Capítulo 9: Nueva Jersey.
᯽ᚔᚔᚔᚔᚔᚔ߷ᚔᚔᚔᚔᚔᚔ᯽
Bautista estacionaba su auto fuera de su antigua casa, era pequeña y hecha pedazos. Tenía grafitis en sus paredes, todas decían lo mismo "La bestia Williams". Le recordaban su pasado. Miró al asiento del acompañante, donde había aventado su chaqueta, y al levantarla, vio la de Leah. Cerró los ojos y bajó el auto, subiendo el cierre de su chaqueta. Metió ambas manos a los bolsillos de la chaqueta y cruzó el cercado que estaba abierto, mirando el patio delantero marchito.
Caminó hasta la puerta de madera gris y la abrió de un solo empujón. La casa estaba vacía, llena de polvo y sin ninguna energía. Estaba apagada. Se dirigió a su viejo cuarto, el que estaba al final del largo pasillo oscuro, y entró, encontrándose con un vacío similar al de su pecho. Vio las paredes, frías y sin emoción, rotas de las veces que él las golpeó hasta el punto que sus puños sangraran. Sacó su mano del bolsillo y pasó sus dedos por las hendiduras de la pared, recordando cada una de las veces que las hizo.
Su mente viajaba a sus recuerdos.
FLASHBACKS.
Un joven Bautista de 15 años entraba a la habitación hecho una furia, lanzando su mochila sobre la destartalada cama. Su ojo morado le dolía y sus manos sangraban.
-¿Bautista?.-Oyó la voz de su madre por el pasillo.-¿Qué paso, hijo?. ¿Por qué has llegado así?.-Preguntó su madre, intentando abrir la puerta.
-¡VETE!.-Gritó el adolescente, respirando irregularmente, tratando de que sus lágrimas no cayeran por sus mejillas.
-Hijo, ¡Todo tiene solución!. Abre la puerta, pequeño.-Pidió su madre, con la voz temblorosa. Ella odiaba cuando su hijo se comportaba así.-Ha llamado tu tío, ¿Por qué golpeaste a tu primo Eric?.
Bautista caminaba por la habitación, recordando las palabras que su primo había dicho.
-¡No eres un Monstruo, Bau!. Abre, por favor.-Dijo su madre, intentando abrir la puerta nuevamente, pero fracasando al instante.-Hijo, por favor...
-¡DIJE QUE TE VAYAS!.-Gritó el niño, golpeando la pared, cerca de la puerta, asustando a su madre.
●
-Vamos, Amigo.-Dijo un Jordan de 16 años.-Serás una estrella en ese lugar, no conozco a nadie con ese gancho izquierdo.
-No lo sé, J. ¿Qué pasa si me cegó en la pelea?. No quiero ser un monstruo.-Respondió un Bautista de 16 años, dándole una calada a su cigarrillo.
-No eres ningún monstruo, hermano.-Recordó Jordan.-Además, el boxeo es un buen deporte para controlar el enojo. Mira a mi hermano Dylan, es el mejor de su gimnasio. Tú puedes, Bau. Confío en que lo harás. Un saco de boxeo es mejor que tu pared.-Dijo, mirando la pared que estaba dañada.
-No lo sé.-Soltó Bautista, tirando la colilla de su cigarrillo al cenicero.
●
-¿Eres una niñita, entonces, Williams?.-Dijo Tadeo Smith, bajando de su motocicleta. Ese era el peor enemigo que podía tener el par de amigos.
-¿No serás tú, la niñita?.-Replicó Jordan, apoyado en su motocicleta, pasando la cerveza a su amigo de 18.
Bautista sonrió divertido.
-¿Por qué no lo comprobamos?.-Preguntó Tadeo, mirando al Williams.
Jordan miró a su amigo y ambos asintieron.
Esa fue la primer pelea callejera que tuvo Bautista, dejando a su contrincante con las costillas dañadas y el rostro desfigurado. Su Monstruo despertó cuando el Smith dijo algo sobre la madre de él. Ni Jordan, ni los que acompañaban al otro, pudieron sacárselo de encima, hasta que Amanda Roggers, ex del chico, logró calmarlo.
FIN DEL FLASHBACK.
Desde entonces, las peleas jamás pararon. Bautista cada vez se volvía más y más agresivo en sus salidas, y a la mínima provocación, él comenzaba una pelea. Hasta ese día, el día que lo apodaron "Bestia".
El sonido de su teléfono lo sacó de sus propios recuerdos, lo sacó se su bolsillo y miró quien le llamaba.
