please don't ever become a stranger
Please don't ever become a stranger whose laugh I could recognize anywhere
Por favor no te conviertas en un extraño cuya risa podría reconocer en cualquier lugar
31 DE DICIEMBRE. 10.30 AM
Mientras ponía la llave en la cerradura y abría la puerta de su casa para luego entrar, Piper escuchó el auto de Annabeth encenderse y alejarse. Se sentía mal por su amiga quien siempre daba lo mejor y nunca recibía nada por parte de su familia. Piper en serio odiaba al señor Chase y a su buena para nada/llena de botox esposa. No hacían más que despreciar a Annabeth y Piper sabía que su amiga no merecía eso; deberían poner un camino de rosas por cada lugar por el que caminara en su opinión.
Pensar en los malos padres de Annabeth le hizo recordar a los de Jason. Otro chico de oro (y no solo porque era rubio como Annabeth) que no hacia mas que vivir para complacer a sus padres y a estos no les importaba todo el esfuerzo y tiempo que ocupaba en ser el mejor en todo lo que participaba.
Piper había intentado a lo largo de su amistad que ambos rubios se rebelaran un poco e hicieran lo que se les viniera la gana, pero ambos parecían estar cortados por la misma hacha y se negaban a salirse de la ruta que les marcaban. Sabía que Thalia también había hecho el mismo esfuerzo y que era parte de la razón por la que estaba organizando la fiesta en su casa, para que Jason rompiera un poco las reglas. Igualmente, Piper podía sentir que Jason estaba absolutamente estresado por lo que pudiera sucederle a los muebles caros. Ella esperaba que en la universidad cuando estuvieran lejos de casas, ambos rubios pudieran disfrutar de su libertad.
No es como si no los entendiera, en cierta medida lo hacía. Los padres de Piper tampoco eran los más atentos. Casi nunca estaban en casa y cuando estaban, solo se enfocaban en ellos mismos. Por un lado, los padres de Annabeth y Jason les decían que hacer, por el otro, los padres de Piper le daban total libertad, incluso aunque trajera malas consecuencias.
Este año, por ejemplo, los McLeans se habían ido a festejar las fiestas a Monte Carlo con sus otros ricos amigos y la habían dejado sola en Connecticut asumiendo que estaría mejor con sus amigos que en algún yate privado. De todos modos, Piper estaba dispuesta a hacer lo mejor con su falta de supervisión. La fase de rebeldía peligrosa había quedado atrás y ahora era tiempo de enfocarse en el futuro. En este nuevo año finalmente iría a la universidad y tendría que comenzar a actuar como adulta, aunque por supuesto eso no significaba dejar la diversión de lado.
Pensar en lo que haría en el año por venir, le hizo recordar en la posición en la que estaba 365 días atrás. Su amigo Will y ella habían hecho una lista de cosas por completar ese año y se había olvidado por completo.
Piper sube corriendo las escaleras hasta llegar a su habitación. La cama estaba sin hacer por la urgencia en la que Leo la había llamado esa mañana. Abre el cajón superior de su mesa de luz que estaba llena de cosas que a lo largo de los meses había puesto allí por no encontrar un lugar mejor o por simple vagancia de tirarlas. Después de revolver un poco, encuentra una hoja de papel doblada en cuatro. Se sienta en la cama mientras la abre y comienza a leerla.
COSAS POR HACER ESTE AÑO - LISTA ELABORADA POR PIPER M.
- probar todas las hamburguesas vegetarianas del pueblo (Esta había sido completada en una semana lo que terminó en una desagradable descompostura).
- ver 25 series de televisión (Hecho más rápido de lo esperado).
- ir a la feria y ganar un premio (Jason había sido quien había ganado un oso de peluche purpura y se lo había regalado así que lo contaba).
- ir a surfear en california (Hecho en el verano).
- hacer que jason vea todas las películas de harry potter (Logrado y luego hasta se compró los libros).
- teñirse parte del pelo (Fue una primavera interesante).
- hacer que leo cocine sus tacos de tofu (Hecho múltiples veces).
- pintar habitación (Nunca dejen a Leo y Jason solos con pintura).
- adoptar un cachorro
- obtener licencia de conducir (Tomó dos intentos).
- confesar mis sentimientos a jason
Bueno, mierda. Era el último día del año y dos cosas no habían sido completadas. Para algunos no sería un gran problema, al final había logrado hacer la mayoría, pero Piper estaba determinada a tachar cada una. Necesitaba encontrar un perro y hablar con Jason.
