Capítulo 1

—¡Hace semanas que no aparecen y por más que los busque, no los encuentro!— La vieja rata caía presa de la desesperación. Lágrimas daban a su pelo un brillo particular.

—Maestro Splinter, no te desesperes, eso es lo peor que puede pasar. Tienes que ser fuerte por tus hijos. Los encontraremos.— La chica lo consolaba con una paciencia inmensa.

—Gracias, Abril, tienes razón. Es solo que ya he perdido a una familia, no puedo perder otra. Mi corazón no lo soportaría.

—Vamos, rata, ten un poco más de fé en ellos, son ninjas entrenados por tí, sería casi como si no tuvieras fé en ti mismo.— El pelinegro se tragó su miedo a los roedores en la necesidad de ayudar a alguien que había sido muy amable con él. Pero por muy confiadas que sus palabras pudieran sonar, él también estaba al borde de la desesperación.

—En fin, sigamos buscando.— Propuso Abril. —Casey, si puedes prueba a rastrear otra ves sus T-Phones*, yo volveré a intentar localizarlos con mis poderes y tú, maestro Splinter, trata de encontrar sus "yo interior"**.

—Red***, he intentado lo de los T-Phones tantas veces que me he cansado de contarlas, posiblemente estén rotos.— Se quejó Casey.

—No perdemos nada por intentarlo.— Cometó ella con esperanza.

—Puedo intentar buscarlos en la cuidad, creo que sería más útil.

—Bien.— Tras un largo suspiro de molestia, dio el aprobado.

—Gracias, Red, nos vemos.— El adolescente le dedicó una sonrisa falta de dientes y se despidió de ella con un abrazo y del viejo ninja con un movimento de su mano.

~ ~ ~ ~ ~ ~

*T-Phones: me vi la serie en inglés, así que no sé como se diría en español, pero son básicamente esos teléfonos que Donnie hizo.

**Yo interior: es como el alma de la persona, quien realmente es. Es cuestión de espiritualismo y de fé, pero si unas almas están conectadas y se tiene habilidad suficiente, se pueden localizar o tener visiones.

***Red: apodo de Casey a Abril refiriéndose a su pelo, así es como la suele llamar en la serie en inglés, no sé en español.

~ ~ ~ ~ ~ ~

La campana sonó, y cuatro adolescentes llegaban a clase a diferentes tiempos. 

Leo llegó muy puntual, como 20 minutos antes de que las clases empezaran.

Donnie llegó cinco minutos antes, con el tiempo justo para prepararse.

El profesor subió al estrado y presentó a los dos alumnos nuevos, no sin ser interrumpido justo cuando sonó la campana de inicio, por Raph, que entró diciendo "¡He llegado bien, no tienes derecho a ponerme falta!"

—Bien, señorito Raphael, no le pondré un retraso hoy, pero me veré obligado a hacerlo si vuelve a llegar así de justo.— El de ojos esmeralda susurró un gracias y subió al estrado junto a los dos alumnos nuevos.— El día de hoy es especial, no es una ocasión que se suela dar, pero tendremos cuatro alumnos nuevos en nuestra clase.

—Yo ahí solo veo tres, profe.— Bromeó un alumno. Risas le siguieron cuando el profesor se giró con desesperación buscando al cuarto y último estudiante.

En una carrera contra el tiempo, el pelirrojo iba perdiendo y por mucho, a velocidades nunca vistas atravesó la entrada del colegio, el conserje regunfuñó algo con molestia sobre lo maleducados que eran hoy en día los niños.

Corrió por los pasillos y sin siquiera golpear la puerta, entró en la clase.

—15 minutos tarde, señorito Michelangelo.— Criticó el maestro con decepción.

—Jeje... ¿Perdón?

—Ven, sube al estrado.— Dijo tras un suspiro agotado.— Vosotros tres también.— Señaló a Leo, Raph y Donnie, sentados en en centro de la primera fila, en el lateral izquierdo desde el estrado de la sexta y última fila y en el lateral derecho de la cuarta fila respectivamente****, quienes se levantaron y obedecieron al profesor.— Alumnos, es un placer presentaros a vuestros nuevos compañeros: Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo.— Según iba diciendo sus nombres, señalaba con la mano abierta a los estudiantes.—Yo soy Graciel Morgan. Espero que les deis una cálida bienvenida, así como una buena imagen de la clase y, por tanto, del colegio, ya podéis sentaros, señorito Michelangelo, en esa esquina.— Se refería a la esquina del lateral derecho, en la última fila.

La hora fue aburrida, extremadamente aburrida.

Leo estaba completamente concentrado en la explicación sobre la historia de la independencia de América que el profesor estaba explicando, aunque en realidad por dentro estaba gritando "quiero dormir ya".

