Capítulo 1


New Girl: Capricornio.

- ¡¿Qué debo ir a dónde?! - Gritó capricornio, sus padres se sorprendieron al ver tal reacción de su hija ante una orden. - no creo que vaya a acatar está orden.

- Debes irte Capri, no puedes evadirlo por más tiempo, no es nuestra culpa que...

- ¿Qué sea la única capricorniana chica viva? Joder, más que nadie saben que hay muchas chicas como yo.

- Pero te escogieron a ti.

- Me niego en lo absoluto. - sus padres la miraban reprobatoriamente.

- De todas maneras mañana mismo te vas a la casa de los doce.

- ¿y si me niego?

- No podrás - dijo la mujer tratando de reprimir las lágrimas - es una orden

- Fabuloso - se levantó y les dio una última mirada asesina a sus padres y lentamente subió las escaleras.

POV Capricornio

Empaqué mis cosas lo mejor que pude, o más bien, las embutí en mi maleta.

Siempre temí que este día llegase, no quería apartarme de mis padres. Aunque desde muy pequeña me lo dijeron, desde muy pequeña me lo dejaron muy en claro, que de una u otra forma nos iban a separar.

Respiré hondo y traté de ponerme nuevamente serena, pero la angustia, la ira, la tristeza, la frustración que estoy sintiendo en estos malditos momentos, no me deja.

Traté de dormir, pero Wattpad tenía mejores propuestas para mí.

Más o menos a las seis de la mañana terminé de leer unas 20 novelas cortas y decidí dormir un poco, pero... la alarma sonó a los dos segundos. Maldita sea.

- Hija ¿esta lista? ¡oh por las cabras! ¿Qué le pasó a tu cara?

- Wattpad madre, eso fue lo que pasó.- salí de la comodidad de mi cama y me metí al baño.

Duré unos cuantos minutos y salí. Me coloqué unos jeans oscuros, una blusa blanca que decía en letras rojas UNPREDICTABLE, me coloqué mis zapatillas negras. Dejé mi cabello rebelde suelto, me apliqué rímel y salí de mi casi vacía habitación.

- Estoy lista para ir al manicomio - hice una reverencia.

- ¡por amor a las Cabras Capricornio! Cámbiate esa maldita blusa.- escupió mi madre.

- Madre, madre. Da igual, de todas maneras me verán así por el resto mi patética existencia gracias a ti.

No cruzamos más palabras hasta llegar a la estación de trenes.

- Te enviaremos cartas cuando podamos cielo - dijo mi padre

- Te amamos demasiado pequeña - dijo mi madre.

- Yo a ustedes, aunque me hayan enviado a mi muerte segura - sonrieron y me dieron un abrazo ligero, ellos saben que mi espacio personal es oro.

Subí al tren, los vi por última vez y conecté mis audífonos.

"hemos llegado a la casa de los once" próximamente doce.

Bajé del tren, agarré mis preciadas maletas y me apresuré a bajar, antes de que el maldito tren me arrancara mi pierna favorita.

- Estoy perdida - dije para mí misma. Retiré uno de mis audífonos.

Entré por la puerta metálica y la primera impresión es lo que cuenta ¿no? Tenían unos hermosos jardines decorados con flores de todas partes, pero me sobresalté al escuchar un estruendo proveniente de la casa.

- ¡esto es un jodido desastre! ¡ya casi va a llegar nuestro invitado y esto está vuelto una mierda! - quien sea que esté gritando, puede llegar a agradarme.

- ¡creo que ya llegó! - dijo una chica asomada por la ventana - ¡yo seré la primera en recibirla!

Miré fijamente la ventana y no podía creer lo que ella estaba a punto de hacer, se lanzó y cayó ilesa.

- Hola ¿Cómo estás? ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Qué eres? ¿chico o chica?

- E-espera, demasiadas preguntas - exclamé tratante de asimilar cada una de ellas.

- Estoy confundida, soy Capricornio pero me dicen Capri, tengo dieciocho, soy chica o eso dice mi madre.- la chica rio y me miró fijamente a mis ojos.

- Me gusta el color de tus ojos, pero tu blusa me gusta más. ¿me la prestas?

- ¿qué?

- ¡Leo, la estás asustando! - dijo un chico de cabello negro mientras se acercaba. La chica Leo sonrió y sus rizos rubios se sacudieron. - discúlpala, ella es única...

- No te preocupes - dije seria

- S-soy Picis - extendió su mano y yo le extendí la mía

- Capricornio, pero puedes decirme Capri.- el sonrió y traté de sonreír, pero nunca fui buena con ello.

- ¿te duele algo? - preguntó, a lo mejor hice una mueca extraña.

- No en lo absoluto, pero es lo más agradable y considerado que me han dicho por intentar sonreír - el rio.

- Nos llevaremos bien

- Eso espero. - hizo un además para que siguiera y Leo me quitó un audífono

- ¿Qué escuchas?

- 5 seconds of summer, no creo que...

- ¿Ashton, Michael, Callum o Jake?

- No lo sé, aun no me decido - Leo sonrió y me devolvió los audífonos.

Caminamos hasta la casa y Picis respiró hondo y abrió.

Lo que vi, la verdad, nunca creí que lo iba a ver en toda mi vida.


es mi primera novela que tiene que ver con signos zodiacales y todo el cuento, así que por favor mucha paciencia conmigo.

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