendía, pero estaba sorprendido por la habilidad que ella tenía con la espada. Era rápida y esquivaba con demasiada facilidad, como si lo hubiese hecho toda la vida, tal vez los Poderes Prohibidos les daban esas "mejoras".

–Wow, parece que no has cambiado en nada, Moorington– dijo aquella chica así de la nada.

Clay frunció el ceño, confundido.

–Ni siquiera te conozco– dijo.

Sus espadas chocaron con fuerza. La pelinegra lo miró sonriente, y sus ojos brillaban en un tono rojo carmesí.

–Has memoria, fenómeno– respondió, y le guiñó un ojo antes de que un hechizo de electricidad lo golpeara por el costado, haciéndolo caer directo al suelo –En algún momento nos recordarás, ya verás que sí.

Clay, como pudo, levantó la mirada del suelo y a lo lejos logró ver la sombra de una mujer con un báculo, el cual era rodeado por pequeños rayos. Supo en seguida quién era, y cerró los puños con fuerza casi que de manera inconsciente. Luego escuchó a la líder del grupo enemigo gritar "retirada", y solo vio a los cinco chicos irse de ahí, internándose en el espeso bosque.

Se levantó y miró hacia donde había visto a la mujer segundos antes, pero ya no había nadie más los pueblerinos que les aplaudían, agradecidos por haber sacado a los malos de ahí.

–¡Clay! ¿Estás bien?– se volteó hacia Macy cuando esta estuvo a su lado, junto al resto del equipo.

Asintió, aun algo aturdido por lo que había pasado.

–Fue Ruina, en definitiva tuvo que ser ella– dijo, frunciendo ligeramente el ceño –Esa magia... Es la misma magia de ese día.

A su mente se vino ese recuerdo, el del día en que la bruja de piedra le reveló que en realidad era su madre, y que Merlok lo había estado engañando toda su vida.

Pero aun había algo que no entendía: ¿Por qué su madre había decidido aparecer ese día en específico?

¿Por qué justamente cuando estaba cumpliendo 18 años?

-*-*-*-

Un eclipse lunar es uno de los acontecimientos más hermosos que podrían verse en Knighton. Esa noche, habría un eclipse lunar, y el rey Halbert había planeado una recepción en el Palacio Real en honor al acontecimiento.

Recepción a la que los Nexo Knights habían sido invitados.

Y recepción a la que lamentablemente Macy tendría que asistir como la princesa que era.

Clay se encontraba viendo hacia el cielo estrellado y a la brillante luna llena que iluminaba todo. En su décimo octavo cumpleaños había un eclipse lunar y Ruina se dignó a aparecer, ¿Qué casualidad, no? Por ahora quería dejar todo eso de lado, Ruina, Los Prohibidos, absolutamente todo y tratar de disfrutar lo poco de su día de cumpleaños que le quedaba.

Alguien se chocó contra su espalda y tropezó, casi cayendo al suelo de no ser porque Clay justo se dio vuelta y la atrapó. La sonrisa apareció en su rostro casi que de manera instantánea al ver a Macy apoyada en sus brazos para no caerse.

–Parece que ni siquiera con un vestido normal puedes caminar sin tropezarte, ¿eh, princesa?– dijo él, burlón.

Macy le dirigió una "mala" mirada.

–Vestido es vestido sin importar como sea, ¡y ya deja de llamarme princesa!– le reclamó, cruzándose de brazos y haciendo una mueca que a él le pareció tierna.

–Admítelo: te gusta que te llame así, princesa.

–Ay, sí, ajá. Avísame cuando se te suba el ego a la cabeza para dejarte bien noqueado.

Ambos rieron casi sin pensar. Clay se fijó en el vestido que la pelirroja traía puesto: principalmente era rojo, no era pomposo, no era brillante, cualquiera de la realeza diría que ni siquiera es de princesa. Pero para Macy, ese era el vestido de princesa perfecto; exceptuando, claro está, en que era largo.

Pero bueno, toca conformarse.

–Tu padre fue muy amable al invitarnos, por cierto– dijo Clay.

–Lo sé, aun sigue agradecido por lo del Coloso. Y en parte también fue porque insistí– dijo Macy –Ya sabes que odio estos eventos de la realeza, son tan aburridos, y es tu cumpleaños así que ya debes entender el punto.

Clay rió levemente, mirando a su mejor amiga. Jamás iba a cambiar su forma de ser, y eso era lo que más le gustaba de ella.

Sin decir nada miraron al cielo, pero Clay, por alguna extraña razón, al ver la luna llena se sintió mareado. Cerró los ojos llevándose una mano a la frente, como si con eso pudiera calmar el mareo, pero aun sentía todo dándole vueltas. Macy se dio cuenta y lo miró, preocupada.

–¿Te sientes bien, Clay?

–Sí, sí, no es nada– le respondió. La miró con una leve sonrisa –Solo estoy algo cansado, creo que mejor regreso al Fortrex.

Ella asintió, no tan convencida pero no insistió porque sabía lo terco que Clay podía llegar a ser. El castaño se despidió dándole un beso en la mejilla, después regresó al Fortrex.

-*-*-*-

Cuando el eclipse comenzó, todos los habitantes de Knighton se quedaron maravillados con aquel acontecimiento, mientras que en el Fortrex cierto caballero de ojos azules se retorcía en su cama, con una mueca de inquietud, como cuando sueñas con algo que no te gusta, y apretando sus manos entorno a la cobija.

Al eclipse estar por la mitad, él solo se despertó, con sus ojos brillando en el amarillo que representa sus poderes, y simplemente se levantó y salió de su habitación. Pasó por la Sala de Control, donde se encontraban Robin, Ava y Merlok, y estos le dirigieron una mirada de confusión al Moorington en cuestión, ignorando por un momento la imagen del eclipse que se mostraba en la pantalla.

Clay salió del Fortrex. Parecía sonámbulo, por lo que ambos Junior Knights lo siguieron, para asegurarse de que no le pasara nada más extraño que lo que ya sucedía.

Sin embargo, al salir, el eclipse ya era total, justo la media noche, y lo único que vieron fue a Clay inconsciente en el suelo. Alarmados, se acercaron a él rápidamente e intentaron despertarlo, pero al ver que sus intentos fueron fallidos, Ava corrió de nuevo el Fortrex para avisar al resto de los Nexo Knights.

Pero lo que ninguno de los dos notó, fue la marca que comenzó a aparecer en la nuca de Clay.

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