Resaca


Resaca

Capricornio chico & Piscis chica

Capricornio* fue el primero en levantarse, tenía un ligero dolor de cabeza, nada que ameritase tomar algún medicamento, sin embargo, él no pensaba lo mismo por Piscis, la cual aún no había despertado.

El la miró atentamente, su cabello tapaba un poco sus rostros, lentamente él retiró el mechón y la miró con más atención.

Ella arrugó su nariz y él sonrió, ¿Cómo había podido ser tan ciego? Siempre estuvo pensando en Cáncer, estuvo siempre al lado de Cáncer y nunca se dio cuenta de quien realmente estaba allí viéndolo desde otro punto de vista. Piscis había cambiado desde hace más de cinco años, ya no era la chica débil de siempre, se había vuelto más fuerte, aunque siempre lo había sido.

Recordó la vez que la encontró llorando, él se había acercado a ella y como siempre, no sabía que decirle o cómo actuar frente a una persona que estaba llorando. Él le dijo, "lo único que vale la pena llorar es por un libro y una mascota. No llores por un imbécil que no te valora" pero lo que él no sabía era que ella lloraba por culpa suya, lloraba porque se había enterado de que estaba enamorado de Cáncer y ella había estado enamorada de el por muchísimo más tiempo.

- ¿se te perdió algo? – dijo Piscis con una sonrisa- ¿o se te perdió otra igualita?

- Ninguna de las dos preguntas- él sonrió inconscientemente y acarició su mejilla suavemente- solo admiraba lo que tanto buscaba en otra persona cuando en realidad estaba la persona que estaba buscando no era la que estaba a mi lado, era la que estaba viéndome a lo lejos.

- Te inspiraste Cabra – dijo Piscis mientras se colocaba frente a el – es lindo ver tu lado romántico – Capricornio* sonrió -¿Qué hizo que te inspiraras?

- Recordé la vez que te vi llorando y me acerqué y...

- Estaba llorando por ti – Capricornio* abrió los ojos sorprendido.

- ¿por mí? – ella asintió y se pegó más al pecho desnudo y con una sonrisa asintió.

- Ese día me di cuenta de que te gustaba cáncer, eso me dolió, porque siempre me gustaste, por más de siete años estuve enamorada de ti, se podría decir que te he querido por más de siete años y tú no sabías. Pero no quiero que te sientas mal ni nada por el estilo, yo...

Capricornio* la pegó a su pecho y la apretó fuertemente contra él.

- Lo siento mucho Piscis – él la apretaba contra el fuertemente pero no lo suficiente como para sofocarla. él quería trasmitirle que lo sentía mucho, que él la quería. Porque era así, la quería.

- No ha porque pedir disculpas Cap* - ella alzó la vista y su fundió sus ojos azules con los ojos miel verdosos de su querido Capricornio*

- Te quiero Piscis- dijo Capricornio* besando la cabeza de Piscis con delicadeza.

- Te quiero Capricornio* - respondió y volvieron a dormir.

Capricornio chica & Escorpio Chico

Capricornio fue la primera en levantarse, pero no se levantó de la cama por dos razones.

Primera: no podía, tenía a Escorpio* enrollado en su cuerpo

Segunda: tampoco podía, le dolía mucho la cadera.

- Cuando despiertes Escorpión marino... te diré unas cuantas cosas

- ¿me dirás que mutante? ¿Qué te dejé adolorida? Pues no acepto ninguna queja porque fuiste tú la que decías que...

- ¡cállate! – Escorpio* le tapó la boca a Capricornio

- Hay gente que duerme – dijo mientras sus ojos penetraban los de ella. – eso significa que si quieres hacer ruido, podrías hacerlo pero de otra manera más... melodiosa para mis oídos... - Capricornio enrojeció y se tapó la cara

- Eres un indecente – dijo tratando de disimular una sonrisa atrevida

- Toda mujer merece un pervertido detallista con alto coeficiente intelectual, romántico y de mente sucia. Así que... aquí me tienes – dijo extendiendo sus brazos y la chica sonrió.