Raph... Bueno, a Raph no le importaba nada, allí en su mesa, utilizó sus brazos como almohada y se durmió. O tal vez solo cerró los ojos, nunca se sabrá.

Donnie estaba interesado, el tema le parecía serio, útil e importante, siguiendo el refrán " quien no conoce la historia, está condenado a revivir la".

Finalmente, Mikey intentó imaginarse lo que contaba el adulto sobre el estrado como uno de sus cómics. Lo encontró todo divertido, divertido cuanto menos.
Y entonces, los protestantes, vestidos de nativos, lanzaron las cajas llenas de té a las turbias aguas de Boston ¡SPLASH! ¡SPLASH! Los ingleses no tenían nada que hacer salvo observar horrorizados la escena ¡OH NO! ¡QUE ALGUIEN HAGA ALGO!
¡KABOOM! ¡PUM! ¡PUM!
¡SPLASH!
¡AAAAAAAAAH!
¡PUM!

Mikey.
¡SPLASH! ¡SPLASH!

¡MIKEY!
¡KABOOM!

—¡MIKEY, RÁPIDO, EL KRAANG NOS PISA LOS TALONES!— ¿Él estaba gritando eso? Pero hace un segundo estaba en clase, sobre sus brazos y con los ojos cerrados...

—¡SI, SI, YA VOY!— ¿Qué es eso? Parece una especie de tortuga ninja gigante con una banda naranja sobre los ojos. Es feísima, bromeó y rió ante aquello. Se sentía vinculado de alguna forma a ella, pero ¿cómo? Eran tan... Familiar.

Sin controlar su propio cuerpo, le atravesó la cabeza a un robot extraño, cuyos ojos eran rosas. De pronto, escuchó ruidos raros, como de un idioma que nunca había escuchado y un cerebro con ojos verdes y tentáculos salió de dentro del robot.

Le entraron náuseas.

¿Qué diablos era esa cosa?

¿Y por qué sentía que ya la había visto antes?

—¡RAPHAEL!— El profesor de historia gritó, liberando al ojiverde de su ensoñación.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién? ¿Por qué?

—Veámos si ha estado usted atento, señorito Raphael. Lea la página 127, segundo párrafo.— Su mirada severa y expectante lo taladraba.

Tenía la mesa completamente vacía, no había sacado nada.

—¿Y bien, señorito?

Con una rapidez que no sabía que tenía, abrió la mochila, sacó el estuche y el libro de historia, abriéndolo por la página deseada y comenzando a leer el párrafo pedido.

El profesor suspiró y sonrió. Cuando terminó de leer, le alborotó el pelo con cariño y le dio las gracias, pasando a la explicación de la parte leída.

* * *

(****Respectivamente: en el orden dicho).

La clase terminó.

En el momento en el que salió por la puerta, casi todos se levantaron, nuestros cuatro protagonistas se quedaron sentados.

Una chica de pelo largo, muy ondulado, con un top azul y pantalones negros (no es un OC) se acercó a todos y cada uno de los recién llegados, ordenando que se levantaran.

—Dona... ¿Donatello? ¿Por qué tienes un nombre tan raro? ¿Es el del artista renacentista?— Preguntó con acento pijo.

—Uhmmmm... Puedes llamarme Donnie, gracias. Tengo un nombre raro porque me llamaron así y sí, está inspirado en el artista renacentista.— Parecía ligeramente molesto por la situación.

—Verás, yo soy la delegada de la clase y es mi deber presentarte todo esto. Durante la próxima hora me han dado permiso especial para enseñaros las instalaciones y explicaros. Levántate, vamos a por los otros tres.— Ella sonrió mientras apoyaba una mano sobre su cintura. El de ojos marrón-rojizo solo pudo suspirar con molestia y levantarse de su silla.

No tuvieron que andar mucho hasta que llegaron a la mesa del pelirrojo.

—¿Michelangelo..?— Comenzó a preguntar ella.

—¡Oh! ¡Hola, chavala! Puedes llamarme Mikey, ¿y tú eres?— La sonrisa que portaba era radiante, las pecas se expandían por toda su cara.

—Puedes llamarme Ela, soy la delegada y os voy a enseñar el instituto, levántate y sígueme.— Le sonrió de vuelta.

Caminaron por la pare de atrás de la clase y aunque sólo tenían que andar la distancia de seis pupitres, les llegaron siete bolas de papel a cada uno.

—¿Raphael?— Preguntó ella.

—¿Qué quieres?— El tono era agresivo, él solo quería dormir.

—Ven conmigo, por favor.

—¿Por qué debería?

—Porque soy la delegada.

—¿Y a mí qué?

—Te voy a enseñar las instalaciones.

El pelinegro gruñó antes de ponerse de pie a regañadientes y seguirla a la primera fila.