Jordan 🎸 llamada entrante.
Atendió, escuchando la voz de su amigo al otro lado.
-Hey, viejo, ¿Dónde estás?. Tu madre me ha llamado hace unos minutos, dijo que no has vuelto a casa ni le respondes los mensajes.
Bautista gruñó y salió de la habitación, comenzando a caminar hacia las afueras de la casa.
-Estoy aquí, amigo. Estoy en casa.-Respondió, montandose en su coche.-¿Estás en la tuya?.
-Sí. ¿Qué rayos haces, amigo?.-Preguntó Jordan, al oír un motor de un auto al otro lado de la línea.
-Ya verás.-Dijo Bautista, colgando el teléfono, dejando a su mejor amigo confundido.
Dio un último vistazo a su antigua casa, y suspiró, para luego arrancar el auto y manejar hasta la de su mejor amigo desde pequeño.
Cuando el coche paró frente a la casa de Jordan, el chico Williams sintió una sensación de calidez en su pecho, esa sensación de estar en casa. Bajó el auto, acomodando su chaqueta y caminó hasta la puerta roja, golpeando ligeramente. Esta se abrió, dejando ver a un chico de 24 años, rubio, con ojos grises y una sonrisa divertida. Jordan Gutiérrez, el latino amigo de él.
-¡Hermano!.-Exclamó Jordan, abrazando a su amigo con alegría. Llevaban varios meses sin verse.
-Hermano.-Dijo Bautista, siguiendo el abrazo del rubio.
-¿Qué haces por aquí, amigo?.-Preguntó el latino, con su acento Argentino marcado.-¿No es muy pronto para que escapes del campo ese?.
-Jamás es pronto para ver a mi mejor amigo.-Dijo Bautista, separándose del abrazo, mirando el rostro de su amigo, el cual, tenía una ceja elevada.
-¿Qué paso ahora?.-Preguntó Jordan, comenzando a caminar al interior de su casa, con Bautista pisándole los talones.-¿Tu padrastro es un idiota como pensaste?. ¿Tu hermanastra es una dramática?. ¿Tu madre cómo está?.
-No. Sí. Bien.-Dijo en orden a sus preguntas.
-¿Entonces?.-Insistió Jordan, sentándose en el sofá marrón de cuero.
-Es solo que...-Dijo Bautista, corriendo la mirada al suelo.-Extrañaba mi hogar, al inútil de mi amigo.
Jordan asintió poco convencido. Vio como su amigo vacilaba para sentarse en el otro sofá de cuero marrón. Hizo una mueca.
-¿Pasó otra vez?.-Preguntó con cautela.
Bautista levantó la vista, mirando a los ojos grises de su amigo. En ellos había preocupación, ansiedad y tristeza. Su amigo le tenía lástima.
-Sí.-Murmuró Bautista, con pena.-Ellos comenzaron a decir cosas horribles de ella, lo que le harían, lo que...
-¿Ella?.-Interrumpió Jordan.-¿Hay un "Ella" en esta historia?.
Jordan era muy observador, y sabía que su amigo estaba cambiando, solo que antes no sabía la razón. Ahora sí lo sabía.
Bautista vaciló, mirando nuevamente al suelo. Jugaba con sus manos de manera nerviosa.
-Solo una amiga.-Respondió Bautista.
-Bau, no me engañas. Puedes hacerlo con todos, incluso contigo mismo, pero a mí, jamás.-Dijo Jordan, dejándose caer de espalda al respaldar del pequeño sofá individual.-Ambos sabemos que cuando eso pasa, es porque han dicho o hecho algo a alguien que te gusta, importa o interesa. Así que no me vengas con esas estupideces.
Bautista inhalo con pesar. Sabia que su amigo tenía razón, pero se negaba a admitirlo y elevarle el enorme ego al mismo.
-Ella lo vio.-Continuó Bautista, cerrando los ojos.
-Y crees que te teme.-Supuso Jordan, mirando a su amigo.
-Lo hace, lo vi en sus ojos.-Replicó Bautista, abriendo los ojos y mirando a su amigo con seguridad.
Jordan suspiró y se levantó del sofá, para caminar hasta su amigo y palmear su espalda, en lo que este cerraba los ojos con cansancio.
-Mira, Bau.-Dijo Jordan.-Jamás en la vida pensé en decírtelo, porque supuse que lo tenías claro ya.-Chasqueo con la legua.-No eres un Monstruo, Bautista. Te lo he dicho. Tu madre te lo dijo. No eres un Monstruo.-Repitió.-¿Sabes que eres?.
