Carrito de Helados.

Preparar, enfriar y servir.

Ideas abstractas se balancean 

Para conquistar y regalar

Todas idas tras la balacera.

Zangoloteando en su visión.

Tosco en su dar.

Rin, rin, rin...

Zasca al dar puño de hierro en sus muñecas pequeñas.

¿Gritos?.

Osan a Dios.

Rasgando las vestiduras con dolor.

El olor transcendente de la alma arrasando.

La de fresa; con carmesí.

La de banana; con globos oculares.

La de coco; con gorgoteos.

Abyección contamina el oxígeno.

Cortan las gargantas de los progenitores.

Mas apenas ahora son aborrecidos.

El hombre, como acémila, arrebata piel virgen.

Las astas de traidores sigen vigentes.

Por aditamento: es colgado.

Con helado y pegamento

En víctimas que confundieron un carrito colorido

Por la de un carrito de helados.

'Rin, rin, rin...', decía.

Alocución, alocución, alocución con vehemencia.

Mediocre y psicópata.

Un heladero... ¿O un mochilero?.

Igualmente, al azar.

Como las vidas de ellos

Niños que con hadas

Ahorcadas en sus gargantas, terminadas.

Debido a que la carpanta los cegó

Terminaron en las dulces frías.

Todos ellos, inocentes y muertos,

En los postres fríos.

Años corrompidos.

Hombros abatidos.

El hombre es esclavo de lo irrelativo.