8
Salto y salto haciendo que las puertas se abran ante un mínimo.
El aire frío sale causando un ligero escalofrío en mi piel, Hermione solo me ve desde dentro de este lugar, veo acaricia su frente y con un pequeño empujón entro.
-¿Qué es este lugar?- vuelvo a preguntar de la misma manera que en la mañana.
Después del desayuno y un merecido Té, Hermione me informó que iríamos a comprar comida al igual que la gente de cuarta o como los elfos domésticos. En un inicio sugerí esto, pero resulta que no tenemos y que ella misma limpia la casa con su propia magia.
Una hora después salimos de casa para caminar unos cuantos minutos antes de hacer la aparición.
Un callejón solitario nos dio la bienvenida, ajuste la sudadera que llevo puesta y caminamos por las calles Muggles.
Debo admitir que hay una gran diferencia entre la residencia y lo raro que es esto.
Mucha gente caminando al mismo tiempo, te-le-vi-si-ónes enormes en las paredes que repiten un único canal y unos "autos" que se mueven por todas las calles.
A pesar de ser apenas medio día hay luces por doquier, una aparente simetría que tiene poco o nada que ver con la asimetría del mundo mágico. Todo en orden y medianamente más limpio... Colorido. Si, esa es la palabra que describe solo las calles.
Sí. Hay colores monocromáticos en muchas partes, pero el color no falta.
Cómo alguna vez fue el callejón Diagon cuando compre mis cosas para ir a Hogwarts por primera vez en dónde muchas ahora viejas casas mostraban su brillo y color por primera vez.
En el mundo mágico hay gente rara y excéntrica. Pero te acostumbras y ves varios patrones repetitivos uno del otro, pero aquí todo es diferente.
Tan diferente.
Llegamos al "supermercado" el cual tiene un lugar lleno de autos antes de siquiera entrar al lugar.
Un anuncio enorme en la entrada y luces destellantes contra el nublado día que tocó hoy.
Hermione se acercó y las puertas se abrieron por si solas, en un inicio creí era magia. Pero resulta que es algo creado por los Muggles que se abre al tenerte cerca.
Y por eso el salto.
-No había visto a alguien tan emocionado por unas puertas- dice tomando una canasta metálica con dos pares de ruedas bajo ella -Vamos, hay una lista de cosas que faltan-
-Aja- respondo apenas viendo el alrededor. Colores blancos; café, rojo, amarillos u otros más por todas partes. Una voz sonando en la nada que dice los precios y personas paseando con las canastas metálicas. El frío que sentí antes de entrar persiste, pero no importa nada cuando veo una enorme pila de te-le-vi-si-ónes con muchas imágenes en ellas -¿De quién es este palacio?- pregunto ante tal cantidad de cosas pues incluso la comida es tan abundante que la gente solo la toma.
-Aquí vienen los Muggles a comprar su comida y otras cosas- explica tomando una caja de lo que ahora se es cereal. Claro sabía de él, pero no que podía venir en cajas tan coloridas y con animales en ella -También hay otros lugares, pero digamos que este es uno de los principales-
-Entiendo- mentí caminando en los pasillos que reflejan a uno. No importa a dónde vea, todo es tan diferente -¿Por qué nuestro maestro no nos dijo de estas cosas?-
Al darme cuenta de lo dicho cerré la boca y me quede callada.
Un sentir de malestar y pena inunda mi persona e incluso sé que algo así debería de terminar en una reprimenda, pero en lugar de eso ella sonríe. Estira la mano y lanza a la canasta metálica una bolsa con pan dentro y sigue caminando.
-Eso no fue nada- me adelanto tratando de dejar de mirar mi alrededor.
-Dices eso. Pero incluso aunque siguiera vivo, este lugar te seguiría robando la atención. Vi como veías las calles, los lugares y la gente-
-¿Y? Lleva a un turista a cualquier lugar y hará lo mismo. Estoy conociendo y soy consciente, pero no admito o desestimó lo aprendido-
-Das un paso y te obligas a retroceder dos, Bellatrix-
-No hables como mi madre- ordeno terminando la plática y caminado lejos de ella.
El recuerdo de mi madre es como el caer de una escoba en tu primer vuelo. No es el más grato, de todo de lo que se alimentaron los Dementores ella fue de esas cosas se persistieron.
Pero es lógico. Era una mujer fuerte y dura, criada y forjada en las antiguas tradiciones sangre pura.
