16

Los pasillos siempre brillantes del ministerio reflejan mi aspecto cansado, no demacrado como lo fue hasta hace poco al lado de Voldemort. Pero si hay una gran diferencia a antes de su aparición.

Como un mínimo las ojeras han desaparecido estos meses. Los juicios fueron severos y despiadados con todo aquel que estuvo junto a Voldemort por opción propia, hasta donde entendí.

Note lo raro de la "clemencia" que tuvieron con Bellatrix como ninguno otro, Narcissa estaba feliz de que le dieran una oportunidad a su hermana y yo alegre de no deber tenerla cerca siquiera.

Aun así. La amiga de Potter termino metiéndome en una conspiración contra ellas dos.

"El peso de un gran hombre Lucius"- recuerdo me mentí frente al espejo.

Pero ha pasado un tiempo desde el pedido de "investigación" por parte de la chica, hasta ahora solo he rascado lo poco que mi precario nombre puede conseguir.

De estar en lo más alto del ministerio a ser un apenas Auror.
Seguramente mi padre se revuelca en su tumba.

Algo que me sobre paso con gusto fue la actitud de Wesley. Antes enemigos jurados y ahora aliados enemistados, y justamente eso es lo que nos trae al piso de transporte mágico. Seis pisos para tener que entender las razones de esta burda y mal planeada conspiración.

Wesley me esperaba con una sonrisa de siempre, acomodando su saco descosido y parcheado. Saluda con un admito buen apretón de mano. Ambos camínanos a la primera sección, exactamente a la parte encargada de la Red Flu, paramos en una puerta que dicta: "Donovan Cage. Directivo de transportes y servicios mágicos".

La placa dorada contrasta con la madera de la puerta y el picaporte del mismo color dorado, Wesley toca una vez... Dos... Tres. Y abren la puerta.

El viejo Donovan aparece, un intento de sonrisa tras su barba y bigote blanco sale a luz. Es bajo, bastante incluso para un mago promedio, un azul cromático adorna su traje y sus zapatos cafés brillan de lo limpio.

-Sr. Wesley- dice con alegría, me mira de arriaba abajo -Malfoy-

-Un gusto, director Donovan- inicia Wesley - ¿Cómo se encuentra en el día de hoy? –

Elocuente como siempre. Wesley sonríe con gusto, una táctica que le he visto alrededor de años de verle. Si bien, admito odiarlo como a ningún otro en todo el ministerio y fuera de este. Las buenas maneras de Wesley han hecho que, con los años, sepa despreciarle, no es para menos. Pues con una buena sonrisa engaña y atrae a todo aquel que requiera de su ayuda.

-Dígame, Sr. Wesley, ¿Cuál es la razón de su visita? – pregunta Donovan con una voz rasposa y lenta -He de suponer, que tiene que ver con el Sr. Malfoy-

-Correcto, Sr. Cage- responde Wesley ajustando el moño de su corbata -Verá, últimamente hemos estado tras un problema. Como sabe por mano propia, la cuñada de Lucius esta bajo el cuidado de la señorita Granger-

- ¡Oh, claro! - chilla con alegría -Propuse eso, una forma de cambio en el ministerio. Algo pensado entre varias personas, si-

-Bien pues, hay un problema-

- ¿¡Problema!?- ríe, va a su escritorio y se sienta tras el -Las cartas de seguimiento de la señorita Granger dicen otra cosa. Cada semana desde que se le dio las cosas mejoran, ella dice que Bellatrix Lestrange puede y debe unirse a la sociedad Muggle. Sabiendo eso, díganme, ¿Cuál es el problema? –

Wesley sigue sonriendo, tan bonachón como siempre. Una perdida de tiempo y recursos ahora.

-Alguien le dio una basura de guía a la señorita Granger- acuso sorprendiendo a Wesley del enojo de mi voz -Creemos que hay alguien o grupo dentro del ministerio que quería usar a Bellatrix para dañar a Granger-

- ¿Y acaso me culpas, un Mortifago como tú? -

-Mortifago o no ahora soy Auror y, si no lo has notado Donovan. Hablas de mi familia, lamentable o no así es e impulsar a dañar a Bellatrix a Granger es algo que en definitiva se ve mal y es preocupante-

- ¿Y cómo? -

-La señorita Granger acudió al ministro en persona para aclarar esto, y compararon ambos sus guías. Se nota el trueque en las páginas y estamos buscando al responsable-

-Pude haber sido cualquiera, alguien contra la señorita Granger-

-Eso se pensó, pero algo así de libre y centrado no puede ser llevado por un chico repartidor, Sr. Donovan-

- ¡Me está acusando de traición, de conspiración! Dañar a alguien como la señorita Granger es un gran y lamentable acuso a mi persona-

-Ya veo, si- tamborileo su escritorio -No hay razón para ponerse a la defensiva, solo decía los hechos y veníamos a ver si tenía libre cooperación-

Donovan frunce el ceño, acaricia su barba antes de sacar una pluma y hoja.