La primera fila era mucho más tranquila que la última, desde luego.
Se respiraba un aire de armonía y amistad utópico***** que molestaba a Raph, intrigaba a Donnie y emocionaba a Mikey.

—¿Leonardo?

El nombrado levantó la cabeza y sonrió.

—Tú debes ser la delegada de clase Ela.— Inquirió el de ojos zafiro.

—Has acertado.— Sonrió de vuelta.

—Que rol más genial, debes estar contenta con él.

—Gracias, es que soy muy lista y capacitada para esta tarea.

—Supongo que vas a enseñarnos las instalaciones.

—Supones bien, sígueme.

Los cinco salieron de la clase.

—Wow chaval, que bien informado estás.— Elogió el pelirrojo con una sonrisa.

—Es lo que tiene llegar 20 minutos antes, tardón.

El contrario rió.

(*****Utópico: que es una utopía, un deseo de un mundo feliz en el que todo es perfecto, pero no será nunca posible porque es demasiado perfecto)

~~~~~~~~Aquí encontrarás una explicación de cómo es el instituto. Es larga y aburrida, si no quieres leer esta parte, desliza hacia abajo hasta el próximo aviso~~~~~~~~

Llegaron a la entrada principal del instituto.

—Por aquí solo podréis entrar cuando lleguéis tarde, os tengáis que ir a media clase u os hayan cerrado la entrada de alumnos a la cual iremos luego. Ahí está el mostrador de consejería.— Señaló una mesa con un plástico protector con agujeros rectangulares para que los conserjes se puedan comunicar bien que aquellos que tengan un problema.— Por aquí.— Siguiendo el vestíbulo, giraron a la izquierda a un pasillo.

»Aquí están el despecho del director, jefatura, el aula de convivencia****** y demás cosas directivas que espero que nunca tengáis que saber porque significaría que os habéis metido en problemas. En frente está la Sala de Profesores, prohibida a todos los alumnos.

Profundizó un poco el pasillo.

»Aquí tenemos el seminario de física y química, donde los profesores de dicha asignatura guardan sus cosas. Con todos pasa lo mismo, los profesores de la materia respectiva al seminario adoptan este como su oficina. Al lado del lugar en cuestión siempre habrá un aula dedicada a la asignatura. En este caso, aquí tenemos el laboratorio uno y el laboratorio 2, donde se harán prácticas en los desdobles*******.
Al final del pasillo tenemos el comedor, donde los cocineros preparan la comida todos los días para aquellos que no pueden ir a comer a su casa. También es donde se come el almuerzo, principalmente. Otros prefieren salir al patio.

Desanduvo todo el pasillo y los llevó por la derecha desde el vestíbulo, a otro pasillo.

»Este pasillo está dedicado a aulas, todas son de nuestro curso y la nuestra es la tercera.

Los llevó a una salida paralela a la entrada.

»Aquí está el patio. Siempre es verde, en primavera hay margaritas creciendo por todo el lugar y hay rosas a los lados de los caminos. El gimnasio está allí además de una dos canchas de fútbol y una de baloncesto.

Volvió a entrar y los llevó al primer piso por las escaleras que había en el centro del vestíbulo.

En el primer piso, giró a la derecha, llevándolos por otro pasillo.

»Este pasillo está también dedicado únicamente a aulas.

Los llevó por el pasillo izquierdo.

»Aquí encontramos el seminario de lengua, así como el aula de audiovisuales de esta asignatura. También encontramos el seminario de biología y el laboratorio de disección. No me olvido de la biblioteca, justo ahí. En el resto del piso solo hay aulas.

Volvió a subir las escaleras, hasta el segundo piso y, de nuevo, pasillo izquierda.

»Este es el seminario de matemáticas, los profesores de matemáticas son los más estrictos e irritantes y tienen al lado de su departamento el aula de exámenes. Bueno, allí está el seminario de historia y posiblemente el mejor aula del instituto, la galería fotográfica. El resto son aulas normales.

Las escaleras fueron utilizadas de nuevo y llegaron a la tercera y "última" planta.

~~~~~~~~La explicación del instituto no ha terminado, pero lo que viene a continuación es importante.~~~~~~~~

»En este piso, lo único interesante es el seminario de arte y el aula de dibujo, que es enorme. se pueden subir más las escaleras, pero llevan al ático, prohibido terminantemente para los alumnos. Corren rumores sobre el ático, ¿sabéis? Supongo que es lo que tienen los lugares prohibidos, siempre despiertan curiosidad. Hay algunos que dicen que allí arriba está el armario que te lleva a Narnia, es absurdo. Hay quienes dicen, que esta escuela trabaja con alienígenas y que allí está su base. También dicen que hay un monstruo que devora niños. La verdad, no sé si creérmelo, niños han desaparecido, es cierto, pero posiblemente los hayan expulsado por mirar donde no debían.