- Supongo, pero quiero que ese hombre... me permita caminar. – Escorpio* sonrió con nerviosismo

- Ese no es mi estilo nena – dijo mientras se acercaba a Capricornio – mi estilo- sus labios repasaron el contorno del rostro de la cabra. La sensación electrificaste entre ellos era como éxtasis – lo conoces a la perfección – Capricornio se mordió el labio inferior y Escorpio* se sonrojó levemente.

- Pero creo que...- Capricornio se acercó a su oído lentamente, con sus labios rozó levemente su oreja, mordisqueo un poco su lóbulo y lamió el contorno de la oreja del Escorpión.- no conoces muy bien mi lado perverso Escorpión.

- ¿y... s-si me das el placer de... c-c-conocerla? – Capricornio sonrió

Tauro & Tauro

Ambos se habían despertado, tenían el estómago completamente vacío, debían comer algo o...

- Moriré de inanición – dijo casi en un sollozo Tauro – prepárame algo – ordenó

- Tú no me mandas niñita – dijo el toro enojado o eso pretendía.

- Claro que sí, nací primero que tu – dijo cruzándose de brazos.

- No lo creo, yo nací el 19, eso me hace mayor. – dijo Tauro*

- Yo el 18 – la chica le sacó la lengua y Tauro* rodó los ojos

- Solo eres por un día – dijo frunciendo el ceño

- Pero soy mayor – sonrió victoriosa – ahora sí, cocíname, aliméntame y

- ¿ámame? – ambos se miraron fijamente, Tauro* no había querido decir eso, sin embargo, lo que había pasado entre ellos el día de ayer, lo había confundido un poco. Se acercó a ella y la cargó, la puso en la isla y quedaron a la misma altura.

Las miradas lo decían todo, aparentaban caerse mal, decían que no eran nada, pero por dentro solo había dos pensamientos. Ellos y la comida.

Tauro* besó a Tauro suavemente, no era un beso apresurado, se necesitaban saborear, era necesario ser suaves y gentiles el uno con el otro. Pero, el salvajismo ganó. Tauro* se separó de los labios de su paralela y bajó hasta su clavícula donde dejó una pequeña marca y se dispuso a volver a sus labios. A ella poco le importó, en esos momentos la comida ya no tenía cabida en la cabeza de ninguno de los dos, solamente estaban ellos.

- Que hambre tengo – murmuró una voz profunda y ronca. Los dos se separaron e hicieron como si nada hubiese pasado. Un aún adormilado Leo* apareció, miró para todos lados y se fue. Los toros se vieron fijamente y sonrieron, nadie sabría qué ocurrió en esa isla, solo ellos, los cuales no dudarían en repetirlo.

Leo chico & Sagitario chica

Después de haber ido a la cocina y no encontrar a nadie preparando algo decente, volvió al techo junto a su querida Sagitario.

Se acostó y pasó un brazo alrededor de la cintura desnuda de Sagitario.

- Tengo frío – dijo en un susurro para no despertarla, pero una ráfaga de viento hizo que se despertara y se diera cuenta del lugar en donde se encontraban - ¡Sagi preciosa estamos en el techo! – gritó he hizo que Sagitario se levantara de golpe

- ¡despiértame con sutileza! – dijo mientras restregaba sus ojos –que jodido frío ¿dejaste la ventana de la habitación abierta nuevamente? – Leo* frunció el ceño

- Abre los ojos mujer y mira donde coño estamos – Sagitario obedeció de mala gana debido a la luz, pero después todo se fue a

- ¡la mierda! ¿Cómo subimos aquí? ¿Por qué estamos desnudos...? O ya me acordé de algo. No vuelvo a beber contigo Leo*

- ¡¿y por qué?! ¿acaso fue solo mi jodida culpa? – Géminis se puso de pie y lo miró de arriba abajo, era imposible no despegar la vista del adonis de Leo*

- Porque alguien tiene que hacerse responsable de nuestros actos – dijo cruzándose de brazos- ahora es mejor que bajemos.

Leo* arrugó la nariz y ayudó a Sagitario a bajar del techo e ir a su habitación.

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