-Si es así, creo podemos fijar a ciertos individuos- comienza a escribir rápidamente sin vernos. Wesley se molesta en los segundos libres, yo me mofo y guiño el ojo -Les recomiendo ir al departamento de misterios, de seguridad mágica como del departamento de desmorizacion Muggle. Les digo estos, por su forma cerrada de trabajo y desconfianza ante los cambios actuales del ministerio-

-Gracias por la ayuda, Donovan- dice Wesley. Tomo la hoja y salgo del despacho seguido de Wesley con un: "Lo siento" -Eso no fue como debió haber sido-

-Dices eso, pero ya tenemos forma de saber quienes pueden estar tras esto-

- ¿Los departamentos anotados? -

-Claro que no Wesley, eso no- respondo riendo sobre el tema -Para ser de la orden, te acabas de relajar demasiado- muestro el papel y se lo doy -La cosa es, que claramente Donovan esta tras esto, se sabe bien-

-Note su nerviosismo, si-

-Pues bien, teniendo eso en cuenta. Ya sabemos que Donovan está en esto y, lógicamente. Las personas no anotadas aquí deben si o si estar en esto. Como dije, Lógica-

-Solo espero esto no avive un avispero-

-Es el ministerio, eso siempre pasa-

Salimos del recinto, ambos con un mismo sentimiento compartido, los dos. Con el sentir de tener ojos sobre nuestra nuca.

Y sabiendo que, como Wesley dijo. Avivamos un avispero.

......................

-Hazlo- vuelvo a pedir mirando su varita. Hermione ríe, mueve de arriba abajo la varita y susurra: "Expecto Patronum" un haz de luz y vapor sale de la punta, con un brillo aparece una nutria que revolotea por la sala de estar, vuela por todos lados y se posa al lado mío. Estiro la mano y una sensación de calidez se siente en la palma.

Miro a Hermione, ambas acostadas en el sillón. Yo recostada sobre ella, con mi cabeza en su pecho, mirando la brillante nutria mientras que la luz de la tarde ilumina.

El dolor persiste, sigue fresco después de saber la verdad. Hermione no deja de estar ahí, ahora dormimos juntas. Cada noche, en la madrugada, me gusta despertar y verla de esa manera. Calmada y siendo ella y solo ella.

Pequeños momentos personales que, si bien entiendo empezó en rabia. Ahora...

-Inténtalo- dice poniendo la varita en mi mano -Sigue mi mano, Bella-

Arriba y abajo, "Expecto Patronum". No ocurre nada, Hermione en lugar de desistir besa mi cabeza como ahora creo le encanta.

-Piensa en algo, Bella. Algo que te guste, que te haga feliz-

- ¿Cómo qué? -

-Lo que sea-

-Expecto Patronum- digo moviendo la mano y pensando en el borroso recuerdo de mi primera vez volando. No pasa nada -Expecto Patronum- ahora, llega a la mente las dos viendo la televisión, luego otro de las dos en el parque, bajo la lluvia. Un humo blanco sale de la punta junto a una débil luz.

- ¡Bien hecho, Bella! – celebra abrazándome.

Sin creerlo repito y recibo lo mismo, celebro. Sin palabras y solo chillidos de emoción.

- ¿En qué pensaste? - pregunta sin soltarme.

-En las dos- respondo viéndola de reojo, Hermione se pone roja y refuerza su agarre. Besa una vez más mi cabeza y suspira.

-Eso, está bien. Bella...-

-Hermione-

- ¿Sí? -

-Tú, las dos... Pensé que, cuando acabé el año-

La puerta es derribada, vuela por la entrada de la casa. Ambas saltamos y me tumba un haz de luz rojo.

En el dolor escucho la pelea y los hechizos, me levanto derribando al mago con ropa de Auror. Golpeo su cara y un "Depulso" me manda a volar. Hermione me llama, sujeta mi mano y cae frente a mí siendo rodeada por tres magos.

-Bella- susurra lanzando lejos la varita.

La jalan, la arrastran y los cuatro desaparecen en un crujido.

-Hermione- digo apenas por el dolor del Depulso -Hermione- repito tomando su varita. Pero una vez en mi mano me congelo, ¿Qué hago? Si voy al ministerio creerán que le hice algo, y si voy tras de esas personas haré algo horrible sin pensarlo.

¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿¡Qué hago!?

-Expecto Patronum- digo con el humo blanco – Especto Patronum- repito ahora con una luz y el recuerdo de su cariño - ¡Expecto Patronum! –

La luz crece, la varita tiembla, el haz comienza a tomar forma cada que pienso en ella y, antes de seguir. Admiro con dolor lo que ella me he hecho pasar. 

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