Capítulo 6: ¿Lista para la playa?.

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-¡Leah Amelí Clearwater, sal ahora mismo de ese baño!.-Gritó Marlene, al otro lado de la puerta, mientras las demás Improntas sostenían vestidos y sandalias detrás de ella.

-¡JAMÁS ME PONDRÉ UN VESTIDO!.-Gritó Leah, del otro lado de la puerta.

¿Cuál era el contexto de la situación?. Ariadna llamó a la "Manada de Improntas" por la emergencia del código gris. Cita.

Marlene, Madison, y Kim, habían seguido a las menores hasta la casa Clearwater con bolsas de ropa y sandalias que combinan. Kim había llevado sus productos de cabello, Madison sus maquillajes, Marine sus sandalias más bonitas, Ariadna sus joyas, Sasha sus chaquetas favoritas y Marlene un bolso con ropa.

-Esto es una pérdida de tiempo, y el improntado vendrá en una hora, Leah, ¡Sal de ese bendito baño!.-Chillo Ariadna, golpeando la puerta.

Marine se acercó a la puerta y alejó a su mejor amiga de esta antes de que la rompiera. Madison suspiró y toco lentamente la puerta.

-Leah, no usarás un vestido si no quieres.-Comenzó a decir la pelirroja mayor, ignorando las caras de desilusión de las demás Improntas.-Tampoco te maquillaras, ni siquiera te peinaremos. ¿Bien?. Debes estar lista para cuando tu chico venga, y debes impresionarlo como tú eres, eso es lo que importa, que seas tú misma. Ahora, sal del baño, por favor.

Leah se miró al espejo y se inspeccionó de arriba‐abajo. Miró su rostro, su piel morena rojiza, sus ojos negros y su cabellera corta azabache. Observó su cuerpo, en forma y delgado, con sus atributos bien definidos. Ella era hermosa, ella se amaba, y él la querría como ella era, eso era lo único que debía importar. Suspiró antes de girarse a abrir la puerta.

-Me vestire como quiera.-Sentenció Leah, mirando a Marlene.-No me maquillare.-Miró a su cuñada y a Marine.-Y no me harán nada en el cabello.-Miró a Kim.-Iré como soy, punto final.

Las Improntas asintieron, algunas decepcionadas, y dejaron el pasó libre a la loba, que comenzó a caminar a su cuarto, cerrando la puerta a sus espaldas, dejando a las chicas fuera de la casa.

-Bien.-Dijo Marlene.-Vamos a esperarla en la sala.-Le indicó a las demás.

Leah caminó nerviosa por el cuarto. Pasaba sus manos por su cabello, cerrando los ojos y respirando rítmicamente antes de perder la cabeza. Abrió los ojos y su vista cayó en el cuadro donde estaba la foto de ella y su padre antes de que falleciera. Ambos sonreían, Leah estaba junto a su padre mientras él sostenía una tanza donde colgaba un pescado enorme.

-Ay, papá.-Susurró Leah, caminando hacía el cuadro.-Juraría que estarías saltando en un pie de saber que logré imprimar.-Sonrió triste, tomando la foto y acariciando el rostro de su padre.-Estarías tan feliz...

Dejó la foto en la cómoda y caminó hasta su armario, donde sacó un Jean azul desgastado, una blusa gris y unas zapatillas negras, que eran las más presentables que tenía. Se encaminó hasta la puerta y se dirigió al baño, donde se dio una ducha y se cambió. Cepillo su corto cabello y se hizo dos trenzas pequeñas en la parte delantera, las cuales ató en la parte trasera de la cabeza. Se miró al espejo y sonrió.

-Tú amarías este momento, papá.-Susurró.

Bautista miraba sus dos outfits que estaban tendidos en la cama, con indecisión. Había optado por un Jean negro y una camiseta gris, y otro Jean azul con otra camiseta gris.

-¿Por qué las camisetas deben ser grises?.-Preguntó Camila, sentada en la silla giratoria del joven.

-No lo sé, sólo quiero ponerme una de estas.-Dijo Bautista, pasando su mano por su cabello.-Por eso te he llamado, Camila. Ayúdame a elegir.

-¿Le dices a la chica que se viste con colores rosas que te ayude a elegir ropa?.-Preguntó Camila, mirando a su hermanastro con el ceño fruncido.

-Me estoy arrepintiendo.-Murmuró Bautista.

Camila se levantó de la silla y caminó hasta la cama, miró bien ambos outfits. Ignorando como su hermanastro movía su pie de forma nerviosa. Frunció los labios y tomó el Jean azul.

-Este.-Dijo Camila, mirando al chico con una pequeña sonrisa.-Es de día, y es la playa, quedará bien con un Jean claro.

-¡Eres mi salvadora!.-Aplaudió el chico, saltando a abrazar a la chica.