Esto último la asustaba. Le había dicho a Annabeth que al fin quería hacerlo luego de haber embotellado sus sentimientos hacia él por años, sin embargo, no había estado 100% segura. Jason era su mejor amigo y no quería perderlo o que las cosas se pusieran incomodas entre ellos. Estaba aterrada por la reacción que podría tener pero debía tener fe. Todos sus amigos le habían dicho y asegurado decena de veces que él gustaba de ella. A veces ella también podía verlo. Había atrapado a Jason mirándola fijamente un par de veces y se ponía nervioso y colorado cada vez que notaba que ella se había dado cuenta. La Piper de hace un año pensó que él la invitaría a salir y haría su confesión muchísimo más fácil, no obstante, nunca sucedió. Ahora, la lista era el incentivo que necesitaba. Tomaría el asunto en sus manos y le confesaría sus sentimiento a Jason. Esperaba lo mejor, pero necesitaba prepararse para lo peor.
Piper toma su celular y va hacia sus contactos; ya sabía por donde empezar.
Piper: heyy frank! sabes donde puedo conseguir un perro hoy mismo?????
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31 DE DICIEMBRE. 11 AM
Piper M: te acuerdas de la lista que hicimos a principio de año???
Piper M: la voy a terminar hoy
Piper M: solo me quedan dos por hacer
Piper M: tu la terminaste???
- ¡Oh por Dios! - Exclamó Will a leer los mensajes de Piper.
- ¿Qué? - Le preguntó Nico mientras masticaba sus cereales de desayuno.
Ambos estaban sentados en la mesa de la cocina de la casa de Nico, luego de que Will haya arrastrado a su novio de la cama. Nico terminaba su desayuno a la vez que Will revisaba sus redes sociales. La hermana de Nico, Hazel, también los acompañaba jugando Animal Crossing. Al grito de Will, puso sus ojos sobré él distrayéndose.
- ¿Quién murió? - Vuelve a preguntar el pelinegro.
- ¡Nadie! Que cosa horrible preguntas - Will le dice.
- Tu eres el que gritó como si alguien hubiera muerto.
- Bueno, nadie se murió. Aún - Nico le levanta la ceja cuestionando. - Hace un año, Piper y yo hicimos una lista sobre cosas que haríamos antes de que termine el año. Hice la mayoría de las cosas, pero cuando empezamos las clases en otoño me olvidé totalmente de la lista. Piper me lo acaba de recordar.
Mientras hablaba, Will buscaba maniáticamente la lista en sus notas. Piper había querido escribirla a mano para "vivir la experiencia" pero Will simplemente la había escrito en su celular. Así no la perdería. Al encontrarla, se da cuenta que solo había un ítem por completar.
- "Patinar sobre hielo". Esa es la única que me falta - cuenta Will a los hermanos. - Oh, Nico es perfecto.
- ¿Qué?
- El centro comercial tiene una pista de hielo. Tenemos que ir. Debemos ir - Will mira directamente a su novio. - Tengo que terminar la lista antes de hoy, sino mi año habrá fracasado.
Bien, Will era absolutamente dramático y a Nico igual le gustaba.
- No voy a ir al centro comercial en víspera de año nuevo. Debe estar repleto de gente. No me gusta eso - Se niega Nico.
- Eso es en víspera de navidad - refuta Will.
- ¡Es casi lo mismo! Va a estar lleno de familias tratando de tener último momento de caridad del año, super molesto.
- Vamos, Nico - Will empieza a rogar, sus manos juntas como un niño pidiendo dulce. - Por favor, por mi. Nico di que si, di que si - sus ojos azules brillaban con intensidad a lo que hacía cara de perro triste. - No quiero ir solo, sería penoso. Además de que alguien puede que intente algo conmigo. Por favor ven conmigo Nico. Por fa, por fa.
No era la idea de que alguien tratara de coquetear con su novio lo que convencía a Nico, sino era el hecho de que realmente no podía negarle cosas a Will. Menos cuando pone cara de ángel a punto de ser expulsado del paraíso. Ese chico rubio podía hacer que haga lo que quisiera, incluso pasar el día entre una multitud de extraños.
- Bien, iré contigo.
Will comienza a celebrar saltando al rededor de la mesa, después llega hasta él y comienza a besarlo por todo el rostro. Hazel se ríe de los dos.
- Será super divertido, ya verás.
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31 DE DICIEMBRE. 12 PM
- Si, mamá. Estoy bien - Percy dice con el teléfono móvil entre su oreja y su hombro. Sus manos estaban ocupadas limpiando el pequeño desastre que había hecho en la habitación de invitados de los Grace en los dos días que llevaba. Thalia lo había mandado a ordenarla porque al parecer la fiesta tendría lugar justo allí, siéntase el sarcasmo. Tendría que recordar pedirle la llave de la puerta a su primo Jason, no quería que algún extraño termine haciendo cosas en su cama.