Leonardo estaba algo asustado, pero lo ocultó bajo una faceta de serenidad y de parecer analizar la situación. Aquel ático le daba escalofríos, no sabía por qué.

Donatello no estaba asustado en lo más mínimo, estaba curioso y se sentía atraído al lugar de alguna forma.

A Raphael le daba bastante igual, pero no podía evitar tener ese sentimiento de que allí había algo, el qué, no sabe, pero allí hay algo.

Mikey estaba asombrado y su curiosidad desbordaba, ¿qué importaba si habían desaparecido niños? ¡Tenía que ver lo que había allí! Aunque ir solo le daba miedo, ¿y si el monstruo le comía? No podía arriesgarse.

-Bueno, chicos, vamos a la cafetería, os explicaré un par de cosas más sobre el instituto.- Habló la delegada mientras se acomodaba el pelo.

Ya en el lugar, se sentaron los cinco alrededor de una mesa. 

-Muy bien, esto no es algo que los profesores os vayan a contar o que tomen en cuenta, pero aquí hay varias bandas, cinco en total: pijos, bullies, nerds, normales y artistas. Cada uno tiene sus propiedades y forma de ser.- Comenzó a explicar ella.

-¿Y tú qué eres?- Preguntó Donnie.

-Yo soy pija.- Anunció con orgullo.- Cada banda tiene un líder, yo soy líder de los pijos, y también se lleva mejor o peor con el resto de ellas. Los pijos se llevan bien con los artistas y tienen una alianza con los normales. Los normales también se llevan bien con los artistas, al igual que los nerds, aunque estos no tienen ningún aliado directo porque son muy irritantes. Los artistas tienen buena relación con prácticamente todo el mundo excepto con los bullies y estos se llevan mal con todos los bandos, teniendo una rivalidad directa con los nerds.

-No he entendido nada.- Sonrió Mikey. Raph susurró por lo bajo un "joder, yo tampoco".

Leo parecía intentar procesar la información y el de ojos marrón-carmesí suspiró molesto y le pidió a la delegada un papel y un boli, donde segundos después de haberlos conseguido, escribió algo y lo enseño a sus compañeros.

-Una estrella pentagonal dentro de un pentágono que relaciona a las bandas, en cada punta hay una banda, observad.- Señaló los diferentes puntos mientras re-explicaba lo que la pija les había dicho segundos antes, solo que de una forma más amena, como si ya estuviera acostumbrado a explicar cosas a personas que no entendían lo que él sí era capaz de entender. 

...

 -¿Entendéis lo que quiero decir con esto?

-No.- Una pequeña tortuga humanoide con pecas le sonrió. Suspiró.

-Oh, vamos, Donnie, es Mikey, no creo que vaya a entenderlo por mucho que le expliques.- Otra tortuga le hablaba, esta de un color más oscuro y con una grieta en su plastrón. 

-No sé, Raph, es complicado...- Trató de defender otro reptil más, este de color más azulado, pero sin pasar del verde, con los ojos ligeramente achinados.

-¿Cómo va a ser complicado el uso del control remoto para la televisión?- Preguntó a los reptiles. Les volvió a explicar todo de nuevo, con una paciencia infinita, hasta que todos lo entendieron mínimamente.

...

Donatello estaba desorientado. ¿Qué había sido eso? 

No le tomó importancia. La delegada había terminado de explicarles todo (o casi todo). 

Se tomaron unos minutos para charlar en el comedor de cosas aleatorias, siendo Mikey el que más hablaba, cosa que irritaba ligeramente a todos los que allí se encontraban, aunque al mismo tiempo les llenaba una sensación de calidez. 

Leo hablaba también bastante, aportando cosas que, por alguna extraña razón hacían que todos se sintieran cómodos.

Donnie hacía aportaciones, no muchas, pero siempre muy inteligentes y daban para pensar.

Raph entraba y salía de la conversación a su aire, parecía no estar escuchando, pero era todo lo contrario. De vez en cuando, les llevaba la contraria todo lo que podía a los presentes, sobre todo al de ojos azul índigo. Hacía comentarios sarcásticos y cuando el pelirrojo decía algo lo suficientemente estúpido, le daba un codazo, al igual que al de pelo castaño solo que este era porque lo que decía era demasiado inteligente y no lo entendía.

Hablaron hasta que sonó el timbre y los cinco se dirigieron su aula, donde empezarían la siguiente clase.

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Fin del capítulo 1😈🤙

Espero que os haya gustado, me voy a dormir porque me estoy muriendo de sueño🤭

Me ha costado mucho escribir esto JAJ me voy a matar

Na bromita

Me despido,

Ciao~

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