La rubia quedó estática al sentir los brazos del chico a su alrededor. No estaba a acostumbrada a sentir afecto de otra persona que no sea su padre. Bautista sintió lo tensa que estaba la chica, por lo que decidió soltarla lentamente.

-Lo siento, es la emoción, creo.-Murmuró Bautista, con el ceño fruncido.

-No es nada.-Murmuró Camila, dejando el Jean sobre la cama.-Te interesa mucho esta chica, ¿No?.

Bautista la miró con el ceño fruncido y negó confundido.

-¿A que te refieres?.-Preguntó el muchacho, tomando la ropa.

-Según oí de tu madre, no eras de estar nervioso por verte con una chica.-Contestó Camila, encogiéndose de hombros.-Y estás hasta sudando.

-La chica de hoy, es mi compañera de trabajo. Nada más, Camila.-Excusó Bautista, comenzando a caminar hacía su baño.

-Sólo digo que, quizás, sientas algo por ella, pero eres tan testarudo que no eres capaz de admitirlo.-Sinceró Camila.

-Lees muchos libros de amor, Camila.-Alegó el chico, parándose en la puerta del baño.

-Puede ser, pero yo creo que no es eso.-Defendió la rubia, comenzando a caminar hacía fuera de la habitación.-Ah, y, ¿Bautista?.-El joven asintió.-Ella, quien quiera que sea, tiene sentimientos, no la cagues.

Bautista se quedó mirando a su hermanastra, mientras esta salía de la habitación cerrando la puerta. ¿A qué se refería con no cagarla?. Meneo la cabeza y se metió al baño para darse una ducha rápida, para luego cambiarse. Al salir, ya vestido, tomó su chaqueta de cuero marrón y salió disparado de la casa. Montó su auto y conducía hacia la casa Clearwater.

Los nervios comenzaron a jugarle en contra, su estómago comenzaba a cerrarse y su corazón comenzaba a latir fuertemente en su pecho. ¿Desde cuándo estaba nervioso por una salida con una chica?. Para él, esto, era algo nuevo.

Estacionó fuera de la vivienda de Leah, apagó el motor y bajó del auto lentamente, lleno de nervios. Caminó a paso inseguro hasta la puerta, donde tocó levemente y aguardó. La puerta se abrió y una joven peli-azul estaba parada con una sonrisa enorme en su rostro.

-Debes ser Bautista, pasa, pasa.-Dijo la joven, tironeando del brazo al chico para hacerlo entrar.-Mi nombre es Ariadna Miller, soy prima de Marlene y cuñada de Leah.

Bautista miró extrañado a la chica, y dejó que lo lleve como un muñeco de trapo hasta el salón, donde, para sorpresa del chico, habían unas cinco chicas, entre ella, dos reconocidas, Marlene y Marine.

-¡Leah, Bautista llegó!.-Vocifero Ariadna, aún sosteniendo al chico del brazo.

-Lamento que se comporte de esta manera.-Dijo Marlene, acercándose a los dos jóvenes y dándole un manotazo a su prima, haciendo que suelte al muchacho.-Mi prima no se controla mucho.

-Auch.-Siseo Ariadna, acariciando su mano.

Bautista asintió levemente, incómodo, y apretó los labios. Debía esperar a Leah con esas seis chicas que lo veían con los ojos saltones y estaban a nada de gritar como locas.

Mientras, la loba daba su último respiro y salía del baño, acomodando su cabello por última vez. Caminó hasta las escaleras y comenzó a bajarlas lentamente, viendo como el azabache volteaba a verla con el rostro lleno de sorpresa. A los ojos de Bautista, Leah era hermosa. Cuando pisó el último escalón, el muchacho se acercó bajo la atenta mirada de las seis personas que habían al otro lado del salón.

-Te ves muy bonita, Leah.-Murmuró nervioso, mirándola a los ojos. Notó como las mejillas de su compañera se tiñeron de un color rojizo.-¿Lista para la playa?.-Preguntó, estirando su mano.

Leah lo miró con una sonrisa tonta y asintió, tomando su mano. Caminaron hasta la puerta y, prácticamente, huyeron de los gritos de las demás Improntas. Bautista le abrió la puerta del coche a Leah y luego rodeó el auto para montarse él.

-¿Estás bien?.-Preguntó Bautista, poniendo en marcha el auto.

Leah suspiró y miró al chico, pudo verlo mejor. Notó que estaban vestidos iguales, sonrió divertida y avergonzada.

-Vamos iguales.-Comentó Leah.

-Creí que era el único que lo notó.-Rió Bautista.



































































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Dos cosas.

Uno. ¿Quién es el próximo?.

Dos. Miren el video que hice sobre las casas de Hogwarts de las Improntas.

¿Les queda?.

Comenten cheee, me aburro sin sus comentarios.

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