Nunca la culpe, no de todo al menos. Ella hacia lo que debía y lo que consideraba lo justo como correcto en aquellas épocas.
Sus regaños no eran físicos, no siempre. Pero... pero... Hay algo. Que no tenía en mente desde hace tiempo, una duda fantasma en la cual hay algo.
-¿Cómo murió ella?- dejo de andar. Me quedo quieta en el corredor haciendo que la gente me vea mal, una mano me toma del hombro y me lleva a otro lugar en donde veo hay bolsas de colores y maíz.
-Te dije que me esperarás, no conoces por aquí-
-Hermione-
-¿Qué pasa?- pregunta tomando una de esas bolsas en dónde leo la palabra "arroz"
-¿Cómo murió mi madre?-
-¿Tu madre, Druella?-
-¿La conocías?-
-No. Solo cosas básicas sobre la familia Black ¿Qué con eso?-
-No recuerdo como murió. Pensándolo, menos padre. No lo recuerdo...-
-Bellatrix- llama Hermione tomando mi mejilla, hace que me centre en sus ojos y trago lentamente -¿Qué pasa?-
-Te dije que los Dementores arruinan los buenos recuerdos-
-Lo hiciste, si. Y tienes razón-
-Te dije que mis momentos felices los olvide o los tengo borrosos- ella asiente -Recuerdo a mis padres. Lo hago bien, pero- hago una pausa. Me acerco a ella y escondo la cara en su hombro -No sus muertes-
Una pequeña melodía suena de fondo. La gente hablando poco a poco se esfuma en un mareo que hace me sujete de la sangre sucia.
Recuerdo a madre. Recuerdo a padre; su voz, su rostro, sus modos, su ropa.
Pero no hay una memoria en dónde vea una tumba, en dónde sean enterrados y no hubo interés antes y durante la guerra.
Narcissa nunca lo mencionó.
Nadie lo hizo.
-Quiero ir a casa- pido respirando lentamente -Quiero pensar un poco esto-
......
Desde que Bellatrix se me fue entregada a mi cuidado la casa se sintió pesada por decir menos.
Muchas noches dormí con varita en mano o dormía en el estudio de papá en lugar de la recámara de mis padres.
"Seguridad"- pensé y pienso aún. Una semana y media aproximadamente desde que ella está aquí y muchas cosas han pasado. Pero no esperaba el golpe de realidad que tuvo en el lugar más inesperado.
Mi mamá siempre decía que la vida es una constante de sorpresas (una de ellas podría ser la llegada de la profesora McGonagall) Pero que, al final del día. Son parte de una gran enseñanza futura.
Nunca me gustó que dijera eso, después de todo el ser amiga de Harry me impedía querer dejar cosas sueltas o al azar. Estar preparada para lo que no debo, o como mínimo saber algo de ello.
Las historias de Bellatrix son conocidas en el mundo mágico, todos saben el monstruo que se esconde tras esa figura de "clase", tras esa bella dama.
Pero, incluso con un horrible y lastimero insulto marcado en mi piel.
Una gran lástima se apodera de mí.
La chispa de la curiosidad y compresión nació al ver que se aferraba al sol, algo así no se lo deseo ni al peor de los enemigos.
Pero esto es simplemente lamentablemente como de estudio. ¿En serio quieren que crea que una persona como ella es capaz de sentir?
En menos de una semana la vi llorar, la vi suplicar y ahora está en un estado que decir "shock" es poco.
Solo ve la nada, está sentada en el sillón cerca de la ventana, pero no ve hacia afuera. No ve la televisión, nada.
Solo está sentada mirando con suerte la mesa de centro.
Quisiera ser curiosa como un Ravenclaw, o tener un poco de esa calidez y comprensión de los Hupplepuff.
Pero soy una maga y mujer de datos, de lógica. Mi curiosidad no pasaba de lo académico y seguirá así posiblemente en un buen rato.
Así que. Simple no entiendo, no comprendo.
¿Por qué un monstruo como ella está así al no saber de la muerte de sus padres? ¿Realmente es así de importante, cuando tiene una gran lista de asesinatos y tortura detrás de ella?
Es estúpido, simplemente una idiotez viniendo de ella.
Puede que si hubiera estudiado la Legeremancia como Harry pudiera meterme en su mente y saber un poco más, pero incluso así esa "valentía" Gryffindor desaparece.