- Incluso hoy me levanté antes de las nueve - Percy le cuenta orgulloso a su madre quien parece dudar. - En serio, mamá. Me desperté antes de las nueve y fui a comprar donas.
Su madre decide que no valía la pena discutirle y le pregunta sobre el clima de Connecticut. No es tan diferente al de Nueva York, ambos estados están bastante cerca, lo suficientemente cerca para que Percy solo haya que tenido que tomarse un tren. Un mes atrás, Percy no tenía pensado pasar año nuevo con sus primos, pero la madre de su padrastro Paul había decidido que iría a visitarlos y se quedaría en su apartamento. Percy no tenía nada en contra de Paul, lo apreciaba y hasta lo consideraba un segundo padre, su madre en cambio... a Percy no le caía muy bien y el sentimiento al parecer era mutuo. La señora tenía una clara preferencia por su hermana, quien era hija biológica de Paul, y miraba a Percy como un pulgoso perro callejero que su hijo quería adoptar. A ella nunca le había gustado que Paul se casara con una mujer que ya tenía un hijo de otro. Por suerte, vivía en Arizona así que casi nunca tenía que verla.
Cuando se enteró que iría a la gran ciudad, Percy supo que debía irse. Se contactó con su padre pero este se iría de crucero por el Mediterráneo; fue allí cuando su primo le contó que tendría la casa sola con su hermana y que podía quedarse en su cuarto de visitas. Ahora estaba allí, tirando su ropa sin cuidado dentro de su valija y escondiéndola en el armario. Realmente no tenía ganas de estirar los cobertores de la cama.
Escucha el timbre sonar abajo y se pregunta quién podía ser. Leo se había ido hace treinta minutos, tal vez se había olvidado algo. La fiesta no empezaría hasta las nueve, pero cualquiera de los amigos cercanos de Jason o Thalia podían llegar temprano. El mediodía era excesivamente temprano.
Percy sale de su habitación temporal y baja las escaleras hasta la sala de estar. Ve a Jason ocultar los adornos de su madre más delicados. El chico estaba paranoico con que algo se fuera a romper y sus padres lo castigaran. Los dioses protejan a su primo de la furia de sus tíos.
Unas voces en la cocina llaman su atención. Decide ir hacia allí y preguntarle a Thalia cuál era su próxima tarea.
En la gran isla hecha a medida para la cocina gourmet de su tía, Luke está apoyado sobre sus brazos. En frente una chica rubia le da la espalda. Parecen estar teniendo una conversación aburrida porque apenas entra, Luke se pone derecho y se dirige hacia él sin importarle la otra chica.
- Hey, Percy. Voy a ver si Thalia necesita ayuda en la despensa - y solo con eso, Luke se va atrás de su novia dejándolo con una desconocida.
La rubia se gira y lo mira; lo primero que piensa Percy es que era algo linda aunque también algo intimidante, y segundo, que parecía familiar.
- Tu eres el chico que compró todas las donas esta mañana - su voz dura y acusante.
- Oh si, - Percy dice torpemente. Ahora sabía de donde la reconocía. - Tu eras la chica detrás.
- ¿Te comiste todas la donas? Eran muchas - okey... esta chica está obsesionada con esas donas, pensó Percy, estaban buenas pero había probado mejores.
-Um, si. Las compartí con Luke, Thalia, Jason y Leo. Leo es un amigo de Jason.
- Sé quien es Leo - esta chica no tenía la actitud más acogedora. ¿Cuál era su problema?
- Oh - Percy se estaba sintiendo muy incomodo, ¿sería raro si simplemente se fuera? - Pensé que eras amiga de Thalia y no conocías los amigos de Jason.
- Soy amiga de Thalia - su tono bien firme. - Voy a la escuela con Jason, compartimos algunas clases. Soy amiga de ambos y de Leo.
- Esta bien.
Percy se quedó sin saber como continuar, por lo que fue hasta el refrigerador, lo abrió y sacó una botella de agua que empezó a beber. Ella lo miraba fijamente, ¿acaso ella también quería agua? Por suerte, Jason entró a la cocina en ese momento. Percy no tenía ni idea de cómo hablar con esta chica.
- Hey, Annabeth - dice su primo, - veo que conociste a Percy.
- Espera, ¿tu eres Annabeth? - Recuerdos de veranos con sus primos le volvieron a la mente. - ¿Tu eras la niña en segundo grado que no quería jugar en la caja de arena porque había lombrices?
Jason comienza a reírse por la pregunta de Percy. Annabeth se cruza de brazos y le frunce el ceño. Sus ojos grises parecían a punto de tirar rayos laser sobre él.
- Si. Y tenía razón. Hay lombrices en las cajas de arena, ¡hasta hicieron un episodio de Doctor House sobre eso!.