Bautista abrió los ojos y levantó la cabeza para ver a su amigo.
-Eres un idiota por haber huido de allá, de ese campo, todo por eso. Escucha, nunca te vi tan enamorado desde Amanda, y teniendo en cuanta de que ella era solo una diversión para ti, creo que esta nueva chica es un verdadero enamoramiento.-Dijo Jordan, palmeando la espalda del muchacho.-No seas idiota, no arruines algo que sé que no volverás a encontrar por tu inseguridad.
-No estoy enamorado. La conozco hace semanas, y recién ayer salimos. Es mi compañera de trabajo.-Irrumpió Bautista, negado.
-Créeme amigo, cuando digo que estás enamorado.-Sonrió levemente.-Tu mirada es otra cuando la mencionas. ¿No has tenido nervios o se te ha acelerado el corazón al estar cerca de ella?.
-¿Cómo sabes?.-Preguntó Bautista, frunciendo el ceño.
-Porque lo he sentido con Melissa.-Respondió Jordan, con un brillo en sus ojos.-A lo que voy, es que eres tan testarudo que ni tu mismo has notado que estabas cayendo a los pies de esa chica.
-Todo acabó.-Cortó Bautista.-Le dije que no quería verla. No quiero lastimarla más de lo que ya hice. ¿Y si me enojó y la daño?.
-Alguien alguna vez dijo: "El amor es un sentimiento raro, si te sientes mal, recuerda que yo amé a alguien que ya amaba a alguien más.". No es tu caso, pero, aún así, el amor es raro.-Dijo con algo de gracia.-Nos enamoramos de quienes no debemos, amamos a quienes nos dañan, y sobre todo, negamos a amar por miedo.-Apretó el hombro de su amigo.-No temas a amarla, amigo. Y si algún día, la dañas fuera de conciencia, entonces estaré esperando para golpearte y luego para tomar unas cervezas hasta que no puedas más de lo ebrio que estés.
Bautista sonrió escasamente y asintió.
-Puedes quedarte hoy.-Dijo Jordan.-Mi casa es la tuya.-Soltó el hombro de su amigo y caminó a la cocina de la pequeña casa.-Y, ¿Bau?.
-¿Sí?.-Murmuró Bautista, mirando a la mesa de té.
-La bestia murió el mismo día que te fuiste. Ya no existe. Solo eres tú, amigo, Bautista el idiota Williams.
Bautista rió. Jordan desapareció en la cocina, estaba por preparar una cena para ambos, ya que solo vivía él desde que su madre murió el año anterior. Bautista quería mucho a su amigo, era su hermano de otra sangre, su mejor confidente y consejero. Sentía pena por él, ya que estaba solo, pero desde que Jordan comenzó a salir con Melissa, ya no estaba tan solo.
Bautista sintió su teléfono vibrar, solo sacó de su chaqueta y miró el mensaje. Era de Camila.
Camila Andrews 👱🏻♀️: No sé donde estés, tampoco que haces allí, pero espero que estés bien. Quizás no seamos unidos, mucho menos "hermanos", pero, deseo que te encuentres bien y que cuando puedas, y quieras, regreses. Todos aquí estamos preocupados, y aún más, esa chica que dices que es tu compañera. Sea lo que sea que hiciste, no eras tú, Bau. Eso no te define como persona. Vuelve, Bau.
Bautista suspiró pesadamente y sintió que algo se quebraba en su pecho a medida que leía el mensaje por segunda vez. Sus manos temblaron y escribió, con lágrimas en sus ojos.
Bautista Williams: Volveré pronto, Cam. Estoy bien. También me importas, Hermanita. Los quiero.
Jordan vio que su amigo lloraba mirando su teléfono. Se acercó y dejó la bandeja de sándwiches en la mesa de té y abrazo a su amigo. Ellos no tenían problema con demostrar su cariño, ellos no tenían una "Masculinidad frágil", después de todo, se vieron crecer y eran amigos sin secretos. Bautista sollozo en los brazos de su mejor amigo.
-Tranquilo, hermano, tranquilo.-Susurró Jordan, acariciando la espalda de su amigo.-Tranquilo...
⋆⋆⋆⋆⋆⍣⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⍣⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⋆⍣⋆⋆⋆⋆⋆
No sé ustedes, pero yo amo a Jordan.
¿Camila y Bau finalmente serán hermanos?.
¿Qué creen que pasará cuando Bautista vuelva a la reserva?. ¿Finalmente admitirá su extraño sentimiento hacia Leah?. Los leo 👀
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top