-Bellatrix- hablo finalmente, lanzándome a un vacío del cual no se nada -Mirame- pido vacilante sin saber a dónde voy.
Mueve la cabeza, la levanta y me ve directo a los ojos.
Sus marrones ojos se ven apagados, y una aura de pura y dura melancolía la cubre.
Incluso su ya pálida piel conoce un nuevo blanco.
-Bellatrix-
-Hermione- interrumpe antes de nada. Comienza a rascar su mano, pero a diferencia de otras veces sostiene la mirada.
-Dime-
-¿Soy un monstruo?-
-... Bellatrix-
-Solo responde con "si o no"... ¿Soy un monstruo?-
-Si-
-He matado, he torturado... ¿Crees que tengo arrepentimiento de ello?-
-Puede ser-
-¿Si o no?-
-... No-
-Bien, es bueno ser honesto. Sobre todo si vamos a vivir juntas por un año-
-Bellatrix ¿A qué viene esto? Tus preguntas son tan jodidas y de doble respuesta que no siento lleven a nada-
-Mate. Por mi señor- dice dejando de rascar su mano -Torture. Por placer- intenta levantarse, un movimiento torpe en temblor hasta que queda erguida -Te dije que sé lo que soy. No olvides que soy-
-Y te dije que puedes volver a empezar Bellatrix-
-Si, lo hiciste... Lo hiciste. Yo, creo que asesine a mis padres-
-¿Por qué crees eso?-
-No trates de hacerme sentir bien. No eres una Hupplepuff, mira quién soy. Es lo lógico-
-Sí. Pero te recuerdo que aún con las señales la gente no creía que Voldemort había regresado-
-¡Oh! Y va a pasar lo mismo aquí, si. La asesina demente no mató a sus padres, es la respuesta correcta- se burla en voz chillona y cortada.
-¿A qué viene eso?-
-¿A qué?- pregunta acercándose a mí -¿A qué? Solo, mírame-
-¿Qué debo?-
-¡Mírame!- grita haciendo que salte del susto -Ese salto, eso que hace que quieras tu varita. Eso es porque soy yo Hermione, es porque soy un Mortífago, es porque soy Bellatrix Lestrange-
Se aleja, camina en círculos en el mismo lugar y comienza a morder la uña de su pulgar en la misma mano que se rascó.
-¿Debo sentir arrepentimiento?- pregunta en histeria -¿Debo?-
-Eso es-
-¡Responde!-
-¡Si! Debes hacerlo- respondo a su duda. Bellatrix deja de moverse, baja la mano y me ve tras esa maraña que dice ser cabello.
-Debo-
-Debes-
¿Es esto, es ese su shock? Saber que tener esta clase de sentimientos es lo normal e ideal.
Bellatrix... Black. Admitiendo algo así sería muy jugoso para cualquier diario, algo igual de insólito y extraño que Harry.
Una lucha mental venida tras recuerdos amargos. Haciendo que finalmente vea lo que ha causado en todos sus años de servicio a la mano de Voldemort.
-¿Sabes qué puedes hacer con eso? Con todo lo que sientes ahora- digo palmeando el asiento libre a mi lado en el sillón.
-No- responde mirando el lugar vacío.
-Puedes hacer un cambio. Sé que lo he dicho y suena tonto incluso para mí, pero lo que te aflige lo puedes volver un motor de cambio. Uno chico, pero cambio al final-
Bellatrix sonríe, lenta y corta se sienta a mi lado sin verme.
De hombros juntos y contraídos como si quisiera esconder la cara, el cabello ayuda sin duda. Por lo que lo apartó con la punta de los dedos.
-Puedes arrepentirte. Acepta lo que eres y fuiste. Y cambiar-
-Estas ¿Segura?- pregunta viéndome. Descolocándome con ojos marrones vivos, de un gran color y brillo.
-N-no quiero mentir- logro decir con un tartamudeo sin causa de razón -Tomará tiempo-
-... Lo sé. ¿Me ayudarás?-
-¿Qué no debo?- respondo con una risa. Bellatrix sonríe, aparto una vez más su cabello y quedamos viendo a la otra.
Pensé que ella era un libro abierto.
Una asesina más, una desquiciada en las noticias por la noche
Y lo es. Pero ¿Qué tan diferente es el humano del monstruo si este siente dolor?
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