- ¿Doctor House? - preguntó Jason entre la risa. - ¿Piper te hizo ver eso?
- ¡Si! - dice indignada. - Yo no puedo hacer que ella lea un solo libro que le recomiendo pero ella si me convence a ver una serie que tiene más de tres temporadas.
- Así es Piper - Jason sonríe como un idiota. Percy rueda los ojos, Annabeth lo ve y parece a punto de reirse. Percy se pregunta como se vería si se riera libremente.
- Ese no es el punto - la chica vuelve a su seriedad, - el punto es que la arena donde los niños juegan tienen lombrices y es asqueroso y nunca me sentaría ahí.
- Bien por ti, Annabeth. - Thalia entra a la cocina con Luke detrás de ella. - ¿Te quedas a almorzar?
- Si - Annabeth responde.
- Bien. Hay mucho que limpiar aquí porque aparentemente ALGUIEN - mira a Jason - le dio el día libre a la mucama y ahora nosotros tenemos que lavar el baño y aspirar el suelo.
- Bueno, lo siento por ser considerado - Jason levanta los brazos rendido.
- Lo que sea. Annabeth, llévate a Percy y compren algo para comer para todos.
- ¿Por qué no cocinamos algo aquí? - Cuestiona Annabeth.
- Porque no hay nada para cocinar y honestamente, no confió en ninguno para la cocina.
- ¿Qué pasa con todas las bolsas que trajiste del supermercado más temprano? - Percy pregunta.
- Eso es para la fiesta, tarado. Ahora ya váyanse que ya tengo hambre.
Annabeth le lanza una última mirada y se dirige hacia la puerta principal. Percy la sigue y rápidamente agarra su chaqueta del perchero.
Mientras se sube a su auto, Percy se promete una cosa: Annabeth y él serían amigos al empezar el año nuevo.
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Leo entra a su casa y lo primero que siente es el aroma de la comida mexicana que su madre está preparando. Ella y su padre irían a la casa de la hermana de ella por la noche y por eso su madre había estado cocinando desde temprano. Quería impresionar a la familia. Leo no los acompañaría, no solo por la fiesta de los Grace (aunque si fue la perfecta escusa), sino porque él realmente odiaba a la familia de su madre. Tanto a sus tíos como primos.
- ¿Leo? - Su madre gritó desde la cocina.
- Sí, mamá.
- Ven aquí.
Leo se dirige hacia el fondo de la casa donde está la cocina. Dentro su madre estaba con su pelo rizado tomado en una cola de caballo, su delantal algo manchado y su cara transpirada aunque afuera hicieran como 5 grados bajo cero.
- Prueba esto - le dice apenas lo ve. Le pasa una cuchara con salsa.
- Está bien - dice el chico.
- ¿Solo bien? - la cara de su madre se torna preocupada.
- Está deliciosa, mamá. En serio - la asegura. - Si no les gusta son unos idiotas.
- Leónidas - advierte su madre Esperanza.
- Lo que sea. Igual lo son.
Su madre suspira. Ya habían tenido varias discusiones acerca de su familia y hoy no tendrían otra más.
- ¿Cómo va la fiesta? ¿Jason está muy estresado?
- ¡JA! Si - Leo intenta robar un poco más de salsa pero su madre se lo impide de un manotazo. - Creo que esta noche por fin le dirá a Piper que le gusta.
- Ya era hora - su madre sabía todo sobre el dilema Piper-Jason, hasta lo había visto cada vez que venían a su casa. - ¿Ya les has dicho?
- No, mamá. Aún no.
- ¿Cuándo? - Insistió la mujer.
- El año que viene - dijo el chico divertido.
La verdad es que no lo sabía. ¿Cómo le decías a tus mejores amigos que los planes que hicieron desde pequeños no iban a realizarse? ¿Cómo les decías que no irían juntos a la universidad como siempre dijeron que iba a ir? ¿Cómo no tienes miedo a perder las mejores personas que has conocido?
Hola!!! Perdón que me haya tardado un día más de lo dicho.
Espero que les haya gustado este nuevo capítulo nunca antes publicado.
El próximo capitulo va a tener solangelo más largo, sé que les gusta eso.
Aclaración por comentarios del último capítulo: La nota de Hacerte Cambiar en 10 días es una nota vieja del año pasado. En realidad, Hacerte Cambiar va a ser actualizado después de navidad, va a ser el capítulo más largo hasta ahora y diferente al resto por lo que quiero tomarme mi tiempo para que salga bien. También estoy actualizando esta historia semanalmente mientras estudio para finales así que espero que puedan entender el porqué de la demora.
Saludos y hasta la próxima!!! Tengan linda semana!!!
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